Por: Felipe Medina Espada.
GUERRA DEL CHACO, LA DEFENSA DE LA HEREDAD PATRIA (Apuntes 2)
14 de junio 2020. Hrs 09:48
Ocurrió en el pequeño poblado de Presto, en un tiempo fue cuartel durante la guerra de la independencia de la heroína Juana Asurdui de Padilla, muchos años después, en 1933, en un día 2 de noviembre en la mañana, en la plaza del pueblo, don Clemente, corregidor del pueblo, fija un cartel sobre la pared más vistosa, inmediatamente varios niños curiosos se acercan a ver de qué se trata, enterarse de “primera boca” las noticias y contárselos a sus papás, muchos de ellos no saben leer... El más alto se coloca delante, balbucea: “-‘Llanamente’, otro más pequeño corrije: “Llamamiento”, “Llamamiento a los hijos de la Patria”.
Don Clemente era el encargado de “reclutar a los nuevos llamados para el frente”, ya el coflicto bélico había iniciado el 15 de junio del año anterior, 1932. Luego de cumplido con el primer paso, tenía la obligación de “ir casa por casa” a insistir a los padres para que sus hijos se alistaran porque la “Patria los llamaba”.
Ismael, hijo de una madre viuda, estaba en edad comprendida entre “ los llamados”, en cambio Benito, su hermanito, es apenas de 13, pero también desea ir junto a su hermano. “-Mamay, yo también voy a ir a la guerra junto al Ismacho”, la madre no le da ninguna importancia, reprendiendole le ordena salir de la cocina. Horas después, Benito, cuando regresa animado para insistir su pedido la encuentra llorando. Lloraba la pérdida de su esposo meses antes y ahora con esas “noticias” sentía que se quedaba sola con un hijo y quizá como decían las “noticias” de algunas madres “-los hijos ya no regresan nunca más”.
Ruperto, también está en la edad comprendida; él estaba contento de ir al “frente” porque sería su oportunidad para brillar como héroe, pues hacía tiempo que su corazón estaba prendido de una joven presteña, pero sin eco. Él se decía “-Le demostraré que soy un gran hombre, mi nombre saldrá en las noticias, ella me reclamará; talvez hayan otras mujeres”.
A fines del mes de noviembre, don Clemente había logrado cumplir con el encargo de sus superiores, pues, los alistados sumaban alrededor de 80, entre ellos muchos “Ismaeles, Rupertos, Juanes” del pueblo, de las casas de hacienda, de los labradíos, unos que sabían leer, otros no. Partieron de su pueblo el 2 de diciembre hacia Sucre, 90 km a pie. Iban a sumar al glorioso Destacamento Chuquisaqueño 111 que, en el año siguiente, el 17 de marzo partirían al Frente de Guerra.
Retornaron héroes, algunos condecorados, otros con heridas, otros nunca más.
Esta historia continua…
MANDINGO.
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