Este artículo fue tomado del periódico Pagina Siete de La
Paz.
Memoria. La masacre de Caparuch fue el primer episodio
que destapó el hecho de que el narcotráfico tiene nexos con políticos, policías
y las Fuerzas Armadas.
“Nosotros somos personas de paz, venimos en misión
científica y no somos policías”. Fueron ésas las últimas palabras del profesor
Noel Kempff Mercado, segundos después una ráfaga disparada por un brasileño
acabó con su vida.
La masacre de Caparuch, todavía envuelta en un manto de
impunidad, miedo y olvido, fue el primer episodio que abrió una época. Destapó,
como nunca antes, que el narcotráfico tenía tecnología, armas, pistas
clandestinas, aviones y, lo más importante, operadores y nexos dentro de
gobiernos, policías y militares.
También dejó muy mal parada a la embajada de Estados Unidos
y permitió que se cuestione, por primera vez, el papel de la agencia antidroga
DEA y la CIA.
“Claro que es una herida, la primera que nos dejaron los
narcotraficantes”, dijo Lorena Kempff Saucedo, la hija del
apasionado investigador y defensor de los parques nacionales que murió un 5 de
septiembre de 1986.
Además de Noel Kempff Mercado, fueron asesinados el piloto
Juan Cochamanidis y Franklin Parada Auclos, guía de la expedición científica
por la serranía de Caparuch, en el este de Santa Cruz, muy cerca a la frontera
con Brasil.
Vicente Castelló, un científico español, fue el único
sobreviviente. Escapó esquivando las balas y se escondió entre las lianas del
monte durante horas. El piloto tuvo similar intento, pero fue alcanzado por los
dos sicarios brasileños.
El español hizo señales a una avioneta y logró que aterrice.
Se subió a la nave y pidió a los pilotos que despeguen de inmediato pues los
sicarios podían volver.
Cuando pisó suelo cruceño informó de inmediato sobre la
muerte del prestigioso científico boliviano y de sus acompañantes. Allí fue
cuando el narcotráfico exhibió su poder.
“Declaraciones sindican de lenidad al ministro Fernando
Barthelemy”, titulaba el periódico Hoy de La Paz el 4 de octubre de 1986.
“Una relación de las principales declaraciones prestadas por
autoridades civiles y militares sobre los sucesos de Huanchaca ante la Comisión
Mixta del Congreso confirma, una vez más, que la mayor responsabilidad pesa
sobre el Ministerio del Interior por haber suspendido un operativo listo para
rescatar a las víctimas y dar con los asesinos, conociendo que se trataba de
narcotraficantes”.
La investigación dirigida por parlamentarios permitió
establecer distintas responsabilidades de militares, policías y miembros del
Gobierno de Víctor Paz Estenssoro por encubrir el incidente en Caparuch.
“Las mafias del narcotráfico parecen infranqueables”, dijo
el diputado Edmundo Salazar, presidente de la comisión que hizo las pesquisas.
Un 10 de noviembre de 1986, en la puerta de su casa, recibió cuatro balazos.
“Él tenía información importante sobre los responsables”,
recuerda Lorena Kempff. La hija del investigador dijo que, 25 años después, ya
perdieron la esperanza de que los verdaderos culpables de la masacre de
Caparuch paguen por sus culpas.
Hoy la Fundación Noel Kempff Mercado realizará un acto en la
plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz para que el legado del profesor siga
sobreviviendo a las balas de los narcos.
“El legado de mi padre es la defensa de parques nacionales”
Lorena Kempff Saucedo es la hija de un apasionado
investigador y defensor de la naturaleza que fue abatido a tiros por
narcotraficantes hace 25 años y lo recuerda como eso, un obstinado protector de
los parques nacionales.
¿Qué legado dejó Noel Kempff Mercado?
Su legado es la defensa de los parques nacionales y la
naturaleza. Su objetivo era que los valores de la conservación de la naturaleza
sean priorizados en nuestros modelos de desarrollo. En su obra está la base
científica de registros de especies y diversidad en Santa Cruz, una política
para consolidar la conservación de las áreas protegidas y acciones para salvar
especies que ya estaban en peligro de extinción.
Noel Kempff Mercado hizo un aporte definitivo a la
conservación de recursos naturales, su visión ahora debe ser rescatada.
¿Cuál era la posición de Noel Kempff sobre los parques
nacionales y áreas protegidas?
Él estaba bastante preocupado y trabajaba de manera activa
para la creación de nuevas áreas protegidas porque consideraba que había
valiosos recursos que debían preservarse.
En aquel entonces él alerta que en los últimos 15 años se
habían deforestado más que en los 200 años anteriores. Una de las áreas que
buscaba proteger era el parque Huanchaca, que ahora lleva su nombre.
Se recuerdan los 25 años del asesinato del profesor justo en
momentos en los que se vive un conflicto por el TIPNIS…
Noel Kempff era un permanente viajero y pasó mucho tiempo
por las tierras del Beni.
Hoy haremos una actividad recordando los 25 años de lo
sucedido en Huanchaca con profunda preocupación por la continua depredación de
los bosques. Estamos en un momento crítico, en el momento en el que peligra el
núcleo de alta biodiversidad en el territorio indígena Isiboro Sécure, en
contravención a principios fundamentales de la Constitución Política. Esto
sería un nefasto precedente. El profesor (Kempff) era un defensor decidido de
la naturaleza.
¿Usted siente que se hizo justicia por la muerte de su
padre?
Nosotros, como familia, hace tiempo que perdimos esperanza
de que se vaya a hacer justicia. Es un caso de impunidad total. El narcotráfico
llegó a ingresar en las más altas esferas del Gobierno de aquel entonces.
El caso Huanchaca destapó el poder del narcotráfico…
Uno sabía que existía eso, pero jamás imaginamos que
sucedería algo así. Los hechos de Huanchaca nos trajeron una experiencia
familiar traumática. No nos dimos cuenta de la envergadura de esa fuerza. Ahora
estamos en una situación similar y esperamos que no vuelva a suceder lo que le
pasó a Noel Kempff.
Otro caso es el de Edmundo Salazar. Él murió porque tenía
información, llegó demasiado lejos y le costó la vida.
La cronología
5 de septiembre de 1986 Un avión con cuatro personas
aterriza en la meseta de Caparuch, en Huanchaca. Dos sicarios brasileños
detienen al grupo y matan a tres de ellos; Noel Kempff Mercado es abatido a
tiros.
6 de septiembre de 1986 El único sobreviviente es rescatado.
A pesar de que informa de inmediato de lo sucedido, el Gobierno no efectúa un
operativo de rescate de cuerpos y permite que se desmonte el laboratorio de
cocaína y que los narcos escapen.
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