Donación. Mercado donó el terreno y el dinero para construir el Asilo de
Huérfanos.
Por: Carlos A. Muñiz J. / El Día 27 de Septiembre, 2014.
José Mercado Aguado ocupa un lugar en la historia cruceña por ser el benefactor
de un terreno que años después sirvió para edificar el Asilo de Huérfanos. El
edificio, como muchos otros de la zona del Casco Viejo, es un referente por su
pasado, imponente infraestructura y por el importante trabajo desarrollado por
la iglesia católica en favor de los chicos sin hogar. Está ubicado sobre las
calles René Moreno y Manuel Ignacio Salvatierra y pertenece a la congregación
de Los Hermanos de las escuelas de Cristo. Entre sus paredes, continúan
realizando la formación de niños y funciona la imprenta que lleva el nombre de
Los Huérfanos.
Fallece el benefactor y se ejecuta su último deseo. Corría el año 1894 y José
Mercado Aguado fallece a los 68 años de edad, sin antes dejar escrito en su
testamento que la quinta parte de sus bienes, que para esa época eran 70 casas
y hatos en las provincias Cordillera y Chiquitos fueran destinados a beneficiar
a niños huérfanos. Es así que sus hijos Nemesio, Segunda y Eusebio Mercado
ejecutan y gestionan el pedido de su progenitor y realizan los documentos que
permiten el traspaso de sus bienes, unos 200.000 mil dólares americanos de esa
época.
Suscriben el instrumento público de reconocimiento de la donación de su padre
de un fondo para la construcción de un inmueble que sirva para albergar, educar
y capacitar a menores huérfanos en profesiones técnicas, además instruye que el
alquiler de 35 viviendas de su propiedad sirvan como fondo para solventar su
obra benéfica. El testamento había sido firmado el 5 de octubre de 1892.
Un ingeniero argentino planificó la obra. Es así que la obra comienza a cobrar
cuerpo y se encarga la proyección de los planos al ingeniero argentino radicado
en la ciudad de Salta, Domingo Ofreddy. La historia menciona que fue Luis
Descarpontriez el encargado de construir el edificio que perdura hasta nuestros
días. La construcción comenzó 1908 y se prolongó hasta 1918, una vez concluida
pasan algunos años y el edificio abre sus puertas en 1927, así nace el
Instituto de Beneficencia “José Mercado Aguado”, más conocido como Asilo de
Huérfanos, que empezó a funcionar el 10 de agosto.
Celoso guardián de la obra de su padre. Antes de morir en 1920, Nemesio
Mercado, hijo de Don José, temeroso de que la obra benéfica de su padre pudiese
ser afectada o desvirtuada por intereses políticos, transfiere el edificio y
los numerosos inmuebles a su confesor en calidad de albacea particular
(supervisor del testamento), a Monseñor Daniel Rivero. Posteriormente el legado
de José Mercado Aguado fue manejado por algún tiempo por el Concejo Municipal y
luego la dirección y administración de esos bienes a las Escuelas Cristianas de
La Salle. Lo cierto es que esos bienes representan actualmente varios millones
de dólares.
La ley de Daniel Salamanca. El 16 de diciembre de 1931, el entonces presidente
de Bolivia, Daniel Salamanca, promulgó una ley declarando de beneficencia
pública los bienes del filántropo y benefactor José Mercado Aguado.
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