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EL IMPERIALISMO, LA MASONERÍA Y LA GUERRA DEL PACÍFICO


Por. Dr. Antonio Revollo Fernández / La Patria, 1 de abril de 2018. // Foto: Evaristo Soublette, maestro mayor de la Logia chilena, odiaba a los bolivianos. / La Patria.

"Chile ha ocupado el Litoral y se apoderó de él con el mismo título con que Alemania anexó al imperio la Alsacia y Lorena. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones".
"Que el Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale, que si nada valiera, no habría interés en su conservación". "Terminada la guerra la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de gastos ocasionados. Bolivia fue vencida no tenía con qué pagar y entregó el Litoral".
Abraham Konig Ministro Plenipotenciario de Chile.

I. INTRODUCCIÓN

Empezamos el presente artículo con la premisa de desentrañar e interpretar muchos tabúes, mantenidos como sagrados dentro la historiografía nacional que distorsionaron la verdad histórica, particularmente, de la guerra del Pacífico que es una de las mayores desgracias que sufre actualmente nuestro país, merced al cercenamiento de una salida al mar con soberanía que impide el desarrollo integral de nuestra economía vía importación y exportación de nuestras materias primas y productos con valor agregado, pese al famoso Tratado de 1904, firmado bajo presión y amenaza de Chile a Bolivia, que otorga una serie de canonjías a nuestro país, pero solo en el texto, siendo virtualmente incumplido, avasallado y desconocido en los hechos.
Como émulos de Hitler, cuya geopolítica imperial fue el factum del poder militar expansivo, fue seguida por sus áulicos de la casta gobernante de Chile, quienes enaltecían la victoria de la guerra " LA LEY SUPREMA DE LAS NACIONES", como un don sobrenatural que otorga derechos de los fuertes sobre los débiles, principios venales que han sido superados ampliamente por las nuevas concepciones de libertad y democracia, la hermandad y complementariedad en la hora actual, garantía de las naciones civilizadas, para cuyo efecto se crearon instituciones de carácter ecuménico para encarar temas pendientes como en el caso de la salida al mar con soberanía para Bolivia.

II. LA MASONERÍA Y LOS INTERESES TRANSNACIONALES

Los intereses plutocráticos de carácter transnacional estuvieron ligados con la masonería, inclusive antes de la Independencia de los países americanos que coaligados bajo consignas de "hermandad", donde nuestros "libertadores" obedecían mandatos de los nuevos usufructuarios capitalistas en reemplazo de los españoles. Por ello, Oblitas Fernández, indica: "Junto al ´libertador´ Francisco de Miranda , O´Higgins Jr., eran miembros de las logias "Gran Reunión de Americana" y "Logia Lautaro" que fue fundada en 1812 en Buenos Aires, siendo una filial de la Sociedad Francmasónica".
No olvidemos que en la naciente Bolivia, participaron activamente la llamada "Logia Patriótica", a la cabeza del sinuoso Casimiro Olañeta, José María Serrano. Urcullo y otros que firmaron el Acta de Independencia el 6 de agosto de 1825, obviamente coaligados con las logias independentistas, cuyos lazos provenían de allende los mares como la "Gran Reunión Americana", también, llamada "Logia de los Caballeros Racionales", fundada en Londres en 1797. La logia "Gran Reunión Americana", funcionaba en la Casa de Francisco de Miranda y de su esposa Sarah Andrews, situada en Graffon Street, en el centro de Londres, a unos pasos de Berkeley Square Street donde vivía Wílliam Pitt "El Joven", entonces Primer Ministro del imperio británico. Bernardo O´Higgins y Francisco de Miranda coordinaron sus planes "revolucionarios" reuniéndose regularmente en Londres con autoridades británicas".
No es casual la presencia de Inglaterra en las nacientes repúblicas porque, "la relación de personajes habitualmente presentado como libertadores de América con las más poderosas autoridades del Imperio Británico, no fue ningún accidente de la historia. Estos "libertadores" no actuaron solos, sino con el apoyo de organizaciones oligárquicas, esencialmente británicas que planificaron el control del continente americano, por ello, "para entender cómo la plutocracia transnacional saqueó a Bolivia y al resto de América Latina desde su independencia, es conveniente observar la extraña coincidencia entre las victorias de los "libertadores" vinculados con la monarquía de Inglaterra y el simultáneo endeudamiento de las repúblicas recién nacidas hacia bancos de ese mismo país", es decir, con la emancipación vino la deuda junto a la masonería.

III. LA MASONERÍA Y LA GUERRA DEL PACÍFICO

Retrotrayendo nuestra historia nacional, la pérdida del litoral boliviano con cerca de 400 kilómetros, empieza con la fatídica presencia de Mariano Melgarejo como gobernante de Bolivia que sus aduladores en Bolivia y Chile le calificaron como "emulo de Napoleón y Bolívar, Primer soldado americano, Bravo guerrero de los Andes", cuando a través de un tratado de 1866, leonino a nuestros intereses, se otorgó muchas canonjías hacia los intereses ingleses y chilenos para explotar nuestras guaneras y salitreras en el litoral boliviano.
El absurdo de "emulo de Napoleón y Bolívar", otorgado a Melgarejo, como lisonja chilena fue cuando España con sus navíos pretendía saldar cuentas contra Perú y Chile, tomando las Islas de Chincha y luego amenazar a Valparaíso. En ese momento, todas las naciones de América recién liberadas del yugo ibérico, rechazaron la presencia española. Melgarejo, que en principio se declaró neutral, luego toma partido para la alianza, entre Perú, Chile y Bolivia, otorgando la libertad a su "aliado" chileno de ocupar y transitar libremente por el territorio boliviano, para defender la "dignidad americana", tramado y manejado hábilmente por su Ministro Mariano Donato Muñoz eminente hermano masón, que fue parte de la conjura contra Bolivia.
Decimos que la desgracia boliviana viene con la Presidencia de Mariano Melgarejo, que inclusive los propios historiadores chilenos, encargan de realizar una radiografía de esta funesta persona, así, el historiador Francisco Valdés Vergara de manera lapidaria expone: "un hombre depravado en el vicio, una especie de insano, que sin pensar ejecutaba insensateces monstruosas y también atroces crueldades. Melgarejo fue un gobernante de carnaval".
Con dicho antecedente "americanista", nunca se pensó que chile sacaría sus garras, luego de este hecho histórico, cuando vieron el blindado chileno "Blanco Encalada" en las cercanías de Antofagasta, alertada por el Prefecto de Antofagasta Severino Zapata al Presidente Hilarión Daza, en ese momento, pensó que "el sentimiento americanista" prevalecería ante cualquier intento de asalto de parte del poder militar chileno, ingenuidad nuestra que calculamos equivocadamente, además, porque detrás de bambalinas confabulaba la masonería mercantil encarnada en sus élites dirigenciales de los tres países.
Por otro lado, confiamos en la integración de la Argentina, al pacto Perú-boliviano, cuya relación con Chile en ese momento era delicada, enviando a nuestros representantes diplomáticos, a Buenos Aires, pero, como dice el refrán "en aguas revueltas, ganancia de pescadores", también, aprovechó la oportunidad para encarar el problema limítrofe sobre la Patagonia, antiguo litigio con Chile, y, que una vez resuelto dicho problema se declaró neutral. Obviamente, dicha medida fue recibida con alborozo por los mercaderes transnacionales al conocer dicha neutralidad, cuya actitud se repetiría, posteriormente en la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.

IV. LA MASONERÍA NO TIENE PATRIA

Aquí debemos rescatar las acciones patrióticas del gobierno de Agustín Morales que en su momento viendo el crecimiento bélico e interés expansivo de Chile, hacia las costas de Bolivia y Perú convino en un Tratado secreto de carácter defensivo con el Perú, es decir no ofensivo, situación que fue aprovechada por el país del Mapocho. Morales por otra parte acudió al Congreso boliviano con la pretensión de adquirir dos buques de guerra en Europa, que lamentablemente, fue rechazada por el Parlamento boliviano, craso error nuestro porque, no teníamos absolutamente nada para encarar una guerra marítima con Chile, y solo se confiaba en la armada peruana, que ciertamente, el valeroso héroe Miguel Grau con el blindado "Huáscar" fue el terror de los modernos barcos de guerra de Chile, única esperanza de los aliados en el mar, cuya derrota, posterior, fue el decantamiento moral de Perú y Bolivia.
El pretexto para invadir Antofagasta fue el impuesto de diez centavos dictada en el gobierno de Agustín Morales y ejecutada por Hilarión Daza por la explotación del guano y salitre, señuelo que esperaban los intereses capitalistas ingleses y chilenos, por ello se indica que "la Guerra del Pacífico fue rebautizada, por varios autores, como Guerra del Salitre", y tuvieron sólidos motivos para hacerlo, aunque podían añadir del "guano", del "cobre" y de otras riquezas naturales. Sin embargo, pocos enfatizaron que esta guerra como muchas otras se generó a partir de intereses esencialmente privados y transnacionales, antes que supuestos odios entre pueblos. Antes, durante, y después de esta guerra, mientras se masacraban soldados de los tres países en conflicto, inversionistas chilenos, bolivianos y peruanos mantuvieron excelentes relaciones, todos ellos habían establecido sólidas conexiones con ricos europeos y/o norteamericanos, así como con el mundo político internacional, en particular en los ámbitos de la diplomacia y de la economía".
El ferrocarril como sinónimo de modernidad en este período fue la magia para recibir a propios y extraños, alimentada por la febril explotación del "oro blanco", como el salitre trajo a muchos extranjeros bajo la careta de empresarios inversores como "en 1854, dos norteamericanos, que iban a jugar un papel significativo en la historia de la región, llegaron a Sudamérica, William Russell Grace y Henry Meiggs Williams. Este último prófugo de la justicia de California, llegó a Valparaíso (Chile) donde empezó a desarrollar exitosamente proyectos de construcción de ferrocarriles que le permitirían proponer proyectos similares al gobierno de Perú. Ellos fundaron Grace Brothers Ltd., en el Callao, zona portuaria de Lima (Perú). En 1855, la exportación es de guano hacia Norteamérica alcanzaron su tope con ciento setenta y seis mil toneladas".
La historiografía tradicional se esmeró en levantar falsos mitos heroicos y condenó a otros como Agustín Morales e Hilarión Daza, que tuvieron muertes trágicas de manera extraña cuando tocaron los intereses de la masonería mercantil, tratando de encontrar chivos expiatorios, cuya hermandad secreta venían tramando desde el 24 de mayo de 1862, que nacía la Gran Logia de la Orden Masónica en Chile, derivada en forma directa de la Gran Logia de Londres, en esta organización se encontrarían: Aníbal Pinto Garmendia (1825-1884), el presidente de Chile que, en 1879, ordenó la invasión de territorios bolivianos. Según varios historiadores, personalidades influyentes en esta época, también, fueron prominentes miembros de esta organización como, según el historiador Hugo Roberts, Tomás Frías (presidente), Aniceto Arce (presidente), Mariano Baptista (presidente), y Mariano Donato Muñoz (Ministro de Relaciones Exteriores). Otros añaden, también, a Belisario Boeto (Plenipotenciario en Chile y Presidente de la Corte Suprema de Bolivia). Estos datos revelan la existencia, ya en esos tiempos, de una estrecha relación entre los plutócratas chilenos, bolivianos e ingleses".

V. EL SEÑUELO DE LA TRAMPA: TACNA Y ARICA

Por otro lado, la diplomacia chilena a través de sus personeros incluyendo al ilustre boliviano Gabriel René Moreno intentaron coaligar a Bolivia, al lado chileno en contra del Perú, con el señuelo de entregar Tacna y Arica como compensación de su litoral, por ello se indica que dentro del país operaba la quinta columna: "El personaje que ya esperaba la propuesta chilena era Don Aniceto Arce, dueño de la famosa empresa minera Huanchaca, y factórum de la oligarquía de la época, objetivo chileno, pues, era la mina más rica de Bolivia y su fama había trascendido las fronteras. Entre sus socios estaban Melchor Concha y Toro, Gregorio Donoso y Javier Huidobro, todos prominentes miembros de la oligarquía chilena. Obviamente, un personaje de tales características, que tenía un pie en Bolivia y el otro en Chile, estaba llamado a jugar un papel de primer orden dentro los planes elaborados por la banca inglesa y los accionistas de Valparaíso" (8).
Hilaron Daza, daría a conocer al Presidente del Perú, General Prado, semejante propuesta, en homenaje de lealtad y fidelidad, pero, "los grandes intereses en juego con las cúpulas de la masonería afloró en aquella oportunidad, ya sin escrúpulo alguno. Desde hace años se había ido produciendo una simbiosis entre las empresas explotadoras de guano y salitre con las logias que operaban en Santiago y Valparaíso. Tal era el caso de la Gran Logia de Chile, cuyos miembros en su mayoría eran socios o accionistas de las salitreras. El Serenísimo y Gran Maestro de la Logia era nada menos que don Evaristo Soublete, de nacionalidad inglesa, pero al mismo tiempo Gerente General de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, con residencia en Valparaíso, Jeorge Hicks, George Paddison, Diego Admson, Juan Clemenson y R. H. Stevenson, eran socios o formaban parte de la misma empresa" ( 9).
La Gran Logia chilena estaba encaramada en la denominada "Sociedad de Socorros Mutuos de la Patria", que hicieron colectas públicas y aportes extraordinarios para la presencia de las tropas chilenas en Antofagasta, además, del odio antiboliviano que tenía el serenísimo Gran Maestro de la Logia, Evaristo Soublete que llegó con los invasores, soliviantando desmanes y tropelías sin nombre, cometidas contra la población indefensa, sometidas a toda clase de actos indignos al calor de la embriaguez que otorga el desaforo de los bárbaros, como el caso de Mollendo en el Perú, que inclusive fue acremente criticada por la propia población y prensa chilena.
De inicio el asalto de Antofagasta y otras poblaciones bolivianas fue fácil por la penetración pacífica de chilenos para trabajar en nuestras salitreras que prácticamente dominaban nuestro litoral numéricamente y, que en ese momento nuestro país, pasaba por una de las terribles calamidades, una sequía larga, epidemias como la peste, que fue diezmando a nuestra población, además, debilitado el ejército, por las innumerables luchas y pugnas internas por llegar al poder, siendo el caudillismo y el extremado celo, factores que diezmaron nuestras fuerzas. Precisamente dicha situación fue aprovechada por los capitales chilenos y británicos parta urdir un plan maquiavélico a partir del siniestro Melgarejo y otros connotados chilenófilos y logieros como Tomás Frías, Aniceto Arce, Mariano Baptista, Narciso Campero y otros.
Luego de los desaciertos en la conducción militar que hicieron deambular al ejército boliviano cientos de kilómetros sin toparse con el enemigo y finalmente, "holgar durante nueve meses en Tacna, vegetando sin hacer nada crepitó el espíritu guerrero boliviano, que, sin embargo, el mismo obedecía al plan de traición a la patria por Narciso Campero. Pero veamos lo que indica Hugo Roberts Barragán: "La batalla del Alto de la Alianza, en que los Colorados de Bolivia y los mejores soldados del Perú hicieron derroche de heroísmo, no debió realizarse jamás y su precipitación forzada constituye la mejor prueba de conducta de su comandante Campero, tenía el compromiso de liquidar la guerra en favor del invasor. Y por eso condujo al ejército que comandaba a la más espantosa liquidación y derrota".
Prácticamente, la presencia del ejército boliviano culminó en la batalla del Alto de la Alianza, el 26 de mayo del 1880, descollando los Colorados de Bolivia a la cabeza de su Comandante, Cnel. Ildefonso Murguía, teniendo que soportar nuestro aliado Perú, hasta 1883, las arremetidas del ejército chileno, cuyas características merecen otro estudio, por los devaneos de un lado y del otro, donde inclusive, se lanzó la peregrina tesis de la "polonización", es decir, el descuartizamiento de Bolivia a favor de los países que rodean sus fronteras.
Sin embargo, es necesario resaltar que diferentes mandatarios y cancilleres chilenos de manera ladina y engañosa comprometieron un puerto para Bolivia a través de varios protocolos, como el Tratado de Transferencia de Territorios, firmado el 18 de mayo de 1895 entre Chile y Bolivia, donde, por Chile firmó el canciller Luis Barros Borgoño y por Bolivia el ministro plenipotenciario don Heriberto Gutiérrez, cuyo artículo 3ro. indicaba: "A fin de realizar el propósito enunciado, el Gobierno de Chile se compromete a empeñar todos sus esfuerzos, ya sea separadamente o conjuntamente con Bolivia para obtener en propiedad definitiva los territorios de Tacna y Arica", así como como lo expresado, posteriormente, por el Presidente Arturo Alessandri que expresó: "Bolivia siempre encontrará a Chile dispuesta a iniciar nuevas negociaciones con el objetivo de facilitar el acceso de Bolivia al mar, a través de un puerto propio". Así como el "abrazo de Charaña", entre los presidentes Augusto Pinochet de Chile y Hugo Banzer de Bolivia que comprometieron un corredor soberano territorial con acceso al mar.
Y, este cuento repetido una y otra vez, después del Tratado de 1904, (Considerado sagrado, intangible, inmutable y eterno por la oligarquía empresarial y la clase política chilena dominante), que varios presidentes y cancilleres de Chile comprometieron la fe del Estado chileno de resolver este problema que reclama Bolivia , apoyados, además, por las 11 Resoluciones de la OEA, como la Resolución 426 del 31 de octubre de 1979, donde la Asamblea General declaró que "es de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga un acceso soberano y útil al Pacífico ". 
Esta herida sangrante de cada uno de los bolivianos y bolivianas sin distinción de clases y edad, jamás renunciará a volver al mar con soberanía plena y que es un tema pendiente donde las naciones del mundo y los organismos ecuménicos como la Corte Internacional de Justicia de La Haya darán razón a la verdad histórica y jurídica, clamor que adquirió inusitada fuerza con la demanda presentada por el Estado boliviano a partir del año 2013.
Bolivia entera espera que así sea.

BIBLIOGRAFÍA

1. ARCE C. Eduardo, "La Economía de Bolivia", Edit., Los Amigos del Libro, 1ra., ed., La Paz, 1979.
2. AGUIRRE L. Joaquín, "Guerra del Pacifico, Pacto de Tregua, 1884", Edit., Los Amigos del Libro, 1ra. ed., La Paz, 1987.
3. COLECTIVO SUR, "El Nuevo Orden Mundial y Saqueo de Bolivia", Edit., SOMOS SUR, s/ed., Cochabamba, 2006.
4. ESCOBARI C. Jorge, "Historia de la Diplomacia en Bolivia", Edit. UNIDAS S.A. 1ra. ed., La Paz, 1975.
5. DE MESA, José DE MESA Carlos, GISBERT Teresa,", Historia de Bolivia", Edit., Gisbert, 7ma., ed., LA Paz, 2008.
6. GALLARDO L Jorge," La Nación Postergada", Edit., Los Amigos del Libro, 1ra. ed., La Paz, 1998.
7. OBLITAS F. Edgar, "La Historia Secretó de la Guerra del Pacifico", Edit., Túpac Katari, 4ta.ed., Sucre, 1983.
8. MARTINEZ H. Cástulo, "El mar d Bolivia" (Reflexiones de un ciudadano chileno), Edit., Juventud, 1ra. ed., La Paz-Bolivia, 1990.
9. RODRIGUEZ C. Bernardino, "Un capricho llamado Mollendo", Edit., Universidad ALAS Peruanas, 2da, ed., Molendo-Perú, 2005.

1 comentario:

  1. interesante articulo y exposicion de la masoneria como la que realmente gobierna latinoamerica y el mundo, todos los presidentes no fueron y no son mas que titeres que no pueden tomar decisiones relevantes

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