Por: Esther Aillón Soria.
El actual territorio de Bolivia corresponde en gran medida a
la antigua delimitación de la Audiencia de Charcas (1559), cuyo nombre proviene
de la denominación prehispánica de la Confederación Qaraqara-Charka. Para
Tristan Platt y otros autores, la denominación Charka tiene significados
ambiguos, por lo que se debe distinguir la “provincia de Charcas” (como región
situada al sur del Collao, conformada por siete naciones), la jurisdicción del
señorío de los Charcas (un sentido más limitado), y el “conjunto de todos los
territorios colocados bajo la jurisdicción de la Audiencia española de La
Plata”.1 Ello coincide, en gran parte, con lo propuesto por Barnadas, para
quien el uso histórico de la denominación Charcas designa al menos cuatro
sentidos: (1) la Villa y el Obispado de La Plata, (2) la etnia y su hábitat,
(3) la Audiencia y su distrito y, (4) el futuro territorio boliviano.2
La nación Yampara, uno de los señoríos de la Confederación
Charka, era dueña de los parajes en los cuales se asentaron los primeros
españoles en Sucre, la actual capital de Bolivia (la colonial La Plata),
asiento de la Audiencia de Charcas. Aunque convivían dentro de una
multiplicidad étnica, los habitantes prehispánicos del lugar eran: “... los
Yampara [que] aparecen como los ocupantes originarios de la región…”3 La
Audiencia recibió el nombre de Charcas tomando el nombre de la Confederación,
aunque por el lugar de su fundación pudo haberse llamado Audiencia Yampara pues
éste era el grupo originario en el espacio de la ciudad de La Plata (hoy,
Sucre) incluso antes de la llegada de los Incas.4 Ello habría reflejado además
la temprana alianza de los kurakas (caciques) Yampara con los españoles quienes
les cedieron tierras en Wayapajcha (El Guereo) y en Q’unchupata (Plaza de
armas), a cambio de cuyo obsequio, los Yampara poseyeron solares en la Plaza
Mayor de La Plata. Se adoptó, empero, la denominación de la Confederación de
los Charkas para nombrar el extenso territorio de la Audiencia de Charcas.
La demarcación de los límites de la Audiencia en el siglo
XVI no estuvo exenta de conflictos.5 En términos de articulación geográfica la
Audiencia de Charcas tuvo un doble eje: por un lado, la ciudad de La Plata como
sede de la Audiencia y, por otro, Potosí, como centro minero y polo económico.
Este eje Potosino-Platense atrajo a las demás regiones del territorio de manera
algo dispar pero le dio una cierta autonomía a la Audiencia de Charcas respecto
del virreinato del Perú. No obstante, según Barnadas, fue una región colonial
que no logró articular una identidad completamente autónoma como fueron los
casos, por ejemplo, de Chile y Quito.6 Predominó en ella su pertenencia al
Perú, entendiendo a éste no tanto a “Lima” como el dinámico eje articulado por
la economía minera de Potosí. Ello se refleja en el hecho de que el gentilicio
“charqueño” casi no se utilizó durante la época colonial. Es decir hubo una
región Charcas pero no una identificación colectiva alrededor de ella.
Quizá por eso, durante la Colonia se generó la denominación
(paralela) de Alto Perú, que tuvo un uso predominante desde fines del siglo
XVIII hasta los años fundacionales de la república, en 1825. Cuando se creó el
virreinato del Río de La Plata (1776), se agregó la Audiencia de Charcas a ese
territorio y se intensificó el uso de esta denominación, utilizada
principalmente por los rioplatenses para referirse a los habitantes del Alto
Perú como “arribeños”, lo que daba a entender que una parte del espacio peruano
ya había pasado a la nueva pertenencia político-administrativa. No obstante,
debe observarse que la fijación de lo altoperuano, no hace sino
institucionalizar expresiones que vienen desde el siglo XVI como “las
provincias de arriba”, “tierra de arriba”, “provincias de la sierra” o “país de
arriba”.7
Referencias:
1 Tristan Platt, Thérèse Bouysse-Cassagne, Olivia Harris con
el aliento de Thierry Saignes, QaraqaraCharka. Mallku, Inka y Rey en la
provincia de Charcas (siglos XV-XVIII). Historia antropológica de una
confederación aymara. La Paz: IFEA/Plural/University of St Andrews/University
of London/Inter American Foundation/Fundación Cultural del Banco Central de
Bolivia, 2006, pp. 42-46.
2 Josep María Barnadas, “Charcas, historia de su
denominación” en, Josep María Barnadas (director), Diccionario Histórico de
Bolivia, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, p. 508.
3 Habitaban en torno a unas 12 leguas de La Plata, siendo
sus pueblos más conocidos Yotala, Alkantari, Jatun Yampara, Iskana, Qila-Qila
y, hacia Potosí, Mataka y Bartola (Tambo Quemado). Ana María Presta,
“Chuquisaca, etnias de” en, Josep María Barnadas, Ob. cit., pp. 530-31.
4 Teresa Gisbert, Urbanismo, tipología y asentamientos
indígenas en Chuquisac,. La Paz, UMSAInstituto de Estudios Bolivianos, 1982, p.
21.
5 Josep María Barnadas, Charcas. Orígenes históricos de una
sociedad colonial, La Paz: CIPCA, 1973, p. 465.
6 Josep María Barnadas, Es muy sencillo: llámenle Charcas.
Sobre el problema de los antecedentes coloniales de Bolivia y de su histórica
denominación, La Paz, Juventud, 1989.
7 Josep María Barnadas, “Es muy sencillo…”, p. 62.
(Mapa referencial)
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