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LA GUERRA DEL CHACO, SIMÓN I. PATIÑO Y EL BANCO MERCANTIL

Foto: Simón I. Patiño. // Fuente: Historia de las libras esterlinas en Bolivia De: Luis Antezana Ergueta.

El banco Mercantil, fundado por Simón I. Patiño en 1906, es también activo protagonista en la historia de las libras esterlinas en Bolivia. En julio de 1932, el presidente del directorio informo que tenía en La Paz 150 000 libras esterlinas oro y que con otros fondos se encontraba en “posición sólida”.
Enseguida, a poco de empezar la guerra del Chaco, el gobierno de Salamanca expropio a los industriales mineros 120 000 libras; al Banco Mercantil, 50 000 libras. Esos fondos “serian pagados en billetes del Banco Central”.
Los afectados por esa medida en defensa de la patria resistieron enérgicamente la resolución oficial; así obligaron al gobierno a dictar un decreto supremo “bajo conminatoria de apremio personal y extracción del oro con ayuda de la fuerza pública, en caso de resistencia al cumplimiento de esa resolución”.
El banco de Patiño volvió a oponerse a la mediada. Consta en sus actas que “el 6 de enero de 1933 en la oficina de La Paz, el notario de hacienda, el jefe de policía y algunos gendarmes procedieron a hacer cumplir las disposiciones del Ejecutivo, intimando la entrega de nuestra  cuota de 50 000 libras esterlinas oro, lo que hizo dejándose constancia, en el acta notarial que se fue suscrita, de nuestras observaciones de orden legal y del empleo de la fuerza”.
A fines de 1933, Bolivia sufrió un gran revés en la Chaco (Campo Vía) y que el gobierno ordeno a los bancos la entrega de sus libras en calidad de préstamo, en el siguiente orden: Banco Central, 50 000 libras; Banco Nacional, 10 000 libras y Banco Mercantil, 27 000 libras.
Sin embargo, esos fondos no fueron suficientes para atender las necesidades de guerra de Bolivia, y a fines de 1934, el gobierno de Salamanca pidió a los bancos los saldos de oro que guardaban en sus bóvedas, para ponerlos de garantía prendaria para un préstamo en el Chase National Bank de Inglaterra, donde serían depositados con seguridad de que serían devueltos también en libras a sus propietarios. El Banco Mercantil entrego “a su pesar” las 150 000 libras, con autorización de Patiño.
En total, el deposito que hizo el gobierno de Salamanca en el  Chase National Bank fue el siguiente: Banco Central de Bolivia: 199 640 libras esterlinas en oro amonedado y 126 266 onzas troy de oro en barras; Banco Mercantil: 150 000 libras esterlinas oro y Banco Nacional: 120 000 libras esterlinas oro.
AL terminar la guerra del chaco y vislumbrarse después la segunda guerra mundial, el gobierno boliviano pidió la devolución de las libras esterlinas al banco inglés y ordeno su retorno a Bolivia. Luego de pagar la deuda, encomendó al Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos el traslado de esas libras a Bolivia.
En esas circunstancias Patiño no quiso que las 150 000 libras del Banco Mercantil volviesen a Bolivia y ordeno que se quedasen en Nueva York para convertirse en dólares. Patiño hizo acciones directas ante el Chanse National Bank, pero fracaso. Enseguida ordeno a su gerente general en Bolivia, señor Geddes, utilizar esas libras en diversas  operaciones financieras, objetivo que no le fue posible realizar por estar prohibido por la Ley General de Bancos (Art. 27).
Patiño busco entonces otro camino: para recuperar esas 150 000 libras acudió a un recurso extremo y escribió a Pickwoad: “Como usted sabe, estoy deseoso de encontrar una solución satisfactoria a este problema y le recomiendo su constante y cuidadosa atención. Para su información personal y en la más estricta reserva, puedo informarle que si fuera necesario tomar medidas especiales, estaría dispuesto a gastar hasta un millón de bolivianos para alcanzar mi objetivo”.
Pickwoad, acompañado de Antonio Aranibar y Armando Urioste, volvió a fracasar en gestiones ante el Ministerio de Hacienda. Enseguida, el consejo de ministros dicto un decreto supremo con la siguiente parte resolutiva:
“Ordénese al Banco Central para  que, con las seguridades del caso, disponga el traslado hasta Bolivia de todo el oro sellado y en barras que garantizaba los impresitos  en el Chase National Bank que salió de Londres con destino a Nueva York. En la ciudad de La Paz se restituirá a los bancos Central, Mercantil y Nacional la cantidad que cada uno de ellos facilito en 1934”.
Esa decisión del gobierno boliviano irrito en tal forma a Patiño que según asegura Roberto querejazu en s libro Un banco en la historia- el magnate “monto en cólera” y ordeno cerrar el Banco Mercantil.
Gaddes hizo nuevas reclamaciones, pero fracaso nuevamente. El ministro de Hacienda le escribió: “El oro delos bancos comerciales pignorado a los empréstitos del Chase National Bank de Londres, forma parte del acervo colectivo de la nación. La exportación de oro está prohibida. Razones de orden político, económico y patriótico obligan al gobierno  ano enajenar el oro físico recobrado con el sacrificio del país…”. La nota agregada que “seria de lamentar” el cierre del Banco Hipotecario “porque ese hecho de desconocimiento de las leyes bolivianas pudiera acarrear graves sanciones contra el Banco Mercantil”.
En junio de 1940, las libras esterlinas retornaron a Bolivia desde Londres; y las 150 000 libras del Banco Mercantil fueron devueltas a su propietario.
Patiño quiso de nuevo utilizar esa suma, aunque tampoco pudo hacerlo. Gueddes le escribió: “Oro recibido en nuestra bóveda. Conversión a dólares es imposible por el momento debido a incertidumbre respecto a alcances nuevas restricciones sobre curso esterlinas”.
El año 1941 fue de bonanza para la gran minería. Por ese entonces, Patiño ordeno al Banco Mercantil la venta de 120 000 libras esterlinas al banco Central. Posteriormente hizo vender otras 50 000 libras al Banco Central. Con el producto de  esas ventas, Patiño pago dividendos a los accionistas del Banco Mercantil. Hay que recordar que del total de las 125 000 acciones, 122 800 estaban en poder del mismo Patiño y solo 2 200 en manos de sus directos allegados, entre ellos Rafael de Ugarte (cuñado de Salamanca), Arturo Loayza (con 100 acciones), Ricardo Martínez Vargas (con 50), Ezequiel Jáuregui (con 200), Carlos Calvo (con 50), Manuel Carrasco J. (con 25), Néstor Galindo (con 25), además de Carlos Aguirre, Augusto Gottret, Manuel Mier y otros.
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1 comentario:

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