...El Coronel Sotomayor, ante respuesta tan enérgica de
estos nuevos esparciatas, determinó movilizar 800 soldados bien armados, los
que saliendo (a las órdenes del Comandante Ramírez), del pueblo de Caracoles el
21 de marzo, arrioaron a Calama la aurora del 23, día en el que los heroicos
defensores de la plaza, sostuvieron sangriento y reñido combate, con un enemigo
muy superior en número y elementos bélicos. La victoria se decidió a favor de
los invasores: murieron 18 bolivianos (entre ellos los valientes Abaroa,
Menacho, Fernando Marquina y Maldonado); el enemigo tuvo 120 bajas entre
muertos y heridos.
En la memorable acción de Calama, se distinguió Eduardo
Abaroa, que a la cabeza de 12 bravos, defendió la población por el paso del
Topater, rechazando con brío a los invasores. Herido en siete partes, no quiso
rendirse y moribundo llevó la mano al rifle, retó al enemigo, que concluyó
por victimarlo con una descarga de su fusilería. (™) «Abaroa», dijo la
misma
( TO ) ¿Rendirme? dijo Abaroa. Cobardes! ¡que se rinda su
abuela / Y concluyó con una interjección enérgica, que no es lícito repetir,
por más sublime que sea en los labios de un héroe moribundo a quien no pueden
vencer ni rendir, el número, la fuerza ni la muerte Así cayó...
Fragmento del libro Nuevo Compendio de la Historia de
Bolivia de José Macedonio JIrquidi, tercera edición Amó Hermanos-Editores.
1902.
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