En 1924 Sossa fue acusado de conspirar contra el gobierno, lo que motivó que
fuera confinado en “La Horquilla”, en el departamento del Beni, lugar en el que
pasó dos años.
Ascendido a Capitán, el presidente Hernando Siles lo nombró su edecán y luego
Adjunto Militar en el Perú. La Junta de Gobierno de 1930 lo designó subprefecto
de la provincia Itenez, en atención de su pedido de trabajar en zonas
fronterizas. El presidente Daniel Salamanca le asignó el cargo de Jefe de
Policía en Trinidad.
Cuando estalló la guerra con el Paraguay fue destinado al Regimiento Camacho
con el grado de Capitán, comandó la Batería IX. Estuvo en la toma de los
fortines Loa, Bolívar, Corrales y Fernández (en la captura del primero y
reconquista del segundo). Participó de numerosas acciones que le hicieron
acreedor a que le se confiriera la “Medalla al Valor” y la “Medalla al Mérito”
Al valorar sus condiciones de aguerrido y ejemplar militar las autoridades
superiores lo nombraron Jefe de Estado Mayor de la Octava División posición que
la tuvo hasta el final de la guerra.
En uno de los enfrentamientos fue herido en el muslo e internado en el hospital
de Muñoz. El periódico “El Pueblo” de La Paz, en su edición del 18 de mayo de
1933 al destacar el comportamiento de este oficial tarijeño decía que un
soldado paraguayo trató de asesinarlo en Platanillos porque el ejército enemigo
puso precio a su cabeza.
Roberto Querejazu en su obra “Masamaclay” dice: “Cuando los regimientos Warnes
e Ingavi con la batería Sossa, salieron de Bolívar, el primero de enero para
atacar Corrales por el Oeste y Sur. El Warnes fue sorprendido por ráfagas de
ametralladoras que mataron a su comandante el teniente coronel Guillermo
Sánchez, que iba a la cabeza de la columna. La tropa desorientada con la
pérdida de su jefe, retrocedió, arrastrando consigo al personal de la batería
Sossa que venía a su zaga.
El Jefe del a batería, Daniel Sossa, acompañado de un soldado se arrastró hasta
donde había sido abandonado uno de sus cañones y sin ser advertido por los
tiradores paraguayos logró alistar su pieza y disparar con graduación de
metralla contra la patrulla enemiga. Este hecho individual reanimó la moral del
Warnes que se había apostado cien metros detrás. El avance continuó sin mayores
contratiempos”.
En lo personal Daniel Sossa cumplió una dolorosa misión: recuperó los restos de
su hermano Vicente que había caído heroicamente en Nanawa.
Concluido el conflicto bélico ocupó importantes funciones públicas. El
presidente Germán Busch lo incorporó al gabinete como Ministro de Trabajo y
Previsión Social, Jefe de Estado Mayor, Comandante de la Región Militar Nº 7 en
Cochabamba, Agregado Militar en las embajadas de Bolivia en Uruguay y Paraguay.
El Municipio de su tierra natal a cargo del alcalde Isaac Attié interpretó el
sentir generalizado de la ciudadanía y lo declaró “Hijo Predilecto de Tarija y
Héroe de la campaña del Chaco”.
Uno de los atributos de su atractiva personalidad fue su pasión por la música,
era un destacado compositor.
El periódico “Adelante” en una edición del mes de julio de 1933 expresaba en
torno a sus composiciones “han servido para que las bandas de nuestro Ejército
renueven sus recuerdos heroicos de Ayacucho, Ingavi y Montenegro”
Pese a sus merecimientos Daniel Sossa Trigo fue exiliado por el gobierno de la
Revolución Nacional, Se estableció en San Pablo (Brasil) donde murió el 20 de
diciembre de 1965. Sus restos fueron repatriados en un avión cuyo viaje dispuso
el presidente René Barrientos, para ser sepultados en el cementerio de Tarija.
Por Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach / El Pais de Tarija, 9 de abril de 2017
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