El pueblo de Tarija fue cercado a las cinco de la tarde del 14 de abril de 1817
Primero: EL ENCUENTRO CON LAS FUERZAS LOCALES
El encuentro de La Madrid con “…varios (otros) oficiales y con 100 hombres del
país, bien armados…” se produjo en “…las inmediaciones de Tarija…”, (en lo que
otros autores denominan la Cuesta del Inca), la mañana del 14 de abril de 1817.
Aunque de la Cruz no lo indica, específicamente, es muy probable que entre
ellos hubiera estado el Coronel Don Eustaquio Méndez, conforme lo mencionan los
comandos españoles anteriormente citados y el mismo Bartolomé Mitre.
Segundo: EL CERCO A TARIJA
Todos ellos, de forma conjunta, fueron a “cercar” al pueblo de Tarija el día 14
de abril a las cinco de la tarde. Por último:
Tercero: LA BATALLA DE LA TABLADA
El día 15 de abril, a las 9 de la mañana, cuando La Madrid se estaba aprestando
para l Toma de Tarija, tuvieron que enfrentar a “la caballería” realista que:
“… venía de La Concepción…//…con alguna infantería” (La Madrid dice que fueron
140 hombres), en lo que La Madrid denomina: “…las Pampas de La Tablada…”,
donde: “…cargó La Madrid en persona…//… dejando 65 muertos y tomando 40
prisioneros…”.
Esto último muestra que, efectivamente, hubo una batalla en La Tablada y que
esta fue decisoria para la Toma de la plaza de Tarija y la rendición de la
guarnición española que se encontraba dentro de la Villa. Por esto, no fue una
simple “TOMA” como podría parecer sino fruto de la acción decisoria de la
propia: “Batalla de La Tablada” como la conocemos actualmente.
Esta acción, que según La Madrid habría sido ejecutada con tan solamente unos :
“…35 hombres y el oficial de la partida que (le ) quedaba…”, es, por decir lo
menos, algo completamente impensable ya que esos 35 hombres no habrían podido
matar a 65 soldados, armados y montados. Todo hace suponer que, en ese momento,
La Madrid no se encontraba solo sino acompañado con aquellos: “…varios
oficiales…” y, por lo menos, los “…cien hombres del país bien armados…” con los
cuales se reunió el día anterior según las informaciones analizadas.
Todas estas apreciaciones pueden ser confirmadas ya que, efectivamente:
Don Luis Paz ([1]) indica que ([2]) ([3]): “… bajando la cuesta del Inca…//…se
le reunió el caudillo don Eustaquio Méndez, con más de 100 hombres de caballería…//…
Estos, conocedores del país, sirvieron desde allí de avanzada y secuestraron a
más de 100 personas que encontraron en el camino a fin de que no dieran noticia
de su marcha…”. Al quejarse de la: ”…Injusticia de La Madrid con los caudillos
tarijeños…” (Id., pág. 489), Don Luis Paz manifiesta que, aparte de Méndez: “…
Uriondo se incorporó el día 14 con 1.000 montoneros de los comandos de
Mendieta, Rojas y Avilés que hicieron el servicio de seguridad en los caminos y
contornos de la villa, y no dejaron pasar a los emisarios que envió Ramírez a
Concepción, Tupiza y Cinti…”. Indica, por otra parte que: “…el número de
montoneros el día 15 fue abrumador, porque en la noche del 14 se incorporaron
todas las partidas que merodeaban por esos contornos…//… la rendición tan
pronta de las trincheras obedeció al cúmulo de los montoneros que se
presentaron alrededor de ellas, porque Ramírez pudo haberse batido sin mucho
esfuerzo con los soldados de La Madrid, cuyo número apenas superaba al de la
guarnición, siendo en mucho superior en calidad y disciplina la de los
renombrados granaderos del Cuzco…”.
“No se ve (dice Don Luis Paz) en el parte (de La Madrid) una sola palabra de
justicia para ellos (para los guerrilleros), y ni siquiera se menciona su
concurrencia a la toma de la Villa de Tarija, cuya plaza quedó a cargo de ellos
cuando para proseguir su campaña la desocupó La Madrid…” que atribuye a su
“jactancia”.
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General Gregorio Araoz de La Madrid y la batalla de La Tablada
El historiador y médico tarijeño, Mario Barragán, analizó los planteamientos de
diferentes personalidades en cuanto a la Batalla de La Tablada
La BATALLA DE LA TABLADA, cuyo bicentenario festejamos ahora, tiene muchas
facetas que convendría analizar en detalle ya que las circunstancias que fueron
descritas por los diferentes actores plantean diferentes interpretaciones.
Debido a ello, algunos autores piensan que la propia Batalla no habría en
realidad tenido lugar, razón por la cual hablan de: “LA BATALLA DE TARIJA” o:
“LA TOMA DE TARIJA”, haciendo por lo tanto indispensable un análisis exhaustivo
de todo lo que dio lugar a este suceso y sus diferentes implicaciones.
Sabemos, en primer lugar, que la campaña del Tercer Ejército Auxiliar
argentino, comandada por el Gral. José Rondeau, terminó en la derrota en
Sipe-Sipe, el 29 de noviembre de 1815. Este fue, en realidad, el último intento
de anexar el Alto Perú a las Provincias del Río de La Plata. Los vencedores,
comandados por el Gral. La Serna, amenazaban el frente norte del ejército de
Belgrano.
En estas circunstancias, el Gral. Manuel Belgrano planificó el envío de un
destacamento que apoyara la resistencia en Oruro para desviar la atención de
los ejércitos comandados por el Gral. La Serna y sus batallones, recientemente
llegados de España. El 3 de marzo de 1817, partieron de Las Trancas, en San
Miguel de Tucumán, 400 soldados, al mando del Teniente Coronel Gregorio Aráoz
de La Madrid, con la misión de avanzar hacia Oruro para distraer al enemigo que
amenazaba avanzar hacia el sud.
El objetivo era una acción de tipo “comando”, en el corazón de las tropas
enemigas, para distraer las acciones del grueso de las fuerzas españolas sobre
la presión que ejercían sobre el frente norte de las fuerzas patriotas.
Desvío de La Madrid hacia Tarija
Con 400 soldados y dos piezas de artillería, el General Gregorio Aráoz de La
Madrid partió en esos momentos hacia Oruro según las órdenes de Belgrano. En el
camino sin embargo, a su paso por Cangrejillos, encontró y capturó un
destacamento enviado por la Comandancia del Ejército Realista estacionado en la
ciudad de Tarija con un Despacho del Coronel Ramírez en el que informaba a su
Comandancia que había tenido un enfrentamiento con el Coronel Uriondo y que,
como resultado, se encontraba: “…con muy escasas municiones…”. Esta información
le hizo suponer la precaria situación en que se encontraba esa guarnición y la
oportunidad de caer sobre ella para obtener una fácil victoria.
Llegada de La Madrid a Tarija
La forma en la cual el General Gregorio Aráoz de La Madrid presenta los hechos
en el parte que eleva al General Belgrano, el 18 de abril de 1817 ([1]) es la
fuente principal de controversia sobre este punto ya que introduce serias dudas
respecto a la forma en la cual esos hechos realmente ocurrieron y quienes
fueron sus protagonistas principales. Esto da lugar a diverso tipo
consideraciones que dificultan la interpretación de lo que realmente sucedió.
La Madrid es desde luego muy preciso y detallista en ciertos puntos pero omite
otros, de gran importancia, que son motivo de las controversias que se suscitan
como consecuencia de ello.
Aráoz de La Madrid comienza su parte indicando, directamente:
“…El 14 a las 4 de la tarde me presenté por la puerta del Gallinazo, al Oeste
de la Villa, sorprendiendo completamente al enemigo a costa de las mayores
precauciones; pues no me sintió, hasta que llegué a dicho punto, que dista seis
cuadras del pueblo…”.
Aunque esto es precisamente lo que ocurrió en la tarde del día 14, omite todo
lo que ocurrió en la mañana de ese mismo día que es descrito con detalle por
otros informantes (ver más adelante) en el lugar que indican que, en lo que
llaman: “la cuesta del Inca”, La Madrid habría encontrado: “…al caudillo Méndez
con 100 hombres…”.
Continúa describiendo con todo detalle la forma en la cual estableció el cerco
a la ciudad de Tarija omitiendo sin embargo, cuidadosamente, podría decirse,
cualquier posible intervención de las fuerzas que se le unieron en la “Cuesta
del Inca” y que, con toda seguridad, estuvieron presentes en el establecimiento
del mismo.
Continúa indicando que, al día siguiente:
“Al rayar el día…” habría dispuesto el ataque a la Villa pero: “…a las nueve de
la mañana…”, cuando se preparaba para asaltar las trincheras: “… apareció por
las Pampas de la Tablada la caballería enemiga con alguna infantería en número
de 140 hombres, lo que obligó a salir en el acto con la escolta y veinte
húsares al mando de Ferreyra, llevando a los oficiales Otero, Cainzo y Gainza y
de aventurero Don Lorenzo Lugores; a este lo destiné por mi izquierda con ocho
hombres, y mandado por mi derecha a mi Ayudante Cainzo con doce, seguí con el
resto por el centro a encontrar al enemigo, que venía cargando con vivo fuego;
ordenar la carga, tocar a degüello y quedar a campo cubierto de 65 cadáveres,
entre ellos dos oficiales, 40 prisioneros, porción de armamento y cabalgaduras,
fue todo uno sin haber perdido en esta jornada tan heroica un solo hombre, en
la cual se distinguieron los oficiales y tropa con un valor sin segundo…”
El hecho que Aráoz de La Madrid no mencione en este importante acontecimiento
la presencia y la acción de las fuerzas locales y que tampoco lo hubiera hecho
en ninguna de las partes de su informe motivó no solamente justificadas protestas
sino que se constituye en una importante fuente de confusión y tergiversación
de los hechos ya que produce la distorsión del hecho histórico en sí, poniendo
en duda incluso que la propia Batalla de La Tablada hubiera realmente ocurrido.
Si esta actitud estaba destinada a priorizar el protagonismo del General La
Madrid, minimizando o suprimiendo, al mismo tiempo, el papel que jugaron las
fuerzas locales que le acompañaban, constituye una acción que conduce,
contraria e indefectiblemente, a cambiar y tergiversar la verdadera secuencia
de los hechos, razón por la cual debe ser analizada en detalle.
[1] Gaceta Extraordinaria de Buenos Aires, 22 de mayo de 1817. En: Minutolo de
Orsi, C.. Corpus Documental de Tarija. Tomo II:167-171.
¡La imagen no corresponde al acontecimiento narrado!Esta imagen tiene en primer plano a Facundo Quiroga y se refiere a una batalla entre federales y unitarios en las Provincias Unidas del Río de la Plata.
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