Por: Jaime Martínez / Este artículo fue publicado en el Diario de La Paz el 12
de Junio de 2014.
La Guerra del Chaco entre Bolivia y el Paraguay se inició el 15 de junio de
l932 y terminó, primero con un armisticio, el 14 de junio de l935, y con un
tratado de paz, el 21 de julio de 1938. En esa contienda murieron alrededor de
50 mil personas en el lado boliviano, y cerca de 40 mil en el frente paraguayo.
El impacto que esa guerra produjo en los dos pueblos fue de un gran efecto
humano, social, político y económico, pues sacudió los cimientos mismos de las
dos nacionalidades, y obligó a las personas más lúcidas de ambos países a
pensar en si el rumbo sociopolítico de su país era el correcto, o si era
necesario hacer un cambio para que lo llevara hacia un mejor destino.
En el caso de Bolivia, los jóvenes combatientes, que habían visto y sufrido las
consecuencias de la actuación de los jefes civiles y militares durante el
conflicto, comenzaron a revisar su visión del país, identificaron algunos de
los males que le aquejaban, se dieron cuenta de que era necesario modificar
viejas estructuras, y propusieron cambios profundos para que Bolivia saliera de
la situación en la que se encontraba, en la cual, la reciente derrota había
dejado el sabor amargo de la frustración; y, al mismo tiempo, se dieron cuenta
del engaño de quienes les hablaron de un país rico y poderoso; por eso, una vez
desmovilizados, se reunieron para encontrar las soluciones.
De ahí surgió el nuevo pensamiento social y político que se iba a prolongar por
cerca de una treintena de años. Los nuevos partidos fundados por jóvenes se
fueron posicionando de las mentes y las sedujeron con sus propuestas; de esta
manera surge el POR, el PIR, FSB, MNR, que se ubican desde el marxismo
trotskista, el stalinismo, el fascismo y el nacionalismo. Todos ellos, de una u
otra manera, propusieron la nacionalización de las minas, la realización de una
reforma agraria y la industrialización del país.
Paralelamente a esto surge la rebelión indígena que reclama derechos y mejor
trato para el indio, pues se siente parte de la nación; así, en l936 se funda
un sindicato agrario en Cliza, que predica cambios en la vida del agro y la
actitud de los terratenientes en relación con el labrador. Sindicato que cobra
tal importancia que los terratenientes, preocupados por la situación, deciden
comprar las tierras de ese lugar y sacar de ellas a los rebeldes, anulando de
esta manera el movimiento indio; pero se ha planteado ya claramente la cuestión
agraria y se ve la necesidad de una reforma en la tenencia de la tierra, como
la abolición del pongueaje.
Con los altibajos propios de todo proceso social, durante el gobierno de
Gualberto Villarroel, integrado por los jóvenes oficiales de la RADEPA, en
alianza con el MNR, se lleva a cabo el Primer congreso indigenal boliviano, con
Chipana Ramos como cabeza del movimiento indio, en el que se suprime
oficialmente el pongueaje, pero que en la práctica, debido a la vida política
del país, en realidad no fue superado.
Cosa semejante sucede en el Paraguay, donde el coronel Rafael Franco, en 1936,
recobra para el Estado unas dos millones de hectáreas de los latifundistas,
especialmente de la familia Casado, dueña prácticamente del Chaco; todo debido
a la efervescencia social que la guerra produjo entre los jóvenes
excombatientes. Además, se forma tanto una oficina de trabajo como la Unión
Nacional de Trabajadores del Paraguay, y se pone en vigencia una ley de
trabajo. Por eso, Stefanich y Yegros, funcionarios del gobierno Franco, forman
la Unión Nacional Revolucionaria, sobre la base de los excombatientes, la cual
pretende sustituir a los dos partidos tradicionales: el liberal y el colorado;
desgraciadamente, el coronel Ramón Paredes ocupa Asunción con sus tropas el 8
de agosto de 1937, y comienza el fin de la llamada revolución.
En nuestro país también se funda sindicatos mineros, no obstante la resistencia
de las empresas mineras; se forma un Ministerio de Trabajo, con el obrero Waldo
Álvarez como ministro; se organiza la Confederación Sindical de Trabajadores de
Bolivia, en fin, la vida social y política busca cambios en la estructura del
país, los cuales han de llegar posteriormente.
Hola JAHAGAGQHQKSMSKS
ResponderEliminarhola
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