Por: José E. Pradel B. - Académico Supernumerario de la
Academia Boliviana de Historia Militar. / Este artículo fue publicado
originalmente en el periódico paceño El Diario.
Fuente: L. Alcántara Lecca, Diccionario Biográfico de
figuras de actualidad, La Paz, Litografías e Imprentas Unidas, 1929.
En la historia de las Relaciones Internacionales de Bolivia,
hubo personajes destacados de creativa perspectiva, que mediante sus escritos y
propuestas, idearon adecuadas y firmes bases de Política Exterior, como fue el
caso de Alberto Ostria Gutiérrez, distinguido diplomático y escritor, que a
través de su libro ‘Una Obra y un destino’, describe diferentes negociaciones y
suscripciones de Instrumentos Inter-nacionales con los países vecinos, después
de la Guerra del Chaco (1932-1935), que proporcionaron a Bolivia, la
“integridad y el respeto de su territorio” y lo adecuaron como “tierra de
contactos”. Sin lugar a dudas, esta doctrina sigue vigente y como un sin-cero
homenaje a su trabajo, en esta nota describiremos su misión diplomática en
España (1922- 1926).
Alberto Ostria Gutiérrez, -nació en la ciudad de Sucre, el 6
de febrero de 1897. Se recibió de bachiller en el Colegio de los Padres
Jesuitas, siguió luego estudios de Derecho en la Universidad de San Francisco
Xavier- e ingresó a la carrera diplomática mediante examen, en 1917, entre sus
compañeros se encontraban Enrique Finot y Adolfo Costa duRels.
En ese sentido, Ostria Gutiérrez, fue nombrado el 31 de
enero de 1918, Primer Secretario de la Legación en la República Argentina y dos
meses después el 18 de abril, fue designado Primer Secretario de la Legación en
el Brasil, es en este momento que se graduó de abogado en Río de Janeiro, en
1919, con una tesis titulada: “Estado de Sitio”. Además de colaborar con José
Carrasco, E. E. y Ministro Plenipotenciario en el Brasil, ex -Vicepresidente de
la República, notable jurista, periodista y fundador de el “El Diario”. Pero el
10 de agosto de 1918, tras la renuncia del eminente José Carrasco, fue nombrado
Encargado de Negocios a. i., cargo que desempeño por dos años.
A su regreso, en 1921, Alberto Ostria Gu-tiérrez, fue
profesor de la materia de Dere-cho Internacional en la Universidad Mayor de San
Andrés. Con el trascurrir de unos me-ses, el 29 de octubre fue nombrado Primer
Secretario de la Legación en España.
De esta manera, auxilió la gestión de Simón I. Patiño, E. E.
y Ministro Plenipotencia-rio en España, de la cual Ostria conmemoró: “el señor Patiño
fomentó una activa propaganda en beneficio del país, consiguiendo resultados
verdaderamente sorprendentes en lo que se refiere al conocimiento general de
Bolivia y de sus más importantes problemas nacionales”, pero el 6 de julio de
1922, fue designado Encar-gado de Negocios a. i., ya que Patiño acompañado de
su familia se fue a Francia y Alemania ha pasar vacacio-nes de verano.
Como una de sus principales iniciativas en este cargo, fue
la publicación en la Revista “La Esfera”, que en esa época era la mejor y de
mayor circulación en España. El tema de -la cuestión del Pacífico, es decir las
graves diferencias existen-tes entre las Repúblicas de Chile, Perú y Bolivia -y-
la necesidad de que se adjudique pacíficamente a la República de Bolivia una
salida al mar, necesidad en cuya satis-facción acaso tenga que intervenir el
voto de la humanidad- escribió Ostria, en una nota enviada a la Cancillería, el
6 de agosto de 1922.
En el campo literario publicó dos obras significativas:
Rosario de Leyendas americanas, prologado por el destacado escritor español
Alfonso Reyes y La Casa de la Abuela. Madrid visto por un sudamericano.
Pero dentro de la labor que desempeñó, la correspondencia de
la época refleja que estuvo siempre atento al desarrollo del tra-bajo de la
Legación, de la cual escribió: “son valiosas las influencias que la Legación
cuenta en el periodismo, la política y la so-ciedad. En la oficina, la labor es
diaria y se hace cuidadosamente, jamás se deja oficio ni carta sin responder, y
se estudian debida-mente los asuntos que así lo requieren”. Sin lugar a dudas,
estas palabras expresan un sentimiento magno de compromiso y patrio-tismo que
manifestó a lo largo de su carrera diplomática.
Por otro lado, entre el trabajo agotador y ceremonioso,
contrajo matrimonio el 19 de octubre de 1922, con Cecilia Lure Dimet, dama
perteneciente a una de las más dis-tinguidas familias argentinas.
En el campo Consular, Alberto Ostria Gu-tiérrez, visitó
especialmente las oficinas con-sulares para apreciar personalmente y con
imparcialidad las condiciones de cada una de ellas. Al mismo tiempo, encabezó
conjun-tamente con René Urdininea Arce, Cónsul en Barcelona la publicación de
la Revista Bolivia (Literaria, Administrativa, Económica y Financiera), órgano
principal de propagan-da del Consulado General de Bolivia en España, que
comenzó a publicar desde 1924.
Sin embargo, las vacaciones de Simón I. Patiño, terminaron y
el hombre del esta-ño, regresó a sus funciones diplomáticas desde el 3 de abril
hasta el 2 de julio de 1923. Una vez más en el cargo de Encargado de Nego-cios
a. i., Alberto Ostria Gutiérrez, recopiló documentos coloniales custodiados en
Es-paña, sobre la posesión territorial de la Au-diencia de Charcas, en el
litoral del Pacífico.
Pasado un tiempo, sobre las tareas reali-zadas por Ostria
Gutiérrez, el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia, Eduardo
Diez de Medina, detalló en la Me-moria que presentó al Congreso de 1925:
“ausente de Madrid el E. E. y Ministro Plenipotenciario de Bolivia de Bolivia
en España, don Simón I. Patiño, continúa al frente de la Legación como
Encargado de Negocios ad-interim, el señor Alberto Ostria Gutiérrez, cuya
activa labor de propaganda a favor del país merece justos aplausos”.
Pero el 5 de agosto de dicho año, Simón I. Patiño, renunció
al cargo diplomático, debido a un desaire con el Presidente Bautista Saavedra
(1920-1925), volviendo durante la Administración de Hernando Siles Reyes (1926
- 1930), el 17 de marzo de 1926, a sus funciones diplomáticas.
Por otro lado, en enero de 1926, la Can-cillería Boliviana,
designaría ha Alberto Ostria Gutiérrez, Primer Secretario de la Legación en la
República Argentina, regresando a Bolivia el 20 de abril de dicho año.
Es preciso señalar que Simón I. Patiño, en una nota enviada
el 13 de abril, escribió sobre la destacada labor cumplida por el diplomático
boliviano: “convencido como estoy de que la labor realizada en España por el
señor Alberto Ostria Gutiérrez, por sus excepcionales dotes de caballerosidad,
preparación intelectual y dedicación al trabajo, ha reportado al país un
provecho efectivo, palpablemente demostrado durante los cuatro años y medio que
le cupo desempeñar las funciones, tanto de Primer Secretario de esta Legación,
como de Encargado de Ne-gocios ad-interim.
El señor Ostria Gutiérrez ha contribuido en gran manera a
que Bolivia comience a ser conocida en España”.
Finalmente, como una forma de reconocimiento la Corte del
Rey Alfonso XIII, con-cedió ha Alberto Ostria Gutiérrez, la condecoración de
‘Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos Tercero’.
A modo de conclusión, podemos decir en las palabras de
Guillermo Francovich, que: “Ostria Gutiérrez perteneció a la estirpe de los
constructores, de los hombres que en el acontecer histórico crean para las
gene-raciones futuras, abren nuevas perspectivas para los pueblos y que frente
a las agitaciones estériles de la demagogia y la ambición, dan contribuciones
efectivas al progreso humano”.
-----------
Al respecto ver Alberto Ostria Gutiérrez, Una Obra y un
destino. La política internacional de Bolivia después de la Guerra del Chaco,
Buenos Aires, Editorial Ayacucho, 1946.
Gustavo Medeiros Querejazu, Ensayos Diplomáticos, La Paz,
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Academia Diplomática “Rafael
Bustillo”, 1997, p. 11.
-----------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario