Por: Luis Oporto Ordóñez
/ Revistas Bolivianas - Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa
Plurinacional / Diciembre de 2012.
En diciembre de 1976, el
septenio banzerista fuertemente desgastado convocó a elecciones sin declarar
una amnistía general, lo que provocó una huelga de hambre de 4 mujeres mineras
que exigían la amnistía política para presos, confinados y exilados políticos,
medida que provocó el fin del régimen militar. Buscando una salida honorable,
Bánzer decretó la amnistía y convocó a elecciones apoyando de manera abierta al
candidato del Frente Nacionalista Patriótico, el Gral. Juan Pereda Asbún,
miembro de su propio gabinete, montando un descarado fraude electoral. Ante la
denuncia internacional del fraude, el delfín golpeó a su antiguo
mentor, que dejó Palacio, con lágrimas, amargado por el golpe artero de su
camarada y protegido, pero sobre todo por el inminente juicio de
responsabilidades sobre sus siete años de dictadura, que a la postre provocaría
el golpe de Estado del Gral. Luis García Meza Tejada. Ya fuera del poder,
Bánzer organizó su tienda política: Acción Democrática Nacionalista, pues le
urgía ganar parlamentarios para que asumieran su defensa, desde el amenazado Congreso
de 1979.
El Gral. Pereda, no duró
en el cargo pues fue echado por el Gral. David Padilla Arancibia, quien convocó
a nuevas elecciones, en las que salió en primer lugar el Frente de Unidad
Democrática y Popular del Dr. Hernán Siles Zuazo, líder del Movimiento
Nacionalista Revolucionario de Izquierda. Obtuvo 528.696 votos (35.97%), poco
más de 1500 votos sobre el Dr. Víctor Paz Estenssoro que logró 527.184
(35.87%). La sorpresa fue la adhesión al partido del Gral. Hugo Bánzer que
registró 218.857 votos (14.89%). El polarizado Congreso no logró elegir entre
los dos candidatos más votados, generándose un empantanamiento, zanjado con
la elección de un presidente interino, figura no contemplada en la Constitución,
que recayó en el Presidente del Senado, Dr. Wálter Guevara Arze, teórico del
MNR de la revolución de Abril de 1952.
Guevara no logró
completar su mandato pues fue derrocado de manera cruenta por un inexplicable
golpe de Estado del 1 de noviembre de 1979, liderado por el Cnl. Alberto Natush
Busch, en el que aparecen como cabezas visibles Guillermo Bedregal Gutiérrez y José
Fellman Velarde (MNR), Willy Sandóval Morón y Abel Ayoroa Argandoña (MNRI), a
pocas horas del éxito diplomático de Bolivia en la IX Asamblea General de la
OEA, sobre la demanda de reivindicación marítima de Bolivia frente a Chile.
Delegados y jefes de Estado tuvieron que dirigirse al Aeropuerto Internacional Kennedy
escoltados por blindados militares. El golpe, planificado por el Ejército fue
apoyado por el Gral. Edén Castillo Galarza, Gral. Luis García Meza, Cnl. Carlos
Mena Burgos, Gral. Jaime Niño de Guzmán y Contralmirante Wálter Nuñez, contra
un supuesto intento prorroguista del Dr. Wálter Guevara Arze. La Paz amaneció
con la inusual presencia de modernos tanques de guerra en las principales
plazas y arterias de La Paz. Curioso e inexplicable golpe de mano que no
clausuró el Congreso ni apresó a los dirigentes sindicales y políticos; curioso
golpe que no logró consolidarse, sino más bien provocó una reacción social que
se masificó protestando contra el golpe y enfrentando a las tropas. Una sorda guerra
mediática develó, uno a uno, los entretelones del nefasto golpe. El dedo
acusador señaló al jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario, quien de
inmediato negó cualquier vinculación, a pesar de la evidente participación de
Bedregal, Canciller del efímero dictador, quien jamás salió de Palacio Quemado,
tratando de negociar a dos bandas, con el lider del movimiento obrero Juan
Lechín Oquendo y con el Parlamento, donde el MNR tenía fuerte presencia.
El régimen duró 15 días,
signados por la masacre cuenta provocada por el regimiento Tarapacá de El Alto,
comandado por el Cnl. Arturo Doria Medina. El inadmisible golpe de Estado
pretendía, a todas luces, impedir la posesión constitucional del Dr. Hernán
Siles Zuazo, a un alto costo social de 100 muertos y 500 heridos, cifras nunca
ratificadas oficialmente. De forma cobarde se aprovechó la nefasta
circunstancia para eliminar blancos fijos, como el caso de Neftal Viris,
ideólogo del radical pro maoista MUPS, con fuerte arraigo en la Universidad de
San Andrés, quien fue victimado en su domicilio en misión secreta de una
patrulla militar.
La presencia de la cúpula
militar en el golpe muestra la ingerencia del sector más reaccionario del
Ejército en su guerra declarada al comunismo (representado por Hernán Siles
Zuazo y su frente de izquierda). El golpe de Estado del 1° de noviembre de
1979, antesala de julio de 1980, fue un experimento en el que el Ejército logró
la cohesión interna, eliminó blancos fijos y decidió proteger al Gral. Hugo
Bánzer Suárez. García Meza llegaría al poder (17 de julio de 1980) con el apoyo
del partido del Gral. Bánzer y todos aquellos (excepto el Gral. Niño de
Guzmán), fueron designados en altos cargos: Gral. E. Castillo, Jefe de Estado
Mayor General del Comando en Jefe de las FF.AA.; Cnl. C. Mena, Jefe de
Inteligencia del Estado y de Operaciones del Miniserio del Interior; Gral. O.
Larraín, Ministro de Estado; Contralmirante W. Nuñez, Secretario Permanente del
Consejo Nacional de Seguridad.
Bedregal trató de
explicar su participación en Doy la Cara. El movimiento revolucionario de
noviembre (1995), una rendición de cuentas de su participación en el fugaz
gobierno de fuerza, en el que, a pesar de los trágicos resultados, señala como
conclusión que tiene la conciencia tranquila, en un acto de cinismo político,
al contemporizar las cifras de víctimas fatales, afirmando que no fueron 500
sino solamente 36. Fue Ministro de Planeamiento (1985-1986) y de
Relaciones Exteriores (1986-1989) en el cuarto gobierno del Dr. Paz Estenssoro
y Diputado (1993-2002) y Presidente de esa Cámara en las legislaturas de
1993-1994 y de 1995-1996, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
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