Por: Javier T. Cárdenas Medina - Presidente de la Sociedad de Historia y
Geografía de Oruro.
ANTECEDENTES
La batalla del Alto de la Alianza, librada en la meseta de Inti Orco, Tacna,
está precedida de importantes sucesos históricos que influyeron en menor o
mayor grado en los ánimos de las tropas peruanas y bolivianas.
El general y presidente boliviano Hilarión Daza, salió de La Paz con dirección
a Tacna el 16 de abril de 1879, con tres regimientos de línea: los Húsares,
coraceros y artilleros, además de reclutas de La Paz y Oruro, haciendo un total
de 5.952 hombres, arribando a su destino el día 30, los chuquisaqueños llegaron
hasta el 16 de mayo, los cochabambinos el 30 de junio y los cruceños y benianos
el 13 de octubre. El general Daza y sus fuerzas se instalaron en Tacna,
esperando ser pronto embarcadas en la escuadra peruana, rumbo a la frontera
para ir en busca del invasor. Sucedió que se decidiese que el "Loa",
"Independencia" y "Bolívar", regimientos bolivianos, viajen
a Tarapacá a reforzar las tropas peruanas, asimismo lo hicieron posteriormente,
el "Olañeta", "Victoria", "Dalence" y una unidad
de francotiradores.
La campaña terrestre no podía iniciarse hasta que se defina quién era el dueño
del mar, al ser tanto Tarapacá como Atacama dos desiertos, por ser el medio
para el traslado del ejército y abastecimientos. El que primero dominara el
mar, tendría la victoria final. Para tragedia de los aliados, el 8 de octubre
de 1789 es capturado el blindado peruano, el monitor "Huáscar",
falleciendo heroicamente el almirante y Caballero de los Mares, Miguel Grau
Seminario. Aquello, determinó que la segunda etapa de la guerra se diese
necesariamente en los desiertos. Chile engrosó sus efectivos en Antofagasta,
territorio boliviano, con 10.000 hombres y una reserva de 8.000, con los que
pudo tomar por asalto el puerto de Pisagua, vencer en San Francisco, Dolores y
caer derrotados por los aliados en Tarapacá el 27 de noviembre de 1879 en el
pueblo homónimo; pese a ello el departamento de Tarapacá con los puertos de
Iquique y Pisagua cayeron en poder de Chile.
La pérdida de Tarapacá fue el motivo principal de la caída y huida del general
y presidente peruano Mariano Ignacio Prado, sumado a la retirada de Camarones
del general y presidente boliviano Hilarión Daza y que desencadenó su
derrocamiento por el coronel Eliodoro Camacho y otros jefes que lo
desconocieron, a la vez que en La Paz un movimiento que también incluyó a
Oruro, nombra por presidente de Bolivia al general Narciso Campero, quién se
encontraba dirigiendo la quinta división, formada por los batallones
"Tarija", "Chorolque", "Ayacucho"" y
"Bustillo".
Posesionado del territorio de Tarapacá, Chile toma la decisión de quedarse como
dueño perpetuo, como compensación por sus gastos de guerra y proseguir la
campaña hasta la capital peruana, Lima. Se planificó que así podría imponer sus
condiciones de paz, y facilitaría para que Bolivia abandone la alianza. Como
objetivo militar se determinó liquidar las fuerzas bolivianas y peruanas que se
encontraban en Tacna y Arica.
BATALLA DEL ALTO DE LA ALIANZA
A fines de 1879 los barcos chilenos desembarcan tropas en el sur del Perú, se
protagoniza la batalla de Los Ángeles, y toman la capital Moquegua,
posteriormente, el 25 de febrero del siguiente año, el general chileno
Baquedano preparaba desde Pacocha su ejército, según el historiador Cayo, de
catorce mil quinientos hombres. Los peruanos estaban dirigidos por el almirante
Lizardo Montero y los bolivianos por el coronel Eliodoro Camacho, el cual creía
que los aliados debían avanzar hasta el valle de Sama a encontrar al enemigo
para batirlo antes que se organizara. El problema que surge es el mando
compartido, pues no había quién comande el ejército aliado. La situación
cambiaría al llegar el nuevo presidente boliviano general Narciso Campero. Es
de notar que los desaciertos del ejército aliado eran notorios por la falta de
un servicio de espionaje.
El ejército chileno tenía 13.500 hombres y los aliados 10.000, el armamento
chileno era muy superior en infantería y artillería y grande era la
desproporción en cuanto a la caballería. Los cañones chilenos desembarcaron en
el puerto de Ite, cerca de Tacna y las unidades se concentraron en Yara, cerca
del valle del Sama, en Quebrada Honda.
El 22 de mayo de 1880, el comando militar chileno dispuso una excursión de
reconocimiento a lo que sería el campo de batalla, el cual se encontraba a 8 km
del norte de la ciudad de Tacna y fue bautizado por Campero como Alto de la
Alianza. El 25 un grupo de la caballería peruana sorprendió a 5 arrieros con 50
mulas que transportaban odres con agua a Quebrada Honda, campamento chileno a
11 km de la meseta de Inti Orco para dar batalla al día siguiente. En reunión
de emergencia ordenada por el general Campero, se opinó la conveniencia de
sorprender al enemigo en su campamento. Los batallones aliados se alistaron y
partieron a las doce de la noche en tres columnas avanzando por el arenal,
siendo desorientados por la oscuridad y la neblina disponiéndose el retorno,
llegando dos columnas al amanecer y una tercera casi a las ocho de la mañana.
Barros Arana, historiador chileno, menciona al respecto: "Mientras el
ejército aliado se fatigaba la mayor parte de esta frustrada operación, el
ejército chileno se reponía tranquilamente en su campamento del cansancio de la
noche anterior".
El intercambio de fuego de artillería de ambos lados, se inició a las 9 de la
mañana, durando dos horas. A las 11, la vanguardia de la primera división
chilena avanza disparando a la vanguardia aliada que se encontraba del lado
izquierdo. La segunda división chilena avanzó hacia el centro y la tercera a la
derecha, generalizándose la batalla.
El batallón Sucre cargó con toda su fuerza, haciendo retroceder al enemigo,
perdiendo en el campo de batalla más de la mitad de sus hombres. Contraatacaron
los chilenos, rodeando al batallón boliviano "Viedma" y al peruano
"Victoria", a la vez que ingresaban en su ayuda, el batallón peruano
"Huáscar" y el boliviano "Tarija".
Al centro, primero con disparos de fusilería y luego a punta de bayoneta, se
batían los batallones peruanos "Zepita", "Cazadores del
Misti", "Arica" y los bolivianos "Padilla" y
"Chorolque".
El sector izquierdo que estaba formado por un reducto con sacos de arena fue
escenario de una lucha feroz. Camacho solicitó a Campero le enviase los
batallones "Colorados" y "Aroma" de la reserva, quienes
ingresaron con una fuerza arrolladora, haciendo retroceder a los chilenos,
adueñándose de 6 cañones Krupp. El general Baquedano ordenó la carga de 500
jinetes del comandante Yávar, quienes arremetieron furiosamente a los
"Colorados", los que apelaron de inmediato a la formación de
"cuadros", con una primera línea de tiradores, derribando a los
granaderos de Yávar, que optó por la huida como única salida. Baquedano
entonces envía a las tropas frescas de la Cuarta División, logrando hacer
retroceder a los bravos bolivianos por no tener más reservas.
A las dos y media de la tarde, los tres sectores del ejército peruano
boliviano, se sienten desfallecientes y claudican iniciando la retirada con
dolor y amargura, se contaron 2.000 bajas aliadas, incluyendo jefes y
oficiales, entre ellos el general boliviano Juan José Pérez, teniente coronel
Felipe Ravelo y el mismo coronel Camacho. El sábado 29 de mayo después de pasar
la altiplanicie de Palca y llegando al paso de Tacora, ingresa el disperso
ejército boliviano al territorio patrio, habiendo dejado atrás una lección de
valor, sacrificio y amor a la patria.
CONCLUSIONES
1.- Existió falta de unidad de comando en ejército aliado. Lo mismo sucedió con
el ejército primero y segundo del sur, ya que este último sito en Moquegua,
dependía de Arequipa y no de Tacna, después de la batalla de Los Ángeles debió
dirigirse a Tacna.
2.- Hubo superioridad chilena en cuanto a la unidad de armamento, calidad y
efectividad. Chile utilizaba exclusivamente rifles Comblain, mientras los
aliados el Peabody americano, el anticuado Chassepot, Beaumont, Minié y otros
Remington.
3.- Estratégicamente no se pudo escoger el lugar de la batalla para una
adecuada logística o abastecimiento de armas y vituallas.
4.- A la finalización de la batalla del Alto de la Alianza, se inician pugnas
políticas internas, tanto en Perú como en Bolivia, sin embargo últimos estudios
históricos demuestran que la alianza duró hasta 1883.
BIBLIOGRAFÍA
- Ahumada, Pascual. Guerra del Pacífico. Tomo I-II. Editorial Andrés
Bello. Chile 1982.
- Querejazu, Roberto. Guano Salitre Sangre. Historia de la Guerra del Pacífico.
Editorial Los Amigos del Libro. La Paz-Cochabamba. Bolivia 1979.
- Durán, Luis. Perú Histórico. Tomo VII. La Era del Guano y la Guerra del
Pacífico. Editorial Milla Batres S.A. Lima-Perú 2005.
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