Por: Aline Quispe / Publicado en el periódico La Razón el 17
de octubre de 2014.
Hace 45 años, un día como hoy, el 17 de octubre de 1969, el
Gobierno autorizó, vía decreto, la nacionalización de las concesiones
petrolíferas entregadas a la estadounidense Gulf Oil en favor del Estado. El
entonces presidente Alfredo Ovando afirmó que a la compañía no se le pagaría
“ni un centavo de indemnización por el gas ni el petróleo porque son riquezas
del pueblo boliviano”.
El Mandatario explicó en su mensaje que la medida se asumió
tras un profundo análisis de la situación de la petrolera estadounidense, cuyas
actividades estaban normadas en “desmedro del país” por el Código de Petróleo
redactado por abogados extranjeros que respondían a intereses privados.
“Ha concluido para los bolivianos el tiempo del desprecio
(...). El Gobierno Revolucionario ha dictado un decreto por el que el Estado recupera
al fin las concesiones que tan ominosamente se otorgaran a la Bolivian Gulf Oil
Company y por el cual además se nacionalizan todos su bienes”, manifestó
Ovando, de acuerdo con una cita extractada en el libro 75 años de aporte de la
estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El 26 de septiembre de 1969, el Código de Petróleo fue
derogado como una de las primeras normas aprobadas del gobierno de Ovando
porque era “contrario a los intereses nacionales”. Ante esto, la Bolivian Gulf
Oil paralizó la exportación del crudo boliviano desde el puerto chileno de
Arica y el Banco Mundial (BM) suspendió un préstamo ya concedido a Bolivia.
El entonces ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga
Santa Cruz, considerado uno de los impulsores de la nacionalización de la Gulf
Oil, denunció presión imperialista de parte de la compañía norteamericana
contra el gobierno de Ovando. La acusó de ejercer chantaje de orden político y
económico por evitar que ese organismo multilateral financie el 50% del
gasoducto Santa Cruz-Yacuiba.
Ante ese panorama, se consolidó la nacionalización de la
Gulf Oil. Ese día, Ovando anunció que el 90% del gas boliviano que se hallaba
bajo el dominio de la Bolivian Gulf Oil servirá para el desarrollo de las
refinerías y la siderurgia con carácter prioritario.
El documento señala, además, que una vez asentada la
petrolera norteamericana en el país buscó la salida de YPFB del mercado
interno, pues el contrato de riesgo compartido dejó a la estatal sin
participación porque la exploración de 1,5 millones de hectáreas era exclusiva
de la privada a un costo de Bs 0,80 por hectárea. Entonces, YPFB recibía una
regalía del 11% y un impuesto único del 19%, es decir, 30% de la producción
bruta. A eso se suma, que Gulf hasta 1965 extrajo 220 millones de barriles por
un valor de $us 360 millones, de los cuales el Estado recibió solo $us 39
millones por concepto de regalías. Las sucesivas ventajas que aprobaron
diferentes administraciones gubernamentales a favor de la compañía petrolera
acrecentó el malestar de varios sectores sociales. Por ello, se nacionalizó la
firma, la cual se vio afectada porque perdió: $us 1.500 millones calculados en
reservas en el país, además de la recuperación de los precios de 1969, $us
3.000 millones en reservas gasíferas y $us 600 millones de reservas petroleras.
Producto del hecho, la multinacional exigió una
indemnización de más de $us 150 millones. Ovando presionado aprobó, en
septiembre de 1970, el pago de la compensación por $us 101,09 millones, del cual
se dedujo como impuesto $us 78,62 millones.
REACCIÓN DE LA PETROLERA
EFECTOS
Tras la nacionalización, Bolivian Gulf Oil Company cerró los
mercados internacionales para Bolivia y se bloquearon los accesos de los
yacimientos al circuito de distribución de crudo en el mundo. También se
suspendió el crédito del BM para el gasoducto a la Argentina.
BOLIVIA APUESTA A LA INDUSTRIALIZACIÓN
El presidente Evo Morales afirmó ayer que Bolivia apuesta a
consolidar en los próximos años el proceso de industrialización y continuar con
las actividades de exploración de hidrocarburos. “La idea es seguir explorando
y ya estamos entrando a la (era de) la industrialización y eso seguirá porque
estamos pasando de la economía de la materia prima a una economía de la
industria. Puede haber algunas caídas de precios, pero darle el valor agregado
a nuestro gas es muy diferente y eso hemos experimentado”, dijo.
Resaltó que hoy se entregará la Planta de Gran Chaco para el
inicio de pruebas y a fines de 2016 la Planta de Urea y Amoniaco. Detalló que
las industrias generarán “utilidades netas” para el pueblo boliviano de $us
1.000 millones anualmente y con la utilidad de dos años se pagará la
construcción de las factorías.
El 6 de octubre de 2013, La Razón informó que el
vicepresidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)
Corporación, Luis Alberto Sánchez, dijo que la petrolera estatal tuvo tres
hitos en su historia, pero que ninguna se iguala a la que vive actualmente.
“Este YPFB es el más poderoso de toda la historia, más eficiente, más rentable,
con mayor capacidad de producción, un YPFB Corporativo que controla toda la
cadena desde la exploración” hasta la industrialización. Precisó que estos
hitos hacen referencia al descubrimiento de petróleo en la región de
Bermejo-Tarija, en 1924, a la fundación de YPFB en 1936 y a la “época de oro”
que vivió la petrolera estatal en la década de los años 50, cuando Bolivia
logra transformarse de país importador de petróleo a país exportador de este
producto.
GUILLERMO TORRES ORÍAS: SE LOGRÓ QUE INGRESOS SEAN PARA EL
ESTADO
Con la nacionalización de la petrolera estadounidense
Bolivian Gulf Oil Company se ha conseguido que todos los ingresos por la venta
de los hidrocarburos sean para el Estado boliviano. Aunque eso significó el
pago de una compensación a la compañía privada por las inversiones realizadas
en el país. Pues, si no se revertía las concesiones de esa empresa, ésta podía
continuar vendiendo la mayor cantidad de gas natural y obtener la mayor parte
de los ingresos y dar solo una parte al Estado. Otro beneficio de la decisión
es que ha dejado muy buenas utilidades. Bolivia ha vivido en esos años de la
comercialización del energético tomando en cuenta que las exportaciones mineras
descendieron por los grandes problemas que hubo en la Corporación Minera de
Bolivia (Comibol).
Los ingresos más importantes que obtenía Bolivia eran por la
venta de gas natural a la Argentina. Cabe resaltar que la determinación del
gobierno del presidente Ovando de nacionalizar la petrolera se debió a una
decisión política y económica. Entonces, muchos hablaron de que la medida sería
un desincentivo para las inversiones, pero eso no se dio porque en la década de
1970 siguieron llegando otras compañías americanas.
Guillermo Torres Orías es exministro de Hidrocarburos.
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