Durante la presidencia de Hernán Siles Zuazo, se llevó a cabo, en la ciudad de
La Paz, el 22 de septiembre de 1956, la primera “Marcha del hambre” realizada
en el mundo, por parte de las amas de casa, en protesta por la falta de
alimentos, la carestía de la vida y el fracaso económico de la llamada
“Revolución Nacional”. Se trataba de una marcha pacífica, impresionante por su
masiva concurrencia; donde las mujeres, en completo silencio, recorrieron las
calles portando canastas vacías, como símbolo de la falta de aprovisionamiento
de la canasta familiar.
Los grupos paramilitares de “milicianos” atacaron con disparos y golpes la
pacífica marcha. Como consecuencia, fueron apresadas en el acto unas quinientas
personas y, además, más de mil personas en todo el interior del país. Las
embajadas estaban atestadas de asilados que pidieron protección.
En esta oportunidad, Hernán Siles instruye la reapertura de los campos de
concentración; pero un hecho inesperado, sucedido días después, no se lo
permitió, como se resume a continuación.
El primer secuestro aéreo en la historia del mundo.
Al día siguiente de la “Marcha del hambre”, el día 23 de septiembre, llega a la
ciudad de Santa Cruz Ñuflo Chávez Ortiz, Vice Presidente de la República, y
ordena la detención de 20 personas, las cuales son encarceladas en Control
Político.
El 24 de septiembre, en el día de aniversario de Santa Cruz, cuando el
Vicepresidente dirigía los actos cívicos, los detenidos ya llegaban a 45
personas; hecho que mueve a los universitarios de Santa Cruz a dirigir su
marcha hacia las puertas de Control Político, para reclamar por la libertad de
los apresados. Chávez Ortiz ordena que estos sean atacados con disparos de
ametralladoras, fusiles y gases lacrimógenos. Inmediatamente, los
sobrevivientes son introducidos a Control Político, donde son torturados
brutalmente, bajo la dirección de Tito García, como Jefe de este centro de
represión.
Al llegar el 27 de septiembre de 1956, se embarcan a 47 presos falangistas,
entre los apresados en La Paz y Santa Cruz, en un avión DC-4, CP-610, de Lloyd
Aéreo Boliviano, para llevarlos a control Político de La Paz; con el fin de ser
“supervisados” allá por Claudio San Román y luego remitirlos al campo de
concentración de Curahuara de Carangas. Sin embargo, los detenidos se amotinan
durante el vuelo, sorprendiendo a los custodios y desarmándolos. Dirigidos por
el Capitán Saúl Pinto, desvían este avión hacia Salta, Argentina. Ya libres en
este país, denuncian ante la opinión pública mundial el intento del Presidente
Siles Zuazo de reabrir los campos de concentración, cuyo funcionamiento
estuviera suspendido durante unos pocos meses.
Cabe aclarar que este secuestro aéreo no ocasionó víctima alguna, ni fue
realizada contra civiles inocentes, como generalmente ocurrió con los
secuestros aéreos que perpetraron posteriormente, aquellos aeropiratas que
afectaron a otras personas.
Esta es la nómina de aquellos falangistas que participaron en el desvío del
avión a Salta, Argentina, que la historia de Bolivia y del mundo no debe
olvidar jamás:
Cnl. Andrés Saucedo Lanza
Cap. Saúl Pinto Landivar
Cap. Mario Adet Zamora
Adolfo Kreidler Rivero
Rómulo Barros Parada
Mario Diamond
Luís Quintanilla
Mario Ayala
Marcelo Vaca Díez
Mario Melgar
Heberto Castedo Lladó
Carlos Terceros Banzer
Edgar Rivero Ribera
Randolfo Lladó C.
Aurelio Aguayo Coimbra
Humberto Olmos Olmos
Luis Ramirez Mendoza
Javier Fernandez Villanueva
Marcelo Flores Saavedra
Fructuoso Barranco
Marcelo del Rio
Clovis Jordán Amelunge
Sabah Méndez
Pablo Castro Parada
Florencio Anzoategui
Anibal Ortiz Aponte
Wilfredo Melgar
Roberto Ortiz Saucedo
Angel Balcábar (Matataita)
Carlos Junis
Hugo Herrera
Tito Vaca
Salvador Avella
Hugo Maldonado Roca
Miguel Nieme
Eudocio Campero
Julio Pacheco
Hugo Cronembold
Lorenzo Alvizuri
Rómulo Arano Saldaña
Rolando Ortíz Rivero
Juan Saavedra
Humberto Gutiérrez
Felipe Castro Parada
Gabriel Candia Ribera
Saúl López
René Dávalos
De manera equivocada, se ha considerado al secuestro aéreo ejecutado por
elementos argelinos contra una aerolínea italiana, la línea Alitalia, que cobró
víctimas inocentes en el año 1968, como si fuera el primero en la historia del
mundo. La realidad es que fue en Bolivia, en el año de 1956, el primer
secuestro aéreo de la historia humana; pero, con la finalidad de liberarse,
aquellos prisioneros políticos que eran llevados hacia los campos de tortura
nazicomunistas de la dictadura del MNR.
* Sergio Portugal Joffre / Documentos de FSB, La Paz, 5 de noviembre de 2012.
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