Por: Grecia Gonzales Oruño / Publicado en Página Siete, 17
de noviembre de 2018. // Disponible en: https://www.paginasiete.bo/gente/2018/11/17/lidia-gueiler-la-miliciana-que-se-convirtio-en-la-unica-presidenta-de-bolivia-200399.html
Después del golpe de Estado de Alberto Natusch Busch (1979),
que en menos de 15 días provocó la muerte de más de 100 personas, Lidia
Gueiler Tejada (1921-2011) fue designada por el Congreso boliviano como la
primera Presidenta constitucional interina de Bolivia, el 16 de noviembre de
1979. Entre 1948 y 1952 fue una miliciana, a cargo del transporte
de armas para el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Nació el 28 de agosto de 1921, en la ciudad de Cochabamba.
Fue sobrina del expresidente José Luis Tejada Sorzano. Estudió en el Instituto
Americano (1925-1934) y luego se tituló como contadora general. Hablaba
fluidamente castellano, quechua, inglés y alemán. Su pasión era el tenis. A la
hermosa joven de ojos verdes y cabello rubio le atraían las novelas románticas
y “prohibidas”, como Aura o las violetas de Vargas Vila, y las poesías de Adela
Zamudio.
“HERMANITA MENOR” DE BUSCH
El alemán Moisés Gueiler y la boliviana Raquel Tejada fueron
sus progenitores. Debido a la muerte de su padre, la economía de su familia
entró en crisis. Su madre se dedicó a tejer prendas y alquilar habitaciones
para mantenerla. Alfonso Crespo, en su libro Lidia: una mujer en la historia,
recuperó algunas de sus vivencias.
El intelectual relató que, a fines de la década del
20, Raquel Tejada arrendó dos cuartos al entonces subteniente Germán Busch,
miembro de la guarnición de Cochabamba, y a su esposa Matilde Carmona, quien
estaba embarazada. Surgió una entrañable amistad entre las dos familias, tanto
que Busch llamaba a Raquel “madrecita” y a Lidia “hermanita menor”.
“Germán me tenía muchas veces sentada en sus rodillas.
Entonces yo era una chiquilla de menos de diez años y no habría podido imaginar
que recibía los mimos del futuro héroe del Chaco”, contó Gueiler.
Después de la Guerra del Chaco (1932-1935), Busch, que llegó
a ser Presidente de Bolivia (1937-1939) se trasladó a La Paz y la
familia Gueiler perdió todo contacto con él; sin embargo, su muerte, 1939, los
impactó.
ESPOSA DE UN PRISIONERO
Producto de la Guerra del Chaco varios prisioneros
paraguayos fueron trasladados a la ciudad de Cochabamba, entre ellos el hermano
del comandante en jefe del Ejército de Paraguay, Joel Estigarribia, y el
capitán Pérez Ramírez.
Entonces Lidia Gueiler trabajaba como “oficinista-pagadora”
en la Prefectura de Cochabamba. Una de sus funciones consistía en elaborar
planillas de pago de subsidios para los prisioneros paraguayos. Así conoció al
capitán paraguayo Pérez Ramírez, con quien primero tuvo una amistad y luego un
idilio.
Fue un romance oculto, hasta que, por comentarios de
la gente, se enteró su madre, quien aceptó la relación bajo la condición de un
matrimonio. El 9 de marzo de 1936 Gueiler Tejada y Pérez Ramírez se casaron.
Alfonso Crespo señala en su libro que fruto de ese intenso amor nació su
María Teresa.
LA CHISPA SINDICAL
La pareja se fue a Paraguay, pero luego de cinco años de
vida marital se separaron. Divorciada, con una hija en brazos y pocos recursos,
Lidia regresó a Bolivia, pero no volvió a Cochabamba, su destino fue
La Paz, donde ingresó a trabajar al Banco Central de Bolivia como
contadora.
En esa época, los sindicatos de empleados bancarios,
de ferrocarriles y otros tomaban gran impulso. En septiembre de 1947, el
personal del Banco Central desató una huelga en defensa del derecho sindical.
El conflicto generó que la directiva del banco despidiera a varios
funcionarios, entre ellos a Lidia Gueiler.
Ella denunció el despido injustificado ante el Ministerio de
Trabajo, donde fue acusada de ser militante del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR). Eso era falso.
“En mí (se) había prendido ya la chispa sindical y
busqué así la manera de interiorizarme de las actividades del sindicato
bancario”, relata en su obra La mujer y la revolución. La mujer añade que por
recomendación del presidente Enrique Hertzog fue reincorporada a su fuente
laboral.
LA MILICIANA
El 19 de enero de 1948, Lidia decidió formar parte del MNR
por invitación de sus dirigentes y la primera misión que le encomendaron los
emenerristas fue el transporte de armamento. El partido se preparaba para la
toma del poder mediante una guerra civil. El saldo de tal intento fue una larga
lista de presos, torturados, desterrados y perseguidos políticos.
En ese contexto, los “comandos femeninos” fueron una
vanguardia importante de lucha, afirmó en su momento Lidia Gueiler.
El 20 de abril de 1951, junto a 27 mujeres, en plena
coyuntura electoral, inició una huelga de hambre para lograr la liberación de
los presos políticos y “la vigencia de un clima de pacificación nacional”.
Después de ocho días con la medida extrema lograron su objetivo.
“La huelga de hambre exitosamente realizada contribuyó
decisivamente al triunfo electoral del MNR. Y algo más: permitió a la
ciudadanía en su conjunto el goce siquiera transitorio de las libertades
democráticas (…)”, aseguró la mujer política.
El triunfo electoral del MNR de 1951 no fue respetado. En
ese marco, se organizó el primer Comando Obrero del Partido y el Comando
Femenino, que coadyuvaron con un levantamiento popular.
En esa época, “junto a las compañeras Angelita Gonzáles,
María Urioste y Estela Vidaurre, fui conducida a las celdas policiales por
haber intervenido en un simulacro de combate que efectuaron los compañeros de
Villa Victoria. Desde allí se nos condujo a la Central de Policías (…) En otra
oportunidad, y esta vez acompañada de María Urioste, estuve incomunicada
durante ocho días sin que se me permitiera la atención médica que requería por
hallarme muy enferma”, contó Lidia al recordar esa época.
Desde la caída de Gualberto Villarroel, en 1946, hasta
la Revolución Nacional, en 1952, “fue probablemente una de las etapas más
movidas de la órbita política de Lidia Gueiler. Periodo de oposición, sujeto a
sobresaltos, templó su fibra combativa, al descubrir entre otras metas aquello
que sería lo más noble: la dignificación de la mujer y la obtención de igualdad
de derechos (…)”, sintetizó Crespo en su libro Lidia: una mujer en la
historia.
GRAN TRAYECTORIA
Después del triunfo de la Revolución Nacional de abril de
1952, Lidia Gueiler trabajó en el Consulado General en Alemania (1953), en la
Embajada de Bolivia en Alemania (1955-1956) y en la Alcaldía Municipal de La
Paz (1956). Después, fue diputada nacional (1956-1959) y Oficial Mayor del
Ministerio de Asuntos Campesinos (1960-1962). Entre 1962 y 1964 fue elegida
nuevamente para diputada.
En 1963 se sumó al Partido Revolucionario de la Izquierda
Nacionalista (PRIN), fundado por Juan Lechín. En 1978 se unió al Frente
Revolucionario de Izquierda (FRI) y en 1979 retornó al MNR. Ese año fue
nombrada presidenta de la Cámara de Diputados y también, el 16 de noviembre,
Presidenta interina de Bolivia, la primera y única mujer que llegó hasta el
momento a ese alto cargo. Su mandato duró hasta el golpe de Estado de Luis
García Meza, el 17 de julio de 1980.
LA PRIMERA PRESIDENTA
Según el periódico El Diario del 18 de noviembre de 1979, el
Congreso Nacional aprobó por consenso su designación como Presidenta interina,
el 16 de noviembre de 1979. En el texto del documento se expuso la
“necesidad de normalizar la vida institucional del país en el marco de la
Constitución Política del Estado y de los factores políticos reales emergentes
de la quiebra del proceso democrático constitucional producido el 1 de
noviembre”.
Por lo mencionado y en conformidad del artículo 93 de la
Constitución Política del Estado, se encomendó el mando de la República a la
“Presidenta de la H. Cámara de Diputados, ciudadana Lidia Gueiler Tejada, quien
asumirá las funciones de presidenta interina de la República a partir de la
fecha hasta el 6 de agosto de 1980, con todas las atribuciones que le confiere
la Carta Magna y las leyes como Jefe de Estado”.
SE RESTABLECE LA DEMOCRACIA
El Diario, el 18 de noviembre, en su primera plana,
tituló: “Lidia Gueiler es la primera mujer que gobierna Bolivia”. El
matutino Hoy informó que las labores de la nueva Presidenta estaban
“íntegramente dirigidas a consolidar la democracia”, que fue interrumpida por
un golpe de Estado.
Al inicio de su gestión, Gueiler nombró un gabinete
ministerial que denominó independiente. Designó al general Armando Reyes Villa
como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, al general Rubén Rocha Patiño,
jefe de Estado Mayor, y al general René Villarroel Rejas, comandante General
del Ejército.
Según declaraciones del general Luis García Meza, tal
designación no tuvo respaldo del Ejército. Desde ese momento, el ruido de
sables se empezó a escuchar en el Palacio Quemado y el 16 de julio de 1980 el
militar se hizo del poder por medio de un sangriento golpe de Estado. Lidia
murió en La Paz el 9 de mayo de 2011, a los 89 años, por un paro
cardiorrespiratorio.
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