Este es un fragmento de la nota publicada en El Fulgor de
Oruro, el 6 de mayo de 2018. //
https://elfulgor.com/noticia/319/la-dictadura-de-la-cocaina-nunca-fue-juzgada-en-bolivia-por-narcotrafico // Foto: García Meza.
El gobierno de García Meza en Bolivia, al igual que la
dictaduras de Uruguay, Paraguay y Argentina fue refugio de nazis que actuaron
junto al régimen e Hitler en la II Guerra Mundial. Entre ellos estuvo Klaus
Altmann, conocido como el Carnicero de Lyon, Joaquín Herman, dueño del edifico
de su mismo nombre, Federico Nielsen Reyes y la comunidad alemanda nazi
asentada en Bolivia, que fue determinante para crear el grupo paramilitar Los
Novios de la Muerte y operar toda la producción y tráfico de cocaína, que
sostuvo al régimen de García Meza.
La presencia en Bolivia de alemanes nazis y Klaus Altmann,
se reveló recién en el gobierno de la UDP, cuando este fue extraditado a
Francia. Sin embargo, la revista Alemana Stern, que resume en su edición
las investigaciones de la justicia francesa reveló que el nazi estrecho
relaciones con Bánzer en 1976, cuando le otorgó un pasaporte diplomático que le
permitió viajar por todo Europa. Transcurrió su vida entre el Edificio
Jazmín, en la calle 20 de octubre, una hacienda que tenía en Santa Cruz y el
Gran Cuartel de Miraflores, donde con su alumno Luis Arce Gómez, se dedica a la
importación de equipo y armamento de guerra –armas, vehículos y ropa- para las
Fuerzas Armadas, pero las desvió al narcotráfico
Altmann, conoce a profundidad a Bánzer el año 1973,
cuando estaba presó en la cárcel de San Pedro porque Francia solicitó la
extradición del nazi porque enfrentaba cargos por “asesinato y complicidad en
secuestros, deportaciones ilegales, tortura y actos bárbaros”. El Poder
Judicial avalado por el Gobierno negó la extradición porque no tenía un
convenio con Francia y Klaus había adquirido la ciudadanía boliviana en 1957 y
el régimen dictatorial empezó asimilarlo como “asesor”. “Siempre que necesitan
ayuda o una opinión, ellos (Bánzer y las FF.AA.) me llaman”, declaró a
la revista Alemana Stern el propio Altmann, al señalar que su extradición
no procedió porque “tenía una buena reputación en Bolivia”.
LA DICTADURA SE DISTRIBUYÓ ÁREAS PARA DELINQUIR DESDE EL
PODER
Luis García Meza, Luis Arce Gómez, Waldo Bernal Escalante,
Oscar Terrazas, Armando Reyes Villa, Klaus Atlman, Faustino Rico Toro, Medina,
y una centena de militares empezaron hacer sus negocios particulares con el
gobierno.
Arce Gómez desde el Ministerio del Interior junto con
Klaus Atlman, el general Faustino Rico Toro y Roberto Suárez dirigen los
negocios del narcotráfico, hasta ganarse el titulo por parte de Estados Unidos
de “Ministro de la Cocaína”.
Pequeños y ocasionales productores y traficantes de droga
fueron combatidos y expuestos ante la prensa, pero no en la intención de
querer erradicar el problema, sino porque se convirtió en una competencia de la
operaciones de producción y comercialización de cocaína que dirigía Arce Gómez.
Barbie, quien tenía una propiedad en San José de Chiquitos,
cerca a la frontera con Brasil, era vecino de Bánzer. Allí el se reunió
con Pablo Escóbar, que ya era conocido entre los narcotraficantes como "el
patrón". “Viajaba con frecuencia a países como Perú, Ecuador y Bolivia
para comprar la pasta base destinada a la fabricación de la cocaína” relata el
periodista Alonso Salazar en su libro sobre Escobar.
“De acuerdo a una versión del portal Las dos orillas, los
nazis quedaron de entregarle al cartel de Medellín en 90% de la pasta base para
fabricar la cocaína que se exportaría a Estados Unidos, y acordaron un pacto de
apoyo al grupo de exterminio comandado por Barbie "para limpiar a Bolivia
de la estela comunista", agrega la publicación.
Altman o Barbie, fue el enlace que llegó a juntar a Roberto
Suárez Gómez con Pablo Escóbar, pues Suárez producía pasta base y le enviaba a
Escóbar, porque él tenía en Medellín la tecnología para la refinación. Barbie
el año 1975, creó con dineros del estado Transmarítima Boliviana. Comibol le
dio una carga de mineral valuado en 10 millones de dólares, pero está nunca
llegó a su destino. Transmarítima, después de traficar con armamento a
nombre de las Fuerzas Armada Bolivianas, con un decreto de libre importación,
quebró y nunca se lo procesó a Altman, sino, hasta 1982, cuando el
presidente Hernán Siles Suazo llegó al poder y abrió un proceso que logra
además, extraditarlo a Francia donde murió en 1992, después de ser condenado a
cadena perpetua.
“Gané mucho dinero y formé una gran empresa propia: la
Transmarítima Boliviana, punto de partida para que este país tenga una flota
mercante” le dijo al periodista argentino Alfredo Serra quien lo
entrevistó en el penal de San Pedro, en Bolivia en 1973.
Mientras Arce Gómez traficaba cocaína, Luis García Mesa se
dedicó a explotar las minas de piedras semi preciosas de la Gaiba, en San José
de Chiquitos en Santa Cruz y negociar los precios para la construcción de
varios edificios y carreteras y la piscina Olimpica de Obrajes que nunca
funcionó.. En 1984, en Londres la casa de subastas públicas Sotherby
ofertó los diarios de los guerrilleros Ché y Pombo por $us350.000.
Bolivia se enteró que mismos habían sido vendidos. Cartas enviadas por Luis
García Meza con el italo-argentino Erick Galantieri ayudaron a probar la
propiedad del Estado, pero las Fuerzas Armadas declararon inocentes a los que
intermediaron en la venta el general Raúl Ramallo Velarde, el mayor Luis Landa
Shille y el exsargento Raúl Solano Medina.
García Meza, cobró del Banco Central de Bolivia 278.085
dólares dinero que le indemnizó el Estado Boliviano, Estados Unidos por
la importación de alientos vencidos. Luis Ballesteros que era el Gerente de
Operaciones declaró que el dinero no fue al TGN sino entregado a García Mesa.
Este dinero fue depositado en un Banco Suizo por la esposa que viajó con el
edecán del General. Controló la Aduana Nacional con las Fuerzas Armadas, pues
creo un grupo especial para combatir el contrabando, pero fue una fuente de
enriquecimiento ílicito.
El Comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Waldo Bernal
Escalante, también hizo su propio negocio llegando al poder anunció que
se procederá a renovar la flota aérea que a esa fecha se limitaba a
los T-33 y F86 que habían adquirido en 1980 de Brasil e inicia negociones
con Francia, donde anecdóticamente además, le pide cotizar aviones supersónicos
por un valor de 250 millones de dólares. Francia le vendió algunos aviones,
pero varios fueron desviados para operar con tráfico de cocaína.
Como anécdota, un avión fue detenido en Chile, cuando se
pidió al vendedor la francesa Dassault información, presentó los documentos
donde se consignaba al avión como boliviano de las Fuerzas Aérea y se anexaba
un mapa de Bolivia que abarcaba los territorios de litoral, lo que además,
provocó una protesta de Chile a la Cancillería de Bolivia. “Esta región fue
conquistada por Chile en la Guerra del Pacífico de 1879, pero Bolivia no asume
está pérdida…”, sostuvo algunas de las líneas de la protesta, que reportó la
confiscación de la nave.
El nazi Barbie, tenía un testaferro que lo llamaba
“padrino”, este era Álvaro de Castro quien hizo para el tareas poco
convencionales como asesoría en materia de inteligencia, venta de armamento y
espionaje. De Castro fue representante de la firma de armamento austriaco
Steyr-Daimler-Puch en La Paz durante años. Gracias a ellos, negoció con el
gobierno de Bolivia entre 1978 y 1980, la adquisición de 42 carros de combate,
tanquetas y suplementos que finalmente compraría las Fuerzas Armadas,
distribuidos así: 6 unidades del vehículo blindado 4K-7FA-G-127; 34 unidades
del tanque ligero SK-105A1 Kurassier; además de 2 unidades del blindado ligero
de alta movilidad 4K-4FA-SB20 Greif. En agradecimiento esta empresa donó para
la guardia presidencial metralletas AUG. Las armas desaparecieron, pero en una
foto publicada por el periódico el Diario, Roberto Suárez aparece con la
moderna metralleta AUG. Está foto fue adjuntada en el juicio en Estados Unidos.
Estos, son algunos de los crímenes que cometió la dictadura
García Meza-Arce Gómez, ellos fueron procesados en Bolivia por diez grupos de
delitos, entre ellos, –sedición, alzamiento armado, resoluciones
contrarias a la constitución, enriquecimiento ilícito, etc.- y sentenciados
a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, pero nunca se los procesó por
narcotráfico. Sólo Arce Gómez fue juzgado por este delito en Estados Unidos.
Barbie, tampoco fue incluido en el juicio de Responsabilidades ni tampoco se lo
procesó por tráfico de cocaína ni nada, pues él llego a Bolivia protegido por
la CIA, lo que explica, de alguna forma su exclusión.
Los dictadores bolivianos Luis García Meza y Luis Arce
Gómez, junto a otros seis exmilitares, fueron también condenados por el
Tribunal de Roma a cadena perpetua por la muerte de una veintena de
italo-latinoamericanos en la época del Plan Cóndor y la represión emprendida
entre las décadas de los 70 y los 80. Pero, nunca alcanzaron a cumplir su
condena, porque Arce Gómez continúa en Chonchocoro. García Meza falleció a los
89 años tras sufrir un cuarto infarto y se fue afirmando que nunca robo, no
mató y no cometió ningún delito.
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