Gobierno de Mariano Melgarejo en 1865.
¿Se puede tener la propiedad, el honor, la vida misma a
merced del capricho de un hombre y de los seides que le sirven? Pues esta es literalmente la condición
actual de la sociedad en Bolivia. ¿A dónde iríamos a buscar hoy día el ejemplo
de una sociedad política de este género? Entre los pueblos más atrasados del
globo, estamos ciertos de encontrar algo mejor concertado, más congruente, más
equitativo, que en este desgraciadísimo pueblo boliviano, donde la barbarie y
el vicio convertidos en gobierno tienen suspendidos el látigo y la espada sobre
las cabezas de los millones de criaturas humanas. I en este país, sin embargo,
hay escritos y sancionados volúmenes de leyes tales y tan buenas, como las
tienen los más cultos pueblos; está prohibida la pena de muerte (menos en los
casos de asesinato, parricidio y traición a la patria), y no obstante, el
gobierno mata, sin forma de proceso; está prohibida la pena de azotes, y se
azota sin piedad, por el simple mandato de una autoridad subalterna; está
mandado castigar el asesinato, y el mismo presidente de la republica asesina
por su propia mano y se queda tranquilo esta infamada de embriaguez, y el mayor
ebrio consuetudinario es el primer elegido y el primer elector, el jefe del
Estado, ebrio condecorado, divinizado, omnipotente; hay en fin, un poder
judicial sometido a las formas y procedimientos del derecho de los pueblos
cristianos, y sin embargo, una queja, una palabra imprudente , un lazo de
parentesco, una dilación anónima, una lagrima vertida en mala hora, pueden ser
el único fundamento de una orden de prisión, de proscripción y aun de muerte.
Fuente: La legación de Chile en Bolivia desde setiembre de
1867 hasta principios de 1870. De: Ramón Sotomayor Valdés
Publicación muy interesante, tuve la suerte de tener este ejemplar en mis manos, un dato bibliotecológico importante, es que el ejemplar que tuve en mis manos en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, durante el mes de enero de este año (2019), fue ingresado a la biblioteca por Gabriel Rene Moreno,
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