Foto: De pie de izquierda a derecha: Carlos Terceros Banzer,
Mario Adett Zamora, Luis Quintanilla, Romulo Barros, Anibal Ortiz, y Alfonso
Kreidler; sentados: Saul Pinto, Andrés Saucedo Lanza y Angel Balcazar.
Este artículo fue publicado originalmente en:
falangesocialistaboliviana1.blogspot.com
ANTECEDENTES
En el año 1937, el gobierno del Gral. David Toro nacionaliza
los hidrocarburos. Indemnizando a la empresa trasnacional Estandar Oil y se
crea Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El 15 de julio de 1938, El gobierno del Gral. German Busch
aprueba la ley Busch donde fija el 11% de la producción bruta de petróleo de
cada departamento, como renta a favor de los tesoros de las circunscripciones
productoras.
Pese a esto nuestro pueblo siguió sumido en el abandono e
incomunicado del resto del país, produciendo recursos para el gobierno central
y no recibiendo nada a cambio.
El 30 de octubre de 1950, se funda el Comité Pro Santa Cruz
para defender los intereses del pueblo cruceño ante el abandono al que lo tenía
sometido el gobierno central, su primer presidente fue el agroindustrial Ramón
Darío Gutierrez, vicepresidente el Reverendo Carlos Gericke, Secretario
Hernando García Vespa, y como vocales fueron electos Mario R. Gutierrez
Gutierrez, Agustin Saavedra Suarez, Hernando Sanabria Fernandez., y Marcelo
Terceros Banzer. Cabe destacar que de los siete nombrados anteriormente tres
(Mario R. Gutierrez, Hernando García Vespa, y Marcelo Terceros Banzer) eran
también miembros del consejo directivo regional dela Celula “O” de Falange
Socialista Boliviana.
El 10 de enero de 1951, en un cabildo abierto, el pueblo
cruceño reclamó ante el Estado la atención de sus demandas más apremiantes. El
presidente de entonces era Mamerto Urriolagoitia.
La elección presidencial de 1951 se realizó el 6 de mayo de
1951. Los cómputos del gobierno, que reflejaban los datos de los principales
centros urbanos, le otorgaban una amplia mayoría a Víctor Paz Estenssoro, por
lo que el Gobierno detuvo la publicación del cómputo de las provincias y
cantones, ante el temor de que su victoria fuese mayor. Se realizó un golpe de
estado el 16 de mayo de 1951 denominado “Mamertazo” para evitar un gobierno del
MNR, pero este igualmente llegaría al poder por medio de la Revolución Nacional
al año siguiente.
Victor Paz con el MNR obtuvo el 42,9 %, Gabriel Gozalves del
PURS el 32 % y Bernardino Bilbao Rioja de FSB el 10,5 %
Urriolagoitia anuló los comicios en que se eligió a Víctor
Paz Estenssoro, haciéndose cargo de la más alta magistratura del país; más ante
las discordias, y el 16 de junio delegó sus poderes a Hugo Ballivián Rojas y a
su Junta Militar.
Diez meses más tarde, el 9 de abril de 1952 este fue
derrocado por la Revolución Nacional y el MNR llegó al poder. FSB conspiro
durante la fase previa pero Unzaga se negó a hacer participar de la misma a su
partido por considerar una fuerte tendencia izquierdista con la introducción
del POR y el PIR en las filas del MNR. Transformandose desde ese momento hasta
su asesinato por miembros del MNR y PIR en el principal opositor a la mal
llamada “Revolución Nacional”.
Paralelamente a las reformas introducidas, y el fracaso de
muchas de estas y el descontento de la población que cada vez se hacía mas
obvio con el gobierno y sus medidas, se instalaron centros de represión
política, conocidos como "Control Político", en todas las ciudades de
Bolivia desde 1952; luego instituidos con decretos supremos de los gobiernos de
Víctor Paz y Hernán Siles; como los de 4 de enero de 1954, 24 de febrero de
1959 o el de 8 de septiembre de 1960, entre otros.
En Bolivia, también se instalaron los primeros campos de
concentración que existieron en Latinoamérica, aún antes que Fidel Castro
llegara al poder en Cuba en 1959, quien a su vez los instalara también. Estos
existieron desde 1952, pero fueron oficializados por el gobierno de Paz Estenssoro,
mediante el Decreto Supremo 3619, de fecha 28 de enero de 1954.
Son conocidos los campos de concentración en los lugares de
Curahuara de Carangas, Coro Coro, Catavi, Uncía y Siglo XX. Incluso, tuvieron
que habilitar los sótanos del Palacio de Gobierno; la Escuela de Policías; las
cárceles para presos comunes en las ciudades; las sedes partidarias del MNR,
conocidas como los Comandos departamentales, zonales, y aun en los barrios.
Llegaron al extremo de utilizar el sótano del domicilio particular del célebre
jefe de Control Político Claudio San Román. Todos estos centros de detención y
torturas, eran lugares de hacinamiento de prisioneros.
Se conformaron formaciones paramilitares de protección al
régimen, con el nombre de "milicianos", asimismo, de mujeres
movimientistas llamadas "barzolas", quienes eran las encargadas de la
represión contra las opositoras femeninas. Existen fotografías que muestran
marchas de milicianos y barzolas desfilando ante el Palacio presidencial,
saludando con la "V" de la victoria a las autoridades del gobierno;
quienes se encuentran en los balcones palaciegos presidiendo las marchas, en
compañía de los enviados diplomáticos norteamericanos como Holland, Stephansky
y Eisenhower, quienes correspondían con el mismo saludo a los marchantes. Estas
organizaciones allanaban libremente domicilios, universidades, locales
públicos, y perpetraron masacres entre las comunidades campesinas. De estas
acciones, son conocidas las órdenes del presidente Hernán Siles Zuazo; quien
envió a sus milicianos a invadir dos veces la ciudad de Santa Cruz, en 1958 y
1959; los mismos que protagonizaron los descuartizamientos en las campiñas
cruceñas de Terebinto y Poza de las liras, el 19 de mayo de 1958.
En 1955, El gobierno de Victor Paz aprueba el Código del
Petróleo denominado Código Davenport el cual entrega los hidrocarburos a manos
de las trasnacionales cobrándole un mísero 18% de regalías mientras las
trasnacionales se llevaban el 82%. El Código además establecía que el 11% de
las regalías petroleras que antes eran para los departamentos productores
debían pasar a manos del Estado. Esto respaldaba la estrategia norteamericana,
líquida a YPFB y transfiere las áreas de reserva a la compañía norteamericana
Gulf Oíl, que era la misma Standard, y fija utilidades del 19% para el Estado y
80% para la Gulf.
Esta norma además de permitir la presencia de empresas
extranjeras en la explotación de hidrocarburos, revertía el pago de regalías
del 11% a los departamentos productores que había sido dispuesta años antes por
el presidente Germán Busch, en 1938, centralizándolas en el Gobierno, y que
nunca se habían pagado.
La protesta de los departamentos afectados se dejó oír de
inmediato. La reacción del pueblo cruceño contra el despojo consumado por
el artículo 104 de dicho Código del Petróleo que ponía en manos de otro
destinatario las regalías, no se dejó esperar.
Santa Cruz a exigió que no se quite el 11% de las regalías
para los departamentos productores, regalías que nunca, desde su fijación
habían llegado a nuestra región y que de una vez por todas se le entregase a
Santa Cruz y a los demás departamentos lo que les correspondía de acuerdo a la
Ley Busch.
En 1956 la elección presidencial fue la primera elección
boliviana con sufragio universal, participaron cerca de un millón de votantes
en todo el país, resultando vencedor Hernán Siles Zuazo candidato del MNR con
un 84,4% de los votos, luego de un fraude vergonzoso en el campo y un empate en
las ciudades, Oscar Unzaga de la Vega de FSB con un 14% quedó en segundo lugar,
Felipe Iñiguez Medrano del Partido Comunista en tercero y el POR con Hugo
Gonzales Moscoso ocupó el cuarto lugar.
Hernán Siles Zuazo, que fue posesionado como presidente el 6
de agosto de ese año luego de ganar las elecciones como ya mencionamos
anteriormente, tampoco accedió al reclamo cruceño por esas regalías. Ello
provocó las reacciones de protesta del pueblo cruceño.
Paralelamente a estas el 22 de septiembre de 1956 se
realizó, en la ciudad de La Paz, la primera “Marcha del hambre” realizada en el
mundo, por parte de las amas de casa, en protesta por la falta de artículos de
la canasta familiar y la carestía del costo de vida y el claro fracaso
económico de la “Revolución Nacional”. Era una marcha pacífica, su masiva
concurrencia la convirtió en impresionante, en ella las mujeres, en total y completo
silencio, recorrieron las calles paceñas portando canastas vacías, como símbolo
de la falta de aprovisionamiento de la canasta familiar.
Los grupos de “milicianos” atacaron con disparos de armas de
fuego y a golpes la pacífica marcha., Siendo apresados en el acto varios
centenares de personas, y se ordenó la detención de cerca de mil personas
en todo el interior del país. Las embajadas se llenaron de asilados pidiendo
protección.
LAS DETENCIONES EN SANTA CRUZ
Durante la noche previa del aniversario cruceño, el
Vice-Presidente Ñuflo Chávez Ortiz se constituyó en Santa Cruz de la Sierra, y
los efectivos de control Político del MNR junto a la policiía allanaron los
domicilios de quienes habían participado en las protestas, principalmente sus
opositores falangistas.
Varios jóvenes falangistas, entre ellos el capitán Saúl
Pinto Landívar tienen orden de captura, este se encuentra departiendo esa
mañana en una quermés en la plaza principal. Un grupo de agentes del Gobierno y
varios policías lo detienen, ante el atropello sus amigos reaccionan
defendiéndolo. Eran alrededor de una decena y deciden acompañarlo, al llegar a
las celdas del Control Político, todos quedan detenidos.
Interceptan y capturan esa misma noche también a Carlos
Terceros, Tito Vaca, Alfonso Kreidler, Heberto Castedo, Rómulo Barrón, Mario
Diamond, Luis Quintanilla, Mario Ayala, Marcelo Vaca Diez, Mario Melgar y otros
más.
Los someten a interrogatorios y golpizas. Al anochecer, eran
25 presos sangrantes en una celda de cinco metros. El lunes 24 diez más son
capturados durante los operativos y los detenidos sumaban 35.
Ese mismo día durante el desfile escolar un grupo de
estudiantes falangistas entre 14 y 16 años miembros de las juventudes del
partido y pertenecientes a la FES protesto de manera vehemente y agresiva
durante el mismo al pasar por el palco en el que se encontraba el
vicepresidente Ñuflo Chavez Ortiz y llegó a la cárcel pública pidiendo la
libertad de los detenidos y chocando con la policía que custodiaba el lugar, lo
que origino que se ordenase repeler la manifestación de estos jovencitos con
disparos de armas de fuego, durante esta acción cae herido Romulo Arano de
quince años de edad y su amigo miguel Nieme se niega a abandonarlo herido en
una pierna y ambos son capturados.
Capturan a varios estudiantes mas, a Miguel Nieme Hurtado,
quien aún no ha cumplido los 15 años, lo muelen a patadas, lo mismo que a
Rómulo Arano, Hugo Maldonado y Hugo Cronembold.
Al anochecer llevan capturados luego de intensas búsquedas
al coronel Andrés Saucedo, al capitán Mario Adett Zamora, a Luis Ramírez,
Marcelo del Río, Humberto Gutiérrez y otros.
El martes 25, los presos son ya 47, todos falangistas, ya
cabian ya en el DC – 3 que los llevaría a La Paz para luego ser enviados al
Campo de Concentración de Curahuara de Carangas.
Esa noche, a la luz de velas, una banda de música tocó
marchas fúnebres entristeciendo el ambiente y agudizando la angustia de los
familiares de los detenidos ante el incierto destino que les esperaba.
Los familiares agolpados en los exteriores lloraban y ante
la presión de madres y hermanas se permite el ingreso de comida.
En una vianda la esposa del coronel Saucedo le envía un
revólver Colt 38 en el interior de la misma repleto de tradicional
“majadito” seco.
Pero conscientes de que los agentes armados de
ametralladoras los pueden exterminar en pocos minutos, nadie quiere tener en
sus manos aquella arma que Tito Vaca ata con un pañuelo en su pierna.
Entonces entre Saucedo y Pinto diseñan el plan de fuga.
EL VUELO
A las cinco de la mañana del miércoles 26 trasladan a los 47
presos hasta la pista de El Trompillo, donde espera con los motores encendidos
el cuatrimotor DC-4, con la sigla CP-610 del Lloyd Aéreo Boliviano, bautizado
con el nombre de "Sereno Pedro Paniagua”.
Los presos y sus custodios abordan el avión.
El capitán Marcelo Estenssoro pide instrucciones para
decolar.
En la cabina de mando está el copiloto Hugo Vargas y
completan la tripulación el segundo copiloto Gerardo Zalles, el asistente de
vuelo Erwin Beckman y la azafata Aida Smith.
En el primer asiento, junto a la cabina, va el jefe de los
agentes del Control Político, Zoilo Villarroel, llevando consigo una
ametralladora.
Los 47 presos se abrochan los cinturones. Todos guardan
silencio.
En un asiento en la cola del avión va el agente Quispe Lazo,
hombre de pocas pulgas, armado de una Pistam.
Cerca de la portezuela está el agente Clovis Ortiz, también
con una metralleta.
Hay otros tres agentes armados, todos son gente ruda.
Se escucha entonces la voz de Mario Adett Zamora
dirigiéndose al coronel Andrés Saucedo y la respuesta de éste:
-Camarada, ¿tiene un cigarrillo…?
-No se puede fumar con el avión sobre la pista. Cuando
estemos en el aire espere por lo menos diez minutos para recién fumar,
camarada.
La nave carretea y despega rumbo al oeste. El capitán
Estenssoro agradece a la torre de control. El tiempo de vuelo será de dos horas
aproximadamente.
En el Aeropuerto de Panagra, en El Alto, aguarda un
contingente de Control Político para trasladar a los presos al campo de
concentración de Curahuara de Carangas.
El avión ha tomado altura. La azafata Aida Smith se dispone
a servir café en unos pequeños vasos de baquelita. Saúl Pinto le pregunta:
"¿quién es el piloto?”.
La respuesta lo deja satisfecho.
El Hueso Estenssoro es un antiguo amigo suyo.
Ensayando una sonrisa y en actitud de humildad, el capitán
Mario Adett Zamora se acerca donde está sentado el agente Quispe Lazo.
-¿Me puedo sentar con usted, agente?
-Siga nomás…
A las 6:30, el avión está ya a la altura debida. Mario Adett
vuelve a preguntar a Saucedo en voz alta:
-¿Me invita un cigarro, camarada?
La respuesta es clara y firme:
-Ahora sí, camarada.
El coronel Saucedo se levanta, recibe el revólver Colt 38
que le entrega Tito Vaca y acercándose al agente Zoilo Villarroel le pone el
caño en la sien.
-Si intentás algo, te morís.
Tito Vaca arrebata la ametralladora que Villarroel lleva en
las manos y el capitán Adett Zamora se lanza sobre el agente Quispe Lazo, pero éste
-mostrándose firme- se resiste, intenta rastrillar su arma, los dos hombres
forcejean...
En la parte del medio Randolfo Lladó ha tomado del cuello al
agente Clovis Ortíz, reduciéndolo y desarmándolo con la ayuda de Alfonso
Kreidler.
Atrás, Quispe y Adett aún luchan. Los demás presos que se
percatan de la situación; se levantan, gritan y atacan a los agentes
intermedios, mientras Adett sigue luchando con Quispe, quien finalmente
es reducido con la participación de Barros y Castedo.
Los agentes del Control Político están a merced de quienes
fueron sus víctimas que se abrazan en señal de victoria.
Otros quieren cobrar venganza, especialmente los flagelados
por sus custodios que, demudados, han trocado su arrogancia en sumisión.
Alguien propone "tirar a estos malditos al vacío”, pero
Saúl Pinto los detiene:
-Alto, camaradas, tenemos que demostrar que no somos como
ellos…
Unos quieren ir a Chile, pero cruzar el altiplano los expone
a que el Gobierno movilice cazas T-33.
La mejor salida es por Argentina. Aún queda la tarea de
convencer al piloto del LAB. La cabina franquea el paso al capitán Pinto.
Estás loco Saúl. Yo no los puedo llevar a la Argentina…
Pero Hueso, nos hemos ganado la libertad.
-La gente está dispuesta a todo…
-¿No te das cuenta de que nos pueden derribar por invadir el
espacio aéreo argentino?
-No nos importa. Si no querés ayudarnos, yo pilotaré la
nave…
-Tú no conoces este avión. Nos vamos a matar. En el mejor de
los casos, si conseguimos llegar a la Argentina yo tampoco podré volver a
Bolivia y tendré que asilarme con ustedes. ¿Qué va a ser de mi familia, de mi
trabajo…?
Ante la tardanza, el coronel Saucedo y el capitán Adett
Zamora ingresan a la cabina violentamente… Por la radio se pregunta qué está
sucediendo;
-CP-610 reporte su situación… ¿Me escucha CP-610? ¿Qué está
pasando allí… Cambio.
En la cabina hay empujones… el copiloto Vargas reacciona y
alarga la mano para extraer una pistola… Estenssoro intenta ponerse de pie pero
siente en su costado el caño de una ametralladora… víctima del nerviosismo
suelta la palanca de mando… ¡el avión se precipita en picada al vacío…! Los
pasajeros pierden el equilibrio, ruedan por el piso, la azafata da gritos… la
tragedia es inminente. Reponiéndose, el capitán Saúl Pinto jala del brazo al
piloto Estenssoro, ocupa su lugar, toma la palanca y estabiliza el aparato a
menos de 2.000 metros de tierra, para luego maniobrar y retomar altura.
Heberto Castedo tranquiliza a la azafata y Saucedo impone el
orden. Todos vuelven a sus asientos.
Los agentes, abatidos, van en completo silencio en la parte
de atrás. Nadie los hostiliza.
Pinto controla el avión, Mario Diamond ha tomado el lugar
del copiloto.
Todos se ponen de pie y entonan el Himno Nacional.
Pinto accede a la sugerencia para que Estenssoro supervise
técnicamente el vuelo.
Pinto no responde a los persistentes llamados de radio desde
El Alto y Cochabamba. A las 7:30, el vuelo del avión del LAB ha traspuesto la
frontera argentina.
-Aquí torre de control de El Alto. Responda CP-610. Cambio…
-CP-610 reporte su situación… ¿Me escucha CP-610? ¿Qué está
pasando allí… Cambio.
-Aquí CP-610. La nave está bajo control de Falange
Socialista Boliviana. Cambio y fuera.
-Atención torre de control de Tartagal. Aquí CP-610 del
Lloyd Aéreo Boliviano en vuelo de emergencia, solicitamos permiso para
descender. Repito: nave boliviana en emergencia solicita permiso para
descender. Necesito un comprendido. Cambio.
-Aquí torre Tartagal. Comprendido. ¿Qué tipo de nave está en
vuelo? Cambio.
-Gracias Tartagal. Estoy al mando de un DC-4, cuatrimotor.
Necesito instrucciones para descenso. Cambio.
-Negativo CP-610. El aparato es demasiado grande para esta
pista. Sugerimos dirigirse a Salta. Repito: Deben dirigirse a Salta. Cambio.
-Comprendido Tartagal. Nos dirigimos a Salta. Cambio y
afuera.
Faltan pocos minutos para las 8:00. La torre de control da
instrucciones para el aterrizaje. Desde la ventanilla se distingue el cartel
con la leyenda "Aeropuerto Internacional El Aibal Salta - República
Argentina”. En el mástil de la torre flamea la bandera celeste y blanco.
Se apagan los motores. Una fracción del Regimiento Quinto de
Artillería rodea el aparato. Por un altavoz piden la presencia del capitán de
la nave. Bajan Saúl Pinto y Marcelo Estenssoro. Pinto informa
rápidamente sobre lo sucedido. Las autoridades se comunican con el Gobierno
Federal en Buenos Aires para informar sobre el extraordinario suceso.
Todavía a bordo, los liberados y sus captores observan que
se abre la puerta del avión para el ingreso de la primera comida caliente que
probarán después de muchos días. "Lloramos por la emoción”, recuerda
Miguel Nieme.
Los protagonistas de la audaz operación en el aire ignoran
que la noticia se ha esparcido.
Cuarenta y siete liberados, cinco tripulantes y cinco
agentes van descendiendo de la nave.
El comandante de la guarnición de Salta, general Saravia,
les da la bienvenida. Más allá, en el límite enmallado, la población salteña
aclama a los bolivianos.
Las escenas son conmovedoras. Los recién llegados llevan en
los rostros las huellas del sufrimiento físico. Están agotados, con los rostros
flacos y la barba sin rasurar.
Algunas mujeres lloran al ver a Miguel Nieme, un colegial de
15 años, que ayuda a otro de la misma edad, Rómulo Arana, herido, caminando con
dificultad.
Dos médicos esperan en la terminal para los primeros
auxilios.
El Gobierno argentino concede asilo a los 47 bolivianos que
al llegar declararon ser miembros de Falange Socialista Boliviana, Los 47
falangistas se habían salvado de ser encerrados en un campo de concentración.
Al mediodía, toda Bolivia conoce la noticia por una transmisión de Radio
Belgrano de Buenos Aires, que a su vez retransmite la BBC de Londres.
Esta es la nómina en orden alfabetico de los falangistas que
participaron en el desvío del avión a Salta.
Salvador Abella, Cap. Mario Adet Zamora, Aurelio Aguayo
Coimbra, Florencio Anzoategui, Rómulo Arano Saldaña,, Lorenzo Alvizuri, Mario
Ayala, Angel Balcázar, Fructuoso Barrancos, Rómulo Barros Parada, Eudocio
Campero, Gabriel Candia Ribera, Heberto Castedo Lladó, Felipe Castro Parada,
Pablo Castro Parada, Hugo Cronembold, René Dávalos, Mario Diamond, Javier
Fernandez Villanueva, Marcelo Flores Saavedra, Humberto Gutiérrez, Hugo
Herrera, Clovis Jordán Amelunge, Carlos Junis, Adolfo Kreidler Rivero, Saúl
López, Randolfo Lladó Capobianco, Hugo Maldonado Roca, Mario Melgar, Wilfredo
Melgar, Sabah Méndez, Miguel Nieme, Humberto Olmos Olmos, Anibal Ortiz Aponte,
Roberto Ortiz Saucedo, Rolando Ortíz Rivero, Julio Pacheco, Cap. Saúl Pinto
Landivar, Luís Quintanilla, Luis Ramirez Mendoza, Marcelo del Rio, Edgar Rivero
Ribera, Juan Saavedra, Cnl. Andrés Saucedo Lanza, Carlos Terceros Banzer, Tito
Vaca, y Marcelo Vaca Díez.
El suceso registrado sobre los cielos de Bolivia y Argentina
el 26 de septiembre de 1956, constituyó el primer secuestro aéreo con fines
políticos de la historia universal.
Cabe aclarar que este secuestro aéreo no ocasionó víctima
alguna, ni fue realizada contra civiles inocentes, como generalmente ocurrió
con los secuestros aéreos que perpetraron posteriormente, aquellos aeropiratas
que afectaron a otras personas. Por el contrario, la acción de los jóvenes
bolivianos, en 1956, tuvo una causa legítima y decente, no hubo muertos,
heridos ni daños materiales y dejó sólo traumas en el Gobierno al revelarse los
alcances del sistema opresivo vigente entonces en Bolivia.
La actitud de no ceder a las pretensiones de Santa Cruz por
parte del gobierno provoco la exacerbación colectiva en 1957. Resistencia que
se manifestó en cabildos, marchas, paros, huelgas y protestas callejeras de un
pueblo sin servicios de agua potable, sin energía eléctrica y sin
alcantarillado, hasta que se reconquistó a plenitud el patrimonio de su
pertenencia.
Luego vinieron las represalias del régimen de la época, el
aumento de violentos y sangrientos conflictos, el destierro, el mote de separatista
y una secuela de infortunios por defender los derechos de Santa Cruz.
Finalmente El presidente Siles acabó cediendo las regalías del 11% y cerró los
campos de concentración.
Por otra parte no debió ser una carta fácil para el gobierno
argentino del general Aramburu, que por esos días cumplía un año del
derrocamiento del Perón. El secuestro aéreo se conoció como el ‘Salto a Salta’.
La aeronave fue vendida por LAB en 1961 a los Estados Unidos y siguió volando
con distintas empresas.
DATOS DE LA AERONAVE
* cn. 10538 Douglas C-54B-1-DC - 42-72433 USAAF
23Ene45. XT-T-04 CNAC 1946, XT-104 1946, N8345C Civil Air Transport 1949. N4665V Trans Ocean Airlines Fe53
'African Queen'. CP-610 Lloyd Aereo Boliviano 28Mar55. N538G Boreas Corporation
1961, Miami Airlines 1961 li. PH-MAE Martin's Air Charter 12Jun62. D-ADAC
Allgemeine Lufttransport 06Feb67, Transportflug 31Mar69 "Main"merged.
9Q-CTD SODEMAC 28Oct70. Reportado en estado de abandono por última
vez en 1981.
Fuentes:
Alfonso Kreidler "13 años de resistencia".
Walter Alpire "El salto a Salta, Primer secuestro del
mundo".
Jorge Luis Mayser Ardaya "Las guerrillas del Alto
Paragua".
Ricardo Sangines "Unzaga, la voz de los
inocentes".
Cap. Saul Pinto
El DC-3 del Lloyd Aereo Boliviano fue el escenario del primer secuestro
aéreo de la historia.
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