Por: Juan Carlos Ramiro Quiroga. La Paz, 1962. Literato y periodista.
Jorge Miranda, integrante de "Los Choclos", conmemora una exclamación
de la autora de "La cueca de los poetas" Violeta del Carmen Parra
Sandoval (Chile, 4 de octubre de 1917 - 5 de febrero de 1967), cantautora,
pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada una de las
folcloristas más importantes de América y fundadora de la música popular
chilena
"Mar para Bolivia, habla Violeta Parra", tal la revelación sobre una
de las exclamaciones favoritas que utilizaba la gran artista chilena cuando atendía
por teléfono, resaltada en una entrevista a don Jorge Miranda, integrante de
"Los Choclos", conjunto musical boliviano que tocó en la famosa Peña
Naira en La Paz y en el Circo La Reina de Violeta Parra en Santiago.
"Los Choclos" fue uno de los primeros conjuntos de zampoñas que tocó
en la Peña Naira y que además fue invitado por la propia Violeta Parra a
presentarse en su famosa Carpa de La Reina en Santiago de Chile en 1967. El
conjunto nació de "Los Cebollitas", grupo de similares características
musicales, que también ofrecía su recital en la mencionada peña paceña.
El conjunto "Los Choclos" se creó en 1952, año de la Revolución
Nacional. Entonces contó con 40 integrantes que formaban parte del Sindicato de
Lustradores y Calzados. De ese grupo se escogió a los mejores tocadores, entre
ellos al entrevistado, que conoció a la compositora chilena Violeta Parra,
además de Hernán Rollano, Augusto Gutiérrez, ya finados, Isidro Quisberf y
Alberto Bustillos, para viajar a la capital de Chile.
En 1965, Jorge Miranda, de 22 años de edad, y los integrantes de "Los
Choclos" acostumbraban almorzar en el Mercado Lanza, ubicado en la Pérez
Velasco. Una vez se acercó un turista y no sabían cómo se llamaba, porque no
hablaba castellano. Ahí se presentó el desconocido como Gilbert Favre. A pesar
de la dificultad en la comunicación lograron su amistad y hacerlo comer, porque
entre todos se hizo una cuota para convidarle un plato. Aunque le ofrecieron
todas las comidas del menú paceño, al joven gringo no le gustaba ni el asado ni
el saice ni el bistec ni las albóndigas. Cuando ya se daban por vencidos,
alguien trajo un plato de pescado y Favre señaló favorablemente dicho almuerzo.
Y entre todos le compraron una lata de sardinas. Esto comió muy bien con pan.
Luego se perdió por casi cinco meses.
El joven gringo volvió a buscarlos al Mercado Lanza para invitarlos a la Peña
Ñaira. Ya había aprendido a hablar un poco de castellano y les demostró que
dominaba la flauta. También les contó que se había venido de Chile a través del
desierto de Atacama. "¿Y por qué se ha venido desde tan lejos?", le
preguntaron Los Choclos. "Se había escapado de doña Violeta Parra, No
quería estar con ella. Había llegado aquí a Bolivia y ya era componente de la
Peña Naira", contestó Jorge Miranda, quien escuchó al gringo narrarles
este suceso en varias ocasiones.
Jorge Miranda nació en La Paz en 1937. Fue vendedor de periódicos y también
billarista. Trabajó más de 50 años en la Plaza Murillo, centro del poder
político en Bolivia, como lustrador de calzados. El 50 se licenció del cuartel
y el 51, a la edad de 20 años, se fue a incorporar a "Los Choclos",
que significa wawas o chiquitos. Se fundó la Juventud "Los Choclos"
para "chocar musicalmente" con "Los Cebollitas", que
trataban de dominarlos. En abril de 2009, Miranda cumpliría 78 años, entonces
era uno de los últimos integrantes de Los Choclos aún vivo.
¿Cómo se contactó con ustedes la señora Violeta Parra?
Jorge Miranda (JM): Cuando ya estábamos actuando nosotros en la Peña Naira, llegó
una señora chilena. No la conocíamos ni sabíamos quién era. Y cuando Violeta
Parra nos ha escuchado tocar, ha dicho que por qué no vamos a Santiago de
Chile.
¿Les ha invitado personalmente?
J.M.: Nos ha invitado ella y Gilbert Favre ha dicho sí. Vamos a juntar harto
dinero para llevarlos. Después, cinco personas del conjunto "Los
Choclos" hemos viajado a la primera peña que había sido de los Parra en
Santiago de Chile. Tocamos en dos oportunidades. Los hijos de Violeta Parra
también tocaban y cantaban, pero lindo. Ahí hemos sabido que los políticos los
estaban buscando, porque los hijos de Violeta Parra daban la contra al
gobierno.
¿Qué les contaba Gilbert Favre de su relación con Violeta?
J.M.: Que le exigía mucho en todo, que trabaje. Y él no podía trabajar porque
le gustaba la música, la quena. La flauta tocaba lindo. También ella tocaba y
nosotros tocábamos nuestros instrumentos. Le han gustado nuestros instrumentos
andinos.
¿En qué año fueron a Santiago?
J.M.: Ha debido ser a fines de los años 60, no recuerdo muy bien.
¿Tocaron en la carpa de Violeta Parra?
J.M.: Primero fue en la peña de los Parra, después en la carpa de Violeta
Parra. Ahí hemos tocado, y recuerdo que cuando le llamaban por teléfono, ella
hablaba y decía: "Mar para Bolivia, habla Violeta Parra".
Qué bueno, y ¿qué más decía?
J.M.: Y todo aquel que llamaba, quería al conjunto "Los Choclos" y
nos invitaban a todas partes.
¿Qué temas tocaban allá en Santiago?
J.M.: Tocábamos todo, entre huayños, cuecas… Son muchas piezas y las tenemos
hasta ahora mismo. Es muy difícil recordar tantas piezas antiguas.
¿Cómo era doña Violeta?
J.M.: Era muy buena persona. Caramba, nos decía: "¿Qué es lo que quieren?:
¿poroto quieren?, ¿café quieren?, pero ¿díganme qué?". Y cada día poroto y
poroto nos daba. Una vez hemos ido a actuar ante una de sus amistades. Doña
Violeta había conseguido la pega para nosotros y nos iban a pagar. Ella cobró,
nos dio y alcanzó para sus gastos. En la carpa nosotros actuábamos de noche
nomás.
¿Cuánto tiempo se quedaron en Santiago? J.M.: Casi un mes y medio. Cincuenta o
cuarenta pesos chilenos, creo que era al cambio a unos 100 bolivianos. Y cuando
ya estábamos en La Paz, hemos logrado saber que doña Violeta Parra había
fallecido en Santiago de Chile. Lo hemos sentido harto. Luego Gilbert Favre
murió no sé en qué parte de Europa.
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