Por: Edgar Ruiz Botello y Edgar Ruiz Bonilla / Este artículo
apareció publicado en el periódico El Diario, 29 de Septiembre de 2015.
INTRODUCCIÓN: El Gral. Enrique Peñaranda del Castillo, nació
en la hacienda Porobaya del cantón Chuchulaya de la provincia Larecaja del
departamento de La Paz, el 15 de noviembre de 1892 (en la plaqueta de la
estatua de la Plaza de Sorata, presenta una fecha de nacimiento de 17 de
octubre de 1892).
Se educó en los colegios Ayacucho y Don Bosco de la ciudad
de La Paz. Falleció en Madrid-España el 22 de diciembre de 1969. Sus restos
yacen en el “Cuadro de Honor” de la Guerra del Chaco, en el Cementerio General
de la ciudad de La Paz.
Fue político y militar. Como político fue Presidente Constitucional de la República de Bolivia desde el año 1940 hasta 1943.
Fue derrocado el 20 de diciembre de 1943, por un golpe de
estado comandado por el mayor (My.) Gualberto Villarroel y otros oficiales. Su
tiempo de mandato fue de 3 años con 8 meses.
Las actividades de su gobierno, como cualquier otro,
tuvieron “luces y som-bras”, pudiéndose citar las siguientes: A raíz del ataque
japonés a Pearl Harbor, el gobierno de Bolivia, proclamó su solidaridad con
Estados Unidos, habiendo declarado la ruptura de relaciones diplomáticas con
los gobiernos del eje (Alemania, Italia y Japón).
También Bolivia vendió wólfram y estaño a precios irrisorios
y muy por debajo de las cotizaciones internacionales, el primero a 21 dólares
la unidad de 20 libras y el estaño a 40,5 centavos de dólar la libra fina.
Cabe recordar, que Bolivia en la Segunda Guerra Mundial, era
el único productor y proveedor de estaño en el He-misferio Occidental, ya que
los países productores de estaño del sudeste asiático estaban ocupados por el
Japón.
En su gobierno se produjo la masacre de Catavi contra los
mineros de la Em-presa Patiño, durante esta masacre falleció la legendaria
“palliri” María Barzola.
A partir de mayo de 1943, el general, realizó un largo viaje
por Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Panamá, Haití, México, Cuba,
Canadá y Estados Unidos.
En Estados Unidos le rindieron hono-res militares los
Marines Norteamericanos y también fue recibido por el Presi-dente
Norteamericano Roosevelt.
PEÑARANDA, COMANDANTE DEL EJÉRCITO BOLIVIANO EN LA GUERRA
DEL CHACO
Como militar, concurrió a la Guerra del Chaco (1932-1935), llevada a cabo entre las repúblicas de Bolivia y Paraguay. Fue Comandante en Jefe del Ejército Boliviano durante la Guerra del Chaco, después de la destitución o renuncia del Gral. alemán Hans Kundt. Muchos autores afirman que el Gral. Peñaranda era muy capaz, que de habérsele elegido desde el principio de la con-tienda bélica, posiblemente el resultado de la guerra hubiera sido distinto, se asevera que era buen organizador, estratega e instructor.
Como militar, concurrió a la Guerra del Chaco (1932-1935), llevada a cabo entre las repúblicas de Bolivia y Paraguay. Fue Comandante en Jefe del Ejército Boliviano durante la Guerra del Chaco, después de la destitución o renuncia del Gral. alemán Hans Kundt. Muchos autores afirman que el Gral. Peñaranda era muy capaz, que de habérsele elegido desde el principio de la con-tienda bélica, posiblemente el resultado de la guerra hubiera sido distinto, se asevera que era buen organizador, estratega e instructor.
Recordemos que las disputas en el Chaco eran en un principio
limítrofes, porque nunca se realizaron las delimitaciones corres-pondientes.
Pero el descubrimiento de petróleo en 1927 en el lado boliviano, por una
empresa transnacional norteamericana, fue la causa principal que empujó al
Paraguay contra Bolivia, ya que se pensó que debajo del Chaco Boreal existían
grandes reser-vorios petrolíferos. En el Chaco Boreal, hasta 1930, Bolivia
tenía los fortines de avanzada Alihuatá, Platanillos, Ballivián, entre otros y
el Paraguay contaba con los fortines Nanawa, Gon-dra, Boquerón, Corrales,
Toledo, entre otros. La Guerra del Chaco se inició durante la presidencia del
Dr. Daniel Salamanca, sus máximos jefes militares en 1932 fueron los generales
Filiberto Osorio (Jefe de Estado Mayor) y Carlos Quintanilla (Comandante de las
tropas del Chaco). El 16 de julio de 1932, Pa-raguay recaptura la laguna
Pitiantuta (Chuquisaca). Posteriormente, Paraguay ataca el fortín Mariscal
Santa Cruz, es así que el Dr. Salamanca el 18 de ju-lio de 1932, ordena el
ata-que sobre los fortines Co-rrales y Toledo, órdenes que cumple el 27 y 28 de
julio, el Coronel (Cnl.) Enrique Peñaranda del Castillo. El 1 de agosto, con la
ayuda de la Fuerza Aérea, Bolivia toma el fortín Boquerón.
En esta guerra por parte de Bolivia participaron
principalmente indígenas y mestizos, la mayoría de los cuales pertenecían a la
región andina y estaban muy lejos de su entorno natural, mientras que los
paraguayos se hallaban en su am-biente y muy cerca de su casa, así por ejemplo
el fortín Boquerón se hallaba a tan solo 350 kilómetros de Asunción (que es la
capital del Paraguay).
El teatro de operaciones de esta guerra, estaba conformado
por pajonales, algarro-bales, carahuatales, tuscales y arenales, ambiente muy
agreste para las tropas boli-vianas, conformando el denominado “infierno
verde”. Al oeste se encuentra el río Pilcomayo, al este el río Paraguay. El
vera-no en la región es muy caluroso, en el in-vierno se presentan los “surazos”
(corrien-tes frías provenientes del Polo Sur) y el aprovisionamiento de agua es
muy difícil.
En la Guerra del Chaco, se produjeron varias batallas como
ser la de Boquerón, que duró del 9 al 29 de septiembre de 1932, donde las
tropas bolivianas (500 hombres) estando al mando del Tcnl. Manuel Marzana,
fueron primeramente cerca-das y finalmente tomadas por 12.000 sol-dados
paraguayos, pero no sin antes ofrecer una valiente y heroica resistencia
dejando muchas bajas en el enemigo. Luego, entre octubre y noviembre de 1932
caen en manos paraguayas Alihuatá y Arce, pero el Gral. Bernardino Bilbao Rioja
en el “Kilómetro 7”, el 7 de noviembre logra detener el avance paraguayo por
varios días. El 5 de diciembre de 1932 llega a Bolivia el Gral. Hans Kundt
(nacido el 28 de febrero de 1869 en Neustrelitz-Alemania y fallecido el 30 de
agosto de 1939 en Lugano-Suiza; adoptó la nacionalidad boliviana), quien se
hace cargo de la co-mandancia del ejército boliviano en campaña.
Kundt el 10 de diciembre reconquista Platanillos y Loa y el
19 de febrero de 1933 retoma Alihuatá, Arce y Gondra, pero entre el 4 y 8 de
julio de 1933 comete un error fatal al tratar de tomar el fortín Nanawa con
9000 hombres. La toma es un fracaso, falleciendo gran cantidad de los soldados
bolivianos, pos-teriormente el 15 de julio caen Campo Grande y Alihuatá y entre
el 6 y 11 de julio de 1933 se produce el cerco a Campo Vía, cayendo prisioneros
9000 soldados bolivianos. Estos últimos acontecimientos ocasionan que el 14 de
diciembre de 1933 el Gral. Kundt sea destituido o en de-finitiva renuncie, es
así que toma el mando el General (Gral.) Peñaranda, el cual durante su
comandancia, tuvo como cerca-nos colaboradores a los Tcnl. Ángel Rodríguez y
David Toro. Se necesitaban más oficiales, es así que se hace un llamado en el
Colegio Militar de Ejército y aparece la legendaria generación “Tres Pasos al
Frente”. Entre el 23 y 25 de mayo de 1934 se gana en Cañada Strongest. Paraguay
ataca en el este, en Picuiba. En noviembre de 1934 Bolivia se retira del fortín
Ballivián. El 27 de noviembre de 1934 se produjo el “Corralito de Villamontes”
lo que significó la caída del Dr. Salamanca, asumiendo la presidencia el Dr.
José Luis Tejada Sorza-no, quien recién declaró la “movilización general” de
las tropas bolivianas, mientras que el Paraguay lo hizo desde un principio de
la contienda bélica. La Liga de las Na-ciones (hoy Organización de las Naciones
Unidas-ONU) embarga el libre tránsito de armas del Paraguay, razón por la cual
el Paraguay se retira de la Liga.
El 14 de enero de 1935, Paraguay toma un punto en el río
Parapetí. El 16 de febrero empieza el ataque paraguayo sobre Villamontes.
El General (Gral.) Bernardino Bilbao Rioja con un refuerzo
de 15.000 hombres inicia la defensa, logrando el repliegue de los paraguayos el
23 de febrero de 1935. Por otro lado, se debe resaltar la participación de la
Fuerza Aérea Boliviana, donde destacaron el capitán Rafael Pabón (quien durante
la Guerra del Chaco, ganó el primer combate aéreo en Sudamérica), el General
(Gral.) Bernardino Bilbao Rioja y Germán Jordán.
El 12 de junio de 1935 se realizó el Pro-tocolo de Buenos
Aires, que consistió en un armisticio y negociaciones de paz bajo la garantía
de los países mediadores (Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos, Pe-rú y
Uruguay).
Muchos estudiosos mencionan la dificultad que ponía Chile
para poder introducir a Bolivia armas por el Pacífico y la dificultad que
ponían las transnacionales petroleras para dotar al Ejército Boliviano de combustibles.
El 14 de junio de 1935 termina la guerra. Cabe recalcar, que
el Ejército Boliviano estuvo al mando del General (Gral.) Enrique Peñaranda del
Castillo y el Ejército Paraguayo al mando del General (Gral.) José Félix
Estigarribia. Ambos generales el 18 de julio de 1935 se encontraron en una
reunión propiciada por la Comisión Militar Neutral, habiendo intercambiado
re-cuerdos como ser una pistola (obsequiada por Estigarribia) y un reloj de oro
(entrega-da por Peñaranda), además de palabras de gran admiración y respeto. Se
afirma que muchos de los prisioneros paraguayos (2.500) colaboraron con la
construcción del camino carretero La Paz a Los Yungas (en Bolivia), mientras
que los prisioneros bolivianos (20.000) empedraron las calles de Asunción
(Paraguay).
Los que lograron huir de las prisiones se llamaron
“evadidos”. La Guerra del Chaco fue la más grande y sangrienta que se libró en
Sudamérica durante el siglo XX. Se señala que murieron 55.000 bolivianos y
40.000 paraguayos.
En el gobierno de Germán Busch, el 12 de julio de 1938, en
Buenos Aires, se firma el “Tratado de Paz, Amistad y Límites”. El 27 de abril
de 2009, los presidentes Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo del Paraguay
firmaron en Buenos Aires, el acuerdo definitivo de límites territoriales del
Chaco Boreal.
Bolivia en la Guerra del Chaco perdió 234.000 Km2 (para
referencia, 2 veces la superficie de la República de Cuba).
Bolivia actualmente utiliza una hidrovía a través de los
ríos Paraguay-Paraná-Río de La Plata hacia el Océano Atlántico, a cuyo acceso
desde un principio de la guerra se opuso rotundamente el gobierno paraguayo.
Es necesario mencionar, que durante la Guerra del Chaco, el
ejército paraguayo tuvo una gran ayuda del gobierno argen-tino, corroborado por
la pseudo neutrali-dad del canciller argentino Carlos Saave-dra Lamas, quien
buscaba y al final obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1936, según muchos
autores en forma injusta, porque Argentina fue un enemigo de Bolivia, en el
frente diplomático, en la Guerra del Chaco.
PEÑARANDA EN SORATA
Al presente, en la ciudad de Sorata, capital de la provin-cia Larecaja, la Plaza principal lleva el nombre del General (Gral.) Enrique Peña-randa del Castillo y en el centro de la mis-ma se halla el monumento a este digno personaje de la historia boliviana; dicha estatua se encuentra rodeada de palme-ras, araucarias, cipreses y flores que lle-van al recuerdo de este ilustre personaje larecajeño. Por otro lado en Sorata existe la Unidad Educativa Gral. Enrique Peña-randa del Castillo.
Al presente, en la ciudad de Sorata, capital de la provin-cia Larecaja, la Plaza principal lleva el nombre del General (Gral.) Enrique Peña-randa del Castillo y en el centro de la mis-ma se halla el monumento a este digno personaje de la historia boliviana; dicha estatua se encuentra rodeada de palme-ras, araucarias, cipreses y flores que lle-van al recuerdo de este ilustre personaje larecajeño. Por otro lado en Sorata existe la Unidad Educativa Gral. Enrique Peña-randa del Castillo.
CONCLUSIÓN FINAL
Como conclusión final, en Bolivia, la Guerra del Chaco (con-tra Paraguay) se produjo por el petróleo, la Guerra del Pacífico (contra Chile) por el guano y el salitre y la Guerra del Acre (con-tra Brasil) por la goma. Conflictos similares ocurren y ocurrirán en otras latitudes, casi siempre incentivados por las transnaciona-les de los países desarrollados, debido a la búsqueda de la “posesión indirecta” de los “recursos naturales”, cuya explotación ofrece ingentes ganancias principalmente a las empresas mencionadas.
Como conclusión final, en Bolivia, la Guerra del Chaco (con-tra Paraguay) se produjo por el petróleo, la Guerra del Pacífico (contra Chile) por el guano y el salitre y la Guerra del Acre (con-tra Brasil) por la goma. Conflictos similares ocurren y ocurrirán en otras latitudes, casi siempre incentivados por las transnaciona-les de los países desarrollados, debido a la búsqueda de la “posesión indirecta” de los “recursos naturales”, cuya explotación ofrece ingentes ganancias principalmente a las empresas mencionadas.
¡Honor y Gloria al Gral. Enrique Peña-randa del Castillo,
así como a todos los combatientes y caídos de la “Guerra del Chaco”, defensores
de nuestros hidrocarburos! de los cuales hoy por hoy, disfrutamos los
bolivianos, argentinos, brasileros y hasta los chilenos, debido a las
exportaciones que realiza Argentina a Chile, quedan-do en la risa el “ni una
molécula de gas para Chile”, de algunos de los tan mentados referéndums.
Peñaranda recibiendo honores militares por los Marines
Norteamericanos en Estados unidos en 1943.
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