Por: Felipe Medina Espada.
Y después de tres años, SOLO QUEDARON RECUERDOS Y DESPOJOS. La Guerra del Chaco
APUNTES 8
30 junio 2020, Hrs. 11:00 am
Cuando comienzo a escribir este penúltimo APUNTE, estoy sintiendo una música imaginaria transportada por los silfos, espíritus de los vientos que acompaña a las tropas desmovilizadas de cientos y miles de soldados andrajosos, sedientos, con frustraciones donde el llanto lame sus corazones, rabiosos, mirando hacia atrás donde quedaron sus camaradas de armas, enterrados unos, la mayoría con sus despojos sirviendo de carroña; ellos están intentando olvidar las tragedias en las que estuvieron envueltos por defender a la Madre Patria, aquella que hacía meses y años, allá lejos en sus pueblos y ciudades los hubiera convencido para que fueran al frente a defenderla y honrarla.
Los saldos de esas feroces jornadas para los soldados bolivianos, seguro, también, para los paraguayos, “los vencedores”, fueron funestos; para los segundos pese a su mayor pobreza que la boliviana, de extensión de una quinta parte o menos de territorio que la boliviana, con mucho menor población, fue de vítores porque al frente tuvieron durante todo el tiempo de la guerra a un militar ejemplar, en el otro frente no fue así, desgraciadamente. Ocurre en nuestros tiempos, en nuestra política igualmente miserable en el andamiaje de nuestros gobernadores, pregunto: “¿Cuándo se ha visto que los corruptos y ladrones pongan las reglas de unas elecciones”? (Ante la mirada "ingénua" de los otros dirigentes que se dicen 'honestos').
((En esos tiempos como en todos ellos, los presidentes por los que hay que sentir orgullo casi no existen, muy pocos, entre ellos el Mcal. Antonio José de Sucre, colombiano, joven militar que se resistió hasta el último momento ser presidente, y solo a la tercera vez aceptó ante un singular chantaje que le impusieron los Olañetas y Cía, quien luego de haber erigido el Estado Boliviano, pese a su corta edad, 33 años, luego de sufrir un atentado complotado, fuera virtualmente “echado por esos mismos” del gobierno boliviano)).
Los hijos y descendencias de esos héroes, que, seguramente, sino todos, una gran mayoría, recibió medallas y condecoraciones, por supuesto que no tuvieron jamás vida noble que merece un defensor de la Patria, vivieron con una pensión vitalicia miserable, jamás fueron honrados como merecieron, ocurrió con los defensores de la democracia y defensa de las libertades que disfrutamos hoy.
Las decenas de miles de alistados que quedaron en el anonimato sin saberse jamás de sus existencias están honrados en monumentos erigidos con el nombre “Monumento al Soldado Desconocido”; pero de los otros que igualmente entregaron sus vidas por ideales y sueños de libertad y defensa heróica de los derechos en la historia patria, no existen.
Esa la memoria que guardamos, y, algunos, procuramos superar cargados de nuestros sueños e idealismos.
Esta historia continúa…
Con afecto, MANDINGO.
Fotografía tomada de la Exposición Guerra del Chaco organizada por los hijos de beneméritos. Sucre.
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