Fuente: BANZER GENIO Y FIGURA… / Editorial: Crear Impresiones. La Paz -
Bolivia. 2008. // Foto: El ex-dictador Hugo Banzer durante su segundo mandato,
esta vez constitucional.
Cómo señala el informe de 1976 de la COB: El golpe de Banzer significó también
el inicio de la persecución contra los dirigentes del Magisterio Nacional,
Departamental y miembros de base, y la incautación de sus sedes sociales por
parte del propio Ministerio de Educación y de los miembros falangistas que lo
integraban.
Así como las Universidades bolivianas fueron clausuradas, de la misma manera el
gobierno de Banzer se inició con la clausura del año escolar, con lo que se
creó un periodo apto para intervenir las organizaciones sindicales. Y
efectivamente, al iniciarse las labores del próximo año, la Federación Nacional
de Maestros Urbanos y las Federaciones Departamentales, cuyos dirigentes
estaban detenidos, presos o perseguidos, aparecieron con nuevos dirigentes
designados por el Ministerio del ramo, asignado a Falange Socialista Boliviana
(FSB), bajo una resolución que decretaba la intervención de dichos organismos
sindicales.
A partir de entonces quedaron anuladas las direcciones genuinas y, en
consecuencia, el Magisterio quedó incapacitado para hacer escuchar sus reclamos
o plantear sus puntos de vista. Situación que se prolongó nada menos que hasta
septiembre de 1974, fecha en que se clausuró nuevamente el año escolar como
respuesta a las exigencias del Magisterio para reivindicar su derecho a elegir
libremente a sus personeros.
Para esta fecha, la inquietud de los maestros había llegado a su culminación,
de modo que, en todos los distritos del país se crearon los Comités de Base,
como reacción a la labor corrupta de los interventores oficiales y en procura
de lograr elecciones democráticas para la vigencia sindical, con miras a
plantear seguidamente los graves problemas que aquejaban y que habían sido
postergados precisamente por obra de los interventores.
Los Comités de Base plantearon en toda la República su exigencia de elecciones
democráticas y ante las demandas desestimadas y postergadas, decretaron paro de
labores con éxito en varios distritos como Cochabamba y Potosí. En cambio, en
La Paz, sede del Gobierno, encontraron una tenaz resistencia del Ministerio de
Educación apoyado por los interventores falangistas.
La lucha de los maestros demostró un grado de conciencia muy grande, ya que
pese a la insostenible situación económica y social del magisterio por la
desvalorización monetaria y la constante alza de precios, no cayeron en la
lucha economista, mostrando gran decisión para elegir sus direcciones
sindicales democráticamente como la única salida para lograr sus justas
aspiraciones.
Ante la negativa del Ministerio para realizar elecciones libres, el Comité de
Bases, las convocó por su cuenta con el apoyo masivo de los maestros, como se
comprobó con la asistencia a las urnas en el día señalado. Esta circunstancia
desconcertó a las autoridades que hubieron de recurrir a medidas de hecho, como
el asalto a las ánforas y a la sede del Magisterio que había sido retomada por
los maestros pacíficamente al realizarse la convocatoria antes mencionada. Los
maestros respondieron entonces con la declaratoria de huelga general e
indefinida en defensa de sus intereses, contando con el apoyo total de la
opinión pública.
El conflicto dio lugar a largas conversaciones con el Ministerio de Educación,
con la mediación de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB),
Confederación Nacional de Profesionales, Federación Universitaria y 14 o 15
entidades más. La posición irreductible del Ministro se tradujo en una burla a
los primeros acuerdos obtenidos, lo que provocó la ruptura de conversaciones y
la inmediata clausura del año escolar.
HERIDOS Y APRESADOS A RAÍZ DE MANIFESTACIÓN
Efectivos de la Guardia Nacional de Seguridad Pública (GNSP) disolvieron ayer
una manifestación de protesta contra la clausura del año escolar, de cuyas
acciones resultaron dos heridos de bala, 10 contusos y 6 detenidos, según el
Ministro del Interior.
La Av. Villazón fue el escenario de los hechos, donde hubo profusión de gases
lacrimógenos, disparos de armas de fuego, pugilatos y carreras desenfrenadas de
maestros, estudiantes, normalistas y universitarios que minutos antes habían
realizado una asamblea general en el atrio de la UMSA. Los desordenes llegaron
a la Av. Santa Cruz.
Antes de la realización de la asamblea, numerosos efectivos policiales y
agentes de los organismos de seguridad del Estado se apostaron en las
inmediaciones de la Universidad, dispuestos a evitar las “acciones de hecho”
anunciadas por maestros y estudiantes, en protesta por la clausura del año
escolar.
Asamblea
A las once y media en el atrio de la UMSA, se realizó la anunciada asamblea
general de maestros, estudiantes de secundaria, universitarios de San Andrés y
de la Universidad Católica, y normalistas de la Escuela Superior “Simón
Bolívar”.
La Prensa
… En el acto se dio lectura a varios pronunciamientos de los sindicatos mineros
expresando su solidaridad con los maestros del Comité de Bases.
La Asamblea resolvió exigir la inmediata libertad de todos los profesores
detenidos, retorno del presidente de la Confederación de Profesionales,
garantías al fuero sindical y a las libertades democráticas, amnistía general y
vigencia plena de la autonomía universitaria.
Manifestación
En cumplimiento de la principal determinación de la Asamblea, se acordó salir
en una “marcha de protesta”. Los manifestantes avanzaron una cuadra, desde la
universidad hasta la plaza del estudiante entonando el himno nacional y
canciones de protesta. Allí fueron dispersados por bombas lacrimógenas y perros
policías.
En los disturbios se escucharon disparos de armas de fuego. Se dijo, sin
confirmación, que hubo dos heridos. Una docena de estudiantes resultaron
contusos durante el desordenado repliegue hacia la Casa Superior de Estudios,
en cuyo interior se hallaban las autoridades universitarias y aproximadamente
doscientos estudiantes. La policía rodeo el edificio central del la UMSA
permaneciendo “sitiado” hasta las 13.45 horas. Las personas que querían
abandonar el recinto tenían que exhibir su documentación y quienes no disponían
de ella eran conducidos al Ministerio del Interior.
Los dirigentes estudiantiles denunciaron que aproximadamente 50 universitarios,
maestros y normalistas fueron apresados por los organismos de seguridad,
exigiendo la inmediata libertad de los mismos.
Auxilios
Un sacerdote y un empleado público recibieron atención médica ayer en la
Asistencia Pública a raíz de los disturbios ocurridos en las proximidades de la
UMSA. El religioso José García de 35 años de edad, que cayó desmayado en la Av.
16 de julio, recibió atención a las 12.55 horas por “inhalación de gases
lacrimógenos”.
También fue atendido a las 13.05 Milton Coramendi de 20 años, tarijeño, por
“mordedura de perro en la UMSA”.
El Diario, 5 de octubre de 1974.
El gobierno incurrió así en este nuevo y gravísimo atentado contra la cultura y
la educación, a la vez que perseguía a los dirigentes del Comité de Bases,
encabezado por el profesor Alberto Valdivieso, la Sra. Betty Bernal de Ayllón y
numerosos manifestantes fueron llevados inmediatamente al destierro, igual que
el Presidente de la Confederación Nacional de Profesionales.
Para reiniciar el año escolar en 1975, el gobierno recurrió a mayores
detenciones y persecuciones incluyendo a dirigentes estudiantiles que apoyaban
a sus maestros y aumentando el número de presos y desterrados.
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