Este artículo fue publicado en el periódico tarijeño El País, el 15 de abril de 2020.
Tarija celebra un nuevo aniversario y a pesar de las circunstancias la fecha nos trae el recuerdo del “Moto” y de sus valientes acciones. Un 15 de abril de 1817 José Eustaquio Méndez junto a valerosos guerrilleros chapacos, conocidos como los Montoneros de Méndez, triunfaron junto al tucumano Gregorio Araoz de la Madrid ante las fuerzas realistas españolas de Mateo Ramírez.
Fueron muchas las huellas que dejó el “Moto” una de ellas lo constituye un escondite de tierra y piedras a la orilla del Guadalquivir, que sirvió de Bunker y refugio para los Montoneros.
Más aun, este lugar estratégico quedó completamente en el olvido. Blanca Esmeralda Arenas fue quien le mostró a El País esta histórica cueva y nos contó su historia.
La cueva, que tiene más de 200 años, está completamente cerrada, debido a que las piedras y la misma tierra se encargaron de tapar su entrada
La cueva y la travesía
La travesía comienza en Canasmoro, una comunidad de la provincia Méndez, donde se emplazó la cuna de los maestros y a la vez, es el punto de partida rumbo a la cueva. Al cruzar la normal y salir por la parte trasera de aquel lugar, es necesario cruzar descalzo el río Guadalquivir, para inmediatamente subir a un pequeño cerro de Bordo Carachimayo, donde se debe caminar sobre una pradera completamente pedregrosa, con una infinidad de churquis de por medio, que cumplen la función de ser los guardianes de la zona.
El camino que había antes desapareció, por lo que guiarse en el lugar no es para cualquiera.
Después de más de media hora de caminata entre piedras y churquis, el panorama cambia, pues ahora se debe caminar sobre arena, ya que se debe cruzar la quebrada el Arenal. Al pasar ese sitio, la aventura continúa, es hora de subir y bajar pequeños cerros que avisan que la cueva está cerca.
Después de casi una hora de caminata y escalada, la cueva se deja ver. Hay que subirla para poder comprobar que la historia es verídica, ya que en la cima del lugar se observa una plaqueta que data de los años 80 y que fue puesta por los normalistas en honor al Moto y a sus guerrilleros.
La escritura sobre el cemento está desgastada y la plaqueta rota en varias partes, por lo que leerla es casi imposible. Lo que sí se puede ver es que la plaqueta reconoce al lugar como la cueva del Moto Méndez, y que la misma fue puesta en 1980.
La cueva, que tiene más de 200 años, está completamente cerrada, debido a que las piedras y la misma tierra se encargaron de tapar su entrada. La extensión total del lugar tiene por lo menos una longitud de 30 metros, pero su ancho y alto es imposible de determinar desde afuera, es muy probable que la gruta se haya derrumbado en su interior.
Recuerdos de la historia
Los lugareños cuentan que cuando los españoles venían persiguiendo al Moto Méndez y a sus montoneros, éstos se escondían ahí, así 30 jinetes entraban a la cueva con caballo. Se ocultaban y esperaban un momento a que los enemigos pasen para poder salir.
Blanca relató que cuando eran perseguidos, los montoneros sabían amarrar ramas de churquis que colgaban de sus caballos para borrar las huellas de los animales en su travesía y así despistar al enemigo. Una vez dentro de la cueva, ellos solían tapar con las mismas ramas de los churquis la cueva y se refugiaban hasta que pasen los españoles, quienes siempre eran más que los guerrilleros.
Leandro Arce, estudiante de la normal de Canasmoro y quien hizo de guía en el recorrido, dice que en el año 2012 fue la primera vez que conoció el lugar y recuerda que todavía se veía la entrada y la salida de la cueva en buen estado; sin embargo, lamenta que con el paso del tiempo todo esto se haya tapado y deteriorado.
La Batalla de la Tablada
El 15 de abril de 1817 se libró una decisiva batalla, dentro de la Guerra de la Independencia de Bolivia, en los campos de La Tablada de Tolomosa. Los “montoneros” (guerrilleros que asentados en el sur formaban parte de las llamadas republiquetas), al mando del destacado líder insurreccional Eustaquio Méndez, derrotaron al ejército realista español que presidía el coronel Mateo Ramírez.
La batalla de La Tablada, tuvo lugar durante la campaña de la cuarta expedición militar argentina que se internó en tierras altoperuanas a principios de 1817. La comandaba el Gral. Gregorio Araoz de la Madrid.
El 8 de abril ocupó Tolomosa, luego en su tránsito a Tarija se le unió la partida de guerrilleros al mando del “moto” Méndez, reforzada así su tropa, intimó rendición al Gral. realista Mateo Ramírez, que guarnecía la plaza de Tarija, rechazada la intimación dio lugar a la célebre batalla de La Tablada, el 15 de abril de 1817, en la que colaborando con los refuerzos de los caudillos Méndez, Aviles y Uriondo, los patriotas argentinos y bolivianos obtuvieron una brillante victoria frente a las tropas realistas.
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