Historias de Guerra — VILLA MONTES Marzo 14, 1935 — Guerra
del Chaco
¡FUEGO...! —GRITA JULIO. Y POR TODOS LADOS DISPARAMOS GRANEADO SOBRE EL
ENEMIGO. TODOS MURIERON, PORQUE FUE TAL NUESTRO POTENCIAL BÉLICO, QUE EL
CUATREREAJE FUE PERFECTO
NUEVOS COMBATES EN VILLA MONTES Marzo 14, 1935 — Guerra del Chaco
[...]Nos mandan en una patrulla de reconocimiento. —Subiremos aquel árbol
—sugiere Julio. Un frondoso árbol de ramas y follaje abundante nos sirve de
verdadera protección y abrigo. Estamos perfectamente mimetizados...hasta que a
poco escuchamos un silbido que como el canto de un ave, llegaba a nuestros
oídos cada vez más claro. Callados, cortamos la respiración. Nada se mueve
entre nosotros, y un pila con el caño de una pesada en el hombro viene por la
senda, batiendo la otra mano y moviéndose al compás de la tonada que silba.
Luego le siguen otros pilas; uno con la cureña; otro con el trípode y luego los
sirvientes de pieza. Nosotros estamos listos con nuestras ametralladoras y nuestras
«piripipis» (ametralladora pequeña), esperamos una orden para disparar.
—¡Fuego...! —grita Julio. Y por todos lados disparamos graneado sobre el
enemigo. Todos murieron, porque fue tal nuestro potencial bélico, que el
cuatrereaje fue perfecto. Después supimos que el enemigo reanudaba el ataque a
fondo. Una patrulla enemiga se dio a la fuga[...]
(EL CRISTO DE TARAIRI - CARLOS HERBAS C.).
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