Por: Eduardo Machicado Saravia - Director
Ejecutivo de la Fundación "Flavio Machicado Viscarra" / Publicado en
Revistas Bolivianas.
El hijo mayor de la familia de Nicolás Machicado y Marcelina
Silva, fue Flavio Machicado Silva, nacido en el año 1858, joven admirado por
hombres públicos como el Gral. Pedro Villamil; don Otto Richter, comerciante
alemán; el Coronel Juan Saravia y Espinoza; don Manuel Velasco Flor y otros,
que ejercieron la función de Subprefecto de la provincia Larekaja y a quienes,
desde una edad muy temprana, ayudó "en el quehacer" de la oficina
pública, por su buena letra y redacción del castellano.
En 1878, cuando el Gral. Hilarión Daza era Presidente de
Bolivia, el Coronel Narciso Tabalares, Subprefecto de la provincia Larekaja,
como todos sus antecesores, tenía al joven Machicado en calidad de Secretario.
El Coronel, además, como buen amigo del Presidente, le comunicó a su
Excelencia, las cualidades del joven Machicado Silva.
Daza se valió de este antecedente para ordenar al
Subprefecto, la presencia del joven en el Palacio de Gobierno y hacerlo su
secretario privado, como dote excepcional.
Cabe señalar que Otto Richter, Benedicto Goytia y el propio
presidente Hilarión Daza, se hallaban casados con tres hermanas, apellidadas
Gutiérrez, en el siguiente orden: Malvina (la mayor) casada con Otto Richter,
Benita con Hilarión Daza y Juana (la menor) con Benedicto Goytia, cuyo padre,
coronel, fue un rico productor de alcohol(1) en el pueblo de Mapiri.
En esta forma, Flavio, a sus 22 años aproximadamente, llega
al Palacio de Gobierno y se hace espectador directo de los acontecimientos
políticos de la Guerra del Pacífico 1879.
Guerra que se inicia, el 14 de febrero, con la invasión por
parte del ejército de Chile al puerto de Antofagasta. Flavio deja como
testimonio los relatos personales que vivió durante la guerra, refrendados por
sus cartas(), a su madre, doña Marcelina
Silva.
Estas cartas, que guardan una relación íntima y reservada,
se refieren, sobre todo, a sus inquietudes y preocupaciones personales de todo
lo que acontecía. Así por ejemplo, el 10 de abril de 1879, escribe desde La Paz
a Sorata, donde vivía su madre (doña Marcelina): "...Me preocupa la
situación de mi hermano Teodoro, quien está reclutado en el tercer batallón,
bajo las órdenes del Coronel Gonzales." Dos días después, el 12 de abril,
complementará: "...he logrado liberar a Teodoro de su reclutamiento, tras
conversar con el Presidente y éste, estaría de retorno a Sorata en el
día". En la misma carta, le comunica a su madre: ..."mañana lunes,
después de Pascuas, me marcho con el Presidente a la campaña, con el mismo
puesto de Secretario..."
El 15 de mayo de 1879, escribe desde Tacna:
"...probablemente a fines del presente mes, continuemos la marcha hasta
ponernos al frente del enemigo; porque el Presidente del Perú ha ordenado, se
movilizaran ya las escuadras, sin las cuales nosotros jamás podríamos navegar...",
haciendo alusión a la flota peruana, en especial al Huascar (blindado), que
fuera el temor de Chile y la esperanza de Bolivia.
El 31 de agosto de 1879, escribe de la misma ciudad:
la guerra sigue siempre lo mismo, sin que nada pueda
avanzar; el Huascar, en su última expedición, combatió cuatro horas en
Antofagasta con los fuertes del puerto y los buques enemigos el Albatros y
Magallanes, recorrió los puertos hasta Tocopilla, destruyendo a su paso cuanta
lancha encontró. Hoy regresa sin novedad, la principal significación de estos
hechos consiste en que el enemigo se convenza de que por nuestra parte se
procede con valor y denuedo, y que aún en lo más pequeño nos ayude siempre la
buena suerte para no sufrir decepciones.
En los hechos, lo sucedido posteriormente el 8 de octubre de
1879, cuando el Huascar cae en poder de los chilenos se da el desastre
posterior de la batalla de San Francisco lo cual trae consigo la mayor
decepción para peruanos y bolivianos. Esta situación determina una influencia
negativa para el logro del éxito en la guerra posterior.
La guerra del Pacífico duró tres años, se inició con la
ocupación del puerto de Antofagasta, por el ejército chileno, un 14 de febrero
de 1879 y finalizó en agosto de 1881, con la ocupación chilena de la ciudad de
Lima (Perú).
La invasión de Antofagasta en 1879, anota bien don Julio
Mendez, en su "Memorial de noviembre de 1893", fue
consecuencia única de la usurpación de territorio por parte de Chile.
Bolivia, decía Mendez:
tiene con el Perú el Uti
Possidetis de 1810 y el tratado de la ciudad de Chuquisaca del 15 de noviembre
de 1826, que le otorga a Bolivia la costa del Pacífico al Norte del río Loa
hasta el Morro de Arica, a virtud de un canje (con el Perú) de Copacabana, la
mitad del lago Titicaca (el lago mayor y menor) y las misiones del gran
Paititi.(3)
Francisco Valdés Vergara, periodista chileno, escribe
refiriéndose al tratado de 1904:
"Estudiemos esa guerra, en su origen, en su desarrollo
y en sus consecuencias para hacer justicia a los que sirvieron bien a la patria
en la hora del peligro y para aprender muchas enseñanzas que de ella nacen;
pero pongamos en guardia los sentimientos rencorosos que pueden despertar en
nuestros corazones al relatar las intrigas diplomáticas y de las sangrientas
batallas. Tengamos presente que el pueblo boliviano, á merced entonces de
un soldado torpe e ignorante,(4) vive hoy un régimen normal de gobierno y es
nuestro amigo".(5)
Argumento, al que corresponde responder con un pensamiento
de Víctor Hugo, escritor francés (1878) hablando de Voltaire que dice:
"...Si robar es una vergüenza, conquistar no puede ser un triunfo; si
matar es un crimen, matar muchos no puede ser una gloria." Esto sirve
también como respuesta al presidente entonces de Chile, don Ricardo Lagos,
cuando en la "Cumbre de las Américas", en enero del año 2004, dijo:
"Bolivia debería vivir una agenda para el siglo XXI y olvidar los años del
siglo XIX".
El gobierno de Chile se sirvió, y se sirve todavía, de la
figura del Gral. Mariano Melgarejo, para manifestar, posteriormente, la
inseguridad jurídica y económica del Estado Boliviano, como pretexto para su
usurpación territorial; deforma los hechos y posteriormente la historia.
Aprovechó primero a este gobierno (el de Melgarejo), para conseguir ventajas a
su favor, como fue el derecho libre de explotación para la Compañía de Salitre
de Antofagasta y luego, se sirvió para desprestigiar su figura deformando la
Historia y llenándola de anécdotas superficiales de la figura del presidente
Melgarejo, para ocultar su atropello.
Aquí corresponde hacer un relato breve de lo acontecido
durante este periodo, para colocar las cosas en su contexto histórico y no
perder el hilo de los hechos.
La caída del bárbaro, como diría Arguedas, refiriéndose al
Gral. Mariano Melgarejo, se realizó el 15 de enero de 1871, conformándose el
gobierno del Gral. Agustín Morales que, a su vez, tuvo una duración
prácticamente de un año, asesinado por su sobrino Federico La Faye.
A la muerte del Gral. Morales, la Asamblea asume la
presidencia y escoge entre el doctor Tomás Frías y Mariano Baptista, eligiendo
al primero. Este Gobierno tuvo una duración de un año y llamó a elecciones. En
ellas, ganó Adolfo Ballivián, cuyo gobierno tampoco duró mucho tiempo,
prácticamente un año, debido a la enfermedad del Presidente. Asumió nuevamente
la Presidencia, Tomás Frías.
Para entonces, el Teniente Coronel Hilarión Daza, organiza
el batallón Colorados de Bolivia, del que se hace Comandante y asume un rol de
poder detrás del trono. Aunque fue Ministro de Defensa del gobierno de Frías,
nunca dejó de ser Comandante del Batallón que, para ese tiempo, era la fuerza
de elite del ejército boliviano que, en los hechos, era el poder político.
El Gral. Hilarión Daza, ascendido de grado, dio su golpe de
Estado, el 4 de mayo de 1876. Luego, el 18 de noviembre de 1877, llamó a una
nueva Asamblea Constituyente para darle legalidad a su gobierno (se redacta la
10 ° versión de la Constitución Política del Estado). Entonces, esta Asamblea
otorga al Gral. Daza la Presidencia de la Republica, hasta agosto de 1880.
La guerra del 1879, escribe Alberto Gutiérrez (en 1912),
tiene una primera etapa, la controversia diplomática, una segunda etapa de
beligerancia que dura 3 años y por último, una tercera de discurso, que duró 20
años, hasta 1904, donde Bolivia liquidó la situación irregular y transitoria de
la tregua. Sin embargo, el mismo autor anota que de lo que se trata es dilucidar,
si la guerra iniciada por Chile fue un acto justo o si hubo un móvil
interesado. Con ello pretende justificar su error al ser el firmante del
tratado de 1904, al olvidar decir: que existe todavía una cuarta etapa, que
dura más de cien años, que es la reposición marítima que le deben a Bolivia los
otros dos estados, Chile y el Perú, para alcanzar el alto grado de justicia
para América Latina.
Todo esto impone hacer una autocrítica histórica de estos
acontecimientos, que, a su vez, no son muy claros por los historiadores, sean
estos chilenos, peruanos o bolivianos. Así, anota el propio Alberto Gutiérrez,
cuando afirma:
Francisco Valdés, Vicuña Makena, Barros Arana y Bulnes
(chilenos) atribuyen a Bolivia primero la responsabilidad del
conflicto...Cawana, Paz Soldán y otros (peruanos) culpan a Bolivia de los
desastres de la Alianza, que abría las puertas del Tarapacá y el abandono de
los bolivianos cuando el ejército chileno invade Lima.(6)
Aquí vale la pena anotar lo escrito por un periodista
peruano, don Federico More, quien dice:
Se quiere creer que lo determinante de la derrota en la
guerra del Pacífico fue la retirada de Camarones coludita (pactar con daño a
terceros) con la desaparición del Monitor Huáscar. Es posible que ésta sea la
razón estratégica; pero, en todo caso, sobre ella primaban la razón moral y la
política... apagados los actos de heroísmo improductivo, comenzó no la invasión
del territorio peruano, sino el avance tranquilo de un ejército que
apenas, en villorrios y aldeas, encontró la pugna de ciudadanos que defendían
su hogar y su comercio. Y así fue la llegada hasta Lima...Duele ver que Linch(7) empezara
a legislar el Perú. Poco le faltó para dictar una constitución.(8)
En Bolivia, Chile no necesitó invadir, ya la tenía ocupada
por la propia oligarquía boliviana/chilena y se podría suponer, con tanta
influencia, que redactó la constitución de 1880. El propio Gabriel René Moreno
afirmó que los bolivianos (todos) eran traidores al dejar que Chile invadiera
la ciudad de Lima (Perú).(9)
Todo esto exige un resumen histórico, que permita entender
las motivaciones chilenas de ese momento y conocer, a su vez, la política que
viven el Perú, Argentina y el Brasil, que necesariamente tuvieron una gran
influencia en el contexto de entonces, todo esto, sumado, indudablemente, a los
intereses de Inglaterra, los Estados Unidos y la propia España.
Una primera anotación de importancia, antes de la guerra,
representa el bombardeo de buques españoles, en 1865, en las costas del
Pacífico (Valparaíso), como presión para el pago de la deuda llamada
"española", así como el tratado de límites con Chile, realizado por
Mariano Melgarejo en 1866, que otorga a ese país derechos de libre explotación
en los paralelos 23° y 24°, dándole el título de "territorios que serían
de comunidad de ambos países".
El bombardeo español tuvo gran importancia estratégica en
ese momento, porque demostró la vulnerabilidad de las costas del Pacífico y la
importancia táctica de tener una flota de guerra para su resguardo.
Adolfo Ballivián (1873), presidente electo de Bolivia,
casado con mujer chilena y con una amplia cultura política, gracias a sus
viajes por Europa y su propia residencia en la ciudad de Valparaíso (Chile),
propuso, en su momento, la inmediata compra de buques de guerra para Bolivia,
propuesta que cayó al vacío.
Ballivián buscaba entonces igualar su política de seguridad
nacional con la de sus vecinos. Su enfermedad y sustitución hicieron que no
prosperara esta idea, contrariamente a los países vecinos. El presidente del
Perú, Manuel Prado (1872), compra el Huascar (Acorazado) y el presidente de
Chile, Federico Errázuriz (1871-1876) ordena a Inglaterra construir dos buques
de guerra (Cochrane y Blanco Encalada). Así Bolivia queda desamparada.
En sustitución, Bolivia firma, el 6 de febrero de 1873 con
el Perú, un tratado de Alianza de Defensa entre ambos, con vista a conformar un
eje de influencia en el que entraría Argentina, con el objeto de garantizar la
estabilidad continental y no permitir la alianza de Chile con el Brasil.
Chile, a su vez, antes de ingresar a Bolivia, primero
resuelve su diferencia con la Argentina, con la finalidad de evitar cualquier
sorpresa. De cualquier manera, tanto Perú y Bolivia no son consecuentes con su
teoría geopolítica. Situación que posteriormente, se confirmaría, con la
invasión de Chile a Bolivia, que sorprendió a ambos países y en especial, al
Perú.
El presidente Daza, refiriéndose a este punto, dijo a don
Julio Mendéz: "Señor Mendéz, mis Ministros han llevado esta cuestión de la
guerra con Chile conforme a mi beneplácito. Usted no conoce los antecedentes y
se angustia en vano. Tenemos un tratado de Alianza (secreto) con el Perú",(10) mostrando,
de alguna manera, la confianza del poder con la unión al Perú, que le permitía
conformar un solo ejército.
En los hechos, el gobierno del Perú no se encontraba
preparado para la guerra y mucho menos Bolivia. Esta información, seguramente,
la sabía Chile, por lo que el Perú, a través de su primera y única "Misión
Lavalle", buscó por todos los medios, disuadir a Chile de ir a la guerra,
no obteniendo ningún resultado. Chile declara la guerra al Perú el 5 de abril
de 1879, después del fracaso de la misión de pacificar la guerra y solicitar la
devolución del territorio boliviano.
El tratado Melgarejo representa la acción de la ocupación
silenciosa de Chile al territorio de Bolivia. Una de las anécdotas más
dolorosas para Bolivia es la realizada por el Gral. Mariano Melgarejo, quien,
en su afán americanista, lanza su Decreto del 18 de marzo de 1866, en el que
proclama:
a la faz del Continente, la comunidad de la ciudadanía de
América, suprimía las fronteras de su patria y llamaba a todos los ciudadanos
del mundo latinoamericano a ingresar al territorio de la República para
compartir con los nacionales todos los cargos públicos, con excepción de la
presidencia y de los altos poderes legislativo, ejecutivo y judicial(11).
Esto fue muy bien aprovechado por la misión chilena,
encabezada por el ministro Vergara Albano y su secretario Walker Martínez,
quienes llenaron al Gral. Melgarejo de adulaciones al llamarlo, "primer
soldado americano" y "émulo de Napoleón y Bolívar". Palabras
que, luego, se transformarán en insultos y anécdotas de su vida, con el
objeto de ser usadas luego y sostener la inseguridad jurídica que permite
asegurar la inviabilidad de Bolivia como Estado.
Chile, para justificar su atropello, alegó que la provincia
del Litoral Boliviano, era territorio suyo, habiendo pobladores y capitales de
inversión de Chile, lo que le daban soberanía.
Las concesiones monstruosas realizadas por Melgarejo en
favor de la Compañía Salitrera de Antofagasta y Caracoles, son otra de sus
razones.
Desde 1874 o antes, se habían organizado sociedades
chileno-bolivianas para explotar las minas más valiosas y florecientes.
Ingenieros experimentados y mano de obra calificada visitaron, trabajaron y
reconocieron las regiones mineras de mayor tradición, que Bolivia guardaba
desde la Colonia. Así, por ejemplo, explotaron Corocoro, la mina de plata del
Socavón, la Virgen de Oruro, Huanchaca y otras. Es decir, se les dio todas las
condiciones y facilidades para conocer la riqueza de Bolivia y justificar
cualquier invasión usurpadora para realizar su política expansiva.
Esta política sigue vigente todavía, después de más de cien
años, cuando Bolivia se desarrolla bajo el dominio de una oligarquía imitadora
y protegida por la burguesía chilena, como podrá advertirse más adelante.
La propia "logia masónica boliviana", tiene origen
en Chile y la formación educativa de la burguesía boliviana de la época, se
realiza en establecimientos educativos de ese país, en Santiago o Valparaíso,
principalmente.
Así, llegamos al gobierno del Gral. Hilarión Daza, donde
Lorenzo Claro, ciudadano chileno, dueño del Banco Boliviano de Cobija
(Antofagasta), amigo del Ministro chileno Videla, jugaba cartas todos los
domingos de las semanas en el palacio, el famoso tresillo español (juego de
cartas) con el propio Presidente Daza. Se dice, que el presidente preguntó a su
invitado y amigo, la cuestión del impuesto de 10 centavos por bolsa de salitre,
teniendo como respuesta, "por qué no rescindir el contrato con la Compañía
Salitrera de Antofagasta"; consejo que precipitó el conflicto.
Bolivia se encontraba infiltrada por los intereses chilenos
y las grandes figuras de su sociedad, tenían inversiones con bolivianos, como
por ejemplo: Aniceto Arce, Manuel y Francisco Argandoña, ricos bolivianos, con
socios chilenos de la talla de Enrique Concha y Toro, Gregorio Donoso,
Justiniano Sotomayor, el propio Lorenzo Claro, Rafael Gona y otros.
El Ministro Godoy, diplomático chileno en el Perú, dice:
"Devolver a Bolivia el territorio comprendido entre los grados 23° y 24°,
sería considerado aquí, como entregar una de nuestras provincias".(12)
La Doctrina Bulnes, otorga a Chile el derecho a su ocupación
definitiva, apoyado en la inversión de capital, que hubieran realizado los
chilenos, dándole a la guerra el carácter de conquista y como absorción
política por la fuerza.
El Decreto de Daza, mediante el cual rescindía el Contrato
con la Compañía Salitrera, fue dictado el 9 de febrero de 1879; la respuesta es
inmediata, la orden del Ministro Prats (Chile), fue ocupar Antofagasta el 14 de
febrero del mismo año, bajo el pretexto de evitar el remate de las empresas.
Entonces, se dispone de 2 compañías de soldados y los buques de guerra Cochrane
y CTHig-gins. El presidente Pinto (Chile) y su Ministro Domingo Santa María
fueron sometidos a la voluntad del Ministro Prats, en la aventura de expansión
chilena.
La ingenuidad del Presidente boliviano Daza, estuvo en no
comprender que tenía una doble guerra, la primera contra el interés chileno en
su política de expansión, y la segunda, contra la oligarquía boliviana interna,
cuya característica fue ser mediocre y mezquina, vinculada al dinero chileno, a
su educación y sociedad. Ambas muy bien estructuradas y vinculadas al poder
inglés, que a su vez, era dueña de la Compañía Salitrera de Antofagasta y la
construcción de ferrocarriles. Para estos "bolivianos" no existe la
nación como tal, tan sólo el negocio y el sentido práctico.
Esto es fácil demostrar. La estrategia de Domingo Santa
María, Ministro del Interior de Chile, se realiza a través de dos bolivianos en
Santiago, que tenían residencia en ese país y se hallaban agradecidos por su
estancia. Ellos son: Gabriel René Moreno y Luis Salinas Vega, con la misión de
realizar acciones confidenciales para el acercamiento con el Gral. Hilarión Daza.(13) Ambos
son seguidores del ex presidente Belzu, perseguidos políticamente por Melgarejo
y escogidos esencialmente por su espíritu anti peruano. La misión, es lograr
romper la Alianza de Bolivia con el Perú.
Gabriel René Moreno consideraba que el Perú, tenía una
oscura pretensión de expansión a Bolivia, como principal enemigo del Alto Perú;
no podía olvidar las acciones de Gamarra en sus invasiones a la ciudad de La
Paz. Moreno, participó junto al Gral. Ballivián en la campaña de Viacha y
consideraba que Bolivia llevaba la peor parte en la solución del problema.
Sostenía la tesis de que si ganara la guerra, Perú no daría el triunfo a
Bolivia. Es decir, bajo un simple prejuicio y producto de la falta de
autoestima boliviana, consideraba que, por donde caminara Bolivia, ésta perdía.
Para él, Chile ofrecía, por lo menos, Tacna y Arica.
Luis Salinas Vega, por su parte, asociado a Gabriel René
Moreno, era un convencido de que sí existía la posibilidad de escoger la
alianza, con Perú o Chile, también creía que, con Chile, eran más seguros los
intereses presentes y futuros de Bolivia.
Todo esto se hallaba asociado a una campaña interna en
Bolivia, que, según información de la inteligencia chilena: "El presidente
Daza era un gobierno que estaba divorciado de la opinión y privado del concurso
de los círculos inteligentes del país", cuyo ejército tenía sólo 1.500
hombres (2 batallones). Es decir, el grueso de la oligarquía boliviana estaba
con Chile y la minoría, la más pequeña, daría su apoyo a Daza.
El juicio posterior al ex presidente Daza (en su ausencia),
fue realizado en Sucre, el 10 de noviembre de 1893, advierte cuál fue la
intención oculta que buscaba esta Asamblea, es decir, liberar de toda
responsabilidad y declarar la inocencia de Gabriel René Moreno y Luis Salinas
Vega, dejando toda la culpa al muerto de Uyuni, un año antes de su ejecución.
El Gral. Hilarión Daza, fue asesinado, cuando venía a defenderse, en
febrero de 1894, cuatro meses después de este acto.
Un antecedente que resulta importante para entender este
asesinato es la defensa de ambos acusados de traición a la patria. El alegato
realizado en 1893, por el entonces diputado liberal Ismael Montes, que defendió
a Luis Salinas Vega, decía:.. "Santa María (Ministro Chileno del Interior)
propiamente no me buscó (a Salinas); aprovechó de mí y de mi viaje a Bolivia
para realizar un proyecto...la separación de Bolivia del Perú y ofreció a
cambio del Litoral (boliviano), Tacna y Arica" .(14)
Gabriel René Moreno como defensa establece lo siguiente:...
"El objeto de mi envío, fue arrancarme de mi retiro (político) a fin de
que, con la mira de la salvación del país, me prestase a escuchar al señor
Santa María, haciéndole formular auténticamente sus bases de advenimiento con
Bolivia" .(15)
Luis Salinas Vega a su vez, aseguró que él, "había sido
compelido por la disyuntiva que le puso el Capitán General (Daza) de prestarse
al viaje o entrar de último soldado".
En los hechos, en marzo de 1879, antes que Daza ingresara a
Tacna, don Justiniano Sotomayor, ciudadano chileno y gerente de la mina
Corocoro, escribió una carta al Gral. Daza, en la que pretendía convencer al
Presidente, de las razones del por qué no le convenía a Bolivia aliarse al
Perú. Según él, era preferible entenderse con Chile, puesto que este país
compensaría lo perdido (con territorio peruano). Es decir, el Ministro Santa
María, tenía esta proposición antes de comenzar la guerra. Razón por la cual
toda gestión peruana fracasó de principio.
Así, se fue sembrando la duda en el pensamiento del Presidente
Daza, quien, en su confusión, no sabía cuál era el camino correcto: ir con el
Perú, corriendo el riesgo de desaparecer como nación, o ir con Chile, para
perder el litoral boliviano y ganar Tacna y Arica (del Perú). Su defensa, la
del presidente Daza, no podrá escucharse jamás. Cabe preguntar entonces; ¿A
quién interesaba su muerte?
La caída del blindado peruano Húascar (8 de octubre) en la
batalla de Angamos y la toma de Pisagua (2 de noviembre), desmoralizaron al
Gral. Daza. Perdida la confianza, se confirmó esta situación con la retirada de
Camarones, que representó el fin político de su persona.
Después de la batalla de Dolores, a consecuencia de la
retirada de Camarones... se trata de buscar un culpable y el responsable del
desastre... es Daza, el único culpable.
Nadie conoce los motivos que obligaron a este acto. Se tiene
conocimiento de que un legajo de documentos y las cartas que recibió Daza,
entre las que se encuentran las cartas de don Justiniano Sotomayor, fueron
enviados, para conocimiento del Gral. Manuel Prado (Presidente del Perú), en
prenda de lealtad con ese país.
El 26 de noviembre de 1879, el ejército peruano se encuentra
convulsionado y el presidente Manuel Prado, es derrotado por el Dr. Nicolás
Piérola, quien asume la presidencia. En Bolivia, ocurre lo mismo, el
desconocimiento de sus Ministros y el ascenso de Gobierno del Gral. Narciso
Campero Leyes.
En los hechos, el gran triunfador fue el Ministro Santa
María de Chile. Con el éxito de su campaña (la gran intriga), logró el objetivo
de separar a Bolivia del Perú, romper la Alianza y, por último, detener la
intervención mediadora de los Estados Unidos, que terminó con el Tratado de
Ancón de 1883, entre Chile y el Perú (en contra de Bolivia), que fue
ratificado, posteriormente en el año 1929, cerrando definitivamente las puertas
de una salida al mar para Bolivia. Con esto, el único perdedor de la contienda
fue Bolivia, que perdió su condición de país marítimo.
La presencia de Flavio Machicado Silva en Tacna, junto al
presidente Daza, en su calidad de Secretario, sin duda alguna, podría haber
traído luces sobre estos detalles. Sin embargo, su muerte misteriosa y la razón
de mantener un velo sobre este acontecimiento, obliga para conocer su vida a
desentrañar históricamente todo lo sucedido en su contorno.
A su vuelta de la campaña del Pacífico Flavio, fue nombrado
Oficial Mayor del Ministerio de la Guerra. Fue fundador del Partido Liberal,
junto a Fernando Guachalla, Belisario Salinas, Eliodoro Camacho y otros.
Para una mejor comprensión de este breve análisis,
corresponde una descripción de los personajes políticos de gran importancia en
esa época.
El Coronel Eliodoro Camacho no compartía varias de las
decisiones del Presidente Daza. No por extraña razón, es el héroe de Camarones
y en su manifiesto del 23 de diciembre de 1879, desconoce el mando del Gral.
Daza. Sin embargo, él también sabe su debilidad interna y busca una salida que
permita recomponer y seguir la guerra. De alguna manera, pudo también tener
ambiciones políticas a futuro. Esto está demostrado históricamente, con el
pasaje que surgió, cuando asume el Gobierno Narciso Campero, el 19 de enero de
1880 y se convoca a una Convención. El entonces, Coronel Silva, levanta sus
tropas en Viacha y envía un manifiesto en favor del Eliodoro Camacho, para
hacerlo Presidente. La respuesta de Camacho, fue rechazar este nombramiento y
acusar de traidor al Coronel Silva, por tratar de dividir al ejército en
momento de la guerra. Para luego y posteriormente formar el partido liberal y
proyectar su figura política para más adelante. Esta razón permite suponer la
posibilidad de que Flavio Machicado Silva, fuera imposición de Camacho ante
Campero. La presencia de Belisario Salinas, como 2do. Vicepresidente en el
gobierno, supone lo mismo.
Por último, Narciso Campero Leyes (1813 - 1896) era el
general más antiguo de la guerra. Estudia en la academia militar en Francia y
combate a las órdenes del Mariscal Felipe Braun. Actúa posteriormente en la
batalla de Ingavi, bajo la comandancia de Gral. Ballivián, tenía entonces el
grado de Capitán y tenía 41 años de edad. Esto le permitió representar
posteriormente a Bolivia, durante el gobierno de Linares, como 1er. secretario
en la Embajada de Bolivia en Francia. Representa en 1857 a Potosí y es
desterrado por el gobierno de Achá, para volver posteriormente a Bolivia y
ponerse a las órdenes de Melgarejo. Ingresa al Palacio junto a Melgarejo,
cuando ocurrió el levantamiento contra el Presidente Belzu, en el que fue
victimado el Coronel Estanislao Machicado(16) y muerto el Presidente
Belzu. Durante el gobierno de Daza y surgido el conflicto con Chile, es
nombrado comandante de la 5ta. División del ejército y enviado al sur para su
organización.
Esta División, con tres mil hombres y durante once meses,
vagó del norte a sur, desde Cotagaita a San Cristóbal y Garci Mendoza, pasando
por la cordillera de los Frailes, sin cumplir su misión de ingresar al
territorio en conflicto (hoy chileno) y recuperar Calama y Antofagasta.(17)
Una vez nombrado Presidente, recién el 22 de abril de 1880,
Campero marcha con 10.000 hombres a su mando a la ciudad de Tacna. Allí, sigue
el plan Camacho Montero, para comandar la batalla al amanecer del 26 de mayo,
que será para Bolivia la última oportunidad.
El 10 de junio, Campero llega a La Paz derrotado, y el 19 de
junio retoma el Gobierno y nombra su gabinete (Carrillo, Quijarro, Calvo y
Salinas).
Aquí corresponde analizar la carta original de don Nicómedes
Antelo, dirigida a Narciso Campero y que fue encontrada en poder de Flavio
Machicado Silva:
Buenos Aires, 6 de febrero de 1880.
Me acuerdo mucho que en discusión amigable con nuestro común
amigo el doctor Zarco (que ha escapado de una grave enfermedad en el Paraná) le
aconsejamos a Usted (permítame esta palabra) que si llegaba a ser Presidente en
Bolivia como lo deseábamos, hiciera Usted un gobierno fuerte- una especie de
caudillo ilustrado- Usted sostenía, lo que le honra mucho, que una estricta
legalidad era bastante para gobernar y salvar á Bolivia de la anarquía.
Hasta aquí se trasciende el peligro en el que se halla su
gobierno - en Bolivia - lo creen a Usted débil, y cartas de Sucre aseguran
guerra civil inminente.
La opinión, en esta, que tan favorable ha sido á Usted,
levanta sospechas terribles de traición (así se dice) hacia el
Perú....Rompiendo la nube que eclipsa nuestra vista y haciéndome superior a las
preocupaciones y desgracias del momento, creyendo, como creo que á la
Confederación Perú - Boliviana, se la llevó el Diablo (es decir, los
chilenos), mi deseo es General que Usted consiga estos dos objetos difíciles.
1ro. Conjurar la anarquía interior, aunque sea aplicando severamente las leyes,
y apretando el corazón; y 2do. Firmar un tratado con Chile, antes de ser
invadidos, y con la única condición de no cometer felonía contra el Perú.(18)
Basta ver la fecha del 6 de febrero, para comprender que
Campero parte a Tacna el 22 de abril, únicamente bajo presión de apariencia,
cabe la duda, puesto que la intención del acuerdo con Chile existía de
antemano. Este análisis lleva a pensar la posibilidad de interpretar, que antes
de la batalla, Bolivia podía tener mejores ventajas. Es decir, el compromiso de
Chile de entregar Tacna y Arica, resultaba ineludible, con tropa boliviana en
esos territorios, esto no sólo era posible, sino que se hacía más factible,
pero existía Camacho. Era mejor enfrentar y recibir una derrota, para luego
abandonar la guerra. Esto coloca (a Campero), en una supuesta traición por
doble partida, no solamente al Perú, sino también a Bolivia, como lo veremos
más adelante. El único triunfador es Chile y también por doble partida.
La figura de Flavio Machicado Silva, reaparece en la vida
política, cuando aliado al Coronel Eliodoro Camacho, funda como dijimos con
otras personalidades el Partido Liberal. En esta forma, es nombrado Oficial
Mayor del Ministerio de la Guerra, el 30 de octubre de 1882, por el gobierno de
Campero. Acto que realiza su amigo, el Vicepresidente don Belisario Salinas y
cargo que ocupa Flavio, hasta su renuncia escrita al Presidente Campero, el 18
de agosto de 1884. El Presidente le ratificará en su cargo hasta el cambio de
Gobierno en 1885, de su primo hermano, don Gregorio Pacheco Leyes.
Durante el gobierno de Campero, muy a pesar haber cumplido
su obligación como Oficial Mayor de Guerra, internamente, Flavio guardaba una
gran discrepancia con el Presidente. Eso lo atestiguan los términos duros con
los que se refiere a Campero, cuando escribe a su hermano Julio Machicado, el 3
de julio de 1884 y dice: "la idea del viejo Campero de traernos aquí
(Sucre) por sus fines particulares de mezquindad, no podrá ser más perjudicial,
más engorrosa ni gravosa", refiriéndose al costo de movilización que esto
suponía.
La carta de renuncia a su cargo, enviada por Machicado Silva,
al presidente Campero, refleja también su carácter y personalidad política,
cuando dice:
Señor Presidente de la República. Renuncia el cargo que
expresa.
Flavio Machicado, ante los respetos de Usted digo: que una
vez verificada la transmisión del Poder, llega el caso natural de que el nuevo
mandatario de la Nación proceda inmediatamente á la designación del nuevo
personal del gobierno, en reemplazo del que ha venido colaborando hasta aquí en
la administración cesante.
En consecuencia, hago renuncia formal de mi cargo de Oficial
Mayor del Ministerio de la Guerra, con el cual se ha servido honrarme el
supremo gobierno desde 1882.
No será fuera de lugar que yo exprese aquí, Señor
Presidente, que en fuerza de mis íntimas convicciones de ciudadano amante del
orden, formulo también al hacer la presente renuncia, el propósito firme de
que, en mi condición de particular, permaneceré siempre alistado en las filas
del gobierno legal, fiel guardián de la ley y de los comunes derechos de los
ciudadanos; pues abrigo el sincero convencimiento de que la felicidad futura de
la patria, depende únicamente de la inalterabilidad del régimen constitucional,
que por fortuna ha principiado á cimentarse ya, bajo los auspicios mas
bonancibles y halagadores para el patriotismo.
En tal sentido, hago votos, señor, por que la nueva
administración, á la sombra del orden y la paz, corone con los esfuerzos la
grandiosa labor comenzada, de hacer definitivamente prácticas y estables las
instituciones en Bolivia.
Sucre, Agosto 18 de 1884. Flavio Machicado.(19)
Su renuncia y su retorno a la vida privada, guardan un claro
propósito de hacer política y una cerrada defensa de los intereses nacionales.
De ahí nace la idea de la fundación del periódico "La Razón", en
sociedad con don Nicolás Acosta y don Fernando Eloy Guachalla. Este último le
escribe desde Valparaíso, el 6 de febrero de 1884: "Juzgo que habrían
llegado dos prensas y tipos para La Razón, por medio de Richter (se refiere a
la casa comercial de Otto Richter). No deseo que sepan que yo lo remito.-
Procure Usted que así sea.- D.B. Alarcón debe recibirlos y abonar el saldo que
se debe pagar por las prensas y tipos". Con el siguiente añadido:
"Tendré la ocasión de pisarlos otra vez más a los sans culotte (sin
calzones voz francesa de los revolucionarios)".(20) Es decir, se
advierte que tanto Guachalla como Flavio, estaban dispuestos a dar pelea a
Pacheco y Arce, mediante el uso de su propia prensa.
Durante estos años, "el problema de la guerra" se
resume en dos corrientes, la primera encabezada por Campero y Camacho, conocida
como belicistas o guerreros, y la de los que buscan la paz o pacifistas,
encabezada por Aniceto Arce y Pacheco
En verdad, la presencia de Campero en el Gobierno, es una
farsa bien montada por la oligarquía pro chilena, que tiene miedo del
surgimiento belicista de Bolivia por los seguidores de Camacho. Esto, además,
perjudicaría sus planes de resarcimiento de los gastos de la guerra que Bolivia
estaba obligada a pagar.
En agosto de 1884, Chile obliga a Bolivia a firmar un
tratado de "Pacto de Tregua", primer acto realizado por el gobierno
de Pacheco, mediante el cual, Chile tuvo entre sus manos a Bolivia y
condicionada a pagar lo que fuera.
Aquí sobresale la figura de Flavio Machicado Silva,
conocedor y actor de los sucesos en la guerra, con sus escasos 28 años de vida,
escribiendo editoriales y artículos en su periódico La Razón, hasta
el día de su muerte.
La muerte de Machicado, oculta un gran misterio, puesto que,
por sus escritos y su prestigio en lo personal, estaba muy lejos de
auto-eliminarse, como se dijo y se pretendió dar explicación de
"accidente" en la nota periodística del periódico, El
Comercio, que titula textualmente:
LAMENTABLE DESGRACIA. Es la ocurrida anoche a don Flavio
Machicado, se recogía tarde de la noche a su casa llevando en su compañía
a un indio pongo suyo.
Manejaba un revólver y resultó muerto por un tiro que salió
de esa arma. No conocemos los pormenores del hecho; pero parece evidente que no
ha sido una desgracia enteramente casual, de las que no pocas veces acontecen
con el manejo de armas de fuego. Deploramos profundamente este funesto
acontecimiento, tanto más cuando que el señor Machicado, era un digno amigo y
un joven de recomendables cualidades; su pérdida es muy sensible.(21)
Resulta increíble suponer esta acción como fortuita, cuando
precisamente el periodista Machicado, tenía en su mira la denuncia permanente
contra el gobierno sobre el tema de las indemnizaciones a favor de Chile.
Un análisis de la prensa de esa época permite corroborar lo
afirmado:
Miércoles 19 de agosto de 1885, La Razón~N°235. Resumen
de actos administrativos del supremo gobierno: HACIENDA. SE APRUEBA LA
INDEMNIZACIÓN DE Bs.1.566.451, 82 a cambio de 35 peniques, á $2.207.032,56 al
cambio de 25 peniques a favor de los accionistas chilenos de la Compañía
Huanchaca de Bolivia por el Ministro Plenipotenciario don Aniceto Arce en los
protocolos del 28 de febrero y 18 de marzo corriente.
Entonces Flavio comentalo siguiente: "Escándalo causa
que el mismo interesado y gerente de la compañía Huanchaca, sea el
representante del país y juez de su propia causa."
Otro ejemplo es el siguiente:
Jueves 20 de agosto de 1885, La Razón N° 236 (Editorial). Y
VA DE INDEMNIZACIONES "Después de la muy conocida indemnización acordada a
la Compañía Corocoro (de la cual se arrepienten ahora sus mismos autores).
Tenemos la de Huanchaca... Nada dice la resolución á cerca de los intereses
que, dada la política actual, debían pagarse á los señores accionistas
chilenos. Pero...todo es cuestión de formas: era menester callar al respecto,
pues, habría sublevado á los más candorosos la sola idea de pagar RENDIMIENTOS
DE RENDIMIENTOS á los usurpadores...Con todo, las formas no engañan, sepa el
pueblo boliviano que los dos millones aludidos constituyen una depredación
más...En efecto, todo lo que ha percibido Bolivia por la razón del secuestro
bélico en Huanchaca, durante poco más de cuatro años, no alcanza a un millón de
bolivianos... Así gobierna, señores ...Así se hace diplomacia...Así se hace
patria . Así se equilibra el erario nacional. Así se indemniza a las
bolsas de afuera y...á las de adentro".
Estos son algunos de los ejemplos, existiendo muchos más a
lo largo de la edición de este periódico, que permiten reconocer, quiénes
estuvieron interesados en poner una bala en la cabeza de Flavio Machicado
Silva. ¿Podrían ser liberales o conservadores?
Los conservadores, el consorcio Pacheco Arce, vieron en la
figura de este joven, el grave peligro de sus intereses comerciales, en lo que
se refiere a las denuncias y de seguro que si hubiera sobrevivido: Para los
liberales, éste habría sido un político de importancia nacional, puesto que
empezaba a hacer sombra a personajes que tenían intereses políticos.
Lastimosamente, esta noticia, no tuvo la cobertura
suficiente y solamente se pudo encontrar la repercusión de la prensa días
después, en especial la de su periódico "La Razón" y la pequeña
crónica del periódico "El Comercio". Sin embargo, se tiene el
editorial del 17 de octubre, cuatro días después del crimen, que dice:
ACLARACIÓN. Todos saben que los Redactores de esta hoja
estuvieron preocupados con la muerte de su compañero el señor Machicado, y esto
había ocasionado que un trozo de la crónica remitida se hubiera puesto como
editorial, y lo más grave, comprometiendo nuestro diario con la teoría que no
profesamos, cual es la de que un voto de censura, toca también al presidente de
la República (Pacheco).(22)
De todo esto deducimos que su muerte tuvo como consecuencia,
primero, silenciar al denunciante, luego, que se buscó eliminar a un rival,
mostrando la impunidad con la que se maneja la oligarquía en el poder político
de cualquier bando.
Los gastos de indemnización por motivos de la guerra no
fueron estudiados y resulta todavía una tarea por hacer. Es por allí, donde se
podrá descubrir, quiénes fueron los más interesados en el pago de estas deudas,
a tiempo de conocer a quiénes benefició, la especulación de la guerra.
Flavio Machicado Silva escribía (su propio réquiem). Lo hizo
para un amigo que murió en Tacna en 1880:
Ha llegado un día de suprema angustia para una desgraciada y
humilde familia. Cubierta de luto vierte hoy su amargo duelo, una lágrima de
dolor inmenso sobre su tumba...La fatal nueva, de muchos días anunciada allá en
los solitarios y tenebrosos bosques de Mapiri, hoy es un hecho de triste
evidencia, en que apagado el mejor astro de esperanza y consuelo, deja hoy
sumida en acerba pena á una desconsolada madre y cuatro hermanos proscritos.
¡Fatal eclipse que en pleno día derrama oscura noche!(23)
Notas
1. El alcohol producido en Mapiri, era exportado
al Perú siguiendo el camino de Sorata y Achacachi hasta puerto Perez (entonces,
Chililaya).
2. Archivo Fundación Flavio Machicado Viscarra.
3. Alberto Gutiérrez: La guerra de
1879, Paris, 1912: 205.
4. Se refiere a Mariano Melgarejo, olvidando que
era general del Ejército de Chile.
5. ElMercurio, 25 de agosto de 1911.
6. Alberto Gutiérrez, La Guerra del Pacífico
de 1879.
7. El contraalmirante de Chile, don Patricio
Linch fue gobernador del Perú en Lima.
8. Federico More: Deberes de Chile, Perú y
Bolivia ante el problema del Pacífico, La Paz, 1916:48-49.
9. Gabriel René Moreno: Daza y las bases
chilenas de 1879.
10. Alberto Gutiérrez: La guerra de
1879, Paris, 1912.
11. Melgarejo sería el presidente americano más
cercano a la Doctrina Monroe.
12. Alberto Gutiérrez: La guerra de
1879, Paris,1912: 88.
13. Carta del Ministro Santa María, citado en Enrique
Vidaurre Retamoso: El Presidente Daza. La Paz, 1975.
14. Enrique Vidaurre Retamoso El Presidente
Daza, La Paz, 1975: p. 213.
15. Carta del Ministro Chileno Santa María a
Gabriel René Moreno, citado en Enrique Vidaurre Retamoso, op. Cit.
16. Estanislao Machicado fue abuelo de Humberto
Vázquez Machicado.
17. Alcides Arguedas: Historia de
Bolivia. Arno Hermanos La Paz 1922.
18. Carta original en el Archivo de la Fundación
Flavio Machicado Viscarra. Nicomedes Antelo fue un intelectual boliviano nacido
en Santa Cruz de la Sierra, más adelante comentaremos su personalidad. El
subrayado es del autor del libro.
19. Ver original Archivo Fundación Flavio
Machicado Viscarra, La Paz.
20. Archivo Fundación Flavio Machicado Viscarra.
21. El Comercio, 13 de octubre de 1885.
22. Periódico La Razón, octubre 17 de
1885.
23. Boletín de Guerra N° 46.
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