UN ARGENTINO QUE REGRESA DEL FRENTE
«LA CAUSA PARAGUAYA ES INDUDABLEMENTE SIMPÁTICA A LA JUVENTUD ARGENTINA… EN SU EJÉRCITO SE HAN ALISTADO ALGO MAS DE DOS MIL COMPATRIOTAS»
«FUE HERIDO Y ASCENDIDO A SARGENTO, AHORA SE ENCUENTRA DE REGRESO EN NUESTRO PAÍS»
—PERIÓDICO ARGENTINO EL ORDEN, SANTA FE, MIÉRCOLES 2 DE AGOSTO DE 1933—
Guerra del Chaco
«Recibimos ayer la visita del sargento Felipe Severo, que regresa del teatro de la guerra paraguayo - boliviana, después de permanecer muchos meses en el teatro de la acción, haciendo vida de trincheras y participando en diversos encuentros sangrientos habiendo pagado su tributo de sangre a las granadas del altiplano. Felipe Severo es un hombre joven nativo de Mar del Plata.
El expresado día nos dice el sargento Severo, en efectivo de 1.400 paraguayos, entre los que revistaban varios centenares de argentinos llevamos un ataque a las posiciones bolivianas de Murjia, defendidos por 3.500 soldados del altiplano, parapetados en ventajosas posiciones. Teníamos órdenes de llegar a toda costa, hasta el cuerpo a cuerpo, en qué la pujanza paraguaya domina al enemigo. En esa acción fui ascendido al grado de sargento, por decisión de mis superiores. Nosotros tuvimos más de cien bajas.
El sargento Severo nos dice que desde su incorporación prestó servicios en el R. 4 de Caballería, comandado por el Mayor Tomás Mendoza, de cuya pericia y valor militar hace elogiosas referencias, habiendo permanecido en Nanawa es decir en pleno frente, contemplando al enemigo, de trinchera a trinchera, desde el 5 de agosto de 1932 hasta el 6 de enero del corriente año (1933), habiéndose curado las heridas recibidas en el mismo frente.
El 22 de agosto del año pasado, una escuadrilla de seis aviones bolivianos, por descuido de un pequeño grupo de soldados, localizó la ubicación del destacamento en que se encontraba el sargento Severo, descargando sobre el mismo una lluvia de granadas. Una de estas cayó y explotó a cuatro metros del lugar en que se encontraba Severo y un casco de la misma le llevó dos dedos del pié derecho. Hubo en esa ocasión unos pocos heridos, porque los soldados sorprendidos tuvieron tiempo de ocultarse en los refugios especialmente construidos para resguardarse de los ataques aéreos, pero hubo que lamentar la muerte del voluntario rosarino Luis Vittoni. alcanzado por los proyectiles bolivianos. La causa paraguaya es indudablemente simpática a la juventud argentina.
En su ejército se han alistado algo mas de dos mil compatriotas, que se desempeñan con ponderable denuedo, según nos dice el sargento Severo, tentando bien su fama de valientes y decididos y sobresaliendo en los ataques cuerpo a cuerpo, donde se abren brecha fácilmente. Severo ha tomado parte en varios encuentros sangrientos en Zamaclain, Murjia y Saavedra, donde la suerte favoreció siempre a las armas paraguayas». #CORTEGOSKY
CONTINUARÁ...
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