Historias de Bolivia, Archivos Históricos.- Sitio dedicado a la recolección de notas periodísticas, revistas, libros, fotografías, postales, litografías, investigaciones, curiosidades, etc., etc. Todo lo relacionado con la historia de nuestra patria Bolivia. (Historia de Bolivia).

SANTA CRUZ Y LAS LUCHAS CÍVICAS PARA CONSEGUIR EL 11% DE LAS REGALÍAS PETROLERAS


Este artículo es un fragmento del trabajo de Hernan Pruden, publicado en: Revista Ciencia y Cultura, con el título: Las luchas ""civicas" y las no tan cívicas: Santa Cruz de la sierra (1957-59). // Fotografías: Revista Life (1954 a 1972), Ademas de algunas gráficas recabadas de: Santa Cruz de Antaño. // Inauguración del camino carretero Santa Cruz - Cochabamba. // Algunas calles de Santa Cruz.

El 16 de junio de 1956 se realizaron las primeras elecciones con voto universal en Bolivia. La izquierda del MNR aceptó que Siles vaya de candidato a presidente, pues uno de los suyos, Nuflo Chávez Ortiz, que aparte era cruceño, iría de candidato a vicepresidente y porque tenían la mayoría de los candidatos parlamentarios (Dunkerley, 1987:88). La fórmula del MNR salió victoriosa con 790.000 votos, siguiéndole Falange Socialista Boliviana, con 130.000 votos (Klein, 1996:247). Los cómputos mostraron, como explicó Malloy, que el MNR estaba perdiendo parte del apoyo de las clases medias urbanas (Malloy, 1989: 304). Aparte del Código del Petróleo, otra de las herencias que Siles tuvo de Paz Estenssoro fue una inflación muy alta y el planificado arribo de una comisión para estabilizar la economía.

La comisión, con los auspicios del Fondo Monetario Internacional y el Gobierno estadounidense, y la dirección de George Jackson Eder, se encargó de redactar el Plan de Estabilización (Dunkerley, 1987:83). Tras ser aprobado, el 15 de diciembre de 1956 se convirtió en ley. Unos días antes, el diputado del MNR por Santa Cruz Virgilio Vega, que provenía del sindicato de peluqueros y del trotskismo (Catoira, 1998:71-73), propuso una ley interpretativa del artículo 104 del Código del Petróleo. Allí, basándose en la ley del 15 de julio de 1938, aclaraba que cuando se mencionaban las regalías para el Estado, éstas correspondían a los departamentos donde se producía el hidrocarburo. La ley se aprobó en la cámara de diputados y en la de senadores. El Poder Ejecutivo, sin embargo, no la promulgó.

Pasaron los meses, y como esta situación no cambió, comenzó a cundir cierta angustia. La Federación Universitaria Local de Santa Cruz se planteó "inquieta frente al estado de miseria y abandono" en que se encontraba Santa Cruz, y decidió iniciar una "cruzada de bien público en pro del progreso" de la región6. Fue así como circuló en la prensa de Santa Cruz una invitación en la que se planteaba que "la única forma de hacer algo por el interés colectivo" era "aglutinando todas las fuerzas vivas de Santa Cruz, sin distingos de colores políticos ni religiosos, en un organismo que se constituya en el baluarte de la inquietud y anhelos populares"7.

El Comité Cívico Pro-Santa Cruz existía desde el año 1950, pero desde la Revolución del 52 se encontraba en un período de baja actividad. La Federación Universitaria Local propuso restablecerlo, para lo cual convocaron al antiguo directorio para que llame a elecciones. Mientras tanto, algunos representantes de Santa Cruz, el senador Omar Chávez Ortiz y los diputados Jorge Flores Arias, Virgilio Vega y Omar Chávez Paz, todos del MNR (Ibañez, 1997: 110-112), dirigían un radiograma al Poder Ejecutivo -que fue difundido en la prensa-, exigiendo la inmediata promulgación de la ley interpretativa sobre las regalías y la solución de la cuestión del agua potable en Santa Cruz, más concretamente de los caños que estaban varados en el puerto brasileño de Santos. Según los representantes, no era posible mantener "sin solución problemas carácter urbano y primordiales en todo pueblo civilizado"8.

Las cañerías habían quedado en Santos debido a que el Gobierno no autorizaba un desembolso, pues iba contra la política de reducción de gastos dictada por el Plan de Estabilización. De hecho, la idea de reducir los ingresos del Estado cediendo las regalías, ya sea de la empresa estatal YPFB o de una empresa privada, al tesoro de los departamentos productores tampoco cuadraba con la lógica de reducción del déficit propia del Plan. Sin embargo, desde el Poder Ejecutivo se propuso que una "comisión debidamente autorizada de parlamentarios cruceños" se "constituya con urgencia" para tratar el asunto de la cañería y de las "regalías adeudadas por YPFB por producción petróleo"9.

Mientras tanto, en la prensa de Santa Cruz, el periodista Pablo Cardona, que poco después se convertiría en secretario del Comité Pro Santa Cruz, hizo una fuerte crítica a los representantes parlamentarios de Santa Cruz, que desde hacía quince años no habían hecho nada para "convertir en realidad esa ley". Según Cardona, si YPFB hubiera hecho "sólo una liquidación" al tesoro departamental, "el problema de su pavimentación hubiese sido resuelto con vidrio y mármol, el de su luz podría ser la nuclear y el de sus aguas potables contratar al propio Neptuno".

Cardona planteó que "Santa Cruz, en todas sus capas sociales, advierte, juzga y condena" a sus senadores y diputados "cuya dejadez ha permitido el olvido de su grandeza y desarrollo". De ese modo aparecía combinada una crítica a los canales representativos de la democracia con la idea de que los intereses de Santa Cruz eran algo que iba más allá de las diferencias sociales.

Al mismo tiempo, en el Comité Pro Santa Cruz, como parte de su reapertura, los delegados del Colegio de Abogados, la Federación de Empleados Bancarios y la Cámara de Comercio e Industria preparaban un proyecto de estatuto. En el extracto que hicieron público comenzaban, seguramente no por casualidad, por su artículo 3o. Allí se planteaba que el Comité Pro-Santa Cruz es "fundamentalmente apartidista" y que en su interior "no podrán proponerse ni tampoco discutirse cuestiones de índole política, ni tampoco podrán ser dirigentes de él quienes ejerzan una alta función pública"13. El apoliticisimo era entonces, por un lado, una de las fuentes de legitimidad que les permitía apelar al apoyo de militantes de todo el espectro político y, por otro, una forma de asegurar su subsistencia en momentos en los que el MNR copaba casi todos los espacios de la política.

Luego, y como respondiendo a las inquietudes del periodista Cardona, entre los objetivos del Comité aclaraban que se ocuparía de "todos los grandes y pequeños problemas del departamento". Por si acaso esta ambición exhaustiva no fuera suficiente, ejemplificaban que en especial se encargarían de promover "las fundamentales obras urbanistas de la ciudad" para que fueran entregadas para el IV centenario de Santa Cruz. Entre sus objetivos incluían velar por servicios sanitarios, fomento industrial y agropecuario, refinerías de YPFB, acelerar la vinculación territorial, tanto ferroviaria como caminera, créditos para vivienda, el estímulo de actividades deportivas, artísticas y culturales, la orientación de la universidad "acorde con las necesidades económicas de la región" y la difusión por parte de la Prefectura de un boletín mensual para que "todo buen cruceño conozca la forma en que se invierten sus propios aportes y las rentas departamentales"14. Pocas cosas de la gestión estatal quedaban fuera del ámbito de acción que reclamaban.


En ese sentido, si los representantes nacionales no cumplían con su función de representar, la política pasaba a ser una cuestión de sentido común y sin distinción de clases. Las regalías ya se planteaban como un derecho, así como la vigilancia sobre la utilización de sus dividendos. Consignas tan universalizables como el mejoramiento urbano permitían aglutinar a un conjunto heterogéneo, y el Comité Pro-Santa Cruz aparecía así en su intento por representar y vigilar el manejo de la cosa pública, algo que quedaría ejemplificado con el tiempo en la idea de que el Comité es el "gobierno moral" de los cruceños.

Desde el directorio del recién reestablecido Comité se envió una carta al presidente Siles pidiéndole que promulgase la ley referente a las regalías para poder financiar las obras de "aguas potables, alcantarillado, pavimentación y energía eléctrica de la ciudad" con vistas al cercano Cuarto Centenario. En la carta se aclaraba que el comité representa a "las fuerzas vivas de Santa Cruz: instituciones, gremios, asociaciones y sindicatos" que anhelaban poner a Santa Cruz al "nivel de la civilización"15.

En ese preciso momento, el planteo que aparecía en el periódico El Deber de Santa Cruz era claro: se apoyaba al presidente Siles- con la esperanza de que promulgase la ley y como muestra del respeto por las instituciones democráticas- pero se lo hacía desde un lugar apartidista. Esto se podía ver en una nota de uno de los personeros de la Federación Universitaria Local, firmada por uno de los reorganizadores del Comité Pro Santa Cruz, Hernando García Vespa, por ejemplo, al igual que en un editorial de El Deber, donde se planteaba que "...el país está harto de política y tiene sed de realidades como lo está demostrando con el amplio apoyo al Presidente de la República..."16.

En ese momento volvieron a expresarse en la prensa de Santa Cruz referencias al federalismo, algo que no sucedía -salvo alguna esporádica mención- desde poco después de la Convención de 1938, con la disolución del Partido Oriental Socialista (Pruden, 2009:104). Por un lado, hubo reflexiones sobre la historia del federalismo en el siglo XIX, de cómo perdió por escaso margen el proyecto federal en la Convención Constituyente de 1899 y de Andrés Ibáñez como mártir17. Por otro, se denunció que habían sido tildados de federalistas o separatistas confundiendo los términos "para acallar [...] pedidos o protestas "y para "ejercitar represalias y venganzas"18. Se aclaró también que "pedir un sistema federal, o monárquico de gobierno no equivale a ser separatista” y que "muchos de los pueblos mejor unificados del globo tienen un régimen federal".

Relacionando, en forma similar a como se había hecho en la Convención de 1938 (Pruden, 2008:109-128), la diversidad geográfica y cultural con una necesaria diversidad en la forma de organización política, desde una nota firmada con el seudónimo de Capitán Z, se planteó que: "Tres son los Sistemas Geográficos de nuestra Patria: Altiplano-Valles-Llanos. Tres son sus poblaciones características: Aymaras-Quechuas-Guaraníes. Tres deben ser sus Estados Federales".

El mismo autor confesaba, entre las razones de su optimismo sobre las posibilidades de que el federalismo se convirtiera en realidad, que: "las grandes corrientes hegemónicas de las dos más firmes democracias federativas del continente sudamericano [Brasil y Argentina], con sus paralelas de hierro, ya gravitan sobre Santa Cruz, y la vieja Cenicienta de Bolivia se prepara para dirigir su propio destino...". Y como para evitar ser malinterpretados otra vez como separatistas, se hacían votos bolivianistas, "teniendo por meta inconfundible los altos intereses y grandeza de la Patria".

La mesa redonda encargada de dialogar sobre la cuestión de las regalías se reunió el 20 de septiembre de 1957. La comisión de Santa Cruz incluyó desde autoridades ejecutivas, como el prefecto y el alcalde, y judiciales, como el presidente de la corte del distrito, a representantes de instituciones públicas, como el rector de la universidad, representantes de las asociaciones de la élite local como los presidentes del Club Social 24 de septiembre, el Rotary Club y el Club de Leones, así como representantes de la Central Obrera Boliviana y la Federación de Campesinos, y al caudillo del MNR Luis Sandoval Morón23. Melchor Pinto había sido invitado por el Gobierno para representar al Comité Pro-Santa Cruz, pero no fue; en su lugar fue el historiador Hernando Sanabria Fernández. Se reunieron en La Paz con el presidente Siles, los ministros de gobierno, José Cuadros Quiroga, y de agricultura, Edil Sandoval Morón, y el presidente de YPFB José Paz Estenssoro.


Uno de los asistentes a la mesa redonda, Mario Sandoval Saavedra, que había sido primer secretario de la primera gestión del Comité Pro-Santa Cruz y que como delegado del Colegio de Abogados de Santa Cruz había participado en la democratización de los estatutos del Comité, hizo una crónica de la conferencia realizada en palacio, que se publicó en El Deber. Según Sandoval Saavedra, Siles comenzó rescatando el hecho de que su gobierno había financiado con fondos estatales tuberías por 7.000.000.000 de bolivianos, cuando a los otros departamentos del país se le habían dado sólo 2.000.000.000 de bolivianos. Recordó que estaban pendientes deudas por los ferrocarriles a Argentina y Brasil, la carretera a Cochabamba y el ingenio Guabirá. Planteó aparte que, por estar la minería en decadencia y la agricultura recién "incipiente", el petróleo era la "esperanza económica nacional para reactivar las minas nacionalizadas y amortizar las obligaciones fiscales"26. Entregar la regalía del petróleo "anularía las perspectivas de recuperación económica nacional". Por otro lado, Siles planteó que inversiones de "capital extranjero en la industria del petróleo contribuirían a solucionar la aguda escasez de divisas". En su diagnóstico y solución resonaban las ideas del Plan Bohan.

Hernando Sanabria Fernández, por el Comité Pro-Santa Cruz, pidió que se promulgue la "ley interpretativa que destina el 11 % de la regalía de las empresas petroleras privadas, a los departamentos productores, excluyendo al Estado." Sanabria recalcó que la mesa redonda era "la primera vez en la política de Bolivia" que "un presidente toma contacto directo con los gobernados, en amplia práctica de democracia."28 Este comentario al primer presidente elegido por voto universal parece haber intentado ocultar el hecho de que Sanabria estaba presente más como un "notable" que como "pueblo"; que era representante de una institución, el Comité, en el cual a su vez él representaba al Rotary Club, es decir, era algo así como tercera generación de delegado.

Entre otras cosas, Sanabria declaró que "personalmente deseaba llegar a un arreglo equitativo", pero que las instrucciones del presidente del Comité Pro Santa Cruz "eran terminantes y sin un canal de transacción...". La postura de Melchor Pinto, por lo visto, era tajante.

De la mesa redonda surgieron tres puntos de acuerdo. Por un lado, la vigencia de las regalías del 11% de YPFB para financiar las "obras de servicio público del Departamento de Santa Cruz". Por otro, la creación por decreto del Poder Ejecutivo de una comisión "que estudie y fije el régimen de las regalías de las industrias privadas petroleras contemplando los servicios de obligaciones contraídas por el Estado para la construcción de obras ferroviarias, viales y de fomento del desarrollo económico del país, además de la participación de los departamentos productores"30. Por último se acordó que la comisión estuviera formada por: "Dos miembros técnicos nombrados por el Poder Ejecutivo", un senador y un diputado por Santa Cruz, y un representante de la Mesa Redonda, el Comité Departamental de Obras Públicas de Santa Cruz, el Comité Pro Santa Cruz y el Comité Regional de la Central Obrera Boliviana de Santa Cruz31. La Mesa Redonda reconoció el "patriótico espíritu y amplio sentido democrático" con que Siles encaró "la solución del problema de las regalías asegurando el progreso del Oriente boliviano"32.

Podemos entender el grado de apoyo que tuvo la interpretación que propuso el diputado Virgilio Vega, ya que desde la cámara de diputados se aprobó una minuta de comunicación para que el Poder Ejecutivo "devuelva al Senado Nacional las leyes que fueron sancionadas y no promulgadas o vetadas, para que de arreglo a la Constitución el Congreso las promulgue". Casi al mismo tiempo, en la cámara de senadores se aprobó otra minuta sobre las leyes que "actualiza ingresos al Comité de Obras Públicas", "modifica la aplicación del 11% de la regalía del petróleo" e "interpreta el artículo 104 del Código del Petróleo". Desde la prensa de Santa Cruz se rescató la importancia de estas minutas para el departamento33.

Ni estos avances en el ámbito legislativo ni las negociaciones con el Ejecutivo parecen haber calmado los ánimos del presidente del Comité Pro-Santa Cruz. En la Federación de Transportistas "16 de Noviembre" se enteraron que las maquinarias que habían sido utilizadas para realizar el oleoducto Camiri-Santa Cruz iban a ser trasladadas a otro departamento, y se contactaron con la Federación de ex Combatientes, la Unión Juvenil Cruceñista y el Comité Pro-Santa Cruz para evitarlo34. Las máquinas iban a ser utilizadas para la construcción del oleoducto Sica Sica-Arica, algo que no se explicó en la prensa cruceña pero sí en el periódico oficialista La Nación de La Paz35. Fue así como la Federación de Transportistas trasladó el 26 de octubre las maquinarias hasta la ciudad, según enfatizó la prensa en Santa Cruz, con el "pueblo en general apoyando la decisión tomada por los transportistas". Allí Melchor Pinto, "A nombre del pueblo de Santa Cruz [...] hizo entrega de las máquinas al señor Alcalde Municipal para que sean destinadas al arreglo de calles y apertura de avenidas y que sirvan, asimismo, para cubrir las necesidades de las provincias de este departamento".

De forma notoria, la actitud ilegal fue barnizada por el legalismo e incluso por una apelación a la legitimidad: se remarcó que fue una decisión "unánime", que fue tomada por el pueblo sin distinciones sociales ni generacionales y que las maquinarias fueron entregadas al Alcalde. En la manifestación, Melchor Pinto se arrogó la representación del pueblo, cosa que, como recalcó el oficialista La Nación, era fácil, ya que al proclamar que debían ser utilizadas para nivelar las calles y para construir servicios sanitarios se presentaba como un "campeón del progreso de la ciudad y de los intereses cruceños". Sintiéndose, por otro lado, "respaldado, ya que nadie podía decir que se oponía a esas obra", Pinto, según La Nación, se había colocado en el "terreno de la sedición" por haber dado plazo al Gobierno hasta el 8 de noviembre para que comience las obras urbanas.

Dos días después de entregadas las maquinarias, el 28 de octubre, la reunión quincenal del Comité Pro-Santa Cruz derivó, después de trasladarse del paraninfo universitario a la plaza principal, en lo que desde el Comité se llamó un "cabildo abierto". Era una referencia a la práctica colonial que hacía poco había recuperado Leonor Ribera Arteaga en un artículo publicado en 1951, donde se hizo una justificación de esta institución, que podía representar al "pueblo en masa" (Ribera Arteaga, 1951: 102).

Ya en la plaza hablaron desde una de las máquinas camineras que se había sustraído a YPFB, Melchor Pinto, el presidente de la Unión Juvenil Cruceñista Carlos Valverde, el historiador Hernando Sanabria Fernández y la presidenta de la Unión Femenina Cruceñista Ellfy Albrecht, entre otros. Se refirieron a los "problemas cruceños (...) el derecho a la vida de su pueblo, al bienestar de sus hijos y al progreso general de la región para bien de la Patria".


En el mitin se planteó también con crudeza que "quien estorbe o interfiera la presente acción de dicho organismo se le estimará como traidor a la causa cruceñista". Un concepto que reapareció durante el gobierno de Evo Morales, donde desde el regionalismo se calificaba a quienes colaborasen con el gobierno como "muertos civiles", que a la vez nos permite entender uno de los motivos para que representantes parlamentarios o delegados del Poder Ejecutivo, como el prefecto, se preocupasen por estar alineados con el Comité Pro Santa Cruz.

Haciendo gala de la diversidad de la asamblea, que, según El Deber, congregó a hombres sin distinción de credo ni de colores políticos de toda edad, mujeres y aun niños, todos absolutamente todos en clamorosa unión", se decidió poner como fecha límite el 8 de noviembre para que el gobierno "solucione la cuestión de las regalías y entrega de la maquinaria caminera", y de acuerdo a lo que suceda el Comité se reuniría para evaluar y decidir el rumbo a tomar39. Después de la asamblea, Melchor Pinto envió al presidente Siles y al presidente del senado un mensaje: "Anoche gran manifestación pueblo cabildo abierto acordó solicitar gobierno promulgación ley interpretativa articulo 104 código petróleo PUNTO Respetuosamente invoco espíritu democrático Excmo Pres República y Congreso Nal. Gesto acción justicia resolverá favorablemente solicitud unánime pueblo calmar ansiedad y efervescencia asegurando tranquilidad necesaria hora angustiosa vive país PUNTO" (cit. en Ibañez, 1978: 49).

Al día siguiente del mitin, el 29 de octubre, se aprobó un decreto que considerando "propósitos de conspiración [...] que se ha llegado [...] al extremo de provocar reacciones de carácter regionalista..." declaró el estado de sitio (cit. en Ibáñez, 1978: 49). Al día siguiente, Siles envió una comisión parlamentaria formada por quince senadores y diputados de Santa Cruz, Beni y Pando, siendo uno de los diputados Edil Sandoval Morón, hermano del caudillo Luis, ministro de Agricultura (Ibáñez, 1978: 50)40. Mientras tanto, en Santa Cruz, la noticia de que en Radio Illimani de La Paz se había leído el "decreto, mensaje y ley aprobatoria del Congreso declarando en estado de sitio la república por la 'conspiración reaccionaria que se halla en marcha y que trata valerse también de sentimientos regionalistas'", hizo que, según la prensa de Santa Cruz, la indignación y la sorpresa "...al pueblo de Santa Cruz harto ya de infamias, de intrigas y de calumnias, de esa costumbre y ese afán de juzgar sus derechos y ansiedades con cristales dañosos para su dignidad y patriotismo" y "lejos de acatar las disposiciones del sitio consiguientes en el control de reunión de personas" se congregó a una "reunión de más de veinte mil personas en la plaza principal..."41.

Entre los oradores había muchos que habían estado en la asamblea de dos días antes, entre ellos los líderes del Comité Pro Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista y la Unión Femenina Cruceñista, así como el historiador Hernando Sanabria Fernández42.También, como la otra vez, la prensa enfatizó la presencia de "gente de toda clase social". En la asamblea se "decretó un paro de 24 horas en señal de protesta contra el decreto de sitio y la mención de Santa Cruz como pueblo revolucionario"43. En la asamblea circularon también volantes con consignas separatistas y falangistas como: " 'REGALIA O NADA’, 'VIVA FSB', 'VIVA LA CAPITAL, ABAJO LAS PROVINCIAS', VIVA EL COMITE PRO SANTA CRUZ', [...] 'SANTA CRUZ O BOLIVIA, BOLIVIA O BRASIL’, 'VIVA PINTO', 'QUE VENGA PETROBRAS', 'VIVA ÚNZAGA’, 'VIVA PINTO'"44.

El presidente del Comité Pro Santa Cruz explicó unos días después que los linotipos con que habían sido impresos los volantes no existían en Santa Cruz, lo cual hacía evidente que habían sido traídos de afuera. Hizo notar lo sospechoso que era que las consignas fueran reproducidas en el periódico de La Paz en la madrugada siguiente45. Hubo versiones en la prensa de que los volantes habían sido entregados por el diputado y ministro de agricultura Edil Sandoval Morón (Ibáñez, 1978: 50).

Al día siguiente, con el paro general decretado por el Comité Pro Santa Cruz, se leyó por Radio Grigotá un "comunicado municipal ordenando la apertura de todos los negocios". Inmediatamente, de acuerdo al periódico El Deber,

un grupo de la Juventud Cruceñista se dirigió a la municipalidad para reclamar por tal medida y en la confianza de que ingresaban a la casa del pueblo, una ráfaga de ametralladora cegó la vida del joven Jorge Roca, quien atravesado por las balas asesinas murió instantáneamente. Eran elementos del Control Político, la famosa organización que en todos los pueblos de la república ha llevado lágrimas y luto a los hogares, organismo que se enseñoreó en esa casa con escarnio de este sufrido pueblo [...] el pueblo se arremolinó frente a la municipalidad cuyas puertas fueron cerradas, siendo incendiado el yeep [sic] en que sus polizontes acostumbraban hacer sus correrías; el pueblo amenazó e intimó; las autoridades prometieron entregar a los asesinos, pero ese pueblo agraviado harto de promesas insistió. En esas circunstancias cadetes y oficiales de aviación se presentaron a la Casa del Pueblo ingresando también los representativos de la juventud. Allí fue identificado como principal agresor el oficial Pérez, quien confesó haber recibido orden de disparar de dos personas...

Roca fue el primer mártir de la lucha por las regalías. El Deber llamó a la ayuda popular para su hogar, su viuda y sus dos hijos, poniendo como "cuota inicial" 25.000 bolivianos.

En la versión que apareció en El Deber no era muy comprensible la violencia de la metralla. Hubo otra que apareció en La Nación en la que el secretario general y un delegado de los Comandos Zonales del MNR de Santa Cruz, así como el presidente de la Federación Campesina de Santa Cruz, dieron su versión de los mismos hechos:

El c. Gregorio Pérez era un compañero de 28 años, con mujer y dos hijos, natural de Oruro, profundamente revolucionario y Jefe del Comando Zonal de San Roque, de profesión mecánico. En condición de Jefe de Comando Zonal (...) había iniciado la afectación de una enorme extensión de terrenos de propiedad del señor Juan Antonio Roca, situados sobre la carretera de circunvalación. Con esos terrenos afectados conforme a la ley de 27 de agosto de 1954, y que estaban siendo pagados, el c. Pérez pensaba dotar de vivienda a toda su militancia obrera. Cuando el c. Pérez fue visto por el señor Jorge Roca que bajaba con un grupo después de hablar con el Alcalde (Jorge Roca era hijo del propietario de los terrenos afectados por Pérez), Roca que ya era un enemigo personal por este motivo, lo agredió violentamente y tras él sus acompañantes habiéndose producido la trifulca de la que resultó lamentablemente herido el señor Roca. Es de hacer notar que los agentes del control político dispararon al aire pero que también disparaban los amotinados con armas cortas no sabiéndose a ciencia cierta de donde procedió la bala que hirió a Roca puesto que, en vez de prestarle los auxilios inmediatos, algunos amotinados alzaron el cuerpo de Roca y lo echaron en una camioneta, sin ninguna consideración, y desaparecieron con él. No han permitido autopsia que oriente sobre el origen del proyectil47.

En La Nación se intentó deslindar responsabilidades dejando "constancia claramente que el pueblo de Santa Cruz en ningún momento fue partícipe de semejantes actos...". Según explicaba el artículo, "falangistas y pursistas, dirigidos por Carlos Valverde", formaron un tribunal presidido por un "gamonal" que decretó la muerte de Gregorio Pérez para que no pudiera aclarar "lo que se le había obligado a declarar". Anotaban de todos modos que Melchor Pinto se opuso, igual que "algunos personeros" del Comité Pro Santa Cruz, a la "formación de dicho tribunal de sangre".

El mismo día de la muerte de Roca, Omar Chávez Ortiz, senador por Santa Cruz del MNR y hermano del ex vicepresidente Ñuflo Chávez Ortiz, envió un radiograma al presidente Siles y al presidente del Senado Juan Lechín. Allí expresó:

a toda Bolivia hago conocer cobarde crimen contra pueblo Santa Cruz por orden elementos oficialistas e instrucciones Presrepública quienes hoy por la mañana desde la casa del pueblo han asesinado manifestantes que pacíficamente pedían se promulgue ley interpretativa Art. 104 Código Petróleo que fuese sancionado por Honorable Congreso Nacional en diciembre pasado STOP Hago conocer que mencionada ley corresponde a Brigada Parlamentaria M.N.R. Santa Cruz y sancionada por Congreso Revolucionario STOP Actitud Ejecutivo no quererla promulgar significa un atropello a Congreso ya que siendo ley interpretativa no puede ser objetada (Ibáñez,1978: 56).

Siles respondió a Chávez Ortiz el mismo día en un radiograma: "Juicio severo historia establecerá responsabilidades sobre los autores intelectuales sedición esa" (Ibáñez, 1978: 57). La interna del MNR comenzaba a evidenciar que las lealtades regionales podían ser más fuertes que las partidarias.

El presidente Siles viajó a Santa Cruz. El diario La Nación tituló al día siguiente "Triunfal recibimiento del pueblo de Santa Cruz al presidente Siles"49. Al volver a La Paz, Siles explicó "que no son la exacerbación y la desunión el medio de lograr las legítimas aspiraciones de Santa Cruz", y que "le complacía haber comprobado el sentimiento nacionalista y bolivianista imperante en el pueblo cruceño", que "estaba agradecido [..] por las demostraciones de afecto" y "bien impresionado" por los "elementos representativos del esfuerzo cruceño" que comprendían lo que "conviene hacer para lograr las aspiraciones de progreso de Santa Cruz". Propuso que el Gobierno reciba a "sus elementos representativos a fin de que ellos, interpretando el sentimiento patriótico del pueblo, expongan sus puntos de vista en lo concerniente a las regalías de la producción petrolera para los departamentos productores, a fin de llegar a decisiones de equidad y justicia que también contemplen el interés nacional y el desarrollo de todos los pueblos de la República".

La delegación parlamentaria del Oriente que Siles envió para evaluar la situación en Santa Cruz produjo un informe que se publicó bajo un gran titular, con la frase que en la década del 20 el diputado por Santa Cruz, Mariano Saucedo Sevilla había expresado en el parlamento ante rumores de "separatismo" en Santa Cruz: "Santa Cruz aspira a ser capital de la república, y no cola de ningún país vecino". Según El Deber, ésa era "La consigna de ayer, de hoy y de siempre". Entre los resultados de la investigación se declaraba de forma taxativa que en Santa Cruz "no existe movimiento separatista alguno". De forma un poco críptica, aclararon también que "tampoco existe clima para implantar el sistema federal". El análisis continuaba aclarando con mucho tino que:

los políticos desplazados por la Victoria Nacional de Abril han sabido conjuncionar el sentimiento colectivo alrededor de las necesidades vitales de la capital cruceña, como son agua, luz eléctrica, alcantarillado y pavimentación. Capitalizando en su favor el descontento que produce la no realización de aquellas obras primordiales olvidando deliberadamente que el gobierno del M.N.R. es el único que después de 50 años de régimen oligárquico ha llegado a esas tierras con realizaciones que importan la transformación económica del Oriente y del país entero51.

Mientras tanto, el Gobierno propuso a la delegación que de la producción de YPFB se destinaría la regalía del 11% para los departamentos productores. En cuanto a la regalía del 11% de las empresas privadas, se destinaría:

a) seis por ciento como renta nacional, corriendo por cuenta del Estado el pago y financiación de las obras públicas de carácter nacional realizadas y por realizarse en el departamento productor.

b) el 5 por ciento restante se destina como renta departamental permanente a favor del departamento productor, para la financiación y pago de las obras públicas de la capital y provincias, así como otras de carácter departamental52.

La propuesta había sido formulada "tomando en cuenta las opiniones de los representantes nacionales y dirigentes del partido"53. Fue presentada en Asamblea del Comité Pro Santa Cruz y aceptada por "votación unánime nominal"54. Votaron las 76 delegaciones del Comité Pro Santa Cruz55. Uno de los delegados de la comisión, Lucas Saucedo Sevilla, envió el resultado de la votación en un radiograma a Siles el 26 de noviembre, aprovechando la ocasión para felicitarle complacido56. Siles, en un tono similar, le contestó pidiéndole una versión por escrito. A lo cual accedieron, aprovechando para agradecer al pueblo de La Paz no creyó las infamias de quienes atribuyeron al pueblo cruceño "tendencias no fueran inspiradas en el más profundo y acendrado bolivianismo"57.

Mientras tanto, Luis Sandoval Morón retornaba a Bolivia desde su puesto de las Naciones Unidas en Nueva York, según Sandoval Morón por pedido del presidente Siles (Sandoval Morón, 2010:165). Cuando estaba en La Paz, sin embargo, le pidieron que no fuese a Santa Cruz. Sandoval llegó de todos modos a esta ciudad el 29 de noviembre58.

Según la versión que se publicó en La Nación, el 30 de noviembre en la madrugada los emenerristas salían del Comando Departamental "cantando el himno del M.N.R. y precedida por una banda de música", cuando fueron atacados a balazos desde el Club 24 de septiembre, donde había un baile. La noticia se complementaba con un comunicado del Comando Departamental del MNR, firmado por Sandoval Morón, donde contaba que Alfonso Anzaldo, "obrero", jefe de Avanzada Nacionalista, fue herido en los intestinos y se encuentra "en estado agónico". El Comando Departamental del MNR, aparte de protestar, declaró la "movilización inmediata del Partido en todas sus organizaciones" y pidió proceso legal de los responsables.

La versión que circuló en la prensa cruceña era bien diferente. Al volver Sandoval Morón, según esta versión, recorrieron "calles y plazas" de la ciudad profiriendo amenazas de "colgamiento de 'rosqueros' y la toma de mujeres 'para quien sea', como premio al asalto y al bandidaje". Luego habrían ido a casa de su lugarteniente Pedro Ribera Méndez. Allí habrían bebido y salido en estado de ebriedad y armados en tres camiones. "Los ánimos son exaltados a fuerza de promesas como que las propiedades de los 'rosqueros' pasarían en pocos días a poder de los 'asalariados'". En la "humilde fiesta de cumpleaños", con un "disparo es herido en el muslo derecho un ciudadano". Según el periódico, luego se dijo que "fue víctima de los disparos de ametralladoras que vomitaban fuego con armas modernas y desconocidas desde las ventanas del Club contra una manifestación pacífica". De allí entraron al club 24 de Septiembre a la fiesta de la promoción 1957 del Colegio Alemán pero los concurrentes los echaron del local.

Si bien las versiones difieren mucho sobre las responsabilidades, coinciden al describir una situación violenta. El retorno de Luis Sandoval Morón a Santa Cruz significaba el retorno de los enfrentamientos. Uno aun mayor sucedió dos días después, la madrugada del 5 de diciembre, cuando explotó dinamita en la casa de Pablo Seng, emparentado con Melchor Pinto. Según un comunicado del Comité Pro Santa Cruz, esto "pudo ocasionar la muerte de tres criaturas nietas del señor Seng" y era la "demostración acabada del salvajismo con que actúa el dirigente Morón".

En un telegrama dirigido al presidente Siles y que fue reproducido por La Nación, Luis Sandoval Morón describió la explosión como una "treta preparatoria", que Melchor Pinto "hizo estallar anoche un petardo o dinamita en casa uno de sus sobrinos fin calumniarme y justificar atropellos se han consumado"62. La cuestión es que si bien no hubo muertos ni heridos, pues la casa se encontraba vacía, se desató una fuerte reacción. Por un lado, desde la tarde del viernes 6 de diciembre, 73 mujeres lideradas por Ellfy Albrecht, de la Unión Femenina Cruceñista, iniciaron una huelga de hambre protestando por la violencia y con el "anhelo para conseguir paz, tranquilidad y garantías para este sojuzgado pueblo"63. Por otro, la Unión Juvenil Cruceñista saqueó las casas de Sandoval Morón y de su madre. Sandoval Morón y su grupo se replegaron en las afueras de la ciudad, en la zona que luego se llamó Villa San Luis. Tras horas de combate, en los cuales murió el segundo mártir de las luchas cívicas, Gumercindo Coronado, el grupo de Sandoval Morón emprendió la retirada.

Melchor Pinto agradeció en una "oración" de corte religioso que "el pueblo ha derrotado a esa banda de delincuentes" imponiéndose ante el "matonaje". Pidió también al pueblo cruceño que guarde "para la historia, el recuerdo imborrable de los días vividos en estos últimos dos meses", que fueron "terribles en lo material pero, sublimes en su inspiración y contenido moral".

La huelga de hambre duró menos de cuatro días. Por intervención del cuerpo consular residente en Santa Cruz, el Canciller se comprometió a ofrecer garantías. Fue así que el 12 de diciembre, a pocos días de haber sido expulsados Luis Sandoval Morón y el Control Político, se aprobó el decreto que reglamentaba las regalías. En sus memorias Sandoval Morón cuenta cómo desde el Gobierno le dijeron que sostenga las posiciones, que le enviarían refuerzos, pero que los refuerzos nunca llegaron. Interpreta Sandoval Morón que las regalías podrían haberse aprobado antes y evitado la violencia, pero se dejó pasar el tiempo para que desde el movimiento cívico lo desplazaran (Sandoval Morón, 2010:169). En las memorias de un integrante del otro bando, José Terrazas Velasco, vicepresidente de la Unión Juvenil Cruceñista, parece corroborarse esta interpretación. Terrazas publica el plan militar de los unionistas para desalojar a Sandoval Morón y cuenta que tuvieron una entrevista con la Séptima División del Ejército asentada en Guabirá, donde el coronel Armando Escobar Uribe les aseguró que "el ejército no será el Caín de sus hermanos cruceños" (Terrazas Velasco, 1994:194). Se entiende que el Gobierno le tendió una trampa a Sandoval Morón para deshacerse de él, al tiempo que a través del ejército le dio "carta blanca" a la Unión Juvenil Cruceñista para que lo ataque.

Desplazar a Sandoval y los de Control Político envalentonó a los cívicos, que desafiantes escribieron que los ucureños no podrían imponer el terror en Santa Cruz.

La amenaza ha venido cuando la paz se ha impuesto por la acción heroica y decidida de nuestra juventud; lástima, porque se ha perdido una oportunidad de conocer a los de Ucureña, cargado [sic] de fama 'por los gloriosos ataques a los latifundios del valle de Cochabamba', donde el terror tuvo éxito, lo que no ocurrirá jamás en Santa Cruz, porque esta tierra sabe sepultar a los caciques mandones, matones y tiranos. Santa Cruz no es tierra de niños para que se le pretenda intimidar; muchas lecciones ha dado y pueden leer la historia para recordar.

El 11 de diciembre, militantes del MNR de Santa Cruz enviaron un radiograma al presidente Siles pidiéndole que el partido intervenga en Santa Cruz "desterrando para siempre matonaje y la arbitrariedad que difícilmente serían soportados nuevamente por el pueblo" ("matonaje" era el eufemismo que se usaba para referirse a Luis Sandoval Morón, al cual se quería desterrar). Se le pidió también que apruebe de forma urgente el "instrumento legal que reconoce la regalía del petróleo" tal cual había sido propuesto por el Gobierno y "adaptada por el pueblo cruceño a través de su organismo matriz el Comité Pro-Santa Cruz". Se pedían también nuevos jefe de policía y comandante de brigada. Si se accedía a estas peticiones, creían los firmantes, la "tranquilidad reinará" y la "entrevista con mandatario argentino será recibida con júbilo por pueblo cruceño".


El radiograma de los militantes del MNR tocaba, aparte de las regalías, dos temas importantes de ese momento. Las cuestiones internas del MNR y la pacificación de Santa Cruz, antes de la llegada del presidente argentino Pedro Eugenio Aramburu para inaugurar el ferrocarril proveniente de Yacuiba. Fue así que el 12 de diciembre se reglamentaron por Decreto Supremo las regalías de acuerdo a lo que habían acordado el Gobierno y la delegación cruceña. De la producción de YPFB, ya sea directa o con la participación de capital privado, "se destina el 11 por ciento como renta permanente a favor de los distritos productores de petróleo"68. Del 11 por ciento de la regalía proveniente de las empresas privadas, en cambio, se dividía:

45,46%, equivalente al 5 por ciento de la producción total, como renta permanente a favor de los Tesoros de los distritos productores de petróleo, para la financiación, pago y mantenimiento de sus obras públicas, tanto de las capitales como de las provincias, así como para el fomento agrícola, ganadero e industrial [...]

El 54,54 por ciento de dicha regalía equivalente al 6 por ciento [...] se destina a la atención de las obligaciones del Estado emergentes de la realización de obras públicas de vinculación nacional en los distritos productores. Una vez cubiertas esas obligaciones este porcentaje quedará como renta nacional permanente69.

Se aclaró también que las regalías se podrían utilizar como garantía para financiar obras públicas departamentales con la condición de que fuesen autorizadas por el Consejo Nacional de Estabilización Monetaria70. Al día siguiente de aprobado el Decreto Supremo, Melchor Pinto le envió un efusivo radiograma al presidente Siles:

Pueblo cruceño recibió alborozado noticia promulgación decreto ley regalías petróleo que permitirá realización sus más caras y legítimas aspiraciones progreso todo departamento afianzando de esta manera la grandeza y prosperidad de la Patria PUNTO. Al agradecer Vuestra Excelencia solución favorable problema que fuera injustificadamente desfigurado por personas interesadas hacer daño nuestro pueblo, expresa nuestra esperanza que la paz y tranquilidad que ha vuelto a los hogares cruceños se mantengan y en común esfuerzo de orden y trabajo laboremos futuro de Bolivia71.

Los festejos por la promulgación de la ley se realizaron en la plaza "24 de Septiembre", en la noche del 14 de diciembre. Según la prensa, fue una "verbena popular" donde hubo "alegría nunca igualada y el baile se extendió a todas las capas sociales de la ciudad. Música, bebida, alegría, luces fueron dadas al pueblo en forma gratuita..."72. "Se bailó toda la noche al son del carnaval '11 por ciento' del Negro Barrientos" (Catoira Marín, 1998:112). La letra decía: "Once por ciento, Once por ciento, para el carnaval, once peladas, acomodadas, quiero apechugar" y fue bailado en once "noches de 'mascaritas' que se impusieron en honor a la causa" (Cronembold, 2010:131).

Reflejo de las expectativas y la especulación respecto al crecimiento que había en Santa Cruz, una pequeña publicidad en la tapa del periódico sugería comprar tierras: "El porvenir de Santa Cruz está asegurado con las regalías del petróleo, asegure Ud. su porvenir adquiriendo su lotes [sic] en Villa 'Parque Centenario'[...] inversión de terrenos [...] inversión segura. Invertir en tierras es siempre la mejor inversión, Santa Cruz crecerá y del mismo modo crecerá el valor de las tierras".

Melchor Pinto declaró que el Comité Pro Santa Cruz y el presidente Siles habían "contraído solemne compromiso de ajustar al respeto de la ley, a las autoridades constituidas y al servicio interno de la nación, las actividades del orden y del trabajo". Por eso Pinto pidió "al pueblo cruceño [...] que respalde el [...] compromiso". En las conversaciones previas, Pinto había planteado al gobierno que no hayan "medidas de represalia" por los sucesos de octubre y noviembre, aclarando que "No se permitirán actos de matonaje o de violencias contra el pueblo", el compromiso de respetar las leyes y las autoridades demandando que las autoridades fueran "designadas entre las mejores personas que gocen de las simpatías y respetos del pueblo", que "el pueblo cruceño debe reintegrarse de inmediato al trabajo" y las tropas del ejército regresar a sus bases.

Al año siguiente, un complot de Falange Socialista Boliviana, en el cual participaron jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista, hizo que retorne el ejército y concretó la marcha de los ucureños a la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Historias de Bolivia. Con la tecnología de Blogger.