Altagracia de Orituco – Venezuela,
febrero de 2018.
Durante la colonia las pampas de Chiquitos y Mojos fueron
siempre las zonas más vulnerables al avance de los portugueses, quienes
causaron problemas a los Jesuitas y, después, a los gobernadores militares. Chiquitos
estuvo más cerca del Brasil que de cualquier poblado de la Real Audiencia de
Charcas, ni siquiera Santa Cruz estaba tan cerca, la distancia y desvinculación
fueron factores determinantes para que el gobernador realista de esa provincia
la entregue al Imperio de Brasil dicho territorio.
En 1825 gobernaba Chiquitos el coronel realista Sebastián
Ramos que asesorado por el presbítero y Teniente Coronel José María Velasco,
felicitó al Mariscal Antonio José de Sucre, General del Ejército Unido
Libertador del Perú, por su triunfo en Ayacucho sobre las fuerzas realistas. De
esta manera simulaba estar a favor de la independencia americana.
Pero en realidad esa felicitación no fue sincera, ya que, en
marzo de 1825, Ramos envió al cura José María Velasco a Mato Grosso, provincia
del Brasil, para entregar Chiquitos a ese Imperio. La entrega se hizo a través
de una capitulación, firmada el 28 de marzo de 1825, y aceptada por el Gobierno
de Mato Grosso el 14 de abril; estableciéndose la “unión de dos provincias
limítrofes”
El 15 de abril se envió una comunicación al emperador
participándole la anexión. El 25 de abril 400 soldados brasileños fueron
enviados a Santa Ana al mando del comandante mayor brasileño Manuel José
de Araujo e Silva.
Alevosa, descarada y prepotentemente el 26 de abril, el
comandante brasileño Manuel José de Araújo envió una nota al coronel José
Videla, gobernador de Santa Cruz, con la
cual le informa que, mediante capitulación con el gobernador de la provincia de
Chiquitos, el territorio de dicha provincia fue entregado al dominio y mando
del Emperador de Brasil y, que por consiguiente las tropas colombianas de Sucre
y en el Alto Perú debían abstenerse de poner sus pies en el citado
territorio, pues si lo hicieren el citado invasor Araújo se tomaba la libertad de amenazar a la pequeña ciudad de Santa Cruz con destruirla (desolaría,
dice) toda la tropa de la ciudad de Santa Cruz y, de igual manera, la ciudad
misma, de la cual no dejará en ella sino "fragmentos de lo que, para
memoria de la posteridad."
No contento con esta nota para el gobernador de Santa Cruz,
el comandante Araújo envió a Sucre lo que Bolívar llama "bárbara e
insolente intimidación del comandante portugués". La respuesta de Sucre no
se dejó esperar, y envió un ultimatum, amenazando con enviar un ejército a
expulsarlos. A continuación trascribimos la respuesta de Sucre, y sigue de la siguiente
manera:
"Cuartel general en Chuquisaca, a 11 de mayo de 1825.
Al Señor comandante en jefe de las tropas del Brasil en las
fronteras de Chiquitos, don Manuel José de Araújo.
Señor comandante:
La nota que V.S. se sirve dirigirme e! 26 de abril, acaba de
llegar a mis manos. El comandante Ramos, gobernador de Chiquitos, no sólo
carecía de facultades para ninguna negociación con V.S. sino que no tenía
ninguna credencial para entrar en relaciones con un gobierno extranjero. La
entrega que ha hecho de la provincia de Chiquitos a V.S. es una traición y una
perfidia y V.S. ha cometido una agresión injusta en ocuparla; la provincia de Chiquitos,
perteneciente a estos territorios y puestas ya bajo las armas libertadoras, no
puede recibir otras autoridades que las que se le destinen por su gobierno
legitimo
No puedo persuadirme que V.S. tenga órdenes del gobierno del
Brasil para la invasión que nos ha hecho; y la conducta de V.S. marchando de
mano armada a posesiones de un modo usurpador de esa parte de nuestro país, sin
haber precedido una notificación de guerra ni explicación alguna, es la
violación más escandalosa del derecho de gentes y de las leyes de las naciones,
y un ultraje que no sufriremos tranquilamente.
Nuestro gobierno desea el mantenimiento de la paz y de la
más estrecha amistad entre los gobiernos americanos pero no teme de nadie la
guerra: poco ha que acaba de humillar diez y ocho mil soldados de sus más
orgullosos enemigos, y sus ejércitos están dispuestos para hacerse respetar y
castigar a los injustos.
Prevengo, pues, al señor comandante general de Santa Cruz
que si V.S. no desocupa en el acto la provincia de Chiquitos, marche contra
V.S. y no se contente con liberar nuestras fronteras sino que penetre al
territorio que se nos declara enemigo, llevando la desolación, la muerte y el
espanto para vengar nuestra patria, y corresponder a la insolente nota y a la
atroz guerra con que V.S. la ha amenazado.
Reservo entre tanto el derecho para elevar los reclamos
sobre este suceso al gobierno supremo del Brasil.
Dios guarde a V.S.
El miedo ante la posible confrontación con el victorioso ejército
de Sucre, las fuerzas brasileñas se retiran, no sin antes saquear las iglesias
de Santa Ana y de San Rafael, robar la plata labrada de estas, y arrasar con
toda la riqueza pecuaria de la región.
Finalmente el 13 de agosto el emperador Pedro I de
Brasil repudió la anexión, mandando un nuevo gobernador para el Mato
Grosso y ordenando no inmiscuirse en la guerra del Alto Perú.
El presbítero y Teniente Coronel José María Velasco
desaparece desde entonces de la escena histórica y probablemente fue a morir
como cura en el Matto Grosso.
Fuentes:
Bolívar y el imperio del Brasil. - De: Alfredo Cardona Tobón.
Paseo genealógico por la Argentina y Bolivia – De: Juan
Isidro Quesada.
La Invasión Brasileña a Chiquitos - Paula Peña.
CARTA DE SIMÓN BOLÍVAR PARA EL GENERAL FRANCISCO DE PAULA
(Enero a junio de 1825)
Gracias
ResponderEliminarPENDEJO CALLA EL OJETE
EliminarXdddd
Eliminarestupidos esta es una pagina para buscar información no para decir esas cosas
EliminarChale
ResponderEliminarEquisde
ResponderEliminarque es V.S.?
ResponderEliminarEs versus digamos bolivia contra Colombia eso
EliminarV.S es contra vaaaaaaaaaaaaaaaa
EliminarOye aapo ijueputa mal parido niño rata
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