La iniciativa de proclamar Presidente Provisional de la República al General
Narciso Campero Leyes en reemplazo del derrocado General Hilarión Daza, la
tomaron en la ciudad de Oruro, el 1° de enero de 1880, los señores José Ignacio
León, Severo Fernández Alonso, Rodolfo Soria Galvarro y Emeterio Cano,
secundados por el General Manuel Othón Jofré, que hasta días antes había
sido Ministro de Guerra del Presidente Daza y estaba organizando nuevos
batallones con los jefes, oficiales y soldados que abandonaron el departamento
peruano de Tarapacá, después del desastre de San Francisco, y con reclutas
nuevos.
El General Narciso Campero resultaba en esos momentos una elección lógica.
Tenía el prestigio de su capacidad castrense (ganada en estudios en Europa) y
experiencia en la vida pública desde los tiempos del dictador José María
Linares, sumados al hecho de ser el comandante de la Quinta División, la única
fuerza organizada que existía en el interior del país en las angustiosas
circunstancias de esos días. Sus antiguas ambiciones personales de alcanzar el
mando supremo había renacido desde que se diera cuenta que la estrella del
General Hilarión Daza empalidecía rápidamente debido a su comportamiento en
Tacna y la contramarcha de Camarones.
Los elementos jóvenes hubieran preferido al Coronel Eliodoro Camacho, principal
autor del golpe de Estado de Tacna, pero la natural modestia de su carácter, su
grado militar inferior y su inclinación a las ideas liberales, que veían con
temor los políticos conservadores, perjudicaron su caso.
La proclamación de Oruro a favor de Campero se consolidó al ser seguida por
pronunciamientos similares en Cochabamba, encabezada por los señores Mariano
Baptista, José María Santivañez, Jorge Oblitas, Federico y Cleómedes Blanco,
Juan Prudencio Velar-de y otros, y en Sucre, Tarija, Potosí, y algunas
capitales de provincia.
El Coronel Uladislao Silva y el señor Rudecindo Carvajal, que se habían
autoproclamado integrantes de una Junta de Gobierno en la ciudad de La Paz
(como se ha relatado en el capítulo anterior) quedaron huérfanos de apoyo y se
vieron obligados a abandonar el precario poder que habían asumido cuando un
comicio popular en el que hablaron los señores Agustín Aspiazu, Félix Reyes
Ortiz, Manuel Granier y otros, expresó su apoyo a lo resuelto en las demás
ciudades.
El General Campero, el mismo día de su ingreso en Oruro (19 de enero de 1880),
hizo pública por bando la siguiente declaración: "Aceptó la comisión
provisional que me confiere la patria y asumo la Presidencia de Bolivia
mientras se reúna la Convención Nacional cuya convocatoria se expedirá en el
plazo de 20 días". En una proclama añadió: "Mi actual cometido habrá
terminado el día en que la soberana asamblea empiece a ejercer sus augustas
funciones y desde ahora, para entonces, retiro mi nombre, sea de la elección
parlamentaria, sea de las ánforas electorales".
El Coronel Uladislao Silva, a quien el General Campero designó Inspector
General del Ejército para consolarlo de haber sido frustrado como jefe de la
nación, aprovechó de su nueva posición para soliviantar en Viacha a los
batallones "Oruro", "Murillo 2v" y "Bolívar",
apresar al General Casto Arguedas y marchar sobre La Paz para arrebatar a
Campero el puesto al que creía tener mejor derecho. Lo acompañaron en su
rebelión los coroneles José Manuel Guachalla y Federico Matos, y el hermano de
éste, Severo Matos.
La única guarnición de La Paz la constituía el batallón "Victoria",
comandada por el Coronel Juan Granier. Se apostó en las cuatro esquinas de la
Plaza 16 de julio para defender al régimen de Campero. La superioridad numérica
de las tres unidades de Silva la puso en fuga y dispersión después de un cambio
de disparos que duró 20 minutos y causó 11 muertos y 20 heridos en ambos
bandos.
El General Campero, se retiró a Obrajes y de allí subió al Altiplano. De
Sicasica llamó a las tropas acantonadas en Oruro (batallones
"Tarija", "Grau" y "Chorolque").
Silva, dueño de La Paz, emitió un decreto que dijo: "La Paz, 12 de marzo
de 1880. Considerando que el ejército, de acuerdo al sentimiento popular
manifestado en el sentimiento de una dirección más conveniente y activa de la
guerra, me ha investido espontáneamente de la suprema autoridad, asumo el mando
supremo provisorio mientras representantes de los distintos departamentos de la
república concurran a esta ciudad a formar el gobierno nacional".
El agente diplomático del Perú en La Paz, señor José Luis Quiñones, informó a
su gobierno: "El Coronel Silva me ha mandado a las 9 p.m. de hoy (marzo
12) una persona de su confianza para manifestarme los deseos que le animan por
conservar buenas relaciones y la alianza entre el Perú y Bolivia. El mismo
Silva me ha dirigido una carta a las 10 p.m. ratificándome y diciéndome que el
día de mañana tendremos una conferencia para acordar lo más conveniente al
envío de fuerzas a Puno". "La Paz, 13 de marzo de 1880. La
conferencia ha tenido lugar a las 1 p.m. de hoy y en ella el Coronel Silva me
ha dicho con entera franqueza y mucha cordialidad que ha aceptado el movimiento
operado a su favor porque había llegado a convencerse de que el General
Campero, pudiendo hacer mucho, no había hecho absolutamente nada en favor de la
guerra contra Chile; que, en consecuencia, su único objeto era probar con
hechos positivos sus vehementes deseos de estrechar la alianza hasta llegar en
el menor tiempo posible a la unificación de ambas repúblicas y hacer a Chile
una guerra pronta y eficaz, hasta conseguir el triunfo; que sin embargo de que
las fuerzas que le obedecen lo habían proclamado Jefe Supremo, aún no había
asumido definitivamente ese cargo, esperando que la voluntad popular dé a su
gobierno la forma que quiera, porque desea gobernar con el Pueblo y para el
pueblo; que estaba dispuesto a mandar el 19 de los corrientes las únicas tres
unidades que tiene a sus órdenes, para que vayan a defender el territorio del
Perú... Terminó diciendo que conservaría al Coronel Camacho al mando del ejército
de Bolivia, que está en Tacna... No pude menos que agradecer al coronel Silva,
a nombre de la alianza y del Perú, sus generosos propósitos. Me he dirigido al
Prefecto de Puno, a fin de que dé órdenes a los vapores "Yapura" y
"Yavari" y a algunas otras embarcaciones, estén listas en Chichilaya
el día 19, para trasladar a Puno a los 1.200 hombres".
El 18 de marzo salieron de La Paz los batallones "Bustillo" y
"Morillo 2". Al día siguiente debía seguirlos el "Bolívar".
En el camino a El Alto, aleccionados por elementos leales a Campero, se
dispersaron en su totalidad. Silva, Guachalla y los Matos, por segunda vez, se
vieron sin apoyo alguno. Huyeron hacia el puerto de Chichilaya. El ministro
peruano que se encontraba allí para recibir y hacer embarcar a las tropas
ofrecidas por Silva, les ofreció asilo diplomático en el "Yapura",
impidiendo que fueran apresados y devueltos a La Paz. Con ellos lograron
también salir hasta el Perú los otros jefes de su movimiento: el General
Luciano Alcoreza, el Teniente Coronel Escolástico Pimentel y los mayores
Federico Gambarte, Luis Gutiérrez, Juan Castillo y Enrique Larrea.
Los jefes acantonados en Tacna condenaron públicamente al Coronel Uladislao
Silva y sus cómplices al enterarse del golpe contra el General Campero. El
Coronel Eliodoro Camacho, en carta al Coronel Silva, le dijo: "Tacna, 16
de marzo de 1880.
No me atrevo a calificar su acción, porque para ello tendría que emplear una
palabra muy dura, cuyo significado infamante no quiero aplicar a ningún
boliviano, pues jamás he creído que Bolivia contase entre sus hijos ninguno que
atentase contra su sagrada existencia. Mientras tanto, señor Coronel, permítame
preguntarle, ¿ha pensado usted la enorme responsabilidad que ha echado sobre
sus hombros?... Ha detenido usted el envío de cuatro batallones a este cuartel
general en el momento en que sabía, por mis reiterados oficios, lo urgente lo
preciso, que era su venida para hacer frente al enemigo ocupando Moquegua nos
ha cortado recursos del norte, sin los que no puede existir el ejército peruano
que acompaña en este departamento al boliviano. ¿Cómo se llama, señor coronel,
el que promueve la anarquía interna en los momentos supremos en que su patria
se halla comprometida en una guerra nacional?... ¡Ah!, he roto mi pluma antes
que escribir esa palabra que suele manchar la frente del hombre con el hierro
del eterno oprobio; que no puedo usarla como calificativo del militar a quien
alguna vez llamé compañero".
Fuente: Aclaraciones Históricas Sobre la Guerra del Pacífico de: Roberto
Querejazu Calvo.
---------------------------- 1 DE MARZO DE 1899.- EL SECESIONISTA ESPAÑOL LUIS GÁLVEZ DECLARA LA INDEPENDENCIA DEL ÁCRE
- OTTO RICHTER Y SU PARTICIPACIÓN EN LA GUERRA DEL PACÍFICO
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