Un centenar de “pilas” paraguayos estuvo en Irpa Irpa entre 1932 y 1935, mientras
se desarrollaba la contienda bélica de la Guerra del Chaco, entre Paraguay y
Bolivia.
A 75 años del armisticio de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay,
autoridades de Irpa Irpa revelan la existencia de un campo de confinamiento,
hasta ahora desconocido, que se encontraba en el valle de Cuculi, donde casi un
centenar de prisioneros paraguayos cultivaban verduras y hortalizas para el
aprovisionamiento de tropas bolivianas en el campo de batalla.
Los prisioneros aprehendidos en las diferentes batallas fueron trasladados al
campo de confinamiento en Irpa Irpa del municipio de Capinota, a 65 Km. de
Cochabamba, al lugar conocido como Molinos de Cuculi, según relata el
presidente del Comité Cívico, Over Jiménez.
En este valle se instaló además, un molino de impulsión hidráulica, “Harina la
Flor”, donde llegaba todo el grano de Quillacollo para después ser transportado
en tren. El ferrocarril salía desde la estación de Irpa Irpa hasta Potosí.
Posteriormente la carga era llevada en mulas y burros hasta el escenario
bélico.
El coronel Vitaliano Ledezma era el oficial a cargo de los prisioneros. Ledezma
un hombre alto, robusto, de tez blanca y pocas palabras tenía a varios perros
por compañía.
Los ancianos del lugar no pueden precisar el lugar donde estuvieron alojados
los prisioneros, ya que no se encontró un ambiente con capacidad de albergar al
centenar de cautivos. Existe la hipótesis de que en el sótano de la hacienda un
túnel conectaba a una mina que les servía de dormitorio. Los prisioneros eran
parte de la comunidad y andaban siempre de buen humor, recuerdan los ancianos.
Cinco paraguayos que murieron por enfermedades fueron enterrados en el
cementerio de Capinota.
En números: 150 jóvenes oriundos Irpa Irpa acudieron al llamado de la Patria en
1932. Todos fallecieron.
Por: Zulma Camacho Guzmán, Periódico Opinión, 11 de junio de 2010.
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Patrimonio histórico: Irpa Irpa albergó a “pilas” en la Guerra del Chaco
Doce beneméritos ocuparon el sitial de honor del acto organizado por
autoridades del pueblo en Irpa Irpa, en reconocimiento al papel que asumieron
en el conflicto bélico contra Paraguay.
La hacienda del coronel Vitaliano Ledezma se encuentra en ruinas, aunque
todavía está en pie. Cada una de sus paredes guarda la historia de un período
importante para Bolivia, la Guerra del Chaco desarrollada entre los años 1932 y
1935. En el caserón de Irpa Irpa, a 65 kilómetros de la ciudad de Cochabamba,
permanecieron los prisioneros “pilas”.
En lo que fuera la residencia más acomodada del pueblo se destacan palmeras,
una caballeriza y el molino de agua como el “Molino de Cucuni”. El sonido del
agua llama la atención y guía a su origen. Se trata de una acequia que atraviesa
la hacienda y alimenta el molino cuya piedra -destinada al molido de los
granos- se encuentra fuera de las ruinas.
Donata Salazar, la más anciana de la zona de Cucuni, al ver a los periodistas
merodear la hacienda se convierte en la guía de la expedición. Cuenta que los
prisioneros dormían en el sótano de la construcción principal, ambiente
completamente inhabilitado por el paso de los años. De día trabajaban en la
agricultura y en el molino. Después, la hacienda fue abandonada.
El Homenaje
Los beneméritos de la Guerra del Chaco ocuparon la fila de honor del escenario
habilitado en la plaza del pueblo. Estaban impecablemente vestidos con ternos,
boinas y medallas de reconocimiento. Son los excombatientes de la Guerra del
Chaco que participaron ayer en Irpa Irpa (a cinco kilómetros de Capinota) del
acto de reconocimiento organizado por sus pobladores y sus autoridades en
conmemoración al cese de hostilidades hace 75 años. En el acto participó el
cónsul de Paraguay, Laurent Paulet, quien anunció proyectos de intercambio
cultural para consolidar lazos de fraternidad bilaterales.
Por: Tatiana Casto / Periódico Opinión, 14 de junio 2010.
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