Mayo de 1966. El presidente de la Junta Militar que gobierna
el país, Alfredo Ovando Candia, anuncia su llegada a Sucre con motivo de la
celebración del 157 aniversario de la Revolución del 25 de Mayo.
Se espera que el Mandatario provisional haga importantes
anuncios para el desarrollo de la Capital y el Departamento. Hacía cerca de dos
años que el país estaba bajo un régimen de facto desde que el general de
aviación René Barrientos derrocó, en noviembre de 1964, al gobierno
constitucional de Víctor Paz Estenssoro.
Es un mes agitado en lo político, ya que la Junta Militar
aprobó la convocatoria a elecciones generales que deben realizarse
“indefectiblemente” el domingo 3 de julio. A comienzos de mayo, se informa que
el ex presidente Hernán Siles Suazo fue detenido en Uyuni cuando trataba de ingresar
clandestinamente al país, desde Chile, a bordo de un convoy de ferrocarril
disfrazado de fogonero. Siles, entonces jefe de un ala de izquierda del MNR,
sería puesto en libertad en La Paz y pocos días después, el Gobierno aprobaba
la amnistía política.
Ovando Candia presidía la Junta Militar y la oposición
recelaba de la transparencia del proceso democrático en marcha, puesto que la
entonces Corte Electoral había dado muestras de un claro favoritismo a la
candidatura oficialista compuesta por el general René Barrientos y el
socialcristiano Luis Adolfo Siles Salinas.
Pese a ello, el general Ovando fue objeto de una “calurosa”
recepción el miércoles 25 de mayo, y desde los balcones de la Alcaldía
pronunció un impecable y bien afinado discurso en el que hizo los esperados
anuncios y también, como era de esperar, se refirió a la embarazosa coyuntura
política.
Ovando y su comitiva llegaron al antiguo aeropuerto de
“Lajastambo” al promediar las 11 de la mañana del 25 de mayo. Descendieron
hacia la ciudad por el tortuoso camino de tierra que ingresaba por el puente de
Aranjuez y desembocaba en la ex estación “Aniceto Arce”.
El mandatario militar no era precisamente un líder político
carismático, pero ese día fue objeto de una cálida bienvenida por parte de la
población de Sucre, según registra la prensa de la época.
Uno de sus primeros anuncios tuvo que ver con la crítica
situación del aeropuerto. El Gobierno militar destinaría una importante
cantidad de recursos para “ampliar” Lajastambo y también mejorar el camino de
acceso. Asimismo, Ovando dijo que se continuarían los estudios para la
“construcción del camino Sucre-Uncía”, un sueño todavía no realizado medio
siglo después.
Pero Ovando hizo también una reflexión de fondo al espíritu
ciudadano. Desde los balcones del Municipio exclamó: “No sólo de glorias y
renombres se alimentan las patrias (…) yo creo en una Chuquisaca joven y viril,
con un pie en la tradición y otro en el futuro, violentando el destino en el
duro presente, capaz de darnos, todavía, muchas lecciones de sana varonía
creando empresas, removiendo ideas, acometiendo hazañas con ese espíritu
indomable con el que los Padilla levantaron una Nación libre (…)”
En lo político, el Jefe de la Junta Militar afirmó que el
país “comenzaba una Segunda República tras una ominosa tiranía de 12 años” y
subrayó que las Fuerzas Armadas “seguirán siendo cuarteles y no son
reaccionarias ni extremistas y por el contrario son de tradición cristiana, de
estirpe democrática y republicana y mantienen la idea revolucionaria que nos
dio independencia en 1825”.
El persistente problema de la luz
En mayo de 1966, la prensa informaba que el Gobierno había
anunciado la adjudicación, por parte de la Junta de Almonedas de ENDE, con sede
en la ciudad de Cochabamba, de la compra de una unidad termoeléctrica para la
ciudad de Sucre.
La adjudicación se hizo entre un total de cinco empresas
concursantes, y a un precio de 100 mil dólares americanos. La empresa
adjudicada era “Johansson y Cia”., la cual debía proveer, en los plazos
establecidos, “de una unidad con capacidad de generar 750 Kw”. Se informó
también que los gastos de instalación de esa usina estarían a cargo de la
“Cooperativa Eléctrica Sucre”.
“En el plazo de diez meses podía entrar en funcionamiento y
habrá solucionado parcialmente el problema de la luz eléctrica que afecta a la
Capital de la República, ya que para su total solución se hará la instalación
de una usina hidroeléctrica de Rufo” señalaba la crónica.
La unidad adjudicada a esa empresa de origen sueco no era
otra que la primera planta termoeléctrica que posteriormente (a mediados de la
década de los setenta) se instalaría recién en la zona de Alto Aranjuez, la
misma que con el transcurso de los años sería ampliada de acuerdo con los
requerimientos tanto locales como de la red nacional interconectada.
En esas fechas, las autoridades municipales anunciaron que
estaban “tomando previsiones” para la habilitación del servicio de alumbrado en
la Avenida del Maestro, donde se colocaban los postes “dotados de elementos
modernos de iluminación”.
Economía deprimida
Aspiraciones ciudadanas en 1966
Una de las principales preocupaciones regionales a mediados
de la década de 1960 era la situación de abandono y pobreza en la que habían
quedado las provincias de Chuquisaca. A partir de la construcción del oleoducto
Camiri-Sucre y la instalación de la refinería “Carlos Montenegro” en Mesa Verde
se había puesto fin a una “floreciente industria del transporte” de la que se
nutrían todos los pueblos ubicados a lo largo de la llamada “Ruta Diagonal”.
El ciudadano Gastón Pacheco Arana se hizo eco de esa
situación y publicó en la prensa de la época un glosario de inquietudes
recogidas de la ciudadanía en sus distintos niveles.
Fortalecimiento y consolidación de la economía de la
Universidad San Francisco Xavier.
Ampliación y equipamiento de la Escuela Nacional de Maestros
y del Colegio Junín, dotándoles de los elementos que la moderna pedagogía
exige.
Solución inmediata del agua potable para la capital mediante
la consolidación del crédito francés.
Ampliación de la Fábrica de Cemento.
Nuevas construcciones escolares para la Capital y provincias
y remozamiento de los planteles ya existentes.
Perfeccionamiento de los caminos troncales, provinciales y
cantonales que permitan el rápido desarrollo de las distintas zonas del
territorio chuquisaqueño (especialmente el camino Sucre-Uncía).
Cultivos intensivos y extensivos de todos los campos
trigueros de Mojocoya, Presto, Tarabuco, Zudáñez, Azurduy, etc.
Fomento a la Ganadería vacuna, ovina y especialmente porcina
con la construcción de un frigorífico en la zona de Monteagudo.
Campaña proselitista y aniversario
Intensa actividad de Barrientos
El candidato presidencial del oficialismo, René Barrientos,
realizó el día 23 de mayo una intensa actividad proselitista en Chuquisaca los
días previos a la efeméride. A bordo de un helicóptero, el general, entonces a
punto de cumplir 47 años, recorrió casi todas las provincias donde promocionó
su candidatura.
Barrientos prometió a los pobladores de provincias atender
sus necesidades de educación, agua potable y electrificación.
Según las crónicas fue recibido “calurosamente” por
campesinos en Tarabuco, Presto y Mojocoya. Luego se dirigió a Tomina y en
Zudáñez inauguró una “moderna escuela” construida con la cooperación del
coronel León Kolle Cueto, donde también hizo entrega de un “moderno hospital y
una clínica móvil”, para luego visitar Padilla, Villa Serrano, Azurduy, Sopachuy,
Tarabuquillo y Redención Pampa, antes de retornar por la tarde a La Paz.
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