Por: Jorge Abastoflor Frey - 4 de abril de 2019. // // Imagen: www.wikiwand.com (Juana Azurduy)
El 04 de abril de 1815 culminó la Batalla de Carretas entre
las fuerzas patriotas de la Republiqueta de La Laguna, comandadas por Manuel
Asencio Padilla y Juana Azurduy, y las tropas del Rey. Luego de siete días de
combates, las tropas realistas quedaron dueñas del campo de batalla, pero los
patriotas causaron gran cantidad de bajas entre sus adversarios.
...Sin embargo, las pérdidas entre los patriotas fueron
también muy sentidas. Entre los numerosos fallecidos se encontraba el guerrero
poeta Juan Huallparrimachi.
La escritora cochabambina Sisinia Anze, describe el doloroso momento de la
partida de Huallparrimachi en su obra "Juana Azurduy. La Furia de la
Pachamama":
—Señora…, mi amada señora —hizo una pausa, mientras apretaba
la mano de Juana.
—Dime, Juan. Estoy aquí. Tranquilo.
—Mi señora, deseo que sepa que ha sido un gran honor… —tosió—,… que ha sido un
gran honor haber luchado a su lado —dijo con voz entrecortada y dejó caer
pesadamente la cabeza a un lado. La luz mortecina de la vela resplandecía en
sus ojos immóviles.
Juana, llorando amargamente, lo acogió en su seno como a un niño desamparado y
lo meció por un momento, mientras le cerraba los párpados.
***
— “Illarejpaacha pputiy ayckechej maypipis casaj
ckanlla sonckoyta pparackechinqui casanaycama” —recita Juana, con los ojos
llenos de lágrimas.
—¿Qué quiere decir eso en castellano, tía? —pregunta
Indalecio.
—Mientras te encuentres en este mundo harás huir la pena, y
donde me encuentre, tú sola harás latir mi corazón.
—Hermoso, tía. Huallparrimachi realmente tenía el don
—comenta el joven, sosteniendo la mano de la anciana.
—Juan tenía toda una vida por delante —dice, sacando un viejo pañuelo de entre
su pecho para limpiarse una lágrima que rodaba por su mejilla—. No había
cumplido aún los veintitrés años. A ver… déjame calcular… Mi Juancito nació en
1793 y la batalla de Carretas fue a comienzos de agosto de 1814 — dice,
haciendo cuentas—. No, iba a cumplir recién los veintidós años. Qué triste fue
perder a Juan para todos los que peleabamos por la causa.
—La batalla de Carretas fue una de las más largas, ¿no es así, tía? —pregunta
Indalecio, viendo que los ojos de la anciana se llenan de lágrimas.
—Fue una de las peores batallas que me tocó pelear. Recuerdo bien cuando los
patriotas trataron de atrincherarse pero fueron arrasados con fuego de
artillería —suspira, cerrando los ojos—; y, la batalla se terminó cuando la
caballería patriota, que ya estaba fatigada y desmembrada, no pudo contra las
fuerzas enemigas —la anciana guarda silencio por un momento y, mirando a
Indalecio, continúa—. Las tropas patrias terminaron dispersándose en diferentes
direcciones con un saldo alarmante de bajas. Duró siete días en total. Es en
cierta forma irónico…, ambos bandos se creyeron victoriosos. Nosotros, porque
diezmamos seriamente el ejército de Benavente. Ellos, porque finalmente tomaron
el campamento.
—Tía, Juan se sacrificó por usted. Gracias a ese sacrificio, usted sigue viva.
—No solamente yo, hijo. No solamente yo… — dice, llevándose una mano al
vientre.
...
Que se escriba la historia de nuestros auténticos
libertadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario