Por: Osky
Amaya publicado en el grupo: APRENDIENDO
DE LA GUERRA DEL CHACO (1932-1935) en febrero de 2014.
La Virgen de Charagua es la Patrona de los ExCombatientes de la Guerra del
Chaco, la trajeron los jesuitas en el siglo XIX ocupando el Altar Mayor del
Templo de San Miguel de Charagua y fue hecha prisionera por los “pilas” en
1.935.
Según cuentan los pobladores de Charagua, en la retirada, la vanguardia
paraguaya, que había sacado a la Virgen de la Iglesia, la abandonó en el monte
hostil de la cordillera, porque era muy pesada, pero el Mayor paraguayo Osvaldo
Ortiz, que se había resagado en la huida, la encontró y como la retoma
boliviana era inminente, se deshizo de los escrúpulos y rompió en dos la
imagen, la guardó en su mochila y mientras marchaba hacia su país hizo una
promesa a ésta Señora que yacía en su espalda entre municiones y cuchillos de
campaña: si volvía vivo a su hogar, devolvería la imagen.
Ortiz guardó en su casa a la santa hasta que antes de morir hizo prometer a su
esposa Nineth que la devolvería.
A Nineth, mujer del veterano paraguayo, tenían que intervenirla en una
operación muy arriesgada del corazón; se encomendó a la Virgen, como una vez lo
había hecho su esposo y salió bien de la cirugía. Era un milagro.
Nineth de Ortiz devolvió el trofeo de guerra que fue entronizado el 28 de
Septiembre de 1.990. La Virgen alcanzó, por Decreto, el grado de Generala de
Infantería del Ejército de Bolivia.
La Santa fue recibida en la estación del tren de Charagua por miles de
feligreses que, según cuentan militares y testigos, ni bien la bajaron del
tren, vieron como las nubes se reventaron en una lluvia demoledora que aplacó
una sequía de varios meses sufrida por la Provincia Cordillera.
Ahora la Patrona de los Ex Combatientes yace en su casa en un vitral de la
Iglesia de San Miguel Arcángel de Charagua.
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