Altagracia de Orituco, 16 de abril
de 2018. // Foto: Eliodoro Camacho.
Eliodoro Camacho al estallar la Guerra del Pacífico
ostentaba el grado de coronel desempeñándose como oficial del Estado Mayor. Partió
junto a las tropas comandadas por el presidente Hilarión Daza, marchando a Tacna para
unirse al ejército peruano en cumplimiento del tratado de alianza defensiva
entre ambos países.
Aunque algunos historiadores e investigadores la figura de
este militar es controvertida y ponen en duda algunas de sus acciones y
actitudes, para otros es simplemente heroica.
Durante la duración del conflicto Camacho escribió una gran
cantidad de cartas dirigidas a su familia. Las epístolas ahora permiten un
acercamiento subjetivo al pensamiento de Eliodoro Camacho, se puede observar
por ejemplo relaciones formales, y también coloquiales y bastante amistosas.
Esteban Ticona Alejo en su artículo titulado Las cartas de
Eliodoro Camacho publicado en el matutino La Razón, el 9 de febrero de 2018,
señala: “Eliodoro Camacho e Hilarión Daza se tratan como ‘querido hermano’ o ‘querido
amigo y compañero’. No se percibe la jerga militar entre camaradas que hoy en
día es muy común.”
Ticona Alejo continua: “…Uno de los aspectos más interesantes
en Camacho es su nacionalismo, su entrega total hacia el país. A pesar de
haberse formado como abogado, termina siendo un soldado defensor de la patria
en la guerra. Las cartas contienen frases como ‘Bolivia que hasta cierto punto
provocó la guerra, se ha dejado sorprender con la guerra. El Perú poco más o
menos corre por un camino paralelo’ (Tacna, 8 de mayo de 1879). También se
traslucen algunas fricciones entre bolivianos y peruanos: ‘En Lima ha habido un
meeting en el que el pueblo se muestra receloso de los bolivianos (…) Han
pedido el retiro del Ejército de esta ciudad’.
También llaman la atención expresiones como ‘Muy poco o nada
avanzamos hasta aquí en la campaña. Nuestras armas aún no han llegado (…)’; ‘(…)
y solo nos entretienen con noticias de su pronta llegada (…)’. ¿Por qué no
llegaron las armas? ¿Quiénes no actuaron rápidamente para ese cometido? O por
ejemplo: ‘Los chilenos están apurados con su situación, pues el pueblo se
subleva de indignación contra el Gobierno’, ¿Qué quiere decirnos con esto?
También se filtran frases llamativas como ‘Todos nos auguran
muy mal de los resultados de esta campaña, fundados en que carecemos de
artillería, de caballería y lo que es más grave (…) de general’. ¿Se trataba de
una derrota anticipada?...”
Para terminar este pequeño post, a continuación transcribo un par de cartas
escritas por Camacho a su esposa.
Tacna, diciembre 25 de 1879
Amada hija:
Hacen ya algunos correos que no tengo carta tuya, por lo cual no te culpo pues estoy cierto que andan extraviadas las amorosas que me has dirigido desde tu palacio encantado.
El General Daza ha resuelto regresar a Bolivia con su ejército de línea a castigar a sus enemigos que le hacen revolución. Los de la guardia nacional nos hallamos en los mayores conflictos sin saber cómo evitarle a la patria ese flagelo que acabaría por victimarla después de tantas plagas que han pesado sobre ella. Que Dios nos inspire lo mejor que convenga a los intereses de Bolivia y el honor de su ejército.
El General Piérola ha asumido la presidencia del Perú desde el 22 de éste. Me escribe muy satisfactoriamente delirando con la confederación grandemente. Si perdiéramos esta oportunidad, pasaría para Bolivia, quizá para siempre, la única ocasión en que puede ser grande y feliz.
Esta proporción puede romper Daza, llevándose su ejército a La Paz.
Tu compadre G. Flor te manda muchos recuerdos lo mismo que su señora. Está aquel de triunfo porque es el único del ejército boliviano que ha concurrido a la batalla de Tarapacá donde su batallón se ha portado con denuedo.
Te abraza tu
Eliodoro
--------------------------
Tacna, marzo 7 de 1880
Amada hijita mía
Mucho placer me ha causado tus cartas de 15 y 20 del mes pasado que me han llegado en este correo.
Si la primera es lisonjera por la agradable impresión que te causó mi Manifiesto, la otra me ha llenado de satisfacción por la elevación de tus apreciaciones y la corrección del lenguaje. Así debieras escribirme siempre y hasta el compadre que la ha leído se ha quedado maravillado de tu talento e instrucción, sin echar de menos la "fluidez".
Háblame frecuentemente el lenguaje de aquéllas. Ya en el día, la mujer tiene algo más que zurcir medias; tiene que pensar en su patria y enseñar a sus hijos a adorarla. Nada importa que el caduco atraso de nuestros abuelos que se perpetúa entre gente que se llama joven, se ocupe en censurar con acritud ese movimiento de adelanto en la sociedades, hay que compadecer a esos infelices, despreciarlos y pasar adelante.
En comprobante de lo que te digo, te mando esa carta que no tiene por qué inspirarte celos (pues no van otras que te pondrían colorada) y verás qué lindo es que una mujer se levante sobre las trapisondas de la ropa y menestras de la despensa para ocuparse de la cosa pública, recordando que es un ser tan racional y tan completo como el hombre mismo.
Eliodoro.
Amada hija:
Hacen ya algunos correos que no tengo carta tuya, por lo cual no te culpo pues estoy cierto que andan extraviadas las amorosas que me has dirigido desde tu palacio encantado.
El General Daza ha resuelto regresar a Bolivia con su ejército de línea a castigar a sus enemigos que le hacen revolución. Los de la guardia nacional nos hallamos en los mayores conflictos sin saber cómo evitarle a la patria ese flagelo que acabaría por victimarla después de tantas plagas que han pesado sobre ella. Que Dios nos inspire lo mejor que convenga a los intereses de Bolivia y el honor de su ejército.
El General Piérola ha asumido la presidencia del Perú desde el 22 de éste. Me escribe muy satisfactoriamente delirando con la confederación grandemente. Si perdiéramos esta oportunidad, pasaría para Bolivia, quizá para siempre, la única ocasión en que puede ser grande y feliz.
Esta proporción puede romper Daza, llevándose su ejército a La Paz.
Tu compadre G. Flor te manda muchos recuerdos lo mismo que su señora. Está aquel de triunfo porque es el único del ejército boliviano que ha concurrido a la batalla de Tarapacá donde su batallón se ha portado con denuedo.
Te abraza tu
Eliodoro
--------------------------
Tacna, marzo 7 de 1880
Amada hijita mía
Mucho placer me ha causado tus cartas de 15 y 20 del mes pasado que me han llegado en este correo.
Si la primera es lisonjera por la agradable impresión que te causó mi Manifiesto, la otra me ha llenado de satisfacción por la elevación de tus apreciaciones y la corrección del lenguaje. Así debieras escribirme siempre y hasta el compadre que la ha leído se ha quedado maravillado de tu talento e instrucción, sin echar de menos la "fluidez".
Háblame frecuentemente el lenguaje de aquéllas. Ya en el día, la mujer tiene algo más que zurcir medias; tiene que pensar en su patria y enseñar a sus hijos a adorarla. Nada importa que el caduco atraso de nuestros abuelos que se perpetúa entre gente que se llama joven, se ocupe en censurar con acritud ese movimiento de adelanto en la sociedades, hay que compadecer a esos infelices, despreciarlos y pasar adelante.
En comprobante de lo que te digo, te mando esa carta que no tiene por qué inspirarte celos (pues no van otras que te pondrían colorada) y verás qué lindo es que una mujer se levante sobre las trapisondas de la ropa y menestras de la despensa para ocuparse de la cosa pública, recordando que es un ser tan racional y tan completo como el hombre mismo.
Eliodoro.
Este artículo fue elaborado en base a
-Dos cartas del General Eliodoro Camacho a su esposa / La Patria
de Oruro, 15 de marzo de 2015, Cultural El Duende.
-Las cartas de Eliodoro Camacho - Máximo Pacheco Balanza /
La Razón, 20 de marzo de 2018.
-Las cartas de Eliodoro Camacho - Esteban Ticona Alejo / La
Razón, 9 de febrero de 2018.
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