Tomado de: BANZER GENIO Y FIGURA………….. Para que no se
olvide. NUNCA MÁS. – De: CENTRAL OBRERA BOLIVIANA (COB) / EDITORIAL: CREAR
IMPRESIONES. LA PAZ. BOLIVIA. 2008.
Cómo señala el informe de 1976 de la COB:
“Comandante del Regimiento Andino
MUERTE DE 9 SOLDADOS FUE UN FATAL Y DESGRACIADO ACCIDENTE.
ORURO 7 (PRESENCIA).- Mientras las autoridades castrenses continúan afirmando
que la muerte de los 9 conscriptos en el balneario termal de Uncía no fue sino
un lamentable accidente, mineros de Siglo XX, Catavi, Sindicato 20 de octubre,
Veneristas, Lameros y Canaleteros, se encuentran en huelga de 48 horas, después
de las 11 de la mañana de ayer, en repudio por el suceso. La actitud de los
mineros conlleva un pedido de retiro inmediato de Uncía de los efectivos del
Regimiento Andino “Illimani”, al que se habían incorporado 24 horas antes los
conscriptos fallecidos procedentes de La Paz.
DESGRACIA INSÓLITA
“No tengo porque mentir; no hubo premeditación y mucho menos
se obligó a nadie, como tampoco fueron objeto de castigos; juro por Dios, que
fue un desgraciado y fatal accidente -declaró el comandante del Regimiento
Andino”Illimani” 21 de Infantería Cnl.Raúl Ramallo, a los invitados especiales
del diario local LA PATRIA, quienes viajaron a Uncía, ante los rumores del
lamentable accidente, así como las presuntas fricciones entre mineros y
efectivos del ejército.
Los conscriptos fallecidos llegaron a Uncía, junto con un
contingente de 300 compañeros suyos, el pasado sábado, en horas de la noche; al
día siguiente, según la versión oficial, insistieron en ingresar a la piscina.
Por tanto -dijo el Cnl. Ramallo- se distribuyeron en grupos,
indicándose que, previamente, ingresaran diez antiguos a fin de prevenir
emergencias; fueron ingresando poco a poco al agua hasta que, en determinado
momento, uno de los soldados empezó a patalear en el centro, gritando que
sufrió un calambre (espasmo muscular) y en su desesperación se agarró del
compañero que estaba más cerca. Este, sorprendido, hizo lo mismo con otro y por
no perder flotación, se sucedió la misma acción, entre unos y otros, creándose
una desesperación general o psicosis colectiva, hasta que tanto oficiales como
soldados antiguos, en decidida acción, fueron extrayendo a los más desesperados
y ordenando a que el resto abandonase la piscina.
Agregó –“Lamentablemente, por la confusión, varios de ellos
quedaron en el centro y no pudieron reponerse de los espasmos provocados
seguramente por el agua caliente y la poca costumbre de permanecer allí”.
Los soldados que perdieron el conocimiento fueron alrededor
de una veintena. Los oportunos auxilios que les presentaron lograron
reanimarlos. Actualmente, aún 6 de ellos reciben asistencia médica, pero están
fuera de peligro. Familiares de los fallecidos –según grabaciones que se
hicieron escuchar a los enviados del diario local -afirmaron que los cadáveres
no tenían magulladuras o huellas de golpes.
HUELGA
El suceso determinó que ayer, en horas de la mañana, los
mineros de los centros vecinos a Uncía efectuaran una manifestación vehemente,
protestando por la muerte de los conscriptos; culminaron su protesta con la
declaratoria de huelga por 48 horas, paro que debe finalizar el domingo a las
11.00 hrs.
Las 48 horas -de acuerdo a LA PATRIA- significan, por otra
parte, “un plazo definitivo para que el Regimiento Andino “Illimani” 21 de
Infantería, abandone Uncía y se repliegue a Curahuara de Carangas y cumpla su
misión de cuidar las fronteras; caso contrario, no nos responsabilizamos de las
consecuencias”.
La manifestación se llevó a cabo en Llallagua. La
información del diario local dice: En el largo recorrido, los mineros,
población civil y estudiantes que se sumaron al acontecimiento, portaron en
hombros nueve ataúdes, al son de marchas fúnebres y lanzando gritos contra el
actual sistema de gobierno y a la que denominaron “descarada intromisión del
imperialismo yanqui”. En la concentración, que se efectuó en la Plaza del
Minero, los manifestantes decretaron también duelo de 7 días, con la bandera
nacional, por ese lapso, a media asta; a sí mismo, piden la presencia de una
comisión de la Cruz Roja, de Justicia y Paz, prensa nacional y delegados
mineros, para iniciar un proceso informativo y determinar las verdaderas causas
que originaron las muertes”.
PRESENCIA, 8 de junio de 1975.
UNCÍA DOS SOLDADOS FUERON HERIDOS AYER EN UN TIROTEO. ORURO,
8 (PRESENCIA).- En un enfrentamiento ocurrido anoche, a partir de las 23:30,
entre un grupo de civiles no identificados y efectivos militares de un puesto
de control cercano al cuartel de Uncía, resultaron heridos dos soldados. De
acuerdo a informaciones del Regimiento Andino “Illimani” 21 de Infantería, los
heridos tienen lesiones leves. No se proporcionaron los nombres.
En cambio, de acuerdo a la versión recogida por este
corresponsal de funcionarios del Hospital de Catavi, donde se hallan internados
los heridos, uno de ellos reviste gravedad y fue sometido a una intervención
quirúrgica, su nombre es Jacinto Trujillo y se indica que recibió un impacto de
bala en el estómago. No se conoce si los atacantes sufrieron bajas.
Esta es la primera fricción directa entre efectivos
militares y civiles. El miércoles pasado, cuando se exhumaron los cadáveres de
cuatro de los nueve conscriptos fallecidos en la piscina termal de Uncía, se
produjo un conato entre uniformados y elementos mineros, estudiantes y otros
civiles, en las proximidades del cementerio. Se hicieron disparos de armas de
fuego por ambas partes, pero estos fueron al aire.
Existe actualmente tranquilidad en Uncía, Siglo XX,
Llallagua y Catavi, aunque se estima que la calma puede ser alterada por la
acción imprudente de cualquier grupo o individuo.
Con relación al ataque de anoche al cuartel del Regimiento
Andino, que se encuentra a un kilómetro y medio aproximadamente, entre Uncía y
Llallagua, se informó que aprovechando la oscuridad de la noche, elementos
civiles dispararon contra los puestos de control. La región ha sido declarada
zona militar y sus efectivos están en emergencia. El hostigamiento fue hecho
con fusiles, armas de corto calibre y dinamita. Los efectivos militares
respondieron de inmediato, habiéndose prolongado el tiroteo por más de hora y
media.
Entre tanto esta mañana a las siete horas se reiniciaron las
labores en las empresas mineras, así como en los sectores de veristas y
lameros, luego del paro de 48 horas que decretaron en protesta por la muerte de
los nueve conscriptos. Lo que se ha probado es que efectivamente los muertos son nueve
y perecieron ahogados, aunque existen discrepancias en cuanto a las
circunstancias del fallecimiento.
La interpretación del sector civil es libre, y por tanto,
variable. Las autoridades militares, particularmente el comandante del
Regimiento, Cnl. Raúl Ramallo, ratificó a este corresponsal las declaraciones
que hizo a distintos medios de comunicación sosteniendo que fue un fatal
accidente y que los conscriptos no recibieron ningún maltrato previo a su
ingreso al baño.
Entretanto, dirigentes mineros y civiles presumen que no se
pudo encontrar a nadie que haya visto que fueron “chocolateados” o “inducidos a
meterse en la piscina”.
Gilberto Bernal, Secretario General del Sindicato de Mineros
Siglo XX, dice que pudo observar en uno de los cinco cadáveres que por su
cuenta los civiles llevaron a la capilla en Uncía, mientras los otros eran
transportados por efectivos del Regimiento “Illimani” para ser entregados a sus
familiares, “un hematoma en el ojo y pómulo derechos y en otro una ligera
brecha alrededor de la frente”. Sin embargo, en otras fuentes se presume que
también esas huellas se produjeron mientras luchaban por salvar la vida o
durante ejercicios realizados en el curso del día.
Una de las peticiones del comunicado expedido al iniciar la
huelga era que los efectivos del Andino “Illimani” se replieguen a su base de
Curahuara de Carangas. Gilberto Bernal explicó que las 48 horas de plazo eran
para gestiones, por intermedio de la Federación Sindical de Trabajadores
Mineros de Bolivia (FSTMB), para que ese pedido se cumpla; mañana se efectuará
una asamblea de delegados para determinar en definitiva las medidas a adoptarse
y para que se dé curso a la solicitud.
El comandante del Regimiento Andino informó que no se conoce
oficialmente el pedido, sin embargo, espera la disposición que sobre el
particular pueda emitir el alto mando.
Los hechos luctuosos parecen haberse centrado en los
asientos mineros. Ayer, mientras realizaban trabajos comunitarios, dos obreros
eventuales de la Alcaldía fallecieron al desplomarse una pared”.
PRESENCIA, 9 de junio de 1975.
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