Artículo publicado originalmente en: Agencia Autónoma de Comunicaciones Abril de 2011 - Disponible en: https://subversiones.org/archvos/87
/ Foto: Una madre visita a su hijo en un hospital de La Paz, es el 15 de
noviembre de 1979. El joven fue herido durante el golpe de estado encabezado
por el coronel Alberto Natusch Busch, que derrocó al gobierno de tres meses del
presidente Walter Guevara Arze / Foto por Alex Bowie / Getty Images.
El golpe
Cierta versión de la historia política boliviana funda sus razonamientos en la
profunda “inestabilidad” del país en el siglo XX. El “renombre de Bolivia”, -a
decir del historiador James Dunkerley-, ante el mundo que llegó a conocerla, no
solo radicaba en haber sido uno de los países exportadores de estaño barato
durante el siglo pasado, sino en las convulsiones sociales que para unos
eran evidencia demasiado patente del atraso de un país de mayorías
indígenas.
El Coronel Alberto Natusch Busch, era sobrino del conocido militar nacionalista
y ex presidente Germán Busch i. Si bien podría decirse que el parecido radicaba
únicamente en el apellido, no es lo mas importante. En cambio si lo es señalar
que fue parte de un largo y sangriento ciclo de golpes de estado. El gorilismo
en Bolivia se había iniciado en 1964 con el General Barrientos, continuado con
el gobierno de facto de Hugo Bánzer Suárez y terminado con el año de gobierno
del General Luis García Meza en 1980 -81.
Desde la caída de Bánzer en 1978, propiciada por una masiva huelga de hambre
iniciada por mujeres de las zonas mineras, hasta 1980 existieron 5 presidentes
y dos elecciones generales. ¿Un signo de “inestabilidad”? Mas bien, la señal de
la constante lucha de un poderoso movimiento obrero y popular aglutinado
fundamentalmente en torno a la Central Obrera Boliviana, que brindó cientos de
muertos y detenidos en los ametrallamientos que realizaba el ejército en cada
ocasión en que ocurría un golpe de estado.
Los nuevos golpistas de noviembre a la cabeza de Natusch Busch se apoderaron
del Palacio de Gobierno y del tenebroso Ministerio del Interior a las dos de la
madrugada del 1o de Noviembre de 1979, deponiendo así de su puesto, al hasta
entonces presidente Walter Guevara Arze. Tanquetas y tropas militares bajaron y
tomaron de manera subrepticia las calles y avenidas de la ciudad de La Paz,
como inicio indiscutible del nuevo golpe de estado.
A las seis de la mañana algunas emisoras radiales lograron transmitir a la
población que existía un nuevo Coronel autoproclamado presidente de la
Repúblicaii. Sin el carisma de Barrientos, (el primer dictador), Natusch Busch
no solo se declaró “institucionalista” sino que proclamó mediante sendos
comunicados a la nación que el golpe no era golpe sino otra expresión de su
“institucionalismo”.
El golpe urdido, contaba con el apoyo de una fracción de senadores y diputados
del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNR-I) el Movimiento
Nacionalista Revolucionario Histórico (MNR-H) y gente de la banzerista Acción
Democrática Nacionalista (ADN). Los primeros dos paradójicamente habían sido
los desgajamientos del Movimiento Nacionalista Revolucionario, (MNR), el
partido hegemónico después de la revolución de 1952, el cual había impulsado a
su manera las medidas exigidas y pergeñadas por el movimiento obrero y popular
a fines de la primera mitad del siglo XX.
A las ocho de la mañana el país estaba enterado de la nueva asonada. El Cnel. Carlos
Mena, a la sazón Ministro del Interior de Natusch, el Comandante del Regimiento
Tarapacá, Cnel. Arturo Doria Medina (conocido como el “Mariscal de la Muerte”),
junto a la complicidad de los miembros de la nueva dictadura, planificaron la
represión atroz que se desató de manera inmediata en por lo menos dos ciudades
principales del país: La Paz y Cochabamba.
Afirma Juan, vecino de la Villa Victoria, (populoso barrio fabril de las
laderas de la ciudad de La Paz, que el golpe apostaba a ser efectivo y por
tanto sus ejecutores estaban dispuestos a matar y aplastar cualquier tipo de
resistencia populariii.
El golpe de estado de 1979 que militares y civiles le dieron al gobierno de
Walter Guevara, se inició con la ocupación de la Plaza Murillo con tanques de
guerra. El golpe fue dado el 1º de noviembre, día de Todos Santos. Toda la
gente del país despertó con la noticia del golpe, pues éste se había iniciado
en la madrugada de ese día. La sorpresa fue muy grande para todos. El gobierno
de Guevara parecía tener una cierta aceptación por parte de la ciudadanía,
porque la opción Guevara, presidente del senado, parecía haberle sacado de un
empatanamiento al Congreso, porque después de las elecciones generales del
mismo año ningún partido tenía la suficiente cantidad de votos para que su
candidato asuma la presidencia del país. Entonces, para la población al parecer
no había nada que justifique un golpe civil-militar, menos cuando la OEA se
estaba reuniendo en La Paz, y mucho menos en pleno día de la fiesta religiosa
de Todos Santos. El rechazo popular fue instantáneo. La Central Obrera
Boliviana (COB) respondió al golpe con una declaración de un paro nacional de
48 horas (…) Era un golpe de estado para triunfar, era para sacarlo a Guevara y
quedarse ahí, fue un golpe duro, o sea como cuando dicen “si yo hago golpe
tiene que ser para ganar” (Entrevista a Juan)
En efecto, las primeras medidas de Natusch fueron cerrar el parlamento y
decretar Estado de Sitio y la “Ley Marcial” en todo el país. Mediante ambos
instrumentos del terror, supuestamente legalizados en la Constitución Política
del Estado, podía ejercerse un control efectivo sobre la población, ya que la
Ley Marcial permitía a los grupos de militares (o paramilitares) disparar hacia
cualquier persona, incluso si ésta se asomaban a las ventanas de su propio
domicilio. Así murieron muchos de los asesinados esos días.
A las ocho y media de la mañana del 1o de noviembre, grupos de personas
comenzaron a arremolinarse en el centro de la ciudad. En la histórica Plaza San
Francisco y las calles adyacentes, decenas de jóvenes comenzaron a construir
barricadas. Algunos las llamaron “barricadas morales” porque no podían ser muy
efectivas ante los aviones de combate y el helicóptero artillado que el
dictador ordenó salir contra las multitudes. A pesar de esto, la gente estuvo
en la calle todos los días para resistir.
Horas más tarde, la dirigencia de la Central Obrera Boliviana convocó a la
Huelga y Paro General de 48 horas, que serían luego ampliados. Las
disposiciones fueron estrictamente acatadas en varias ciudades del país. De la
misma manera y como hecho fundamental la recientemente creada Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, (CSUTCB) a la cabeza de
Genaro Flores, apoyaron de manera consecuente todas las medidas antigolpistas.
Ante el estupor de no pocos dirigentes obreros, los campesinos de esta
organización se declararon en estado de alerta y movilización, siendo también
perseguidos por la represión. Era el importante inicio de la ruptura del
histórico y vergonzante “Pacto militar – campesino” del cual se habían servido
las anteriores dictaduras para enfrentar a campesinos con trabajadores mineros.
El ejército, el primer día del golpe, desplazó por las calles tanques y
tanquetas Sherman recién adquiridasi:
– “¡Asesinos!, ¡Asesinos!” resonaba en todas las calles y bocacalles cuando las
personas se paraban frente a los tanques, golpeándolos con los puños y gritando
con indignación sus consignas contra los militares.
“Pecho de muralla” decían los viejos combatientes de la revolución del 52.
Ahora igualmente ¿que otra cosa se podía ofrecer a las balas y las tanquetas?.
Varios jóvenes continuaban sacando el empedrado de las calles, otros quemaron
un automóvil haciendo frente a la represión, otras ocasiones dispersándose y
otras tantas volviendo a aglutinarse en todas las esquinas y detrás de cada
barricada. Los aviones de combate pasaron rasantes sobre la multitud, por lo
menos uno de ellos se dirigió hacia la ciudad de El Alto. Seis horas duró el
enfrentamiento, y dos fallecidos luego fueron recogidos cuando las calles
pudieron ser despejadas por los soldados.
En la ciudad de Cochabamba, los obreros de la fábrica de zapatos “Manaco”,
junto a estudiantes de secundaria y universitarios, se enfrentaron a las tropas
de la Septima División del Ejército que se habían declarado a favor del golpe,
y que había tomado instituciones del estado como la Prefectura y la Alcaldía.
Un muerto y siete heridos quedaron en las calles cochabambinas, mientras las
personas observaban el vuelo de otros aviones de combate. Más tarde se desató
una persecusión sañuda a los dirigentes fabriles, la cual terminó con la
detención de varios de éstos.
La COB se volvió a pronunciar rechazando los allanamientos a la sede sindical
de los trabajadores fabriles y los apresamientos ilegales. Sin embargo, fuera
de los marcos del sindicato, se estaba gestando una rebelión de las personas
que vivían en los barrios pobres de La Paz y El Alto:
Fue una suma de factores digamos. Sin los vecinos, su resistencia, la huelga
General de la COB, no hubiera funcionado. Sino fue la reacción de la gente,
seguramente tomando en cuenta a la COB, pero tantas directivas de la COB que
puede haber y la gente las ignora y las rechaza incluso. Esta vez no. Fueron
respaldadas, diríamos, las directivas de la COB, y en otra medida coincidieron
simplemente con la decisión de la gente de salir a las calles y no permitir el
golpe. La gente se enoja mucho cuando hay muertos de por medio y hubo muchos
muertos. Y lo que a la gente le indigna son las muertes sin motivo, es lo que
ha ocurrido en Octubre de 2003,. Lo que la gente de los partidos (de izquierda)
hizo es salir, pero simplemente se ha tenido que unir pues, no era trabajo de
los partidos, ellos se sumaban a las barricadaS (Entrevista a Juan)
Efectivamente: A pesar del intento de censura mediática, se reportaron los
sucesos posteriores. Los barrios populares de La Paz y El Alto salieron a la
lucha:
En Villa Victoria esta populosa villa, dejando de hacer lo cotidianamente suyo,
la gente salía a las esquinas de las calles, a comentar el golpe y a expresar
su desacuerdo. “¡Los militares van a venir en caimanes (carros de asalto), hay
que cavar zanjas!”, “¡Van a venir en tanques!”, se oyeron voces de este tipo.
Una de las primeras cuadras en que se cavó una zanja y se levantó una barricada
fue en la calle Asunción-Av. República. Luego se cavó zanjas en cada cuadra y a
su vez se levantó barricadas,se sabía pues bien que en otras ocasiones de
golpe, el ejército se movilizaba en camiones y en tanques livianos para
reprimir cruentamente al pueblo.
(…) La resistencia en otros barrios era parecida… parecida a la que hubo por
aquí,recuerdo bien en el barrio de Pura Pura, que colinda con Villa Victoria,
yo vi cómo el travesaño de puro hierro del desmantelado famoso “puente de Villa
Victoria”, puente en reconstrucción que estaba sobre la carretera asfaltada
“Naciones Unidas”, que conduce a la “Ceja de El Alto”, su estructura pesaba
muchas toneladas y que por su tamaño y peso fue dejado y abandonado a un lado
del camino, eso fue levantado por los vecinos para bloquear la carretera.
También en la Ceja de El Alto, en la zona Ballivián, lugares que ya se sabía
eran de mucha resistencia popular, los vecinos tuvieron que enfrentar con sus
propias barricadas los ametrallamientos que hacían desde el aire aviones de
combate y un helicóptero artillado, estaban pues dispuestos para barrer a tiros
a las masas de alteños, vecinos heroicos.(Entrevista a Juan)
Todos los vecinos de zonas como Villa Victoria y se movilizaron y sacaron todo
lo que podían de sus casas para poder hacer las barricadas y las zanjas:
Las herramientas y los materiales aparecían como por encanto. Si hacía falta
algún implemento, no faltaba el vecino o la vecina que lo ofrecía. Palas,
picotas, madera, palos, alambres, fierros, piedras, llantas de goma. Había que
ver a las mujeres de pollera ancianas ofreciendo agua a los que cavaban, a un
anciano que sacó llantas viejas de su domicilio. Había que ver a gente de toda
edad corriendo y sacando trastos de sus casas, todos ya listos a proveer de lo
que fuera necesario para reforzar las barricadas levantadas sobre la misma
tierra extraída de las zanjas cavadas. Jóvenes y niños acarreaban piedras desde
no se sabía dónde(…)Me acuerdo de doña Rita, esa era pues falangista, (de la
Falange Socialista Boliviana – FSB, partido fundado a semejanza del falangismo
español), ella estaba igual que todos nosotros. Todos, incluso movimientistas
más, (se refiere a gente del Movimiento Nacionalista Revolucionario) Todo el
mundo salió a protestar. Ahí esta la solidaridad espontánea de la gente, todos
sacaban agua, ¿agua? Hay agua. Había eso que se puede llamar disponibilidad,
“No, ¡yo tengo eso!”, y sacan. Lo que hacía falta sacaban de su casas, aparecía
nomas, picotas palas… zanjas, zanjas, zanjas, toda la Avenida República estaba
con zanjas, yo salí, todo el mundo salió…(Entrevista a Juan)
No hubo una organización desde sindicatos u organizaciones similares, solamente
se trataba de la gente que con indignación salía a las calles:
No había organización propiamente, tal vez en El Alto hubiera habido en ese
tiempo, tal vez la tradición comunitaria traída desde el campo hubiera dado
eso. Pero por aquí no, ningún sindicato, la junta de vecinos no juega, tanto
así que si había junta de vecinos su papel dirigente no apareció en absoluto.
La respuesta colectiva vecinal fue mas espontánea, la gente se juntaba y salía
de sus casas, así como cuando bajan los grupos folklóricos en la calle y la
gente sale y se agrupa a ver, era algo así.
Varios días salí, ahí fue emergiendo paulatinamente la movilización, ahí va
paulatinamente, había que cuidar las barricadas, las zanjas. La agitación era
extraordinaria. Había que darse prisa, ya había pues noticias de que los
tanques livianos del ejército ya estaban por el Cementerio, o sea era un lugar
que estaba a unas pocas cuadras de aquí, de Villa Victoria. La zanja y la
barricada de la calle Asunción en plena avenida ya estaban listas. Me acuerdo
que leí en una vieja hoja de cartulina que estaba en la barricada: “Muera el
golpe. Natusch, borracho drogadicto degenerado”…era pues bien conocida la fama
de Natusch. Ya más allá del medio día ya los tanques livianos militares
aparecieron,no por la avenida como se esperaba, sino por el lado de la zona
colindante de la zona Mcal. Santa Cruz, al otro lado de la avenida Apumalla.
Luego hubo una tanqueta situada a una cuadra y desde ahí dispararon contra la
gente que caminaba en la calle Asunción que da a dicha avenida. Ahí fue que uno
de los disparos mató a un joven que había sido estudiante del colegio “Franz
Tamayo”, que es colegio de Villa Victoria. La mujeres metían a sus hijos
pequeños a sus casas. Mucha gente, sobre todo los más jóvenes, ¿no?,
aglomerados en las esquinas formando grandes grupos, se quedaron a esperar qué
iba a pasar… ya entonces por fin los tanques militares entraron a la villa,
haciendo maniobras para eludir las barricadas y las zanjas ¿así no?. Los
soldados disparaban. La gente mas bien los recibió desafiante y les gritaban de
las esquinas: “¡a-se-sinos!, ¡a-se-sinos!, ¡a-se-sinos!…”. Los militares
disparaban, y la gente corría a ponerse a salvo en la calle paralela, se
juntaba y volvía a gritar”¡a-se-sinos!, ¡a-se-sinos!, ¡a-se-sinos!…”. Los
soldados volvían a disparar, así, los oficiales disparaban a matar, las
tanquetas no avanzaron bien, fueron con dificultad o ya luego simplemente no
avanzaban. Los vecinos volvían a correr, volvían a gritar, desafiantes ¿no?,
algunos entraban a sus casas y volvían a salir, los que eran más audaces
arrojaban piedras a las tanquetas. Así, hasta que los militares optaron por
retirarse derrotados, porque no quebraron la resistencia de los
villavictorianos, no pudieron pues amedrentarnos ni escarmentarnos a los
vecinos con muertos ni heridos, como era su propósito. Inmediatamente de que se
fueron ya las barricadas fueron reparadas por todos los vecinos en las calles
porque los soldados intentaron destruirlas…. El letrero contra el golpista
Natusch, ya no estaba, se lo habían llevado… Cuanto tiempo duró… unas dos
semanas. Ni un día se descansó. Hubo oposición frontal al golpe, era un golpe
sin apoyo, cualquier cálculo que habrían hecho los golpistas no resultó.
(Entrevista a Juan)
La resistencia no acabó, la gente no se rendía a pesar de que los informes de
Derechos Humanos contabilizan 216 muertos, 76 oficialmente reconocidos y los
otros cadáveres restantes desaparecidos. Además de medio millar de heridos,
otros tantos desaparecidos y torturad@s.
Las listas que se ponían en la puerta de la morgue, certificaban que allí
habían llegado las personas fallecidas durante la resistencia a la cruenta represión:
“Adela Cusicanqui, estaba embarazada de 6 meses, cayó el 4 de noviembre en la
Avenida Baptista, presenta disparo de bala, era ama de casa”
“Juan Mendez, desapareció luego haber sido visto herido por las balas de la
represión, era carpintero”
“Fidel Tincuta, de nueve años, falleció por disparo de arma de fuego el 5 de
noviembre en Chuquiaguillo, estaba pasteando sus burros junto a su hermano
menor. Era estudiante”
“Clemente Plata Chavez, cayó herido de bala el 6 de noviembre en la puerta de
su casa, es chofer”.
“Mercedes Perez, falleció el 4 de noviembre en Alto Lima (El Alto), la mató una
bala disparada por el helicóptero, era vendedora”
…. Brígida, Carlos, Celestina Eduardo, Juan, Julián, Marcelino, Guido, Fanny…
obrero, recogedor de basura, empleado, ama de casa, cargador, chofer,
estudiante, tejedor, portero, albañil, campesino, estudiante universitario,
vendedora…cayó herida por impacto de bala, cayó muert@ por balas dum – dum de
fragmentación, desapareció, falleció…
La lista elaborada por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia
(APDHB) se hace muy larga, decenas de nombres y lugaresiv. Historias que se
quedaron sin contar, sobre las personas que en El Alto, fueron ametralladas
desde el helicóptero que el dictador contrató a la empresa norteamericana
“Grover” la cual construía un camino importante en La Paz.
La denuncia que luego fue comprobada en los análisis forenses fue la
utilización por el ejército de balas “dum-dum” de fragmentación, las cuales
provocaron atroces heridas en los fallecidos y heridos, muchas estallaron
recién estando las personas en la sala de urgencias.
L@s herid@s, l@s muert@s, l@s desaparecid@s eran de (y habían caído en) barrios
populares: Villa Ballivián, Alto Lima, Ceja de El Alto, Alfonso Ugarte (de El
Alto). Avenida Buenos Aires, Chamoco Chico, Villa Antofagasta, El Tejar, Villa
Victoria, Munaypata, Río Miraza, Chuquiaguillo, Max Paredes, Challapampa, La
Portada, Cancha Bolívar, Zona Cementerio, Río Mihuasa, Garita de Lima,
Autopista, Villa Fátima (de La Paz).
Muchos no escaparon de la persecusión y las balas amparadas en la impunidad.
Narra Juan, que tres integrantes del Movimiento de Unidad Popular Socialista,
(movimiento fundando en 1969), fueron detenidos y golpeados salvajemente, entre
ellos se encontraba el economista Eduardo Urquieta, (conocido como Neptal
Viris) fundador del MUPS, quien fue torturado en la noche de su apresamiento en
la zona de El Tejar (el 5 de noviembre). Luego de golpearlo y destrozarle las
piernas a balazos, se lo llevaron aún con vida, a la temida Dirección de Orden
Político (DOP), en cuyas instalaciones, como había sucedido en otras dictaduras
y con otros presos políticos, fue torturado y finalmente rematado con varios
tiros en la cabezav
Viris (Eduardo Urquieta Morales), fue apaleado y acribillado durante su
detención, y torturado, nuevamente acribillado con balas dum-dum en las celdas
del Departamento de Orden Político (DOP) en la noche y madrugada del 5-6 de
noviembre, esas fechas precisamente fueron de los días de mayor resistencia al
golpe descabellado de Natusch. Esa vez salió a las calles conjuntamente con los
miltantes del MUPS, a coadyuvar a la organización de la resistencia popular en
los lugares más importantes y de mayor riesgo de La Paz y El Alto que en esos momentos
eran Avenida Buenos Aires, Villa Victoria, Zona Ballivián, donde la lucha
popular del pueblo sin armas contra los tanques, los aviones y el helicóptero
de los golpistas ya, digamos, había cobrado visos de audacia, temeridad y
también de heroicidad. (Entrevista a Juan)
¿Cuanta gente más cayó torturada y ejecutada por los militares?. Se habló de
fosas comunes donde las tropas del ejército hicieron “desaparecer” decenas de
cadáveresvi.
Las tropas del “Mariscal de la Muerte” se paseaban en todas las calles de La
Paz, como muestra de su desmesurado “patriotismo” hicieron volar parte del
edificio de la Central Obrera Boliviana. Un hecho sin duda simbólico pero poco
efectivo: la resistencia estaba desplegada en los barrios y aparecía de manera
persistente, rebasaba a la estructura sindical obrera.
Natusch se sentía incomprendido y acometido por la injusticia, o al menos eso
decía en otro mensaje a la nación publicado días mas tarde en los periódicos de
circulación nacional y leído en las emisoras tomadas por los golpistasvii. Este
acceso de cierta terneza militaresca no convenció a nadie, y menos aún la
propuesta que hizo el dictador sobre conformar un “triunvirato” donde
participarían la COB, él en persona representando a las fuerzas armadas y
representantes del parlamento. La COB asistió al diálogo suspendiendo la huelga
momentáneamente, hecho que le valió la crítica radical del sindicato de
trabajadores mineros y los sectores movilizados, quienes mantuvieron incólume
la huelga y el paro general, sin aceptar ningún tipo de acercamiento o pacto.
Los dirigentes de la COB estaban “bajo un rígido y crítico escrutinio” habían
afirmado las bases de los sindicatos minerosviii.
Después de 5 días de una “negociación” que no llegaba a ningún lado, y 15 días
de matanza contra el pueblo boliviano, Natusch Busch tuvo que primero retirar
las medidas punitivas como la Ley Marcial y luego marcharse. El 16 de
noviembre, salió por la puerta de atrás de la historia, si no es que por la
ventana, es decir, huyendo. Ante la movilización popular que los golpistas no
habían previsto, o que si preveieron, habían pensado aplastar fácilmente con el
uso inclemente de las balas y sus flamantes tanques y aviones de combate.
Notas:
i http://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4 –
12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdend Zavaleta, REné, “Las masas en noviembre”,
Bolivia hoy, X.XXI, Ed. Mexico, 1986
http://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4 –
12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdendhttp://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4
– 12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdend
iiDUNKERLEY, James, Rebelión en las venas, Plural, Bolivia, 2008.Los datos son
de los periódicos Presencia, El Diario y Ultima Hora del 1o de noviembre hasta
el 16 de noviembre de 1979.
iii Entrevista a Juan, maestro, vecino de Villa Victoria y ex integrante del
Movimiento de Unidad Popular Socialista. (MUPS), viernes 29 de octubre de
2010.Ibíd.
iv Informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, La masacre
de Todos Santos, Bolivia, 1980.
http://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4 –
12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdendhttp://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4
– 12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdend
v Carta de denuncia sobre la tortura y asesinato de Eduardo Urquieta Morales,
enviada a las autoridades por su esposa Zoraída Villegas.
vi Informe de APDHB
http://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4 –
12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdendhttp://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4
–
12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdendhttp://?ui=2&view=bsp&ver=ohhl4rw8mbn4
– 12c05b8a1102337f_12c05b107ada4433_sdend
vii El mensaje de los golpistas curiosamente decía “hemos enfrentado una guerra
psicológica, violencias organizadas, resistencias sordas e injustas, un paro
nacional y luchas callejeras. Nos hemos tenido que defender en el campo militar
y en el político” (“Construyamos una Bolivia sin clases humilladas”, Mensaje
del Cnel. Alberto Natusch Busch, viernes 9 de noviembre de 1979, Presencia)
viii Informe de APDHB.
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- ALBERTO NATUSCH BUSCH, EL INTENTO GOLPISTA DEL 12 DE OCTUBRE Y EL EXITOSO GOLPE DEL 1 DE NOVIEMBRE
es un gran artículo, por favor citen la autoría le pertenece a la página de Chaski-Clandestina
ResponderEliminarEl sitio de donde fue extraído el artículo aparece al principio, y además tiene un enlace directo.
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