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EL BAILE EN HONOR A D'ORBIGNY DESCRITO POR EL MISMO D'ORBIGNY


Fuente: Alcide Dessalines d'Orbigny. 1830. 1831. Viajes por Bolivia. G.U.M. // Imagen: Una reunión social en Santa Cruz del Cosmopolita Ilustrado. (Créditos: Página Siete)

Una fiesta en la Santa Cruz de 1830
Diario de Alcide d'orbigny

El prefecto de Santa Cruz ofreció un baile en honor al joven visitante Alcide d'Orbigny en un gran salón donde aguardaba la “crema” de la sociedad cruceña y una orquesta de 20 músicos pertenecientes a la iglesia:  

“Durante el baile, las puertas y ventadas están abiertas a una ancha galería, donde se aglomeran todos los curiosos de la ciudad, hombres, mujeres, criados, mulatas y negras, sin que se los pueda despedir, habiendo la costumbre consagrado ese hábito. Nada más original que la conversación de esa extravagante aglomeración. Cada uno expresa en alta voz sus reflexiones sobre los bailarines y bailarinas que se suceden en la mariquita: sucesivamente son puestos en el banquillo, sea por su aspecto exterior, sus modales, las relaciones y hasta sus intrigas. Sus ridiculeces son pasadas en revista de una manera tan ingenua como espiritual, a menudo con refinada maldad, siempre con rodeos cuya picante alegría me permitió juzgar el carácter nacional. Supe más, en un instante de la vida privada de todo mundo, que lo que podría haber aprendido en un año. Un vals me atrajo nuevamente con los bailarines…Después del vals vino el indispensable minué; más tarde por un resto de hábito que por gusto…..Le sucedió la favota, pero solo participaron en ella pocos bailarines. Lo mismo sucedió con el elegante ondú , verdadero bolero español, que se baila con castañuelas y en el cual las mujeres sacan gran partida de su ligereza y encantos naturales. El chambé, introducido por los colombianos, también se bailó; es bastante monótono y poco elegante. Estos bailes duraron hasta las once; entonces se distribuyeron paños de mano, especie de largas servilletas adornadas de franjas, y se sirvió a cada dama una taza de chocolate y bombones, que los caballeros se apresuraban a llevarles. También ellos cargaron con una gran fuente de plata, cubierta de confituras, que ofrecieron a las damas. Por mi parte distribuí los dulces de piña.

Después de esa pausa, el baile continuó hasta la llegada del ponche. El baile cambió entonces de aspecto. La reserva y la etiqueta se alejaron por completo. En Santa Cruz no sirven como en Francia vasos llenos sobre un plato, sino que cada caballero , provisto de una jarra y de un vaso, se presenta delante de una dama, llena ese mismo vaso y lo vacía de un solo trago, invitando a la dama, que lo hace llenar a su vez de la misma cantidad de licor, e imita a caballero convidando sea a ese mismo o a otro, que llama a ese efecto para mostrarle lo que bebe. Resulta así que los vasos no están nunca ni vacíos ni llenos, y que uno se ve forzado a beber sin parar, no pudiendo bajo ningún pretexto negarse, sin correr el riesgo de pasar de descortés……….No sabía a quién responder, llamado como era de todos los puntos del salón y obligado a atender a todo el mundo. No puedo decir cuántos vasos de ponche me vi obligado a aceptar, y tuve necesidad verdaderamente de toda la fuerza de voluntad de que estoy dotado para resistir ese asalto inesperado. 

El baile tomó un carácter de abandono hasta la locura, mientras los hombres excitaban cada vez más a las mujeres por efecto del licor, cuya fuente inextinguible sustituía sin cesar toneladas de ponche al que acababa de correr. Se bailaron con frenesí la mariquita y la rumba. El guachambé , baile parecido al batuque brasileño, con figuras demasiado africanas y muy poco conveniente, no fue menos ejecutado por algunas personas. Finalmente, la exaltación aumentó tanto que se cerraron las puertas para impedir salir, y varios comisarios dieron vuelta el salón, proclamando en alta voz en nombre del prefecto, un bando que prohibía, bajo cualquier pretexto, abandonar el baile bajo pena de verse obligado a beber, los hombres diez y las mujeres seis vasos de ponche, cuando fueran alcanzados y convictos de tentativa de evasión.”

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