Imagen: Indios Yuracaré (A. D’Orbigny, década del
‘30 del s. XIX).
Hace unos años atrás se debatía arduamente la viabilidad o
no de la construcción de una carretera que vinculara el Beni con Cochabamba y
de esta manera con el occidente de Bolivia, si esta idea se llegara a concretar
al 100%, significaría el desarrollo y la integración del rico departamento del
Beni. ¿Usted creería si le digo que ya en la colonia, específicamente en el
siglo XVIII se planteó el proyecto de construir un camino que vinculase a
Cochabamba con Moxos? Pues si así fue, a continuación le cuento como fue:
Corría el año 1780 el gobernador español de Mojos, es un
militar llamado Ignacio Flores.
En una carta dirigida al secretario de Estado en España,
José de Gálvez, consejero ilustrado del Rey Carlos. Exponía y defendía la idea
de construir un camino entre Moxos y Cochabamba pasando por el Chapare. Cabe
aclarar que Ignacio Flores tenía cierta confianza con Gálvez ya que, en 1777,
éste lo había nombrado gobernador de Moxos.
Las razones para construir el camino expuestas por Flores en
aquel entonces eran desarrollistas y geopolíticas. El gobierno de Carlos III
buscaba por todos los medios modernizar a la América española para que pudiera
producir más para la metrópoli. Y se sabía que, a mitad del trayecto del
camino, al pie de los Andes, vivía una población de “bárbaros”, como se
solía llamar a los yuracarés. Pues, algunos yuracarés, seguían defendiendo
su espacio vital. En cambio otros habían sido reducidos por el franciscano P.
Marcos Menéndez, con el apoyo de los padres e iglesias de Tarata y Punata que
Flores llama los “Caballeros Moscosos”.
Para el gobernador Ignacio Flores, una ventaja del camino
sería la progresiva apertura de esas tierras feraces y sanas a la población
cochabambina. Estos colonos se desplazarían allí a cultivar azúcar, ají y
quizás añil. La población yuracaré se
acercaría así a Cochabamba para recibir la influencia “civilizatoria” de la
ciudad.
“Ya empiezan a salir los Indios Yuracarés a Cochabamba, y a entrar los
Españoles a sus tierras, con una recíproca confianza”, escribió el gobernador,
ilusionado por los aparentes éxitos de la misión del P. Marcos.
Flores también hacía referencia a los intereses
internacionales. Pues Flores fue
encargado por el ministro Gálvez de llegar a un acuerdo con los portugueses
sobre la línea divisoria entre el territorio de las Coronas de España y
Portugal. Los españoles habían realizado una expedición desastrosa al Mato
Grosso en 1775, antes del Tratado de San Ildefonso de 1777, cuando se fijó el
río Guaporé como fronterizo con el Brasil. Desde la óptica de Flores el fracaso
de la expedición al Mato Grosso se debió a la ausencia de buenas comunicaciones
y el inadecuado suministro de víveres.
Previendo futuros conflictos, opinó que ambos problemas se resolverían con una
mejora de las comunicaciones entre Mojos Cochabamba y La Paz.
Por una u otra razón este proyecto nunca llego a concretarse
del todo, aunque se hicieron algunos avances muy mínimos.
Para aclarar un poquito más sobre la figura de Ignacio
Flores, en 1780 este militar fue comandante de las tropas españolas enviadas en
contra Tomás Katari y la sublevación de los ayllus de Chayanta.
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