Mapa de Sud-América de Joseph H. Colton, publicado en 1865.
Es uno de los más demostrativos sobre el dominio de Bolivia en su extenso
litoral. Por otro lado, representa el perfecto equilibrio que generaba Bolivia,
con su litoral y su amplio territorio en el corazón del Continente.
Por: José E. Pradel B. / El Diario, 23 de Diciembre de 2014.
(Con una herencia de antigüedad que lejos de abrumarnos nos
incita y nos proyecta al provenir, los sudamerica-nos tenemos que aprender a
ser los más jóvenes: ¡ideas, imaginación, proezas de la voluntad y la
inventiva! Venimos de las más remotas lejanías; queremos proyectarnos
a las más al-tas conquistas del futuro. Esta es la voz de Bolivia, la
enclaustrada, a un continente que no comprende todavía su destino heroico de
concentración y sacrificio).
Fernando Diez de Medina, 19751
Durante el gobierno del Gral. Mariano Melgarejo, los
plenipotenciarios de Chile y Bolivia, por el primero: Alvaro Covarrúbias y por
el segundo: el argentino Juan R. Muñoz Cabrera, suscribieron el 10 de agosto de
1866, en Santiago el ‘Tratado de Límites’, que fijó como frontera: “Art. 1°. La
línea de demarcación de los límites entre Bolivia y Chile en el desierto de
Atacama, será en adelante el paralelo 24 de latitud meridional desde el litoral
del Pacífico hasta los límites orientales de Chile, de suerte que Chile por el
sur y Bolivia por el norte, tendrán la posición y dominio de los territorios
que se extienden hasta el mencionado paralelo 24, pudiendo ejercer en ellos
todos los actos de jurisdicción y soberanía correspondiente al señor del suelo”
2. En ese sentido, este Instrumento Internacional interrumpió momentáneamente
24 años de usurpación gradual procedente de Chile, iniciado en 1842, por otro
lado, “Bolivia renunció a sus pretensiones máximas, basadas en el ‘Uti
possidetis juris de 1810’ de llegar hasta el paralelo 27° Lat. S.” 3.
Con el transcurso del tiempo las Repúblicas del Perú y Chile
disputaron el primer rol como Estado marítimo en el Pacífico Sur. En este
contexto, se formó las primeras ideas del pensamiento geo-político Boliviano,
el pionero de esta corriente fue Julio Méndez, que escribió la teoría del
‘equilibrio Americano y la necesidad de la neutralización perpetua de Bolivia’,
con una perspectiva futurista, profetizó las complicaciones que afligirán a
Bolivia, a fines de la década de 1870’ y principios de los 1880’.
Sobre este personaje, es necesario mencionar, que Julio
Méndez nació en Ayopaya (Cochabamba) en 1833 y fue hijo natu-ral del destacado
diplomático Manuel de la Cruz Méndez, Ministro de Relaciones Exteriores (1842 -
1844) y creador del Departamento del Beni. En 1857, Julio era ya profesor de
historia y filosofía en el colegio de ciencias ‘Sucre’ de Cochabamba. Adquirió
un saber vasto, alcanzando la reputación de sabio. En 1872, mientras residió en
Lima, publicó en los periódicos el ‘Nacional’ y la ‘La Patria’, diversos
artículos que fueron compilados y publica-dos en 1874.
El 18 y 20 de septiembre de 1872, pu-blicó sobre la actitud
absorbente de Chile y la obligación que tiene dicha nación de respetar el
Derecho Internacional Ameri-cano, además realizó también un llamado silencioso
a las naciones del Continente a pronunciarse sobre el tema: “pero si el Uti
possidetis del año 1810 4, no ha de continuar siendo la Constitución Internacional
de Hispano-América, la preponderancia de Chile sobre el Perú y sobre el
Pacífico, habrá crecido proporcionalmente con los 12° geográficos desmembrados,
a Bolivia (del 24° al 27°) y a la Confederación Argentina (del 42° al 50°): es
decir, cuando Chile pueda ser dueño de los países de Atacama y la Patagonia,
por con-sentimiento de la América española” 5.
Consecutivamente, publicó con una gran visión geopolítica el
papel de Bolivia, como nación central de Sud América y el beneficio que podría
tener la construcción de un ferrocarril transcontinental que atra-vesaría
nuestro país. En efecto, la situa-ción geográfica según Méndez, hace de
Bolivia, una nación neutral por excelencia y además necesaria de existir: “Los
ferro-carriles continentales del Brasil al Perú y de Buenos Aires a Lima,
tienen que pasar por allí (Bolivia, J. P.). Es un puente que ha de unir todos
los extremos de la Améri-ca; y no convendría que su territorio fuese parte
adherente de ningún Estado. El centro es como la fiel de la balanza, el justo
medio de la circunferencia, y, por consiguiente, la neutralidad por excelencia.
Podríase borrar esa nacionalidad del mapa de la América del Sur, pero ¿sería
dado hacer desaparecer el territorio, la geografía mixta de esa parte del
continente, que es de donde se deriva el papel internacio-nal de Bolivia?
Preguntémonos, además: ¿ese papel es beneficioso al sistema
general del medio continente? Sin duda que sí, puesto que tiene las condiciones
de todo centro geo-métrico, de ser esencialmente regulador. La neutralización
de un Estado semejante es la más grande ventaja que podía pro-ponerse al
derecho de gentes americanos; de tal manera que si Bolivia no existiera,
convendría crearla” 6.
Con relación a la ambición de Chile, sobre los territorios
Bolivianos, escribió: “La anexión a Chile de Atacama y la Patagonia, tiene
trascendencias muy lejanas y conduce a complicaciones muy graves contra la
familia hispano-americana” 7. También subrayó sobre la avaricia chilena: “Bolivia
ha sellado con su signatura la ambición de Chile, entregándose a dis-creción
para que en un tiempo no remoto, se apodere del resto de la costa. ¿Ni cómo
suponer que la nación que la ha disputado tres cuartas partes del desierto, se
detenga ante la última cuarta parte, que es mucho más importante que la par-te
renunciada? En la última fracción se halla situado el huano y la bahía de Mejillones,
los tesoros de Caracoles, los puertos de Antofagasta, Cobija y Tocopilla, las
huaneras de Paquica, el bórax y el salitre; y en el interior de la costa, la
altiplanicie de Atacama. Chile persigue esta concentración de incalculables
beneficios, con esa tenacidad que negocia con todos los partidos políticos de
Bolivia, ofreciéndoles en compensación de la suelta, la costa de Moquegua y la
protección de sus caudillos” 8. De esta manera, Julio Méndez, describe desde
una perspectiva futurista lo que ocurrirá siete años después, es decir
profetizó la invasión militar chilena efectuado el 14 de febrero de 1879 al puerto
boliviano de Antofagasta, que dio inició a la denominada Guerra del Pacífico,
que ocasionó la pérdida de todo el litoral boliviano.
Sobre la neutralidad, describió: “hallán-dose Bolivia como
el centro de los tres sistemas internacionales del Pacífico, del Plata y el
Amazonas, su posición geográ-fica decide completamente de su carácter neutral”
9. También detalló que la: “nación neutral no vive para sí; vive para aquellas
a quienes se refiere su neutralidad. En la neutralidad hay una relación de
generosidad útil a los que la aprovechan. Por eso, las cesiones territoriales
que ha-ga Bolivia, provocarán cuestiones genera-les. La de Atacama ya es una
cuestión del Pacífico en la que al Perú le ha cabido la misión de dar el primer
grito de alerta. En el Plata, la cuestión del Chaco, resuelta con una inconcebible
ceguera, por los negociadores del Tratado tripartito, que pro-cedió a la guerra
con el Paraguay, ha de ser resuelta por la fuerza de las cosas, en favor de
Bolivia. Lo que son las provincias bolivianas del Beni y del Caupolicán para el
Perú y el Brasil, es la región del Chaco para el Brasil y el bajo Plata la
medianería indispensable entre los Estados de una y otra parte” 10. Sobre este
pensamiento, el internacionalista Jorge Escobari C., señala: “la posición
excepcional de la República de Bolivia, le permite conjugar las naturales
proyecciones de la política internacional de los cinco importantes Estados con
los cuales limita” 11.
Pero con la firma del ‘Tratado secreto de Alianza entre
Bolivia y el Perú, en Lima el 6 de febrero de 1873’, nuestro país se sintió
seguro y dejó de lado los consejos y visión de Julio Méndez.
En 1874, nuestro personaje publicó una obra titulada:
“Cuestión municipal en Bolivia”. Un año después imprimió un folleto “Bolivia
ántes del 30 de noviembre de 1874”. Posteriormente, en 1879, el Presidente Gral.
Hilarión Daza lo nombró Ministro de Instrucción de Justicia, Pública y Culto,
cargo que ejerció hasta la caída de éste. Luego entre 1879 y 1880 presentó su
obra titulada: “Opiniones del Ministro de Justicia, Instrucción Pública y
Culto, Anexos Anteriores al ultimátum de Chile, 2 tomos”. A él también se debe
un proyecto militar de defensa en la contienda que el Gral. Daza lo desechó.
Consecutivamente, en 1884 publicó una obra: “Incompetencia
de las mesas escrutadoras para lo contencioso”. Con el tiempo se adscribió al
liberalismo del Gral. Eliodoro Camacho y defendió la posición guerrista. En el
ocaso de su vida fue nombrado E. E. y Ministro Plenipotenciario ante la
República Argentina, falleció en 1908.
A modo de conclusión, en palabras del escritor Isaac S.
Campero, podemos decir que: “¿Qué es Méndez para nosotros? Es talento sin
competencia que se asemeja al genio; es luz que alumbra nuevos y dilata-dos
horizontes; es corazón, alma, calor, entusiasmo, vida de todo un conjunto
ar-mónico y literario; es patriotismo que no conoce el yo ni el interés
personal; es esperanza positiva de la patria boliviana; es elocuencia sin
límites; doctrina que cuaja principios y hace brotar ideas” 12. Sin embargo, el
pensamiento geopolítico planteado por Julio Méndez, sobre el ‘equilibrio
natural’, con el tiempo maduró, “la función internacional de Bolivia se
condensa entonces en una fórmula de su cancillería: ‘Bolivia debe ser tierra de
contactos y no de antagonismos’. La anuncia por primera vez, en 1936, el Ministro
de Relaciones Exteriores, Luis Fernando Guachalla” 13.
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