El gran escritor chuquisaqueño Jaime Mendoza (1874-1939).
Médico, naturalista, novelista, poeta, historiador, Jaime Mendoza fue ante todo
el padre de la literatura geográfica boliviana. Según el investigador Alberto
Calvo, a este personaje: “es deudora la literatura boliviana, de las páginas
más logradas sobre el contorno geográfico del país y su influencia determinante
en la conformación de la nacionalidad. Con él nace y en su obra se sistematiza
el culto a la tierra” 2. Sin duda, Mendoza teoriza y plasma el pensamiento de
que: “el macizo andino, de la misma manera que había actuado en la vida
política de la nación, había influido en la formación del alma de sus
poblado-res. El paisaje modela los espíritus como modela los cuerpos, según él”
3.
En este sentido, el movimiento ideo-lógico y literario generado por Mendoza,
culmina con las obras de Fernando Díez de Medina: “Nayjama” (1950), “Imantata:
Lo Escondido” (1975), “La Teogonía Andina” (1973).
De esta manera es necesario mencionar que Jaime Mendoza Gonzáles, nació en la
ciudad de Sucre, el 25 de julio de 1874. Cursó sus estudios escolares en el
Colegio de San Cristóbal y culminó su bachillerato en el Liceo Bolívar, de la
misma ciudad. También transcurrió parte de su infancia en la localidad de
Ya-nani, en una propiedad rústica de sus antepasados. Más adelante se graduó
como médico en la Univer-sidad San Francisco Xavier en 1901, y se trasladó al
distrito minero de Llallagua.
Sin embargo, tras la amenaza separatista en el noroeste boliviano, se alistó
como parte del contingente mili-tar y luego contribuyó como médico
expedicionario en la Campaña del Acre y sanando a los trabajadores siringueros.
De regresó al citado centro minero mencionado anteriormen-te, se casó con
Matilde Loza.
Entre 1916 a 1920, dictó las asignatu-ras de Patología Médica y Pediatría, en
la Facultad de Medicina, de la ciudad de Sucre. Inquieto escritor, fundó el
sema-nario “La República”, en 1917 y dos años después creó el periódico “Nuevas
Rutas”. Posteriormente, dictó las cátedras de Psiquiatría y Neurología, en la
misma Universidad.
Desde que Mendoza, publicó “En las Tierras del Potosí” (1911), sus libros están
cargados de penetrantes planteamientos, como “Páginas Bárbaras” (1914), “Los
Malos Pensamientos” (1916), “El Mar del Sur” (1926), “La Ruta Atlántica”
(1927), “La Tesis Andinista. Bolivia y el Paraguay” (1933), “Gregorio Pacheco”
(1924), “El Lago Enigmático” (1936) y sobre todo “El Macizo Boliviano” (1935).
Calificado por el poeta nicaragüense Rubén Darío, como: “el boliviano de
talento y de carácter, en quien se revela en nuestro continente un nuevo y
distin-guido Gorki4 ” 5.
Mendoza, también en la temática de la historia, su obra representa: “las más
solidas y fundamentales entre las reali-zadas en Bolivia en la época
contem-poránea. Mendoza no utiliza los hechos, bien o mal averiguados, para
comen-tarlos o deducir de ellos teorías políticas o sociales. Los investiga,
los escudriña y los valoriza al descubrirlos: es el crea-dor de su doctrina” 6.
El último libro citado, inicia descri-biendo el espacio sociogeográfico de
Bolivia, en la cual señala que la: “situación geográfica, morfología, paisaje,
factor económico, influencias cósmicas ya se comprende que el Macizo Boliviano,
estaba llamado a desempeñar un papel sociogeográfico de capital significación
en Suramérica…la historia y prehistoria nos dicen que él ha sido en este orden
un creador. Forjó en la noche de los tiempos a Tihuanacu; y varios milenios
después hizo emerger del Titicaca la civilización incaica; y en la Colonia
determinó la apa-rición de la omnipotente Audiencia de Charcas; y, en fin, ha
hecho la actual república boliviana. Y proseguirá cumpliendo en el mañana su
trascendente pa-pel. Y aún cuando los bolivianos de hoy no supiesen responder
debidamente a sus hondas sugestiones, él sabrá encontrar elementos más
eficientes para construir la verdadera nación, la del porvenir” 7. De esta
manera, Mendoza determinó que la tierra es decir el espacio geográfico, es la
fuerza elemental que condiciona y deter-mina la construcción histórica de nuestro
país.
Para este destacado escritor, el ‘Macizo Boliviano’ impera desde las cumbres y
continúa en los hermosos valles, selvas y llanos de nuestras tierras bajas:
“Bolivia, en efecto es un país mixto. La forma no tan sólo ese bloque montañoso
culminante en América, al que los primitivos llamaron Kollasuyo y Alto Perú los
españoles, sino también la gran masa de territorios bajos y calientes que
prolonga sus faldas por el norte, oriente y sureste. Allí está la Bolivia de
los llanos que completa a la Bolivia de las montañas” 8. Sin duda, esta
comple-mentación deriva en una estructura unita-ria englobada en una
multiformidad geo-gráfica, que se integra y genera un equili-brio natural
regional. De esta manera, esta idea da continuidad a la teoría del ‘equi-librio
Americano y la necesidad de la neutralización perpetua de Bolivia’, pro-puesto
por Julio Méndez 9 y Santiago Vaca Guzmán 10, en el siglo XIX.
En suma, Mendoza presenta una fórmula geográfica simple, compuesta por una
meseta central y dos cordilleras circun-dantes, a través de ello sintetizan el
espí-ritu de la tierra y lo boliviano.
Por otro lado, mediante sus obras tam-bién critica al liberalismo
individualista de esos años. Sin embargo, en el campo pro-fesional en 1925, fue
nombrado director del manicomio “Pacheco”. Luego fue ele-gido en 1931, Senador
por Sucre, con el trascurso del tiempo, tras una larga y fructífera vida
falleció en su ciudad natal, el 26 de enero de 1939.
Por último en palabras de su biógrafo José María Alvarado, menciona que: “el infinito
apego de Mendoza a la patria, no sólo se patentiza en la múltiple y variada
producción que ha dejado respecto a todos los problemas nacionales, ni en la
super-lativa ejecutoria de ejemplo que ha rubri-cado, como la mejor lección
para el aprendizaje de los ciudadanos de mañana. Se traduce todavía en otra
singularidad que por tal, tampoco puede ser cotejada en el país. Nos referimos
con ello… a su vi-sión viajera por todos los caminos de la geografía
boliviana”.
Por: José E. Pradel B. / El Diario, 21 de Abril de 2015.
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