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LA CONSTITUCIÓN VITALICIA Y EL LIBERTADOR PEDRO BLANCO. 1828.


GASTÓN  CORNEJO BASCOPÉ / Presidente Sociedad Geográfica, de Historia y Estudios Geopolíticos Cochabamba // Socio Correspondiente de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre.

PREÁMBULO:
 La invitación de la ínclita Sociedad Geográfica e Histórica de Sucre, la más antigua e importante de Bolivia, para ofrecer una conferencia sobre un tema de investigación histórica, me ha permitido incursionar en la investigación y esclarecimiento de un suceso controvertido y calificado peyorativamente en los textos de enseñanza sobre la historia de Bolivia, lejano tiempo del nacimiento de nuestro país, cuando los avatares del destino condicionaron su fundación como un nuevo estado independiente de Perú y Argentina; autónomo a pesar de la oposición del Libertador Simón Bolívar, cuando él pergeñaba la Patria Grande como un conglomerado de nuevas naciones unidas un solo Estado continental.
Dos empresas militares actuaron independientemente en tal misión, la del Libertador San Martín desde el Río de La Plata y el Ejército Libertador de Simón Bolívar que portaba el lábaro de la libertad desde Colombia.
En Guayaquil se dio la definición y fue Bolívar a quien le cupo dar fin con la historia colonial hispana, y al Mariscal Sucre que en Ayacucho selló la independencia. Con ambos héroes concurrieron también otros semejantes en heroicidad personal, los mismos que ofrecieron sus méritos existenciales para lograr el sueño de una América gloriosa.
Después de las batallas decisorias, Bolívar plantó las banderas de Argentina, Chile, Perú, Colombia, en la cima del cerro de plata en Potosí donde sintetizó admirablemente su gesta en un solemne discurso. Todo era grandioso hasta el momento en que se dio inicio a la organización y el funcionamiento de las nuevas sociedades.
Y fue el propio Simón Bolívar quien anunció como un premio una nueva Constitución para su “Hija Predilecta”, Bolivia, el propio autor de la inmediata división de Estados múltiples y disensiones que, inexpertos en valores democráticos humanistas, equilibrio de poderes políticos, alternabilidad administrativa y estado de derecho, recibieron de él como un perfecto documento, la Carta Fundamental Vitalicia, mitad republicana, mitad monárquica, imposible de ser asimilada luego de quince años de luchas guerrilleras extenuantes, sufrimientos heroicos y frustraciones históricas,
Tal sucedió con Bolivia a partir de su Fundación inmediata. Aceptada que fue la “Constitución Vitalicia” enviada por el Libertador, aprobada por la Asamblea Constituyente, se iniciaron las disidencias, particularmente agravantes en un tiempo de luchas internas, ambiciones personales e inestabilidades fronterizas; sobre todo, fue notoria la inexistencia de un sentimiento de nacionalidad, formado a posteriori, en el seno de las sociedades americanas recientes, reitero, inexpertas e ignaras en educación y apreciación de valores democráticos. Todo ello bajo el marco de múltiples tensiones militares activas.
El Alto Perú, formó parte administrativa de dos virreinatos, guardaba con el Bajo Perú fuertes relaciones de comunión histórica, étnica, lingüística y comercial. Por otra parte, los ejércitos americanos no tenían perspectiva definida sobre el destino de los países que en el futuro próximo dividirían territorios así como la fragmentación de las sociedades culturales en ellas contenidas condicionando un caos territorial y cultural notables.
Para el caso de nuestra patria, Bolivia, el problema fue mayor pues el “Uti possidetis” como el principio regulador del Derecho Internacional Público Iberoamericano, útil para resolver a priori cualquier diferendo limítrofe, no fue respetado ante las ambiciones geopolíticas extremas, entonces las nacionalidades aymara, quechua, guaraní y el propio mestizaje continental, fueron quebrados geográficamente lesionando ámbitos culturales propios, resultante en fragmentadas sociedades, sin cambios estructurales que propusieran justicia y dignidad plenas.
Muchos personajes que actuaron en las fuerzas patrióticas para la independencia de los estados, lucharon juntos en la gesta libertaria. En el caso concreto de Bolivia, con Bolívar y Sucre participaron activamente el irlandés Francis Burdett O´Connor, el alemán Otto Felipe Braun, el colombiano León Galindo Camacho, el peruano Agustín Gamarra Messi, los argentinos José Olavarría e Isidoro Suárez, los bolivianos Andrés de Santa Cruz y Q´alawmana y Pedro Blanco Heredia; y al interior del tema investigado, también fueron nudos vitales de una red de amistad y de heroísmo compartidos, el cruceño José Miguel Velasco Franco; los paceños Mariano Armaza Guerra, José María Pérez de Urdininea, José Ballivián y Segurola, el cochabambino Manuel Aniceto Padilla y los chuquisaqueños José Severo Malavia y Casimiro Olañeta. Todos unidos bajo una misma bandera militar y política; y un sólo propósito, lograr la libertad del yugo español. Más tarde, una nueva realidad sucedió patética con el destino de los antiguos camaradas, los distanció y enemistó bajo fuerzas políticas encontradas.
Desde 1825 a 1828, todo parecía armonizar en el nuevo Estado de Bolivia bajo la sabia dirección del “soldado poeta” Mariscal Antonio José de Sucre, quien con mente superior inició la organización con pulcritud y sabiduría. Sin embargo, había quedado con él, un fuerte ejército extranjero venido de Colombia. Fuerza militar extraña premiada desmesuradamente con una gran suma de dinero, un millón de pesos, por el triunfo de Junín y Ayacucho. Gente de cuartel, por tanto ignara de valores ciudadanos y de recato conductual; fue proverbial su indisciplina y su malhadado prestigio. Y llegó el malhadado 18 de abril de 1828 cuando el río del descontento salió de madre y rebasó la tranquilidad ciudadana así como la de los partidos políticos que definieron actuar en el terreno de la violencia tomando acción por el mejor parecer ideológico.
Fue en ese momento de acontecimientos definidos cuando sucedieron los hechos a analizar con mente sana de prejuicios y equilibrio reflexivo para aproximarnos a la verdad histórica.
Gracias a numerosas fuentes primarias de documentos originales logrados del archivo familiar de los descendientes de Pedro Blanco: los hijos Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino; del nieto historiador Carlos Blanco Galindo; de textos y publicaciones originales de José Aniceto Padilla, Fermín Aparicio, y sobre todo de notas epistolares de los protagonistas, ha sido factible la reconstrucción de eventos que ofrecen luz y posibilitan ganar planteamientos conclusivos que, si bien siempre ameritan estudio y debate constructivo, el suscrito piensa que se ha logrado un verdadero avance en el proceso de la investigación y en el acercamiento a la veracidad temática.

 “LA CONSTITUCIÓN VITALICIA Y EL LIBERTADOR PEDRO BLANCO HEREDIA”.
II.- TESIS DE INVESTIGACIÓN Y DE REVISIÓN HISTÓRICA.
OBJETIVOS.
El pensamiento básico propuesto para iniciar el estudio y la presente tesis se deriva de haber obtenido fuentes documentales primarias,  y en base a ellas lograr conclusiones históricas concretas.

Se efectuó un amplio estudio de investigación y rescate de eventos, motivado también por le iniciativa oficialista contemporánea de prolongar períodos gubernamentales con efecto vitalicio, y la premisa de que el origen de este despropósito político pueda encontrarse en la “Constitución Bolivariana Vitalicia” que fue aplicada en la nueva República de Bolivia a partir de 1825 a 1828.
El índice de las fuentes documentales estudiadas ofrece una imagen del objetivo perseguido que además, permitió pergeñar una aproximación más serena y precisa del pretérito histórico; y además, dio lugar a revisiones bibliográficas sorprendentes, afirmaciones controvertibles, susceptibles de un mayor y penetrante estudio.
Es relevante la gesta existencial del General Pedro Blanco Heredia y su toma de conciencia opositora a la Constitución Vitalicia y a la presencia de las fuerzas colombianas en Bolivia.
FUENTES DOCUMENTALES.
La enumeración de las fuentes consultadas permite conocer la identidad verdadera y la paternidad de Pedro Blanco Heredia a través de las Cédulas del Virrey Pezuela. La actuación en las fuerzas realistas y su conversión a las patrióticas así como la obtención del grado militar. El apoyo otorgado al Mariscal Antonio José de Sucre en el conato del 18 de abril y la solicitud de licencia denegada. Su rebelión de autonomía militar en desacato al poder oficial, coincidente con el primer ingreso de Gamarra a Bolivia ordenado inmediatamente por el gobierno del Perú. El diario personal en el que informa que Armaza toma preso a Sucre. Su actuación como primer Comandante boliviano de pacificación en el oriente boliviano. La elección constitucional como primer presidente boliviano por la Asamblea convencional en diciembre de 1828; su brevísimo gobierno con el proyecto de la Ley del Olvido, las interrogantes que eleva ante el órgano Legislativo; y finalmente, el desenlace fatal en La Recoleta, página de sangre que enluta nuestra historia hasta el presente. Todo ello se dio a conocer a la Sociedad Geográfica e Histórica de Sucre, en La Casa de la Libertad, el último día de Septiembre pasado 2016.

Se expuso este acontecer de sucesivos eventos mediante el resumen esquemático que aportan las fuentes documentales primarias.
Ellas son: fecha de nacimiento y Cédulas otorgadas a los padres por el Virrey don Joaquín de la Pezuela y Sánchez, las mismos que sirven de identificación al personaje. Su ingreso a las fuerzas realistas como Alférez a muy temprana juventud y la valentía demostrada en un duelo de caballería con un oficial del ejército de San Martín. Su adhesión a las fuerzas patrióticas. Los títulos de grado militar obtenidos (11-VI-1823) y (19-VIII-1823) de Teniente Coronel. El informe de Pedro Blanco en la hacienda de la Magdalena (7-V-1826) referido al Libertador Bolívar. Diversas notas de correspondencia, con Urdininea (8-I-1828)-(18-V-1828). De  Acevey a Gamarra (20- IV-1828). De Sucre a Blanco (27-IV-1828) (1-V-1828) agradeciendo su apoyo y rechazando la licencia solicitada. El parte de Urdininea a los Gobernadores prefectos (24-V-1828). De Blanco al Ministro de Guerra (25-V-1828) expresando su criterio sobre el ingreso de Gamarra. De éste General a Pedro Blanco (26-V--1828). De Pérez de Urdininea a León Galindo (1-VI-1828) ordenando la persecución a Blanco. De Gamarra a Blanco (5-VI-1828) pidiéndole no le confronte. Notas sobre su rebelión de mayo en Chichas (10-VI-1828). De  Cárdenas (17-VI-1828) informándole de la fuga  de Urdininea. De Velasco a Blanco (22- VI-1828) sobre la posibilidad de una entrevista con Sucre. La respuesta (22-VI-1828) rechazando la propuesta, reconsiderando el encuentro (6-VI-1828). El Diario de Blanco (1-2-3-VII-1828) desde Guayllas anotando que es Armaza quien apresa a Sucre. El Tratado de Piquiza (6-VII-1828). De Jorge Mallo (14-VII-1828) aclara que Blanco no acepta el grado propuesto por Gamarra. De Pedro Blanco a los ciudadanos de Santa Cruz (30-VIII-1828) pacificándolos. Dos notas de Gamarra a Blanco (2-IX-1828) (24-IX-1828) y la respuesta (30-IX-1828). De Blanco al Ministro de  Guerra (1-X-1828) en la que cede los sueldos públicos adeudados. Del Mariscal Santa Cruz (10-XII-1828) desde Santiago de Chile felicitándole por Chichas.
Del diputado Severo Malavia a Gamarra (8-X y 25-XII 1828) solicitando asilo político, alianza y paz. La recomendación de Velasco a la Asamblea (18-XII-1828); la elección de Blanco como Presidente de Bolivia (18-XII-1828). La Ley de (18-XII-1828) que legaliza la  elección. El proyecto de la ley del “Olvido y libertad al pensamiento político” (29-XII-1828). La carta de Blanco a la Asamblea, con un tenor de vasta cultura que contradice definitivamente la opinión de Armaza sobre la pretendida ignorancia del presidente en el desplante de este para justificar el golpe de diciembre (30-XII-1828)  Las Actas de la Asamblea convencional que registran todos los eventos (XII-1828). El escrito de Manuel Aniceto Padilla defendiendo a Blanco desde el exilio en Salta (18-I- 1829). La crisis en la Asamblea (2-II-1829) expuesta por el diputado Lorenzo Julián Ortiz. El gran testimonio de Fermín Aparicio (12-IV-1829).
Después de la muerte de Blanco la nota del hermano Pio Blanco pidiendo ayuda pecuniaria al Mariscal Santa Cruz para su madre (11-X-1834). Los estudios de Gabriel René Moreno sobre Gamarra, Ballivián y Blanco en el Encuentro de Vilque (20-I-1849) (1894-1895). Las aclaraciones históricas de Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino. El libro de Sabino Pinilla sobre los sucesos de 1828 (23-VI-1928). La nota de Santa Cruz a Pio Blanco, Gobernador de Cochabamba (4-IV-1837). Los escritos de Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino así como la biografía de P.Blanco (1872) (1888). El testimonio de Fermín Aparicio sobre el asesinato publicado en Presencia (18-VI-1993) Por último, y en revisión actual, la Correspondencia oficial del JEM Gral. León Galindo. (1828).
Finalmente, la Genealogía ¡Blanco” a partir de Martín Blanco de Bustamante-Juana Blanco de la Vega-Francisco Xavier Blanco Gutiérrez-Pedro Blanco Heredia.
Se explicitan las conclusiones de la tesis así como la revisión bibliográfica y los cuestionamientos históricos a referir a continuación.
CONCLUSIONES HISTÓRICAS. LA CONSTITUCIÓN VITALICIA Y EL LIBERTADOR PEDRO BLANCO.1828.
Dos ejes temáticos comandaron el estudio: el primero, la biografía y los sucesos históricos alrededor del personaje Gral. Pedro Blanco Heredia. Y en segundo lugar, la motivación principal generadora de los hechos revolucionarios, la Constitución Vitalicia semi-monárquica de Simón Bolívar, resistida en los mismos países liberados y en Bolivia en forma particular.
1.- Pedro Blanco fue un joven militar cochabambino que ascendió en grados por su comportamiento heroico, partícipe tanto en las fuerzas realistas como en el ejército patriótico, hasta la culminación de la Independencia; gravemente herido en la batalla de Ayacucho. (Alférez-Capitán-Teniente Coronel - Coronel - General de Brigada)
2.-Intervino activamente combatiendo en territorios del Río de la Plata, Bajo y Alto Perú. Fue el Jefe de Caballería que selló y dio lugar a las victorias de Zepita, Junín y Ayacucho, comandadas por Santa Cruz, Bolívar y Sucre.
3.- A partir de la Fundación de la República de Bolivia, en los próximos años inmediatos se registran acontecimientos de manifiesta anarquía, derivados sobre todo, de la presencia de fuerzas colombianas que actuaban como un ejército de ocupación y de la aplicación de la Constitución Vitalicia bolivariana, normativa calificada de “insalvable” con defectos de confusión y deficiencia en atribuciones, concentración del poder sin responsabilidad alguna y extremando el presidencialismo autoritario e irresponsable, caracteres negativos que el propio Presidente Sucre criticó a su turno.
La evolución política y democrática ha demostrado la inconveniencia del poder en manos vitalicias porque luego deriva peligrosamente en un estatus de populista dictatorial, atentatorios a la división e independencia de poderes, ofensa al Estado de Derecho; florecimiento de ambiciones personales y/o de grupo carentes de grandeza política.
4.- La Constitución Vitalicia semi-monárquica que obsequió el Libertador Simón Bolívar. fue la causa fundamental de la resistencia popular al gobierno del Mariscal Sucre, mutatis mutandi el respeto a su genialidad militar y política. La mayor detonante fue todas las arbitrariedades denunciadas del ejército colombiano en el territorio nacional; en suma, la presencia de estas fuerzas extranjeras arbitrarias. Otra causa anexa a anotar fue el premio a ellas otorgado, costoso al erario nacional.
5.- Participaron del rechazo a la Constitución Vitalicia, el Mariscal Sucre-Blanco-Urdininea-Velasco y el propio Armaza. José Luis Roca dice que Casimiro Olañeta la calificó como “la vergüenza de la especie humana”. Andrés de Santa Cruz  Q´alawmana la aprobó y juramento en el Perú donde se trató de aplicarla infructuosamente en los 50 días que duró su vigencia, a diferencia de los dos años de aplicación en Bolivia.
6.- De las Actas oficiales de la Asamblea convencional, de los escritos testimoniales de los diputados Aniceto Padilla, Severo Malavia, Fermín Aparicio, Lorenzo Ortiz, sobre los sucesos del año 1828, se deduce que el conato de diciembre seguido del magnicidio del presidente Blanco la noche del 31, fue urdido y ejecutado premeditadamente por conjurados. Intervinieron los militares Mariano Armaza, Manuel Vera, José Ballivián, Braulio Herrera, José Castillo.
Fue el propio Ballivián quien pone en tela de juicio la participación de José Miguel de Velasco en la conjura. Lo sugiere en la documentación del debate de Vilque, en las notas de Ballivián sobre Armaza que involucran al Gral. Velasco. La correspondencia epistolar de Severo Malavia con Agustín Gamarra; las opiniones de Gabriel René Moreno sobre Ballivián, y definitivamente, el libro del historiador Sabino Pinilla: “Sucesos del año 1828”.
7.- La incursión de Gamarra a Bolivia en 1828 obedeció a la orden del gobierno peruano (Presidente La Mar, luego del 18 de abril) contra la Constitución Vitalicia, la aplicación en su territorio, y también a invitación de algunas autoridades bolivianas (Antonio Acevey). Fue aplaudida y aceptada por el pueblo, por los opositores a la Constitución Vitalicia y la exigencia del retiro de tropas colombianas de Bolivia. Todo esto sucedió en tiempos en que aún no existía una conciencia nacional formada conceptualmente. A su vez, más tarde, el Perú pidió a Santa Cruz repetidas veces que invada el Perú para pacificarlo por la sedición de Salaverry. El Mariscal de Zepita invadió el Perú con un ejército boliviano de 4.600 hombres.
8.- Se rescata absolutamente la gesta existencial, el patriotismo y los valores democráticos y políticos  de Pedro Blanco Heredia, único héroe cochabambino que asistió y comandó las batallas decisivas de la Independencia, Junín y Ayacucho, con los argentinos José Olavarría y Isidoro Suárez; salvando la de Zepita, por las cuales merece un homenaje histórico especial; por su cuestionamiento autonómico ante la Vitalicia y las fuerzas colombianas el año 1828; por haber sido elegido por mérito propio sin influir políticamente en la elección de los asambleístas ni estar presente en la votación que lo eligió por mayoría como el primer Presidente boliviano.
9.- Su rebelión militar contra el Gobierno, en Chichas, tuvo además la definida motivación de exigir la presidencia alternativa eminentemente boliviana y tener una Carta Fundamental representativa, republicana y democrática nacional. Su definición autonómica no puede asociarse al connato revolucionario del 18 de abril efectuada por extranjeros como sucedió así mismo en el Perú. Quizá, es posible se pueda expresar alguna ligazón a la incursión peruana de 1828, e inclusive asegurar que fue un factor de éxito temporal ya que los objetivos políticos fueron los mismos; sin embargo, no fue su autor ni tuvo en dicho evento ninguna influencia nociva al sentimiento nacional, al contrario, Pedro Blanco se manifestó inicialmente opuesto a dicha incursión.
10.- El fracaso militar de las fuerzas comandadas por Pérez de Urdininea, León Galindo, Miguel López, José Ballivián, fue debido al debilitamiento y la deserción de su tropa. Mientras se negociaba en Piquiza, hubo un intento parcialmente exitoso de Braun y Galindo en un asalto de caballería el mismo que desorganizó a todo el ejército peruano.
11.- Las negociaciones del Tratado de Piquiza lograron el absoluto  consenso de peruanos y bolivianos. Gamarra y emisarios peruanos con Urdininea, Miguel M de Aguirre, Velasco, Ballivián de Bolivia.
12.- En la historia nacional, a partir del hecho luctuoso del asesinato del presidente Pedro Blanco, se dieron, a posteriori, y hasta el pasado reciente sucesos políticos reciclados de violencia y sangre, la mayoría fueron golpes de estado, nacidos al calor de las ambiciones personales o de ideologías extraviadas, posturas inconstitucionales arbitrarias; otros, excepcionales, nacieron en el seno del pueblo como el que derrumbó a Hernando Siles con la revolución constitucionalista de 1930, o la del 9 de abril de 1952.
Finalmente, tendenciosas administraciones vitalicias consagradas por Tribunales constitucionales de contradictoria sentencia, acompañadas de la subordinación e intromisión total de los Poderes copados por el Ejecutivo, la insistencia de los movimientos partidarios y el propio oficialismo con su gigantesca estructura político partidaria en una toma del poder vitalicio, poniendo en tela de juicio aún, pronunciamientos del soberano en un Referéndum nacional.

“CONSTITUCION VITALICIA BOLIVARIANA Y EL LIBERTADOR PEDRO BLANCO HEREDIA”
ESCRITOS HISTÓRICOS SUSCEPTIBLES DE CRÍTICA Y PROFUNDIZACIÓN ANALÍTICA EN RELACION A LA INVESTIGACIÓN.

En el marco de la presente investigación histórica, al efectuar las revisiones bibliográficas, el suscrito autor de la presente tesis ha encontrado afirmaciones controvertibles publicadas en algunos textos consagrados; versiones subjetivas que el rigor académico rechaza y que, por lo mismo, exige una verificación cuidadosa y conclusiva en el sentido de ser analizadas con la atención histórica necesaria; las mismas que ameritan siempre una profundización ampliatoria de estudios y sugieren debates reflexivos de absoluta imparcialidad.
Tal hallazgo sucedió al investigar datos biográficos de diferentes personajes en el “Diccionario Histórico de Bolivia”, obra estupenda de superior esfuerzo cultural pero que contiene afirmaciones de registro histórico repito “controvertibles”. El mismo aserto se puede expresar sobre las fuentes virtuales de Wikipedia en la página sobre la biografía del Gral. Pedro Blanco, el primer Presidente boliviano elegido constitucionalmente en diciembre de 1828.

I.- Véase lo siguiente en el Diccionario Histórico de Bolivia.

José Miguel de Velasco.- “Pedro Blanco derrotó a José Miguel Velasco Franco el 27 de diciembre de 1828” (II tomo. Pág. 1123) expresión absolutamente errónea. Se conoce que Velasco honró la figura de Blanco e inclusive lo recomendó ante los representantes de la Asamblea convencional en ocasión a su informe de gobierno como vicepresidente, previo al acto eleccionario. Es verídico que Velasco fue ministro de guerra, vicepresidente y que gobernó en ausencia de Santa Cruz mientras se encontraba en Chile. Posteriormente ascendió cuatro veces a la presidencia pero calificarlo como el “Prototipo de la casta militar independentista” implica una valoración subjetiva alejada de toda objetividad. La historia debe recoger lo objetivo: conspiró contra Santa Cruz al extremo de haber enviado una felicitación a Chile por la derrota de Yungay en 1839, registro ausente en el Diccionario. Destruida la Confederación “Velasco ordenó que se borrara de la lista militar al Libertador Burdett O´Connor (Diccionario Histórico Pág. 383 II tomo) y que, finalmente, conspiró también contra José Ballivián. Son realidades remarcables que la historia anatemiza. De otra parte, en el Debate Histórico de Vilque de 1848 y en la biografía de Ballivián escrita por José María Santivañez, se involucra a Velasco como conjurado en la muerte de Blanco (Vida de José Ballivián Pág. 45) Son temas de permanente controversia.

Mariscal de Zepita Andrés de Santa Cruz Q´alawmana. Presidente que hizo efectiva la unidad territorial de Perú y Bolivia mediante la Confederación de notable trascendencia histórica pero de efímera existencia. Luego de su derrota fue declarado “Traidor a la Patria” por Velasco mientras se le mantuvo prisionero en Chile. En el Diccionario. Tomo II. Pág. 867, se lee: “Exiliado en Europa, Santa Cruz conjuntamente con el ex Presidente ecuatoriano J.J. Flores, participó en uno de los proyectos de restauración de la monarquía”. Se deduce que el Mariscal de Zepita fue proclive al régimen vitalicio, como que, en el Perú, fue el protagonista de su promulgación el 30 de noviembre de 1826, jurándola el 9 de diciembre de ese año; en ese país tuvo aplicación breve de apenas 50 días. No se explicita cuál fue aquel proyecto de restauración de la monarquía que Santa Cruz apoyó en Europa.

Mariano Armaza Guerra.  El Diccionario Histórico consigna verdades a medias: Tomo I. Pág. 185. “Armaza estuvo entre quienes propiciaron la salida del Presidente Sucre”. La verdad es que Armaza, no sólo propició sino ejecutó la detención del Mariscal y lo trasladó a la Capital en calidad de prisionero. A continuación: “Se ufanó de haber con J. Ballivián el derrocamiento - pero no el asesinato - del Presidente Blanco, agente boliviano de los planes de Gamarra para destruir la república”. Tal afirmación contiene una seguridad expresiva. El Manifiesto de Aniceto Padilla, el escrito de Sabino Pinilla y la presente tesis de revisión histórica, desmienten tal afirmación. No solo el derrocamiento, sino el asesinato de Blanco. Armaza, Ballivián y Vera fueros los autores directos del primer crimen político. De otra parte se colige que por los hechos Gamarra en 1828 no tuvo ningún plan para destruir la república de Bolivia, sus objetivos fueron distintos; tampoco Pedro Blanco fue un agente de Gamarra, él actuó de inicio con absoluta independencia a la intervención peruana. Por el contrario, Velasco y Santa Cruz, premiaron a Armaza, el autor del nefando crimen, designándole Ministro de Guerra y Prefecto en Cochabamba y Potosí. 
León Galindo Camacho. Diccionario. Tomo I. Pág. 907. “Jefe de Estado Mayor General del ejército boliviano, cargo con el que tuvo que enfrentar la invasión de Gamarra en 1828. Y aunque el Jefe del Ejército J. María Pérez de Urdininea quiso ascenderle a General de División, declinó dicho nombramiento por no provenir del Presidente Sucre. Por oponerse al Tratado de Piquiza fue borrado de la lista militar y exiliado a la Argentina”. Totalmente correcto, más se tiene conocimiento documental que el 1º de junio de 1828 Urdininea ordenó a Galindo la persecución de Blanco y su apresamiento; Galindo asegura que fue el Gral. López quien efectuó la persecución sin éxito alguno. El Diccionario omite la acción brillante que tuvo León Galindo con Otto Felipe Braun para atacar con 500 hombres de Caballería, por sorpresa y casi con éxito, lograron desorganizar todo el ejército peruano. (S. Pinilla Pág. 51) Queda pendiente la revisión de sus cartas oficiales del año 1828.
José Ballivián y Segurola. Diccionario. Tomo I. Pág. 255. “Con Armaza y Vera apresó al Presidente Blanco” El autor de su biografía M.D.Saucedo lo libera y omite la participación y responsabilidad en el asesinato del Presidente Blanco. En cambio Sabino Pinilla en “Los Sucesos de 1828” afirma su participación personal. Pág. 96.
José Severo Feliciano Malavia. A este personaje, el historiador Barnadas le consagra toda su animadversión. Diccionario Histórico. Tomo II. Pág.  128. “Fue una figura aciaga en la historia republicana” “Miembro del partido peruanista,  fue adverso a Sucre. Tras su derrocamiento el Presidente Blanco lo nombró Ministro de Relaciones exteriores y de Gobierno, rebautizando el país como Alto Perú y modificando el escudo. Hay pruebas documentales irrefutables de su connivencia con Gamarra previos y durante su invasión en 1929” Malavia que efectivamente fue diputado por  Chuquisaca en la Asamblea convencional de 1828, se revela como una persona de cultivado intelecto. Posiblemente, las pruebas documentales “irrefutables” son las cartas dirigidas a Gamarra en las cuales solicita asilo diplomático en Perú, le pide paz y respeto para la vida de los ciudadanos de Bolivia. Gamarra le contestó con toda consideración afirmando que se le concedía el pedido.
Manuel Aniceto Padilla. Diccionario Histórico. Tomo II. Pág.451. “Favoreció el motín contra Sucre. Fue elegido diputado para la Asamblea Constituyente de ese año oponiéndose a la invasión de Gamarra, pero … defendió a Blanco” . Ese … “pero” tiene una grave significación subjetiva y sugestiva. Debo anota que la Asamblea no fue Constituyente sino la conocida como “convencional”. Efectivamente, el diputado Padilla se opuso a Gamarra a toda acción militarista violenta; particularmente, a la de los conjurados en diciembre 1828.
Padilla gozaba de gran un predicamento político y una enorme experiencia parlamentaria. Las Actas de la Asamblea convencional de 1828, ofrecen la versión correcta. Aniceto Padilla cochabambino fue un líder pletórico de patriotismo y de gestos democráticos. Concluye la calificación tendenciosa: “Se le atribuye una ideología republicana radical; su vida deja trasuntar un carácter intrigante, aventurero y difícil”. En cambio, los historiadores José Macedonio Urquidi y Carlos Blanco Galindo, manifiestan: “Padilla es una de las figuras más sobresalientes de la Historia. Sus palabras en las circunstancias anotadas (lanzadas a Armaza) muestran el temple de su alma forjada como el alma de los romanos en la República” ”Insigne pensador y publicista altoperuano” Véase el trabajo de José Macedonio Urquidi “Hombres del tiempo heroico” y también la obra magistral de Mariano Baptista Gumucio.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         José María Pérez de Urdininea. La responsable de su biografía en el Diccionario, doña Florencia Ballivián de Romero, en el Diccionario Histórico. Tomo II. Pág. 514, confirma que “ejerciendo provisionalmente el mando de la república tras el atentado contra Sucre hizo frente a la primera invasión de Gamarra, viéndose envuelto en una dolorosa acusación de traición a la patria de la que pudo salir airoso” No se ofrece detalles de quién fue el acusador y el motivo de la acusación, posiblemente se refiere a su frustrada actuación frente a Gamarra pero la deserción de sus fuerzas en favor de las peruanas fue manifiesta. A continuación asegura que “Moreno dejó una imagen negativa de su actuación durante la guerra de la Independencia”. Es justamente lo contrario. Entre las fuentes biográficas se consigna lo siguiente: “El Manifiesto que da el Jeneral U. refutando el mensaje presentado por el Gran Mariscal de Ayacucho al Congreso de Bolivia” Lastimosamente, no conocemos tal bibliografía para analizarla en el contexto de la presente tesis.

Agustín Gamarra Messia. Diccionario Histórico Tomo I. Pág. 910. Fue condiscípulo de Santa Cruz en el Seminario del Cusco. “Se incorporó con Velasco al Ejército Libertador en 1821. Decidió neutralizar la presencia bolivariana en Bolivia, impuso el retiro de las tropas gran colombianas. Se opuso a la Confederación Perú Boliviana propiciando la injerencia chilena para destruirla” Llama la atención que no existe en el Diccionario Histórico una palabra sobre el principal motivo de la primera intervención en Bolivia, cual fue el rechazo a la Constitución bolivariana Vitalicia y a la presencia de las fuerzas colombianas,  ni una sola mención sobre su personalidad, ni sobre el consensuado Ajuste de Piquiza. Fue el presidente peruano LaMar quien le ordenó ingresar a Bolivia.

En cuanto a Pedro Blanco Heredia, Diccionario. Tomo I. Pág. 321, se afirma erróneamente que “Blanco fue honrado por Canterac con una espada de honor y pidió su ascenso a Tte. Cnel., - pero pocos días después - desertó pasándose a los separatistas” La  verdad es que, no fue Canterac, sino el Gral. Jerónimo Valdés, quien distinguió a Blanco por su valentía en el victorioso duelo de caballería contra un argentino del ejército de San Martín. Un descendiente conserva el valioso trofeo.
En Bolivia, y también en el Perú, las tropas colombianas tuvieron un accionar indisciplinado y delincuencial, como la de un ejército de ocupación. En Lima, Perú, estas tropas colombianas se amotinaron en 26 de enero de 1827, demandando regresar a su país. Y ese mismo día el Cabildo Abierto abolió la constitución Vitalicia. De Vitalicia tuvo 7 cortas semanas de vigencia, 50 días; en Bolivia dos años de imposible aplicación.
El autor del Diccionario Histórico insiste en que el paso a las tropas “separatistas” fue en “pocos días”. No fue tal, se encontraba en Cochabamba cuando tuvo la crisis existencial en que tomó partido por la Independencia. El autor no oculta su hispanidad cuando califica al ejército patriota de “separatista”. Arnade da cuenta de la “Guerra separatista” qe fue una pugna entre los propios comandantes españoles. Canterac, Valdes, Olañeta. Pág. 149.
Atribuye a Blanco la responsabilidad “por la inesperada derrota de Falsuri”  (16 octubre 1823, comandada por José Miguel García de la Lanza; batalla sangrienta que cobró la vida de mil combatientes. En Wikipedia se asegura que:”En Falsuri, el ejército patriota enfrentado a las fuerzas del Gral. Pedro Olañeta donde a pesar de su valor fueron derrotadas por las mejor pertrechadas tropas realistas”
. “Que intervino en el motín contra Sucre” es un juicio erróneo desmentido por el mismo Mariscal en su nota de agradecimiento a Blanco. (Comprobante 5-A 27 de abril 1828)
“Que interviene en la invasión de Gamarra”, no es verdad, el alzamiento de Blanco fue coincidente pero independiente al ingreso del ejército peruano; más bien existe el documento en el que Blanco se reveló crítico a dicha incursión, aceptó la comunicación con el jefe peruano, que además era su antiguo compañero de lucha independentista, después de la proclama autonómica de Chichas. (7-B 25 de Mayo)
“Que intervino en el arreglo de Pikisa”(Diccionario Histórico Pág. 321), erróneo, porque en tal evento, Blanco se encontraba ausente, fueron otros los protagonistas señalados en la presente tesis.
A continuación prosigue la parcialización histórica: “Tomando posesión del mando presidencial,  inmediatamente provocó el disgusto del estamento militar: el Coronel M. Armaza y los Tntes Cnles José Ballivián y Manuel Vera encabezaron el levantamiento contra él, lo apresaron y encerraron en la Recoleta; habiéndose producido un intento de liberación en las inmediaciones, la alarma hizo que fuera victimado”. La animadversión y el interés personal fueron la motivación de la conjura y el cuartelazo que concluyó con el asesinato del Presidente Blanco para evitar su presidencia. La biografía del Diccionario  atenúa y libera a los autores del execrable asesinato. Decididamente, no se leyó el texto de Sabino Pinilla. Finalmente, Barnadas sella la distorsión histórica: “A la vista de la documentación de la época, los esfuerzos de los descendientes por justificar su conducta han resultado inanes. Típica trayectoria en el estamento castrense de aquellos años revueltos” Es un epílogo de expresión peyorativa que lesiona la dignidad de los hijos del asesinado:  Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino, grandes personajes que publicaron escritos con toda la argumentación aclaratoria, y reiteradamente en textos de absoluto valor histórico.
Aún se registra otro error mayúsculo que merece una explicación institucional. Sobre Sabino Pinilla Vargas. Diccionario Histórico Tomo II. Pág. 537: “En 1945, la Academia Boliviana de la Historia llegó a la conclusión de que las obras que se han venido atribuyendo sobre la Fundación de la república y sobre 1828, pertenecen a J.R. Gutiérrez” Es decir, concluye la Academia sobre una autoría falsa del libro histórico: “Crónica del año 1828”. Tal afirmación sin las pruebas contundentes exige una reacción inmediata porque además se reproduce en fuentes históricas ulteriores que citan como verdad absoluta al Diccionario, al responsable y a la venerable institución.
Sabino Pinilla, autor de enorme prestigio, testimonia la verdad de los acontecimientos históricos. El manuscrito fue entregado por el hermano del autor, don Macario Pinilla (Primer Vicepresidente de Eleodoro Villazón y Presidente subrogante del mismo 1909-1913) al Dr. Casto Rojas para su prólogo, y el entregado también por el otro hermano, Claudio Pinilla al General Carlos Blanco Galindo para su publicación, y son quienes, en el prólogo como en las notas adicionales, perfeccionan y comentan los acontecimientos descritos con minuciosidad, ofreciendo el veredicto definitivo. S. Pinilla Crónica  del año 1828 Pág. 11. La ofensa académica involucra a todos estos personajes.
Muchos escritores peruanos que estudian la Constitución Vitalicia bolivariana citan a Ciro Félix Trigo: “Las Constituciones de Bolivia”, Editorial Atenea S.R.L., La Paz, 2003, Pág. 66; donde apuntan precisamente a SABINO PINILLA como autor consagrado de los sucesos de 1828. Finalmente Charles Arnade  en “La Dramática Insurgencia de Bolivia”  cita los dos libros de Pinilla Sabino. “La Creación de Bolivia” y “La Crónica del año 1828” Pág. 284.
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II.- En la fuente virtual de Wikipedia se encuentran múltiples errores históricos de forma y fondo que precisan corrección.
Identidad: “Pedro Blanco Soto”. Equivocación en el apellido materno. Es hijo de María Heredia (Documento de Pio Blanco que pide en 1834 beneficios para su madre María Heredia de Blanco) Ver Genealogía Blanco. (Fue Federico Blanco Ferrufino quien contrajo matrimonio con Vicenta Soto)
“Muere en La Paz Bolivia”. Error geográfico. Fallece en Chuquisaca La Recoleta.
Identidad paterna “José Manuel Blanco”. Error de fuente. Fue Francisco Xavier G. Blanco. Identidad materna “Vicenta Soto”.- Fue doña María  Heredia.
Batallas en que participó: Vilcapujio. Omite la de Ayohuma. No fue “Alzuri”  sino Falsuri Quillacollo. Omite que su comando de Caballería selló las victorias de Zepita, Junín y Ayacucho.
No fue Bolívar el autor de la separación del Bajo del Alto Perú sino Casimiro Olañeta y Antonio José de Sucre.
“La división comandada por Blanco se pronunció a favor del ejército peruano” No fue tal, se sublevó contra la Constitución Vitalicia y la presencia de tropas colombianas en Bolivia.
“El 31 de mayo el Gral. Braun le atacó en Potosí  pero fue rechazada” . Urdininea ordenó a León Galindo le tomara preso pero fue el Gral. López quien ejecutó la persecución infructuosa a Blanco. No hubo ningún enfrentamiento entre ambas fuerzas.  Omite el hecho histórico del ataque sorpresivo de Galindo y Braun con caballería que casi disuelve el ejército peruano. Tampoco esclarece que la fuerza de Gamarra no emprendió ataque  frontal contra el ejército boliviano que desertó mayoritariamente. “Las fuerzas de Blanco se dirigieron a Sucre, luego a Ñuccho donde apresaron al presidente Antonio José de Sucre”. Absolutamente falso, fueron las fuerzas de Armaza quienes apresaron al Mariscal.
“Asamblea Constitucional”. Se llamó Asamblea convencional.
“Pedro Blanco  adoptó medidas que no fueron de agrado de la cúpula militar boliviana en especial de José Ballivián”. No fue la designación de Velasco como Ministro de Guerra - subrogando a Armaza – (?) la que ocasionó su apresamiento y asesinato.
“Pedro Blanco con el brazo en cabestrillo fue trasladado prisionero a la Recoleta donde sería asesinado por la guardia” Error. Fue el Mariscal Sucre quien herido en el codo derecho tenía un cabestrillo inmovilizador.  Blanco no fue herido y si lo fue, resulta aún mayor la ignominia del crimen pues se atentó sobre un ser herido impedido de  defensa.
No fue la Guardia la asesina sino las jefaturas militares responsables: Mariano Armaza, Manuel Vera y José Ballivián. Éste último involucra a Velasco en la conjura. (Vilque-J.M. María Santivañez)
“Gobernó sólo 5 días” Fueron seis los días de su gobierno. “Rasgo” por rasgo. Apellidos en minúscula.
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III.- De ISAAC S. CAMPERO, anoto las siguientes expresiones tendenciosas en su folleto “Recuerdos Históricos” Bibliografía Nº 14. “Gamarra impuso a la Convención para que eligiese presidente a Blanco” “La Convención sin parar mientes, con máscaras de salvar al país, eligió Jefe de la Nación a Pedro Blanco el 25 de diciembre y fue investido el mismo día y año”. “De todas las acusaciones lo único que quedó en pie fue haberse entregado a Gamarra” Son diversas expresiones de contenido tendencioso.
A continuación afirma “Velasco manejaba la política solapadamente, política de intrigas que se ha hecho proverbial  desde entonces. Llevando el camino de la revolución, para volver otra vez al poder con su ambición desmedida” Quizá esta sea la única expresión a tomar en consideración dada la sindicación de Ballivián que involucra a Velasco en la muerte de Blanco.


OTROS TEMAS SUSCEPTIBLES DE DEBATE HISTÓRICO.
En el presente contexto de crítica, y a manera de anecdotario, el suscrito ha encontrado otras versiones de tergiversación histórica que expongo para el rescate y el estudio histórico.
I.- Me refiero a la reproducción adulterada del libro de don Humberto Guzmán Arze titulado: “EL CAUDILLO DE LOS VALLES” (Gral. Esteban Arze) en reediciones municipales deplorables subsiguientes. Más que tergiversación, modificación que atañe al fondo y la forma, cambio de la prosa poética de muchos pasajes del texto original, desvirtúan la grandeza del libro “Premio de Cultura”. 
II.- La publicación del libro de un historiador chileno, Cástulo Martínez, que plagia como suyo “LA CORRESPONDENCIA EPISTOLAR DE MONSEÑOR SANTOS TABORGA CON ELIODORO CAMACHO”, reproduciendo - in extenso - la obra de Edgar Oblitas Fernández: “POLÉMICAS EN BOLIVIA” presenta su libro en una Feria de Cochabamba como si fuese una investigación original suya.
III.- El Escudo de Cochabamba, atribuido como un símbolo regional desde el tiempo de la fundación de la Villa de Oropesa cuando fue recientemente apropiada como si fuera un emblema histórico original proveniente de la Casa de Los Condes de Oropesa, cuando en realidad fue tomado de una copia fotográfica del libro “Francisco de Toledo” de Roberto Levillier (Tomo II. Pág. 24. 1940) hacen 32 años.
La verdad es que, durante el tiempo de la Colonia, escudos y banderas fueron los símbolos de la Realeza hispana y los últimos pertenecían a Fernando VII. El enviado por Carlos III en 1786, tenía la imagen de un León rampante con diez cabezas de indígenas degollados, en honor a la participación de los quechuas que ayudaron a terminar el levantamiento aymara de Tupac Katari.
El escudo de Oropesa, perteneciente a la familia del Virrey Toledo - el inquisidor y genocida mayor de la Colonia - tenía otros símbolos. Colocar en la remodelación de la Plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, la imagen del escudo de Toledo a los pies de la Columna de los Héroes sacrificados por Goyeneche y otros realistas, resulta en insulto histórico inaceptable.
IV.- La “Casona” de la calle Santibáñez de Cochabamba, fue una estructura urbana perteneciente a la familia: “Eras y Gandarillas” protagonistas del Grito Libertario de 1810, de la acción de las Heroínas en la Coronilla de San Sebastián y el sacrificio ejecutado por Goyeneche en Mayo de 1812; por tanto, familia de Héroes sacrificados por la  Independencia, cuya genealogía y pertenencia de más de un siglo, ha sido un evento históricamente ignorado en Cochabamba, cuya rectificación merece un homenaje municipal inmediato. 
V.- La investigación sobre el “Libertador Pedro Blanco Heredia y la Constitución Bolivariana Vitalicia, los sucesos de 1828”, es otro tema de estudio que recién se inicia, y que adquiere contemporaneidad  en vista de la situación política, electoral y doctrinaria, siempre implícitas en la realidad política que vive Bolivia 2010-2016 y de extrema significación para el porvenir histórico. El análisis de las normas bolivarianas de la Constitución Vitalicia no deja duda alguna sobre su impracticabilidad, cesarismo y monarquismo pretendido, causa primaria del derrumbe bolivariano y la injusta inmolación de Pedro Blanco Heredia.
                                                             

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