Por: José E. Pradel B. / Publicado en el periódico El Diario
el 15 de Diciembre de 2015.
Según el gran diplomático y escritor Alberto Ostria
Gutiérrez, la historia de las Relaciones Internacionales de Bolivia, como
primer momento presenta a los ‘doctores de Chuquisaca’, los mismos “… con su
pluma habían encendido el ideal de la libertad, obteniendo después, junta-mente
con los guerrilleros, la independencia del Alto Perú… con los docto-res se
inició en el hecho la diplomacia boliviana de los juristas, que sostuvo desde
la fundación de la República hasta la guerra del Chaco los pleitos territoriales
de Bolivia con todos los países vecinos. Casimiro Olañeta, Rafael Bustillo,
Tomás Frías, Mariano Baptista y Eliodoro Villazón, constituyen, en distintas
épocas (este crisol de personajes, J.P.)…”1. Como un justo homenaje a estos
grandes patriotas, describiremos la vida y la obra diplomática de Rafael
Bustillo, quien con mucho fervor y lógica defendió Bolivia.
Este gran diplomático, nació en la ciudad de Potosí, el 21
de octubre de 1813, fueron sus padres don Dionisio Bustillo y doña Clara
Montesinos. Realizó los estudios secundarios en el Colegio Pichincha, situado
en la misma ciudad, a la conclusión de los mismos fue nombrado profesor de la
materia de Filosofía. Posteriormente, en 1833 el Mcal. Andrés de Santa Cruz por
su gran capacidad lo mandó junto a otros cinco jóvenes a Europa, con el fin de
que estudiaran metalurgia.
A su regreso al país, trabajó como ensayista en la Casa
Nacional de la Moneda. Sin embargo, continuó cultivando sus conocimientos y el
28 de octubre de 1842, se graduó como abogado.
Más adelante, Bustillo fue elegido Diputado por Potosí y es
nombrado presidente de las Asambleas Legislativas de 1844 - 46, también asistió
como Diputa-do a la Asamblea de 1847. Consecutivamente, el Gral. Isidoro Belzu
lo nombró Prefecto de Oruro en 1848, al concluir su gestión nuestro
biografia-do fue invitado para ocupar una Cartera de Estado.
El 9 de junio de 1849, fue nombrado Ministro de Hacienda,
como resultado de su gestión publicó: ‘Memoria que el Ministro de Hacienda de
Bolivia presenta a las Cámaras Constitucionales de 1850’ y el ‘Informe del
Ministerio de Hacienda de Bolivia a la Convención Nacional de 1851’. Sobre su
destacada labor el histo-riador ruso Andrey A. Schelchkov, detalló: “Belzu
reorganizó el gabinete y confirmó en los puestos ministeriales a los leales
José Gabriel Téllez, Lucas Mendoza de la Tapia y Rafael Bustillo. Gracias a la
centralización del poder, el gobierno consiguió controlar el país” 2.
Consecutivamente, ejerció el cargo de Pre-fecto de
Cochabamba, en 1851. Más adelan-te, desde el 11 de julio de 1852 ejerció el
cargo de Ministro de Instrucción Pública y Relaciones Exteriores, por primera
vez. De esta manera, inicio su vida diplomática.
Durante esta gestión Bustillo, negoció la paz con la
República del Perú, bajo una “fórmula de verdadera diplomacia, escrita por su
tegnología, espíritu, elegancia, habilidad, concesión y estilo cortés,
brillante y castizo” 3: Como derivación de su gestión publicó: ‘Exposición que
el Ministro de Instruc-ción Pública y Relaciones Exteriores presenta al
Congreso Nacional de 1854’ y la ‘Memoria de los departamentos de Ha-cienda,
Instrucción Pública y Relaciones Exteriores, presentado al Congreso
Ex-traordinario de 1855’.
Seguidamente, por un breve momento se alejó de la política y
fue desterrado al norte argentino por el gobierno del Presidente José María de
Linares (1857-1861). Tras la caída de este último, Bustillo regresó al país y
fue elegido Diputado por Potosí, sobre este mo-mento histórico el publicista
José Domingo Cortés escribió: “…se hizo bastante notable por la elocuencia de
sus discursos…” 4. Luego fue nombrado por el presidente Gral. José María de
Achá, Ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores, en 1861.
Consecutivamente, fue designado E. E. y Ministro
Plenipotenciario ante la llamada Confederación Argentina. Sin embargo, tras la
matanza de Plácido Yáñez, acaecida en el Loreto tuvo que regresar al país y
mientras ejerció las funciones parlamentarias en re-presentación de Potosí, fue
nombrado Mi-nistro de Gobierno, Culto y Relaciones Exte-riores a inicios de
marzo de 1863.
Su primera intervención diplomática re-levante fue el envio
de una nota diplomática el 6 de marzo del citado año, al canciller de Chile,
Manuel A. Tocornal, donde preciso la posesión territorial boliviana y enfatizó:
“… la antigua e inmemorial posesión de Bolivia es un hecho que por no contar
con el apoyo de la fuerza, no deja de ser positivo…” 5.
Es en este momento que el Gobierno del Gral. Achá, convocó a
una Asamblea Ex-traordinaria en la ciudad de Oruro en mayo de 1863, con el
objetivo de tratar la ocu-pación sistemática de la bahía de Mejillones por
parte de la República de Chile. En el citado Congreso, Bustillo presentó el
patrio documento intitulado: ‘Memoria que el Mi-nistro de Relaciones Exteriores
de Bolivia, presenta a la Asamblea Extraordinaria, reunida en Oruro en mayo de
1863’. Entre los principales argumentos Bustillo redactó: “… ni lo que se
llamaba durante el coloniaje Español, Reino de Chile, ni lo que después se ha
llamado República del mismo nombre, tuvo hasta octubre de 1842 en su jeografía,
circunscripción territorial alguna que tu-viese el nombre de Atacama.
Consúltese todos los historiadores i jeógrafos españoles a este respecto, i
verá que es uniforme su testimonio. Todos ellos están acordes de que el valle
de Copiapó era hacia el Norte, la primera provincia o el principio de Chile…”
6. También escribió: “… que Antofagasta esa porción del territorio boliviano,
nadie lo ha puesto en duda, i la actual posesión de Bolivia sobre dicho pueblo
i cantón no hace más que ratificar lo que los jeógrafos más antiguos i
competentes han escrito acerca de esto…” 7. De esta manera nuestro biogra-fiado
defendió con mucho patriotismo y sagacidad, el litoral boliviano. Como
resul-tado, el presidente Achá obtuvo del Congre-so dos autorizaciones: “…una
secreta para buscar la alianza del Perú y otra pública para declarar la guerra
a Chile si no se obtenía la devolución de Mejillones por medios diplomáticos…”
8.
Luego también negoció con el diplomático brasileño Rego Monteiro,
la línea fronteriza desde Bahía Negra al Norte. Como deriva-ción de su gestión
publicó: ‘Memoria que el Ministro de Gobierno, Culto y Relaciones Exteriores
presenta a la Asamblea nacional Ordinaria de 1863’.
Posteriormente, nuestro biografiado fue nombrado Consejero
de Estado, cargó que fue suprimido tras el golpe de Estado enca-bezado por el
Gral. Mariano Melgarejo. Durante el gobierno de este último, Bustillo publicó:
“Espocisión que el ciudadano Ra-fael Bustillo: antiguo ministro de relacio-nes,
esteriores de Bolivia, hace de su con-ducta como plenipotenciario en el nego-
ciado sobre límites con el Brasil en 1863”, documento valioso que debe ser
reimpreso.
Más adelante, con la asunción del poder en enero de 1871 por
parte del Gral. Agustín Morales, Bustillo fue nombrado E. E. y Mi-nistro
Plenipotenciario ante el gobierno de Chile. Como su secretario fue destinado el
escritor Gabriel René Moreno y como fun-cionarios de apoyo: Ángel Garrón y
Joaquín Lemoine.
A su llegada a la ciudad de Santiago, el primer tema que
trato fue el escándalo de una expedición filibustera promovida por los
seguidores del tirano Melgarejo, que a bordo del vapor ‘Tomé’ tenían la
intensión de de-sembarcar en las poblaciones bolivianas de Cobija y Mejillones.
Sin embargo, esta expe-dición fue interrumpida y juzgada por auto-ridades
chilenas.
A inicios de 1872, Bustillo reclamó al gobierno de Chile
sobre el nombramiento dentro de territorio boliviano de un “… empleado
subalterno de la intervención de Mejillones con el nombre de Guarda
Inter-ventor de Antofagasta…” 9. Después de magistrales exposiciones en defensa
de nuestra heredad patria en audiencias al presidente y canciller mapuche, el
tema fue archivado.
También el citado diplomático negoció la conclusión de la
famosa ‘medianería internacional’ impuesta a Bolivia en el Tratado de 1866. Es
en ese sentido, que la diplomacia chilena tomo otro rumbo y por la riqueza que
conservaba las costas bolivianas plantearon comprarla, hasta los grados 23° y
24°. En respuesta a esta propuesta Bustillo, respondió: “…la altiva y firme
negativa… asegurándole que aquella no sería aceptable por la nación ni su
gobierno, pues veían en aquel una porción sagrada del suelo patrio y lo
consideraban, además, como su puerta de calle para comunicarse con el mundo…”
10.
Con el transcurso del tiempo, nuestro biografiado tuvo que
tratar otra expedición que fue dirigida por el melgarejista Quintín Que-vedo,
que zarpó del puerto de Valparaíso en las embarcaciones ‘Paquete de los Vilos’
y ‘María Luisa’. Las mismas fueron auspi-ciadas por el Gobierno de Chile, esta
comitiva desembarco en los puertos bolivianos de Cobija y Antofagasta, tratando
de restablecer el poder de Melgarejo. Sin embargo, estas fuerzas invasoras
fueron derrotadas.
Paralelamente a todo esto, el canciller chileno Adolfo
Ibañez envió a La Paz al diplo-mático Santiago Lindsay con la intención de
negociar una nueva demarcación de Límites acorde a sus intereses, sobre ello
dicha autoridad instruyó: “…aunque las cuestiones a que he hecho referencia han
sido ya inicia-das por este Ministerio, la falta de autoriza-ción bastante para
resolverlas en el Representante que Bolivia nos tiene acreditado, aleja con
notable perjuicio de nuestra parte la solución que tanto anhelamos…” 11.
La sagacidad expuesta por nuestro biografiado se contrapuso
a la codicia chilena y en respuesta, el Canciller de Chile pidió el retiro del
diplomático boliviano. Es de esta manera, que concluyó la misión de Bustillo
que intentó “asegurar la paz y la buena ar-monía con Chile, preservando eso si
la segu-ridad de Bolivia y ante todo su dignidad” 12.
Posteriormente, el presidente Adolfo Ballivián Coll, lo
nombró Ministro de Ha-cienda e Industria, a los pocos meses de desempeñar el
citado cargo falleció, el 21 de agosto de 1873.
A modo de conclusión, nuestro biografia-do fue “una de las
figuras más sobresa-lientes de la diplomacia y el parlamento bo-liviano,
sorprendió los ocultos propósitos del gobierno de Chile de adquirir nuestra
costa litoral, sea mediante un contrato de compra, sea provocando revoluciones
en esos lugares para determinar su separación de la soberanía boliviana, sea,
en fin, po-blándolos, llevando capitales para conse-guir que a la larga los
chilenos llegaran a ser ‘dueños de todo’” 13.
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