Por: O. Córdova.
«Se constató el destrozo de esas unidades (paraguayas), capturándose
prisioneros y tomando 70 ametralladoras, 948 fusiles, abundante munición y
granadas de mano, quedando aún mucho material bélico entre los escombros de las
posiciones».
En la batalla de “El Condado” el 18 de junio de 1934, durante la campaña del
Chaco, se organizó la defensa en un sector boliviano de 800 metros, donde
intentaron atacar los regimientos paraguayos “24 de Mayo”, “Tuyutí”, General
Escobar” y “Escolta Divisionaria”, reforzados por fracciones de reserva,
alcanzando un total de 4.500 hombres. El día 18 esa tropa paraguaya llegó a
unos reductos estratégicamente abandonados y durante tres días recibió allí una
concentración de fuegos de fusilería, de ametralladoras pesadas y morteros,
hasta que el día 20 las tropas bolivianas realizan un contraataque con el que
alcanzan las posiciones paraguayas, donde se constató el destrozo de esas
unidades, capturándose prisioneros y tomando 70 ametralladoras, 948 fusiles,
abundante munición y granadas de mano, quedando aún mucho material bélico entre
los escombros de las posiciones.
Por la gran rapidez de fuego, las ametralladoras pesadas, funcionando sin
interrupción, consumen mucha munición en poco tiempo, por lo que su intervención
deberá ser en situaciones de importancia.
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