Por: Alan E. Vargas Lima / Fragmento de la nota publicada
por el periódico La Razón, 30 de marzo de 2012. www.la-razon.com/index.php?_url=%2Fla_gaceta_juridica%2FApuntes-Reivindicacion-Maritima-Constitucion_0_1586841389.html
“Durante los álgidos días en que Chile y Argentina se
disputaban la soberanía del Canal Beagle, un diario chileno publicó un artículo
titulado ‘Julio Verne, Testigo de Chile’, donde se citaba un párrafo de la
novela ‘Los Náufragos del Jonathan’, en el cual este escritor declaraba que las
islas en disputa pertenecían a Chile. Para destacar lo importante que era para
Chile la opinión de Julio Verne, el artículo en este diario chileno expresaba
lo siguiente: La imaginería de Julio Verne no fue nunca solamente literaria. Su
especial oniromancia marchó siempre del brazo por sus libros con una rigurosa
exactitud histórica y geográfica.
Julio Verne sabía historia y sabía geografía (…). La
honestidad intelectual de Julio Verne surge como un vigoroso antecedente a
favor de la causa de Chile en el Canal Beagle. Nadie podría jamás acusar al
escritor francés de ignorar la geografía o inventarla. Todo lo que él dijo en
este ámbito fue siempre exacto y verdadero. Pues bien, si Julio Verne fue tan
valioso testigo para Chile en el pleito con Argentina por su ‘honestidad
intelectual’ y su ‘rigurosa exactitud histórica y geográfica’, seguramente esas
virtudes seguirán vigentes cuando el gran escritor francés se pronuncia también
sobre el pleito entre Chile y Bolivia. En efecto, en su obra ‘Un Capitán de
Quince Años’, capítulo 15 de la segunda parte, se relata que el barco en el
cual viajaba un grupo de aventureros encalló en el paralelo 25 (¡justo en el
punto donde Don Alonso de Ovalle declaró que comenzaba Chile!). Los viajeros no
sabían con exactitud dónde se encontraban.
¿Estaban acaso en las costas de Perú? Un desconocido que
llega en ese momento, les aclara: ‘No, amiguito, no; un poco más al sur. Han
encallado ustedes en la costa boliviana. Es más, están ustedes en esa parte
meridional de Bolivia, que confina con Chile’. No es necesario seguir
acumulando evidencias de toda índole para llegar a la única gran conclusión:
Chile le debe un puerto a Bolivia” (1).
Transcurridos 133 años desde la usurpación chilena del
Puerto de Antofagasta, mediante una premeditada invasión armada y violenta
(guerra de conquista) al territorio boliviano del Litoral, considero pertinente
trazar algunas ideas y apuntes respecto a los antecedentes, la naturaleza y los
alcances de la Reivindicación Marítima consagrada ahora por la Constitución
Boliviana del 2009, con el fin de precisar las bases históricas, diplomáticas y
documentales que sustentan la eficacia y utilidad de los preceptos
constitucionales referidos a esta temática, susceptibles de ser invocados ante
cualquier instancia de carácter internacional.
A este efecto, se ha visto pertinente repasar previamente
algunas ideas en torno a la Ley Fundamental y la Reivindicación Marítima
prevista ahora por la Constitución Política del Estado (CPE).
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