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21 DE AGOSTO DE 1971. HUGO BANZER, ANDRÉS SELICH CHOP Y LA MASACRE GOLPISTA EN SANTA CRUZ


Tomado de: BANZER GENIO Y FIGURA………….. Para que no se olvide. NUNCA MÁS. – De: CENTRAL OBRERA BOLIVIANA (COB) / EDITORIAL: CREAR IMPRESIONES. LA PAZ. BOLIVIA. 2008. // Foto: Banzer unos años antes de dar el golpe de agosto de 1971.

 Cómo señala el informe de 1976 de la COB:
Los acontecimientos iniciados el 21 de agosto de 1971 en la ciudad de Santa Cruz, que culminaron con la caída del gobierno del Gral. Torres y la ascensión al mando del entonces Cnl. Banzer, tuvieron como uno de sus acontecimientos importantes una acción de armas en la universidad, a raíz de la cual, fueron detenidos en los mismos recintos universitarios, en calidad de presos políticos, los estudiantes que la habían defendido, los cuales quedaron completamente desarmados. Allí, a la universidad convertida en centro carcelario fueron llevados muchos otros presos políticos.
“Al principio éramos sólo 32 presos, los que habíamos defendido el edificio de la universidad, luego alcanzamos aproximadamente a unos 200, repartidos en tres aulas en el último piso del edificio. La
guardia estaba a cargo de civiles armados a cargo de Ernesto Morant, Jorge Chavez, Addy Curi, Freddy Mercado, (profesor), N. Paniagua y otros.
Desde luego fuimos amenazados con el fusilamiento, particularmente cuando nos negábamos a firmar lo que ellos pretendían. Querían obligarnos a decir: “que en este Departamento y en la ciudad de Santa Cruz se encontraban cubanos”.
Los métodos de interrogatorio, a cargo de los anteriormente nombrados, eran extremadamente crueles y ultrajantes: cara a la pared y con las manos en la nuca, con el caño de una metralleta puesto en la cabeza y realizando simultáneamente disparos de arma corta cerca del oído. Todo esto en ambiente de brutalidad y violencia.
El viernes 20 por la tarde, a horas 16, se desarrolló en la plaza principal de la ciudad, sobre la que se encuentra el edificio universitario, una marcha de regocijo por parte de las fuerzas subversivas que consideraban consolidado su triunfo. Entonces estalló un artefacto explosivo que, después supimos, había sido puesto en una sala contigua a la tribuna de honor, dando un saldo de varios heridos y ocasionando un tiroteo descontrolado entre los distintos grupos que asistían al acto. Según un testigo presencial, el Cnl. Andrés Selich Chop, inmediatamente después de la explosión, dio orden de eliminar a todos los detenidos con estas palabras:
“No quiero ni presos ni heridos”, ocasionando que los grupos más exaltados, encabezados por Ernesto Morant y Widen Razuk, iniciaran el asalto al edificio universitario haciendo volar la puerta con granadas de mano poco antes de las 18 horas. Nosotros sólo escuchábamos un fuerte ruido callejero y dos atronadoras explosiones, para distinguir luego los gritos de “hay que matarlos” “¡Ningún perro rojo vivo!” junto a otras expresiones soeces y agresivas.
Lo único que hicimos fue tirarnos al suelo”.
(Testimonio de un sobreviviente de la masacre universitaria).
Hasta aquí el relato de uno de los testigos presenciales de la masacre, que salvo la vida porque las celdas vecinas no fueron tocadas.
En la celda de la masacre, que fue el paraninfo de la universidad, murieron 24 ciudadanos, entre los que cabe destacar el nombre del profesor Oscar Paz, viejo dirigente del magisterio, junto con otros estudiantes, obreros y campesinos. Solamente salvaron la vida 8 personas que quedaron malheridas y cuyos nombres son: Humberto Mur, Jorge Selum Vacadiéz, Julio Jorge Nelson, Carlos Salvatierra, Vicente Quevedo, Antonio Aguilera, Luis Masone y Jorge Rodríguez; salieron ilesos por haberse ocultado detrás de un piano: Ciro Menacho, Alejandro Pérez, Dardo Suárez, Roger Tuero, Herman Vaca y Napoleón Aguilera. Los muertos fueron llevados en un camión “Caimán” del ejército a la morgue y los heridos graves en un jeep al hospital, siendo conducidos los demás a la cárcel pública.
Esta masacre fue instigada por Ernesto Limpias y Widen Razuk, ya mencionados, y secundada por “el negro” Cronembolt, que hasta la fecha se jacta de su hazaña, también por Mario Fernández, N. Leigue Gutierrez, (hijo del Ministro de Salud del régimen de Banzer y embajador en el Brasil, Luis Leigue), los hermanos Flores Salvador, los hermanos Penacho Carrillo, el Cnl. de CarabinerosAlfredo Pinto, y otros, que posteriormente recibieron en recompensa nombramientos consulares y puestos burocráticos.
La fobia y barbarie llegaron luego al extremo de que los heridos que se habían salvado de la masacre del edificio de la universidad, fueron asesinados alevosamente en el mismo hospital el 21 de agosto por manos del neuro-cirujano Freddy Terrazas, que disparó en su propia cama al dirigente campesino Vicente Quevedo, al dirigente del ingenio Santa Cecilia Carlos Salvatierra y al trabajador fabril Antonio Aguilera. Muchos otros hubieran sido rematados si no intervienen oportunamente tres médicos: Dr. Edwin Saucedo, Dr. Luis Kairolo y Dr. Ruben Dabdoub, corriendo el riesgo de ser victimados.
Posteriormente entran al hospital grupos armados encabezados porOswaldo Paradas y matan a dos de los heridos. El hospital sufrió durante varios días el asedio de jóvenes armados que intentaban liquidar al resto de los heridos, motivo por el cual fueron sacados por la guardia policial.
Los presos de la universidad que estaban en las celdas contiguas a la masacre, fueron sacados en la noche por un grupo a cuya cabeza estaban los doctores Oscar Román Vaca (actual presidente del Comité Pro Santa Cruz) y Freddy Terrazas, ambos médicos de profesión, y trasladados luego en camiones del ejército al cementerio de “La Cuchilla” zona El Pari, donde fueron vilmente masacrados y enterrados en fosa común.
Participaron en este crimen otros médicos.
Rematando los acontecimientos, el domingo 22 fueron sacados de la 8va División del Ejército ocho humildes campesinos que se encontraban allí presos. El jefe del MNR, Pedro Rivera que firmó el respectivo documento de entrega de presos, y los hermanos Hugo y Guillermo Menacho Carrillo y Arnoldo Justiniano los condujeron a las orillas del río Parí donde fueron obligados a cavar su fosa y fusilados.
Esto mismo ocurrió luego, en Montero (población al norte de la ciudad de Santa Cruz) donde se realizó otra matanza de campesinos cuyos autores fueron dirigidos por Carlos Correa Villarroel, alias “Michi”.
De todos los detenidos en Santa Cruz y que sobrevivieron a estas masacres, solo 14 fueron llevados a La Paz. Entre éstos una mujer.
“Debo denunciar que cuando nos encontrábamos en la cárcel de Santa Cruz fuimos testigos de la llegada de una muchacha, traída prácticamente en vilo; ella apellidaba Andreuzi Vacadíez. Detenida el 20 de agosto y entregada a los soldados de la 8va División donde 80 de estos la violaron salvajemente, abusando de ella durante toda la noche hasta hacerle perder el conocimiento. Los oficiales, asustados, la hicieron conducir a la guardia de Seguridad Pública, donde llegó inconsciente. Todo esto nos fue relatado por ella misma antes de ser trasladada a La Paz. Cuando llegamos a La Paz nos separaron y a ella se la llevaron en un jeep del ejército. Desde entonces ya no supimos más de ella”.
Banzer al tanto de la tortura y asesinatos: Así como presumía su socio Pinochet que ni una paja se mueve sin su consentimiento, Banzer, como señala su hombre de confianza Juan Lechín Suárez el 2000, tenía el control total y no se le escapaba ningún detalle. Cada acción era comunicada al Presidente reconocía su ex-ministro del interior Mario Adeth Zamora el 2001. Las cifras de Banzer en su septenio de facto llegan a más de 3 mil detenidos, más de mil residenciados y confinados, más de 400 muertos y más de cien torturados -Nunca Más para Bolivia.1993. Federico Aguiló-. Entre 1976 y 1980 fueron eliminados adversarios claves como Juan José Torres y Marcelo Quiroga, éste último como recurso fundamental para eludir el juicio de responsabilidades y quedar impune. Marcelo había demostrado la amplia gama de delitos cometidos por Banzer, por un lado la criminalidad y por el otro la corrupción que perfeccionó en su segundo mandato. En Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se vendía gasolina blanca a precio de petróleo crudo, se ponía sobreprecio a los contratos, las adquisiciones se realizaban sin relación con las necesidades de la empresa, las ventas eran irracionales, etc. Malos manejos en el Banco Minero, Entel, Ena, Lotería Nacional, tráfico de armas, contrabando, fomento a la producción de cocaína en asociación con su primo Roberto Suárez con el pretexto de fortalecer la actividad agrícola de Santa Cruz, etc. La narcodictadura no se inicia con García Meza sino con Banzer.
La participación en la Operación Cóndor cuyo centro era Chile es de conocimiento mundial y ampliamente probada, de esa manera se eliminaron opositores en ese país, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Todos parecían seguir con esmero la recomendación del Secretario de Estado Norteamericano Kissinger al canciller argentino César Guzzetti “si van a matar, maten, pero háganlo rápido”.

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