LA OTRA VISIÓN...
«14 de enero de 1934.- Pasan dos semanas desde que me llevaron a trabajar en la
oficina de reclutamiento. En estas dos semanas he visto muchas iniquidades,
muchas injusticias, de las cuales las víctimas propiciatorias resultan el indio
y el obrero. Los médicos hacen alarde de severidad. Pero esta severidad la
practican inflexiblemente con el indio y el obrero. Entre la gente que se dice
“bien”, hay quienes sin un motivo real ni aparente son declarados inhábiles
para la guerra o aptos solamente para servicios auxiliares. Algunos, en su
ansia de burlar su deber de ir a las trincheras, se fingen cardíacos,
tuberculosos o luéticos... consiguiendo generalmente quedar en servicios de
retaguardia.
9 de marzo de 1934.- Nuevo reconocimiento. Todos los inhábiles, los postergados
y los de servicios auxiliares van sometiéndose otra vez al examen médico. Los
nuevos facultativos encuentran muchos hábiles. Pero, naturalmente, estos
hábiles salen de la clase indígena y de la obrera, o, mejor dicho, de entre
aquellos que no cuentan con las influencias necesarias. Todos los
privilegiados, esto es, los políticos, los parientes de los diputados, de los
militares, etc., aparecen minados de enfermedades y quedan inmunes para la
guerra...» (REPETE—JESUS LARA Diario de un hombre que fue a la Guerra del
Chaco).
Foto: Periódico La Razón Octubre de 1934. —cortegosky©—
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