Por Antenor Fernández Yañez (Revista Nuevos Horizontes,
Periódico el Diario - 6 de Noviembre de 2012)
Entre l932 a l935 en plena Guerra del Chaco, frente al
Paraguay, el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), incorporó a su flotilla de aeronaves
comerciales cinco “Junkers” JU32/3M adquiridos de Alemania, dos de los mismos:
el “Juan del Valle” y “Huanuni” fueron donaciones del rey del estaño, Simón I.
Patiño, quién obtuvo su fabulosa fortuna explotando las ricas vetas de estaño
en las alturas de Uncía en el norte de Potosí.
Las demás aeronaves, tenían los indicativos con letras
grandes en su fuselaje y eran: “El Bolivar”, “Illampu” y “El Chorolque”, fueron
bautizados con esos nombres en virtud a las divisas que lograba nuestro país
por la bonanza minera de esa época.
Dos de estas aeronaves alemanas de tres motores, fueron
compradas con fondos del “Centro de Propaganda y Defensa Nacional” y donaciones
del empresario minero Simón I. Patiño, propietario de la “Salvadora”, los
aviones fueron entregados al LAB.
JUAN DEL VALLE AVIÓN BENEMÉRITO
Sin descuidar sus frecuencias de vuelos comerciales, le
correspondió al “Juan del Valle”, tener el honor de participar en la contienda
bélica frente al Paraguay, transportando armamento, municiones, provisiones,
carga logística y fundamentalmente aliento a las tropas bolivianas que además
de enfrentar al enemigo, luchaban contra el sofocante calor y carencia de agua
y alimentos en el “Infierno verde”.
Desde Villamontes, el “Juan del Valle”, retornaba evacuando
a los heridos en combate y con la correspondencia para los familiares de los
soldados movilizados al teatro de opera ciones en el sudeste de nuestro país.
Es decir, Uncía a lo largo de su historial, aportó con el
capital humano para la explotación minera y también sus hombres acudieron al
llamado de la patria para defender el “oro negro” en las candentes arenas del
chaco boreal.
Durante la conquista, el explorador español Juan del Valle,
encabezando una columna de 200 hombres y diez caballos, tras cruzar la meseta
andina, llegó hasta las tierras más altas de esta región en mayo de 1564; tras
permanecer varios meses en estas alturas del norte de Potosí, y haber fracasado
en su búsqueda de vetas de plata, se retiró de la región, pero dejó bautizando
con su nombre este macizo andino.
Posteriormente, en la misma serranía en 1898, Patiño
encontró la famosa veta de estaño, la más rica de nuestro planeta.
En este este tercer capítulo referido a la trayectoria de
Uncia, capital de la provincia R. Bustillo, la revista Nuevos Horizontes del EL
DIARIO, también evoca a la febril e importante tarea desempeñada por el
aeródromo de plataforma de tierra construida en 1922 por Simón I. Patiño,
básicamente fue utilizado por los legendarios cargueros DC3 y “Curtis” C46, los
mismos aterrizaban con carne vacuna en vuelos procedentes de Santa Rosa del
Yacuma (Beni), de Villamontes (Tarija) y también con carne de la Argentina
abasteciendo a las pulperías en la primera época de la minería privada y poste
riormente para las minas nacionalizadas y administradas por COMIBOL.
TUMBA DEL NOTABLE AUTOR DEL HIMNO A LA BANDERA NACIONAL
Otra faceta de Uncía, es que, en su cementerio descansan los
restos mortales del Prof. Manuel Benavente, nacido en Sucre, autor de la música
del HIMNO A LA BANDERA NACIONAL; este meritorio docente llegó a Uncía después
de la Guerra del Chaco (1932 a 1935), desempeñó su actividad de educador en las
escuelas “M. Omiste” y “Juana Azurduy de Padilla”.
En el mausoleo de los notables, en el sector de la sociedad
“Simón I. Patiño”, instituciones cívicas, educativas y militares anualmente
rinden homenaje a este notable profesor boliviano.
UNCIA Y SU FESTIVIDAD DE SAN MIGUEL ARCANGEL
Desde tiempos remotos, el Norte de Potosí, ha conservado una
rica y variada esencia cultural, traducida en ritmos lentos, misteriosos y
danzas rápidas o de estilo guerrero.
Los Doctorcitos, Mineritos son propios de Uncía, otras
fraternidades como la Morenada, Diablada, Tobas, Jalkas y el tradicional
“Thinku”(encuentro), son representados por la población de Uncía y por los que
llegan como peregrinos procedentes de varias regiones de Bolivia y del
exterior, inclusive se advierte la presencia de una danza del Chaco (la
Chacarera), que le da colorido a la Festividad del Arcángel San Miguel en la
segunda quincena de septiembre en Uncía.
La revista Nuevos Horizontes de EL DIARIO, en su reciente
visita a Uncía, que ostenta el título de CAPITAL DEL FOLKLORE DEL DEPARTAMENTO
DE POTOSÍ, tuvo la oportunidad de conocer diversas facetas de su principal
festividad en honor al Arcángel San Miguel.
El Alcalde Municipal, Ing. Hilarión Flores Chambi, explicó
que Uncía conserva sus tradiciones y costumbres las cuales están ligados a la
actividad minera desde tiempos de la colonia.
MIGUEL ARCÁNGEL SOMETIÓ A LUCIFER
Cuenta la leyenda que hace muchos años, en el poblado de
Colquechaca, en época primaveral hizo su aparición San Miguel Arcángel
Todopoderoso del Ejercito Celestial, éste sostuvo un enfrentamiento con el
demonio, amo y señor de las tinieblas.
Esta lucha entre el bien y el mal, se desarrolló por la
disputa de los ricos filones de estaño en la famosa mina Aullagas, hasta que
San Miguel, blandiendo su espada derrotó a Lucifer, al despuntar un 29 de
septiembre, desde entonces el demonio se recluyó en la profundidad del socavón
donde tiene su morada y es conocido como EL TÍO de la mina.
Al margen de la música, llama la atención el atuendo lleno
de colorido que llevan los danzarines como ser sombreros adornados con “Phurus”
(plumas) de aves andinas, chaquetas, chumpis (fajas), las llamativas “polainas”
complementadas con el pantalón y las ojotas en el caso de los varones, las
mujeres son hábiles artesanas en la confección de su ropa utilizando fibra de
oveja y llama, tienen estilos que identifican a su comunidad o ayllu.
Es decir en Uncía, es posible apreciar vestimentas de los
danzarines en diversos estilos y colores, desde los sombreros blancos grandes
hasta los pequeños como los utilizados por los potolos y “jalkas”; es una
variada policromía, tema de estudio para los etnomusicólogos, antropólogos y
lingüistas, porque muchas tonadas son interpretadas en el dulce idioma quechua.
Esta ciudad de tradición minera y de brillante historial, se
encuentra ubicada a 3.883 msnm. tiene clima frígido en otoño e invierno, pero
su balneario de aguas termales distante a un kilómetro y medio es la mejor
alternativa para una grata estadía.
Desde Oruro, dispone de una carretera asfaltada, cuenta con
todos los servicios para recibir a los turistas nacionales y extranjeros,
aunque será de imperiosa necesidad colocar una adecuada SEÑALIZACION de acceso
a los sitios o lugares atractivos, se debe instalar una oficina de información
turística en la plaza “10 de noviembre”, además de comercializar los trabajos
artesanales para beneficiar a las mujeres y hombres que son hábiles en la
elaboración de prendas utilizando la fibra de llama, alpaca y oveja.
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