El régimen dictatorial que gobernó el país entre 1980 y 1982 desató una crisis
no solamente económica, sino también social y política, que generó un
descontento generalizado.
Los hechos más repudiados, además de la represión, fueron el desvío de piedras
preciosas de La Gaiba y el de los vidrios ray ban destinados a la piscina
olímpica de la ciudad de La Paz, que acabaron en manos y/o viviendas
particulares. Pero sin duda lo que más deslegitimó al régimen fue la ilícita
administración de la producción y comercialización de cocaína ocurrida durante
el gobierno de facto de Luis García Meza. Bajo ese contexto el 4 de agosto de
1981 en un patético discurso García Meza entregó su cargo a la Junta de
comandantes.
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