Esta intervención tiene por objetivo presentar el desarrollo
de la acción misionera del Colegio Franciscano de Propaganda Fide de Tarija en
el periodo colonial, del proyecto misionero desde las misiones entre fíeles e
infieles como se ha denominado en la literatura misional franciscana.
La “Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa“(45) fue
fundada en 1574 por el capitán Luis de Fuentes y Vargas, desde los primeros
años se fue configurado el espectro religioso, con la llegada del Dominico P.
Francisco Sedeño, junto a Luis de Fuentes, y la fundación de su convento en
1575, la fundación del convento de los Agustinos y de San Juan de Dios hasta
fines del siglo XVI(46). En 1606 completa la presencia de mendicantes los
franciscanos con la fundación del Convento de Santa María de los Ángeles de
Tarija(47).
Ante aquella respuesta los pobladores tarijeños se
comprometieron a solventar los gastos de construcción y manutención de los
religiosos del convento franciscano de Tarija(49).
Este inicio tan particular conectó la vida de los pobladores
con la vida y acción evangelizadora de los religiosos franciscanos. Esto se
puede constatar por medio del desarrollo de las Pías Memorias, que fue un
sistema de capellanía que conectaban las fincas, chacras y viñas con el
convento franciscano, así se financió la manutención del convento en la época
colonial y se pudo sostener el servicio religioso a los fieles.
La acción misionera de los franciscanos en Tarija fue
periodizada por Lorenzo Calzavarini en su enciclopedia franciscana Presencia
franciscana y formación intercultural, en el sudeste de Bolivia, (1606-1936)
según documentos del Archivo Franciscano de Tarija, IV Centenario de la
fundación del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles (Colegio de Propaganda
Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006)”. En esta enciclopedia se puede distinguir
una periodización que aquí la presentamos bajo estas cetegorías: prot-misión,
misión y post-misión.
Prot-misión corresponde a la primera etapa de vida
conventual en Tarija de 1606 a 1755, en la que se desarrolla sólo la vida
conventual; el periodo de misión corresponde a la actividad misionera del
Colegio de Propaganda Fide desde 1755 a 1918, comprendiendo la última etapa
colonial, con la presencia de misioneros españoles y la republicana con la
restauración de los Colegios Misioneros de fray Andrés Herrero y la presencia
de misioneros de las provincias italianas(50), año de la supresión del Colegio
de Propaganda Fide para dar paso a la erección del Vicariato del Chaco en la
zona que trabajaron los Franciscanos de Tarija. Desde 1919 hasta 2006 comprende
la post-misión o época moderna que comprenden la acción de la orden en nuevos
espacios urbanos. De esta manera periodizó los 400 años de actividad
franciscana en y desde Tarija(51).
El periodo que interesa en esta presentación es el periodo
colonial de prot-misión y la primera etapa colonial de la misión, desde 1606
hasta 1825. En éste se puede distinguir claramente dos momentos: el primero
desde la fundación del convento en 1606 hasta 1755, y el segundo desde 1755,
año de la erección del convento en Colegio de Propaganda Fide, hasta los
umbrales de la revolución.
Los franciscanos desde su llegada a Tarija en 1606 se
dedicaron a las siguientes actividades: construcción del convento,
acompañamiento espiritual a los fieles y visitas periódicas a las fincas, viñas
y chacras que se encontraban en la región, que fue desde el valle de Cinti, hoy
parte del departamento de Chuquisaca, hasta las regiones cercanas a Salinas y
Bermejo, cerca de la actual frontera con Argentina.
Sobre la Etapa de prot-mision, veamos algunas aspectos, de
la vida de los religiosos, de este primer periodo, vale destacar estos
aspectos: primero el convento en principio debía ser un convento de recoletos
pero el número de religiosos no fue suficiente, a pesar de eso, ellos asumieron
ese estilo de vida franciscana que se caracterizó por llevar una vida separada
del mundo con una intensa dedicación a la vida espiritual. Así documentó el
cronista de la época fray Diego de Mendoza, en su Crónica de la Provincia de
los Charcas, la vida del primer Guardián Fray Antonio de San Buenaventura(52)
que luego de su conversión y toma del hábito franciscano en el Perú su vida
tuvo notas de santidad en Tarija; otro religioso destacado en la región fue el
Fray Gregorio Bolívar(53) que hizo incursión en la región de los guaraníes en
el siglo XVII. Un acontecimiento relevante, en los inicios, fue registrado por
Mendoza, él relata con detalle del descubrimiento de una “Cruz” cerca del
pueblo de Torres(54), en las cercanías de Salinas. Ella fue una reliquia
religiosa de los guaraníes a la que le atribuyeron varios milagros, por ese
motivo la cruz fue trasladada al convento San Francisco de Tarija donde se la
conserva como reliquia sagrada. Conectando de esta manera elementos del mundo
simbólico guaraní con la vida religiosa franciscana. La historia de esta cruz
se puede conectar con los relatos sobre Santo Tomás que contaron los guaraníes
en el Paraguay, la cual fue registrada por el P. Antonio Ruiz de Montoya en su
libro “Conquista Espiritual”(55).
La acción misionera franciscana en la primera etapa colonial
no se debe entender sin una conexión con la ciudad que solicitó a dichos
religiosos. La fundación de Tarija tiene dos motivos muy claros, Tarija se
fundó dentro de una política de expansión colonial que buscaba, por un lado,
conectar e integrar el norte, Lima, Charcas con el sur, Tucumán, Santiago del
Estero y el Río de la Plata y al oriente con Asunción. Por otro lado, buscaba
con ésta política conquistar a los guaraníes, por eso la posición de Tarija fue
estratégica en la expansión colonial.(56)
La acción de los franciscanos se conectó con estos objetivos
fundacionales de la ciudad de Tarija, la integración de la región, por medio de
las misiones entre fíeles y las Pías Memorias, y la llegada a los poblados
indígenas a través del proyecto misionero franciscano de las llamadas misiones
“entre infieles”. Estas acciones son intensificadas por la acción misionera del
Colegio de Propaganda Fide de Tarija.
Los Colegios de Propaganda Fide
Los Colegios de Propaganda Fide fueron parte de una acción
de renovación eclesial y misional que se plasmó de manera efectiva en la Orden
Franciscana(57). Es así que el Colegio de Propaganda Fide de Tarija fue parte
de este proceso de renovación eclesial. Por eso es importante anotar aquí
algunos datos.
Este nuevo modelo misional denominado Colegios de Propaganda
Fide fue una institución misionera que estaba bajo la dirección de la
Congregación de Propaganda Fide fundada en 1622 con la Bula Inescrutabili
divinae providentiae de Gregorio XV(58). La creación de esta Congregación
significaba, por un lado, una nueva forma de control del espacio misional desde
Roma, donde la Iglesia retomaba sus principios misionales originarios. Por otro
lado, la cualificación sistemática de misioneros. Dentro de esta lógica se
fundó el Colegio Urbaniano(59) con una perspectiva internacional.
En la Orden Franciscana ya existía inquietud por una reforma
para responder con efectividad a los nuevos desafíos que planteaba la misión,
por ejemplo, los informes del P. Gregorio Bolívar de 1625, en los que
solicitaba conventos donde se especialicen misioneros exclusivamente para la
misión. Todas estas inquietudes e iniciativas fueron reunidas y sistematizas en
Roma por el P. Francesco Ingoli(60), Secretario de la Congregación, el cual
canalizó las diversas inquietudes recibidas.
Fray Antonio Flinás con el apoyo del P. José Ximenez
Samaniego, Ministro General de la Orden Franciscana, desarrolló un proyecto
misionero a partir de la fundación del primer Colegio de Propaganda Fide de la
Santa Cruz de Querétaro en México en el año 1665, con licencias del P.
Samaniego, Carlos II y con el Breve Sacrosancti Apostolatus Officilum de
Inocencio XI(61).
Rápidamente en Portugal, España y América se erigieron
colegios de Propaganda Fide, uno de ellos fue el Colegio de Propaganda Fide de
Tarija.
Los colegios fundados estaban en la lógica de una “misión
canónica”, esta denominación designa el proceso jurídico eclesial de una nueva
institución franciscana con autonomía de las provincias, marcando, de esta
manera, un estilo de franciscanismo misionero, además mostraba la capacidad de
evolución y de adaptación de la orden a los desafíos misionales sobre la base
jurídica de Sacrosancti Apostolatus Officium y Ecclesiae Catholicae(62) de
Inocencio XI. En Tarija está el corpus jurídico que fue sistematizado por el P.
Antonio Comajuncosa(63).
El Colegio de Propaganda Fide de Tarija
En 1755 el convento de Tarija es elevado al rango de Colegio
de Propaganda Fide. Este estatus lo tuvo hasta 1918 año en que se suprimió el
colegio, porque la zona misionera, donde trabajaron los religiosos, fue erigida
en el Vicariato del Chaco en la lógica de un proceso eclesial, creando así una
nueva jurisdicción eclesial.
La orden resolvió crear el Colegio de Propaganda Fide en
medio de contradicciones. En principio tenían que ceder esa provincia el
Convento de Ocopa pero por oposición de los religiosos no se cedió. Ante esta
situación impuso su autoridad el P. Francisco Soto y Marne y se cedió el
convento de Tarija para que sea Colegio de Propaganda Fide.
En la patente de fundación, firmada en 3 de abril de 1573,
el P. Marne enfatizó su autoridad como superior y el derecho y obligación de la
orden de misionar según las bulas inocencianas; bajo este imperativo, ordenó la
cesión y erección del convento de Tarija en Colegio de Propaganda Fide.
En el año de 1755 el P. Marne envió 20 misioneros a Tarija,
este grupo fue liderado por fray Manuel Mingo de la Concepción, conocido como
el primer cronista conventual, además estaba entre ellos el hermano fray
Francisco del Pilar, que fue el fundador de las misiones entre los guaraníes (64).
El nuevo colegio empezaba con un claro objetivo misionero,
ocupar de las “misiones y conversiones vivas” y para esto desarrolló un nuevo
modelo institucional misionero.
La primera tarea de los religiosos fue la construcción del
nuevo convento, porque el convento que encontraron estaba en estado de pobreza.
El nuevo edificio se edificó bajo el concepto de “cuartel de los soldados de
Dios” en el proceso de construcción se destacó la presencia de los arquitectos
Antonio Oliver (65) y fray Francisco Miguel Mari(66). El resultado fue un
convento que cambió el imaginario urbano de Tarija pues fue el edificio más
grande de la pequeña Tarija colonial porque abarcaba esta estructura religiosa
más de dos manzanos.
Misioneros
Los religiosos franciscanos de la nueva institución se
caracterizaron por dos aspectos: formación y espiritualidad. Los religiosos
aparte de recibir la formación religiosa, dispuesta en las normas de la orden,
se especializaban exclusivamente dos años en métodos misionales, lenguas
indígenas y teología de la misión, además desarrollaron una profunda
espiritualidad franciscana misionera que les permitía asumir desafíos extremos.
Este estilo de vida se sistematizó en los, Estatutos Municipales del Colegio de
Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija(67). Otro aspecto interesante de la
vida de los religiosos de Tarija fue su cotidiana participación en las
conferencias, allí ellos desarrollaban temas concernientes a la misión, temas
teológicos sobre moral, doctrina y se plateaban problemas concretos de la
misión y buscaban las posibles soluciones. El fruto de estas reflexiones se
sistematizó en manuales para la misión, es el caso del “Manual de
Misioneros”(68), y los sermonarios del P. Antonio Comajuncosa. Además en las
conferencias se tocaban temas tan específicos que fueron varios de ellos
presentados en el texto del Prefecto de Misiones, también del P. Comajuncosa.
En Tarija se juntaron dos tradiciones de francisanos, se
podría denominar como, una tradicional y otra moderna. El grupo tradicional fue
el grupo de fundadores donde se destacaron el P. Manuel Mingo de la concepción
y el hermano fray Francisco del Pilar, ellos trabajaron con métodos que se
pueden llamar tradicionales pues seguían los modelos utilizados en Ocopa. El
otro grupo que logró dar un cambio cualitativo en el colegio de Tarija fueron
los religiosos colectados por el P. Mingo en sus viajes como Comisario
Colector, tanto del Colegio de San Miguel de Escornalbou en Cataluña, donde se
preparaban exclusivamente franciscanos para la misión en América, entre ellos
estaba el P. Antonio Comajuncosa; como de Cantabria como el P. León de
Santiago, ellos aplicaron los métodos misionales desarrollados en su regiones
españolas con los que lograron potenciar y efectivizar la acción misionera de
los Franciscanos de Tarija. Estos dos estilos, variantes y evolución de dos
métodos están registrados en los escritos del P Manuel Mingo de La
Concepción(69) y del P. Antonio Comajuncosa(70).
El proyecto misionero franciscano tenía tareas específica,
los misioneros se concentraron en dos tipos de misión, por un lado la misión
entre fieles y por otro lado la misión entre infieles.
a) Misiones entre fieles
Las misiones entre fieles fue una aplicación práctica y
sistemática de la reforma post-tridentina. En este sentido los objetivos de los
misioneros en su apostolado fueron: transformar al individuo y las relaciones
sociales. Por eso la conversión del creyente es la meta principal de la acción
evangelizadora(71).
Esta acción pastoral de trasformación fue una de las mayores
contribuciones de la Iglesia a la transformación del hombre moderno(72), porque
a través de la interiorización de las normas y acrecentamiento del sentido de
la responsabilidad individual, se buscaba el control sobre el cuerpo y las
emociones(73)
El método fue efectivo pues integraron el sermón en una
retórica misional que se desplegaba para obtener el máximo efecto en los
oyentes, y cumplir efectivamente su fin de enseñar y conmover. La teatralización
de la predicación constituyó una obra maestra de la estrategia misionera, en
este sentido los franciscanos de Tarija desarrollaron y sistematizaron su
método en el “Manual de Misioneros” escrito por el P. Comajuncosa.
En este “Manual...” se encuentra todo un sistema de estética
teológica para la misión: música, poesía, teatro y predicación. Este sistema de
mediaciones fue capaz de integrar elementos teológicos, misionales y
psicológicos como construcción de una “civilización barroca” en el contexto
Charcas. En este sistema fue importante la dimensión penitencial como uno de
los ejes centrales de la temática teológica, pues los temas de la pasión muerte
y resurrección se ubicaron en el centro de la temática para evocar la
conversión de los fíeles.
El territorio que abarcó la acción de los franciscanos de
Tarija se extiende desde Moquegua en el Perú hasta Tucumán, hoy Argentina.
Conectando de manera sistemática una región con una simbología religiosa
franciscana. En todo este sistema el factor principal fue el número y calidad
de los misioneros.
b) Misiones entre infieles
Las misiones entre infieles fue la acción evangelizadora
entre los no cristianos, en el Chaco con el pueblo Guaraní.
El primer contacto de los franciscanos del Colegio de
Propaganda Fide fue con los guaraníes, lo hizo el P. Manuel Mingo de la
Concepción en el año 1758, él viajó a la región ubicada entre Sauces y la
Laguna, allí visitó a los indígenas y los hacendados de la región. Los
indígenas recibieron a los franciscanos amigablemente pero no aceptaron ser
cristianos.
En el proceso de fundación de las misiones fue fundamental
en el rol jugado por Fray Francisco del Pilar, un hermano lego, fundador de 17
misiones en el chaco. Él se acercó a los guaníes no con una actitud de conquistador,
sino más bien con una actitud de servicio, utilizando un método denominado de
caridad. En 1761 viajó él con el P. Tomás Anaya, en sus conversaciones con los
guaraníes el P. Anaya explicó que el cristianismo no es sinónimo de esclavitud
sino una nueva forma de comunidad(74). Un desastre natural provocó el nuevo
contacto. En ese año se produjo una riada en el pueblo de Pilipili, ante esta
catástrofe fray Pilar asistió a los enfermos y las necesidades de los que le
solicitaban ayuda, de esta manera, él se ganó un status en la comunidad Guaraní
y fue reconocido como ipaye(75) (Chaman) porque el curaba, vivía célibe y tenía
palabras de profeta. Este reconocimiento en el mundo simbólico indígena le
permitió ganar la confianza de los guaraníes y proponer un modelo misional en
la región, así los franciscanos lograron fundar 22 misiones.
Para comprender mejor la acción franciscana, Lorenzo
Calzavarini, historiador franciscano, identificó e interpretó dos dimensiones
en la acción franciscana en el Chaco: por un lado la “reducción” y por otro la
“misión”. La reducción comprendía un espacio amplio de contacto entre los
franciscanos y los indígenas, los indígenas que no eran cristianos y no tenía
deseo de serlo podían beneficiarse del sistema colectivo de las misiones, por
ejemplo la distribución de carne y de comestibles, que provenían de las
regiones más productivas. El otro elemento denominado la “misión”, consistía en
la acción directa de los franciscanos con los guaraníes convertidos al
cristianismo. Para efectivizarla se concentraron en atender las escuelas con el
objetivo de preparar una nueva generación en el mundo indígena.
Las misiones fundadas fueron en la frontera que tenían los
guaraníes con los españoles y no en el corazón del mundo indígena, por esta razón
se mantuvo una zona con poco impacto y contacto con lo colonial, interesante es
que desde ésta se originaban reacciones contra la centralidad colonial.
Algo relevante en la época misional fue la defensa del
proyecto misional franciscano contra el proyecto de regionalización(76)
presentado en 1788 por Francisco de Viedma(77), Intendente de Cochabamba.
Viedma fue un fiel ejecutor de la reforma borbónica, para implementar ésta él
presentó ante las autoridades de Charcas un Plan de Gobierno. Este plan fue resultado
de un viaje de inspección a la zona donde hacían misión los franciscanos de
Tarija.
El plan buscaba el mejor aprovechamiento y administración de
la agricultura y ganadería para una mayor captación de recursos, por eso, él,
propuso tomar la administración de las 4 misiones franciscanas del norte,
Piraí, Cabezas, Florida y Abapó. Para consolidar esta acción propuso que estas
misiones se conviertan en parroquias y pasen a depender del Obispado de Santa
Cruz. En principio propuso que el clero secular asuma la atención de las
parroquias, posteriormente propuso que los franciscanos del nuevo Colegio de
Propaganda Fide de Tarata asuman la dirección de estas parroquias(78)
Ante este proyecto de Viedma los franciscanos del Colegio de
Propaganda Fide de Tarija reaccionaron para defender su proyecto misionero, es
así que delegaron al P. Antonio Comajuncosa la tarea de defensa. Por ese motivo
fue nombrado por el discretorio como Prefecto de Misiones en 1794 y
posteriormente como escrito conventual.
Dos aspectos son defendidos por el P. Antonio Comajuncosa:
la unidad regional y en especial los principios misionales de la orden
franciscana. La unidad regional implicaba la defensa de la unidad social,
cultural y religiosa de la región y la unidad indígena. La defensa la inició el
P. Comajuncosa con la elaboración de un exhaustivo informe para la Audiencia de
Charcas, allí analizó el Plan Viedma, anotó las imprecisiones, errores y
exageraciones, demostrado así que el informe no correspondía plenamente a la
realidad de la región(79). Allí argumenta la importancia de la unidad regional
y en especial a los guaraníes como una nación con derecho a su territorio y su
cultura, escribe el P. Comajuncosa “ninguna nación puede ser dividida ni por
gobierno ni por obispado”. Los franciscanos entendían el Plan Viedma como una
“repentina mutación” (80) . Con esta argumentación se defendió la unidad de la
nación guaraní(81).
Por otro lado, el P. Comajuncosa criticó la propuesta de que
el clero secular se haga cargo de las misiones, afirmaba que ellos no están
cualificados para atender esas misiones, pues carecían de una formación
especial como los religiosos del Colegio de Tarija, además argumentó que el
clero secular tampoco tenía una estructura institucional equiparada a un
colegio de misioneros que sostenga y apoye esa acción. Sobre los religiosos de
Tarata sostiene que ellos están abocados a atender la región de guarayos y no
la región guaraní.
Para los franciscanos de Tarija el proyecto de Viedma
significó la destrucción de un sistema misional, porque desintegraba la unidad
regional social-cultural y religiosa de la región. Además, el P. Comajuncosa
defendió dos temas de fondo en sus escritos: la identidad misionera de la Orden
Franciscana y el derecho de la Iglesia y de los franciscanos a evangelizar. La
identidad misionera de la orden es presentada cuando aclara enfáticamente que
los religiosos franciscanos deben ser estrictos imitadores de Francisco y de
los santos de la primera generación de la orden que vivieron bajo la ley de Evangelio
y con el claro objetivo de anunciar ese mensaje(82).
Conclusión
La Orden Franciscana con la creación del Colegio de
Propaganda Fide de Tarija realizó un cambio cualitativo en su presencia y
acción en Charcas porque logró consolidar un centro especializado en misiones,
completando de esta manera la acción franciscana en la región iniciada por la
provincia.
El colegio de Tarija es un claro ejemplo de este proceso de
renovación misionera, franciscana y eclesial, pues su estructura fue una nueva
variante de franciscanismo autónomo misionero en la región.
El proyecto misionero a través de las misiones entre fieles
logró influir en los ciclos religiosos y festivo popular en la región y por la
misión entre infieles lograron tener aceptación y una presencia activa en el
mudo guaraní.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico:
michurquisito@gmail.com
(45) Cf., “Provisión del Virrey para la fundación de
Tarixa”, Corrado Alejandro, Comajuncosa, Antonio, El Colegio Franciscano de
Tarija y sus Misiones, Maldini Gerardo (Ed.), Tarija 1990, Tomo 2, págs.
509-512.
(46) Cf., Trigo O’Connor d’Arlach, Eduardo, Tarija en la
Independencia del Virreinato del Río de La Plata, La Paz, Plural, 2009, págs.
15-22.
(47) Cf., 1606. III. 10. La Plata; 1607.1. 9. La Plata.
Escritura original de la licencia de la fundación del Convento. (A.F.T. EP-1),
en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana y formación intercultural, en
el sudeste de Bolivia, (1606-1936) según documentos del Archivo Franciscano de
Tarija, IV Centenario de la fundación del Convento de Nuestra Señora de los
Ángeles (Colegio de Propaganda Fide 1755-1918 de Tarija (1606-2006), Santa Cruz
2006, Tomo I, • págs. 133-136.
(48) Cf., Barnadas, Jopsep, Charcas: orígenes históricos de
una sociedad colonial, Centro de Investigaciones y promoción del campesino, La
Paz , 1973, pág. 33-42.
(49) Cf., 1606. V. 4. Tarija. Derrama que hicieron los
vecinos y benefactores de esta Tarija, para la fundación y erección de esta
Iglesia y Convento; y tiene 173 donaciones. (A.F.T. EP-2), en: Calzavarini,
Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo I, págs. 137-144.
(50) Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Ecos de la presentación de
los tres primeros tomos. Proceso de elaboración del libro “Presencia
franciscana y formación intercultural en el sudeste de Bolivia”, tomos I-II-III
correspondientes a la Audiencia de Charcas, 1606 - 1825”, en: Cántaro N° 321,
2005.08.25, Tarija. “Acción del Colegio de Propaganda Fide y su actividad
misionera en el momento colonial y republicano”. Calzavarini, Lorenzo,
Presencia franciscana, Tomo I, pág. XLIV. Cf., Gómez Mendoza, Manuel, “Cuatro
siglos de historia”, en: Cántaro No. 240.
(51) Fuentes en: Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana
I-VII. Además en Gómez Mendoza, Manuel, La nueva obra del Centro Eclesial de
Documentación y su autor, Cántaro, N° 305. Tarija 2005.
(52) Mendoza, Diego de, Chrónicas de la Provincia de San
Antonio de los Charcas, La Paz, 1976, págs. 293-301.
(53) Cf., “De la entrada que hizo a los indios chiriguanaes
el Padre Comisario Fray Gregorio de Bolívar, por el valle de Cochabamba”, en
Mendoza Diego de, Chrónica de la Provincia, pág. 113-116. “Actividad misionera
del P. Gregorio Bolívar”, Heras, Julián, Perú-Bolivia, S. 538-540. Cf.,
Lemmens, Leonhard, Geschichte der Franziskanermissionen, N° 12. Münster 1929,
pág. 318.
(54) Mendoza, Diego de, Chrónica, págs. 119-124.
(55) Ver: Ruiz de Montoya, Antonio, Conquista Espiritual,
feita pelos Religiosos de Companhia de Jesu ñas Provincias do Paraguai, Paraná,
Uruguai e Tape, I° Ed. Brasileira, Martins Livreiro Editor, Porto Alegre, 1985,
págs. 98-101.
(56) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Nación chiriguana: grandeza
y ocaso, Ed. Los amigos del libro, Cochabamba, 1980, pág. 55. Datos del Oidor
Matienzo, en Roberto Levillier, La Audiencia de Charcas: correspondencia de
presidentes y oidores; documentos del Archivo de Indias. Madrid 1918, pág. 162.
(57) En esta lógica está la investigación de: Langenbacher
Jiménez, Ferdy, Origen, desarrollo e influjo de los Colegios de Propaganda Fide
en la Iglesia y Sociedad de la recién Fundada República boliviana (1834-1877),
Grottaferrata, Frati Ed. di Quaracchi, (Rom 2005), pág. 498.
(58) Cf., Orbis Seraphicus; Historia, S. 2-5. Maroni Romano,
Gaetano Calvaliere del, Dizionario, pág. 243.
(59) Cf., Jezernik, Maksimilijan, Il Collegio urbano, in
Sacrae Congregationis de Propaganda Fide, Memoria rerum. 350 anni al servizio
delle missioni 1622-1972,I/1. Herder, Rom-Freiburg-Wien, 1971, págs. 465-482.
(60) Cf., Grisar, Josef, Institut vor rómischen Kongregation
(1616-1630), Pontificia Univ. Gregoriana, Rom, 1966, págs. 238 -247.
(61) Cf., Diez, Joseph; Langenbacher, Ferdy, Apostólicos
empleos de los hijos del Seraphin Llagado, obreros evangélicos del Collegio de
la Santissima Cruz de la ciudad de Santiago de Querétaro. Grottaferrata, 1999,
pág. 12. Cf., Espinosa, Isidro Félix de, Juan Domingo Arricivita, Chronicas
apostólicas, y seraphica de todos los colegios de Propaganda Fide de esta
Nueva-España, de missioneros franciscanos observantes: erigidos con autoridad
pontificia, y regia, para la reformación de los fieles, y conversión de los
gentiles; consagrada a la milagrosa cruz de piedra, que como titular se venera
en su primer Colegio de Propaganda Fide de la muy ilustre ciudad de Santiago de
Querétaro, sita en el arzobispado de México, México 1746, pág. 322.
(62) Cf. Calzavarini, Lorenzo, Encyclicas o cartas
circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del
régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo
Franciscano de Tarija) en: Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia
Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, No. 7. Cochabamba 2007, págs. 11
Oss.
(63) Ver la investigación de: González, Fernando Jesús,
Elementos de derecho canónico indiano en la obra inédita de Fray Antonio
Comajuncosa, “El Comisario Prefecto de Misiones instruido”, Pontificia
Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, Buenos Aires,
2010.
(64) Anasagasti, Pedro, Francisco del Pilar Conquistador
Evangélico del Chaco Chiriguano, 1991, La Paz, Don Bosco, pág. 80.
(65) Cf., Biografía de Fray Antonio Oliver, en Calzavarini,
Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo III, pág. 1445.
(66) Cf., 1795. I. 13. Tarija. Acta n. 8: Fray Francisco
Miguel Mari contrario a la construcción de la atahona, en Libro de las Actas
Discretoriales, 1794-1920. (A.F.T. H - 9), y 1806. I. 4. Tarija. Acta n. 33:
Trabajos de Fray Francisco Miguel Mari, en Libro de las Actas Discretoriales,
1794-1920. (A.F.T. H-9), S. 391-394, en Calzavarini, Lorenzo, Presencia
franciscana, pág. 379-380.
(44) Fundación “Lorenzo Calzavarini”. Correo electrónico:
michurquisito@gmail.com
(67) 1801-1805. Tarija, Estatutos Municipales del Colegio de
Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija (A.F.T. RR-11).
(68) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Manual del Misionero del
Padre Antonio Comajuncosa 1804 (Acción apostólica y religiosidad popular del
Colegio de Propaganda Fide de Tarija en el siglo XVIII)”, en Anuario de la
Academia Boliviana de Historia, N. 3, (1997), S. 73-86. Gómez Mendoza Manuel,
“Coplas para las misiones entre fieles” en el Manual de Misioneros (1803) del
P. Antonio Comajuncosa, misionero del Colegio de Propaganda Fide de Tarija. VII
Encuentro Científico Simposio Internacional de Musicología (VI ECSIM) tema La
fiesta en la Época Colonial Iberoamericana: Santa Cruz 22 y 23 de abril, Cruz
de la Sierra. APAC. 2008.
(69) Mingo, Manuel de la Concepción, Historia de las
Misiones franciscanas entre Chiriguanos, Tomo I-II, UAJMS, Tarija 1996.
(70) Comajuncosa, Antonio. Manifiesto Histórico, Geográfico,
topográfico, Apostólico y Político de lo que han trabajado, entre fíeles e
infieles los misioneros franciscanos de Tarija, 1754-1810, Ed.
Offset-Franciscana, Tarija-Bolivia, 1993, pág. 315.
(71) Cf., Rico Callado, Luis Francisco, Misiones Populares
en España entre el Barroco y la Ilustración, premio humanismo e ilustración
2005, Instituto, 2006, Valencia, pág. 11.
(72) Op cit., pág. 11.
(73) Idem.
(74) Cf., Calzavarini, Lorenzo, Presencia franciscana, Tomo
I. págs. 66.
(75) Cí, Calzavarini Lorenzo, Nación chiriguana, pág. 46.
(76) “Descripción y estado de las reducciones de indios
Chiriguanos”, in der 1800. II. 26. Potosí. Informe general de todas nuestras
Misiones, elevado ante el Virrey de Buenos Aires. (A.F.T. M-52). Calzavarini,
Lorenzo, Presencia franciscana, pág. 770.
(77) Cf., Viedma Francisco, Descripción, S 140. Van den
Berg, Hans, “Francisco de Viedma y su plan de gobierno de las misiones de la
Cordillera de los Sauces. In: Anuario de la Academia de Historia Eclesiástica,
N° 2. La Paz 2006, págs. 45-72.
(78) ídem.
(79) Cf., 1796. Tarija. Reflexiones sobre el informe de
Viedma [de 1788], por el Padre Antonio Comajuncosa. (A.F.T. M-125), en Presencia
Franciscana, tomo II, pp. 825-842.
(80) 1798. V. 26. Tapera. Fray Francisco del Pilar: el Plan
Viedma “es repentina mutación”. (A.F.T. M-152.25), en Calzavarini, Lorenzo,
Presencia Franciscana, págs. 867.
(81) Cf., Calzavarini, Lorenzo, “Encyclicas o cartas
circulares del P. Fray Antonio Comajuncosa (1794-1801) (e historiación del
régimen reduccional franciscano, 1755-1825, según fuentes del Archivo
Franciscano de Tarija)”, en Bolivia Franciscana, Revista de la Provincia
Misionera de San Antonio en Bolivia, Año 7, N° 7, 2007, Cochabamba, págs.
105-182.
(82) Idem.
DEL LIBRO: DINÁMICAS SOCIALES
LOCALES EN LA ÉPOCA COLONIAL
Serie Jornadas Tarija 2014
Editor: Daniel Vacaflores
Editorial La Pluma del Escribano
Tarija. Septiembre de 2014
*Artículo publicado en El País de Tarija el 17 de julio de
2016.
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